[Villa Crepúsculo] Quemaduras y cicatrices. In the face!

[James Bond]

Parece que Rebecca se quedó sorprendida de mi rápida respuesta. No sabría decir el porque, pero lo estaba. Me informó de que tendría que despedirme de mi familia pues iríamos a otro mundo y no sabría cuando volvería a verlos. ¡Así que había más mundos! Entonces eso explicaba el extraño uniforme colegial de la chica. Además me avisó que sería peligroso ya que según parece, hay monstruos que devoran el corazón de las personas, e incluso algunos mundos han sido destruidos por estos monstruos. Daba algo de miedo, la verdad, pero yo quería ayudar. Quería evitar que más mundos fueran destruidos. Un resplandor que apareció en la mano derecha de Rebecca me sorprendió. La luz se hizo más tenue hasta que desapareció y se dejó ver lo que parecía ser una espada (o algo parecido) con motivos rojos y violetas. Agarró el arma por el filo y me la ofreció por el mango. Entonces, dijo:

—Si la coges, no podrás volver atrás. ¿Estás seguro?—

Nunca había estado más seguro en mi vida. Asentí con la cabeza, y cogí el mango de la espada. Entonces, noté algo extraño en mi interior. No sabía como describirlo. Como si mi corazón se hubiera iluminado o algo así. Era la primera vez que sentía aquello.

—Srta.... Perdón, Maestra Rebecca, ¿qué es la sensación que acabo de... sentir?—

[James Bond]

Parece que Rebecca se quedó sorprendida de mi rápida respuesta. No sabría decir el porque, pero lo estaba. Me informó de que tendría que despedirme de mi familia pues iríamos a otro mundo y no sabría cuando volvería a verlos. ¡Así que había más mundos! Entonces eso explicaba el extraño uniforme colegial de la chica. Además me avisó que sería peligroso ya que según parece, hay monstruos que devoran el corazón de las personas, e incluso algunos mundos han sido destruidos por estos monstruos. Daba algo de miedo, la verdad, pero yo quería ayudar. Quería evitar que más mundos fueran destruidos. Un resplandor que apareció en la mano derecha de Rebecca me sorprendió. La luz se hizo más tenue hasta que desapareció y se dejó ver lo que parecía ser una espada (o algo parecido) con motivos rojos y violetas. Agarró el arma por el filo y me la ofreció por el mango. Entonces, dijo:

—Si la coges, no podrás volver atrás. ¿Estás seguro?—

Nunca había estado más seguro en mi vida. Asentí con la cabeza, y cogí el mango de la espada. Entonces, noté algo extraño en mi interior. No sabía como describirlo. Como si mi corazón se hubiera iluminado o algo así. Era la primera vez que sentía aquello.

—Srta.... Perdón, Maestra Rebecca, ¿qué es la sensación que acabo de... sentir?—

[Sombra]

—Eso que sientes es, umh... Es tu llave espada. Puedes invocarla si piensas en ella —contestó con su suave y cortada voz—. Puedes ir a junto tu familia, te esperaré en el bosque, no muy lejos de esa grieta. P-partiremos en la nave Gumi de Simon. ¡Ah, y... Recuerda que todo esto es un... secreto, no debes decirle nada a nadie o nos meterás en p-problemas —informó tartamudeando con algunas de las palabras como si temiese el que no cumpliera la promesa de mantener el secreto.

La extraña chica saltó desde la torre sobre uno de los tejados que había más abajo y empezó a moverse sobre ellos con la agilidad de un felino hasta desaparecer en la lejanía. Era sorprendente aquello, cualquiera que hubiese saltado desde aquella altura habría acabado en el suelo de una manera bastante desagradable y la única forma de quitar sus restos habría sido con una espátula, que aquella chica pudiese hacer aquello significaba que no era alguien tan débil como parecía.

Ahora era el turno de Hikaru despedirse de su familia. Tendría que inventar una buena excusa para que le dejasen marchar sin más. Posiblemente sería dificil, pero era algo necesario si de verdad quería irse con aquella chica y con aquel malhumorado hombre.

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Como tus padres y hermana son tus NPC puedes controlarlos como más gustes. Tu siguiente post podrás extenderlo hasta tu llegada al bosque.

[James Bond]

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La linterna que le da a Hikaru su hermana es la que tiene de objeto personal en su ficha. No he especificado como la tiene, así que he jugado un poquito con esto. Espero que no importe.

Rebecca me respondió que eso que sentía era mi Llave Espada y que si pensaba en ella podría invocarla. Me recomendó que fuera con mi familia ya que podría ser la última vez que la viera, y que me esperaba en el bosque que estaba antes de la mansión. Además iríamos en algo llamado nave Gumi que era propiedad de Simon. Era una buena oportunidad para pedirle disculpas más formales. Por último, me advirtió que no revelara nada a nadie sobre esto. Eso no era ningún problema, soy bueno guardando secretos, aunque a veces preferiría no conocer algunos. Rebecca saltó de la torre sobre uno de los tejados que había algo más abajo y se movía como si fuera un gato por ellos. Una persona normal que hiciera eso, seguramente acabaría con sus restos espachurrados contra el suelo. Por lo que aquella chica no era débil como su aspecto físico sugería. Me dirigí a mi casa pensando en alguna buena excusa. ¿Qué podría decirles? Era un buen estudiante, no sacaba nuevcs y dieces, pero solía mantener un buen balance de notables. Podría inventarme que me han dado una beca en un instituto lejos de la ciudad. Llegué a mi casa cuando se puso el sol, y mi madre ya había preparado la cena.

—Hijo mío, ¿dónde has estado todo este tiempo? Es la hora de cenar.— Dijo su madre con su dulce voz.
—Esto... Mamá, papá. He de deciros algo importante.—
—¿Y qué es eso tan importante que tienes que decirnos?— Dijo la voz seria de su padre desde el salón.

Fui con mi madre al salón, y allí estaban mi padre y mi hermana. Estaban comiendo un delicioso plato de sopa. Olía muy bien, ¿sería la última vez que olería aquella sopa? Sólo el tiempo lo diría. Ya en el salón, les dije a mis padres:

—Veréis, es que me he han ofrecido una beca en otro instituto que está lejos de Villa Crepúsculo. La profesora que me lo ha comentado, me ha dicho que tengo aptitudes necesarias para ser un alumno de sobresaliente, pero que debo de explotar mis capacidades. Y eso es lo que me van a enseñar allí... ¿Puedo ir?— Supliqué con cara de cachorrillo.

Mis padres murmuraron entre ellos y me hablaron.

—Hijo mío, mientes muy mal.— Dijo mi madre—. ¿Por qué no nos dices la verdad?—
—Lo siento mamá— le respondí—. Pero me han prohibido decir a donde voy por que podría meter, no solo a ellos, sino a mí mismo también en problemas. Además, quiero ir. Por que a donde voy me enseñarán muchas cosas que me serán útiles para poder ayudar a la gente sin ganarme estas cicatrices— dije mientras señalaba las cicatrices de mi cara.

Volvieron a murmurar, y esta vez, ambos asintieron con la cabeza.

—Supongo que... no hay otra opción. Sabíamos que llegaría el día en el que te tuvieras que ir, aunque no esperábamos que fuera tan pronto. Sólo tienes trece años...— mi madre suspiró y le salieron lágrimas de sus ojos. Vino a abrazarme y sentí su cálido cuerpo contra el mío.

Mi padre asintió con la cabeza y mi hermana también lloraba. Cuando mi madre dejó de abrazarme, me dijo que cogiera algo de ropa para cambiarme, cosa que por supuesto iba a hacer. Me dirigí a mi cuarto y cuando estuve allí, oí la puerta del cuarto de mi hermana cerrarse. Cogí una maleta no muy grande que usaba cuando nos íbamos de excursión a otros sitios lejos de Villa Crepúsculo en el colegio. Abrí la maleta y cogí cinco pares de calcetines, los mismos de calzoncillos y de pantalones con camisetas. Cuando salí de mi habitación, mi hermana estaba esperándome delante de la puerta.

—Hermano, ten, es para ti...— me dijo con un ligero rubor. Me dio una linterna de color rosa que me resultaba muy familiar.
—Hermana... ¿no es esta la linterna que...?— Pero ella me interrumpió.
—¿Que me regalaste por mi cumpleaños? Sí. Te vas lejos, así que... me gustaría que por lo menos tuvieras un recuerdo mío...— dijo algo nerviosa—. Si alguna vez, te sintieras atrapado por la oscuridad... usa la linterna, y piensa que por muy lejos que estemos... nuestros corazones siempre estarán juntos.— Dicho eso, bajó la cabeza como si se sintiera avergonzada de lo que había dicho.
Entonces, yo tampoco pude contener las lágrimas y le di un abrazo. Pero no fue todo lo largo que desearía, pues me acordé de que tenía que ir al bosque. Me despedí de mis padres antes de salir por última vez por la puerta de mi casa. Iba caminando por las oscuras calles de la ciudad, pero no podía evitar echar una mirada hacia mi casa. El estómago me rugió, debería haber cenado con ellos al menos. Llegué al bosque y allí vi, todavía con lágrimas en los ojos, a la Maestra Rebecca y a Simon.

[Sombra]

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Recuerda que no puedes controlar el ambiente. Yo soy el que tiene que decidir si ves o no a Rebecca y Simon ya que no planeaba que saliese este último. Haré como si no hubieses metido a Simon así que por esta vez lo paso, ten más cuidado para la próxima

Rebecca estaba esperando sentada en un tronco hueco lleno de musgo que se veía desde la grieta de la pared que llegaba a aquel lugar. La joven le sonreía levemente con su característica timided que resultaba adorable en ella. Nada más verle la chica se puso en pie y esperó a que su nuevo aprendiz se acercase.

—Ah, h-hola de nuevo—tartamudeó—. Creo que antes de irnos, debería explicarte algunas cosas... Yo...umm, nosotros, los c-caballeros de la llave espada tenemos varias... Reglas. Guardar el secreto de la existencia de otros mundos, no meternos en asuntos que no tengan que ver con nuestra misión y mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad—soltó de carrerilla. La extraña muchacha de uniforme verde buscó en un bolsillo una plaquita de metal en forma de aro con un botón circular y se lo entregó en mano al joven—. Esto es una armadura... s-si te la pones en cualquier parte de tu cuerpo y... pulsas el botón te envolverá una armadura que tienes que llevar siempre que viajes por la galaxia y... Ah, si lanzas tu llave espada al cielo se convierte en lo que será tu vehículo, nosotros lo llamamos Glider...P-pero tendrá que esperar para que lo pruebes ya que iremos en Nave Gumi —explicó—. Aunque si quieres p-puedes intentar ahora a invocar tu armadura y esas cosas... Después de que lo hagas nos marcharemos.

La chica invocó su llave espada y la lanzó hacia el cielo donde fue transformada por un vehículo de aspecto extraño con la capacidad de volar. También pulsó algo en su brazo (posiblemente una pulsera) haciendo que una luz cubriese su cuerpo hasta que apareció una armadura completa. Tras unos segundos hizo desaparecer el vehículo junto a aquella armadura, le tocaba a Hikaru intentarlo.

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Puedes coger una imagen para darle aspecto a tu armadura y Glider, intenta que no sean iguales que las de otros usuarios ^^

[James Bond]

Cuando llegué, Rebecca me estaba esperando sentada en un tronco lleno de musgo. Me estaba sonriendo levemente con su timidez. Ya hasta incluso me parecía adorable. Se puso en pie esperándome que llegara. Cuando lo hize, me contó que los caballeros de la Llave Espada tenían algunas reglas. Una ya me la dijo, que era mantener el secreto. Pero también me dijo otras dos que no sabía que eran no meterme en asuntos que no tuvieran nada que ver con la misión, y la otra mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Me entregó además una placa pequeña de metal que tenía forma de aro con un botón circular o algo parecido. Según ella, era una armadura. Resulta que me podía poner aquella placa en cualquier parte del cuerpo y pulsando el botón aparecería dicha armadura. También me avisó de que me la tendría que poner cada vez que viajara por la galaxia. Y no solo eso, también me dijo que podía convertir mi Llave Espada en un vehículo que se llamaba Glider o algo parecido.

Rebecca invocó su Llave Espada y la lanzó al cielo, haciendo que se transformara en un vehículo extraño que jamás había visto en mi vida. Al mismo tiempo, pulsó algo en su brazo que hizo que su cuerpo fuera cubierto de luz hasta que le apareció una armadura. Ahora era mi turno para ello. Me puse la plaquita de metal en el pecho izquierdo, donde estaba mi corazón. Pulsé el botón y apareció una armadura que me cubría el cuerpo entero:

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Es la armadura de Terra, pero tendría un toque más dorado.

Entonces, pensé fuertemente en mi Llave Espada y apareció en mi mano derecha. Era prácticamente una llave a la que parecía que le habían dado el estirón:

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Lancé mi Llave Espada al cielo y se transformó en un vehículo extraño:

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[img]
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[Sombra]

—Ah, bien hecho—felicitó Rebecca. Sacó de su bolsillo un aparato que parecía un comunicador y empezó a hablar por él. Tras unos instantes un haz de luz surgió en un pequeño claro. La maestra caminó hacia él mirando hacia atrás para comprobar si su nuevo aprendiz le seguía.

Nada más la mujer pisó aquella luz su cuerpo desapareció como por arte de magia a la vez que se escuchaba un sonido de succión. Sin duda aquello era algo que Hikaru jamás había soñado con ver.

En cuanto se pusiera sobre la luz una sensación de vértigo le invadiría vería tras varios segundos que ya no estaba en el bosque, si no en el interior de una cápsula de cristal con un mango metálico que hacía que una parte del cristal funcionase a modo de puerta. Las paredes del lugar eran metálicas y poco más adelante había una especie de sala de mandos con un hombre sentado en uno de los dos asientos toqueteando con destreza varios botones. Si se fijaba bien lo reconocería como Simon. Quizás en un principio no lo notase, pero estaba dentro de lo que parecía ser alguna clase de nave o vehículo. A los lados había ventanas y una cama además de una mini cocina con nevera.

Desde la ventana podría verse que ya no estaban en Villa Crepúsculo, estaban en la órbita del mundo.

—Simon, ya podemos partir. ¿Estás listo? Tu historia acaba de empezar —se refirió al aprendiz la maestra con su tímida sonrisa.

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El próximo será tu último post

[Sombra]

—Ah, bien hecho—felicitó Rebecca. Sacó de su bolsillo un aparato que parecía un comunicador y empezó a hablar por él. Tras unos instantes un haz de luz surgió en un pequeño claro. La maestra caminó hacia él mirando hacia atrás para comprobar si su nuevo aprendiz le seguía.

Nada más la mujer pisó aquella luz su cuerpo desapareció como por arte de magia a la vez que se escuchaba un sonido de succión. Sin duda aquello era algo que Hikaru jamás había soñado con ver.

En cuanto se pusiera sobre la luz una sensación de vértigo le invadiría vería tras varios segundos que ya no estaba en el bosque, si no en el interior de una cápsula de cristal con un mango metálico que hacía que una parte del cristal funcionase a modo de puerta. Las paredes del lugar eran metálicas y poco más adelante había una especie de sala de mandos con un hombre sentado en uno de los dos asientos toqueteando con destreza varios botones. Si se fijaba bien lo reconocería como Simon. Quizás en un principio no lo notase, pero estaba dentro de lo que parecía ser alguna clase de nave o vehículo. A los lados había ventanas y una cama además de una mini cocina con nevera.

Desde la ventana podría verse que ya no estaban en Villa Crepúsculo, estaban en la órbita del mundo.

—Simon, ya podemos partir. ¿Estás listo? Tu historia acaba de empezar —se refirió al aprendiz la maestra con su tímida sonrisa.

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El próximo será tu último post

[James Bond]

Rebecca me felicitó por lo que había hecho. Sacó lo que parecía ser un comunicador de su bolsillo y habló por el. Unos instantes más tarde, un haz de luz surgió en un pequeño claro. Mi maestra caminó hacia dicho haz, mirando hacia atrás para comprobar que le seguía. Ella, cuando pisó el haz, desapareció como si fuera por arte de magia. Me dio un poco de miedo aquello, pero yo también tenía que seguirla. Así pues, también entré y tras una sensación de vértigo, ya no me encontraba en el bosque. Estaba en lo que parecía ser una cápsula de cristal con un mango metálico que hacia que una parte del cristal funcionase como si fuera una puerta. Las paredes eran todas metálicas y un poco más adelante, había una sala de mandos y un hombre sentado en uno de los asientos. Toqueteaba los botones con destreza, mucha más que la que tenía mi hermana al utilizar el ordenador. Me fijé en que quien estaba toqueteando los botones era Simon. Además, en la sala de mando me fijé en que había una pequeña cocina con nevera. Al menos no iba a tener hambre.
Rebecca le avisó a Simon de que ya podíamos irnos y observé por la ventana que estábamos en... ¡el espacio! O al menos eso parecía. Rebecca me preguntó si estaba listo, pues mi historia ha empezado, o algo así dijo. Asentí con la cabeza mientras observaba maravillado el espacio. Sin duda, tenía que haber muchísimos mundos, y yo quería ayudarlos. Como me dijo a mi padre hace tiempo, es mejor arrepentirse de intentar hacer algo, que de no haberlo hecho. Sin duda, estaba preparado.

[Sombra]

Simon cogió el timón de la nave y con un par de palancas que fue tirando la nave empezó a moverse a la vez que un sonido que parecía venir de un motor iba apareciendo. Hikaru pudo ver en el trayecto hacia Tierra de Partida cientos de pequeños y grandes mundos alrededor de la nave. Había otras más, todas con una extraña forma, como si estuviesen hechas por bloques de juguete. También pudo ver como se alejeba su mundo poco a poco hasta convertirse en una diminuta y brillante estrella del firmamento.

Rebecca pasó todo el rato leyendo una novela romántica (o eso sugería su portada) mientras que Simon seguía a lo suyo concentrado en esquivar asteroides y otros objetos que pudiesen ponerles en peligro.

Hikaru se sentía más nervioso que nunca. Una aventura que jamás había soñado había empezado para él.

¿Qué le depararía el futuro? Aquello solo podía saberse con el tiempo, pero podía pensar que tenía un brillante camino delante de él, extendiéndose en cientos de bifurcaciones, todos ellos eran las rutas que podría escoger durante su vida pero sin duda, el que había escogido en aquel momento era el más brillante de todos, el camino de la luz.

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¡Enhorabuena, has acabado el prólogo!
¡Ganas 11 PX por lo que subes al nivel 2!

Opino que empezaste muy flojo, aunque los últimos post los has ido mejorando notablemente. También deberías indagar más en las sensaciones y los sentimientos del personaje y hacer más naturales algunas cosas, por ejemplo. La despedida con sus padres fue un tanto artificial, a mi parecer. Otro punto que querría decir es que tecnicamente lo único que has hecho fue decir lo mismo que yo cambiando dos o tres palabras. Lo mejor es que cuando hagas quote intentes interiorizar más a tu personaje a medida que vas describiendo lo que sucede. Que yo ponga "Podría pensar que..." o "Podría ver que..." no implica que veas ese detalle, eso da juego al rol por lo que tienes que saber utilizar tus posibilidades. Dicho esto, añado también lo siguiente a tu ficha:

Armadura


Llave espada: Cadena del Reino


Glider