La criatura al acercarse a mí cambió de dirección, se dirigía esta vez a por Yami. El curioso comportamiento de aquel diminuto ser me extrañó, segundos después, la mujer atravesó con su arma al mismo, este desapareció dejando en el aire un pequeño corazón que sufriría el mismo destino de la criatura...
Vaya... parece que ese arma no es solo decorativa, ¿por qué dices que son peligrosas? Me giré hacia Yami y me acerqué un poco. Esta tendió su arma hacia a mí formulándome una pregunta un tanto comprometida.
Bueno... la verdad es que nunca pensé en hacerme héroe, aunque... me agarré el colgante que llevaba y miré al suelo. Siempre creí que existía vida más allá de este lugar, ¿te importaría si te acompaño? Me encantaría visitar otros mundos, o lo que haya afuera, también me preocupan esas criaturas, atacan a la gente y les roban... alcé la vista y con mi puño golpeé suavemente mi pecho, sus corazones, bien, acepto,intentaré que no repita esto que acabo de ver, es decir, lo de ese señor.
Lentamente me aproximé hasta su arma, agarré lentamente el mango mientras agradecía a aquella curiosa mujer, ya que gracias a ella podría cumplir mi sueño de salir de mi mundo.
Gracias Yami, me gustaría ayudaros.