[Ciudad Disney] Aprendiza

[Zodiark]

Una vez alcancé a Kazuki, comencé a caminar detrás de él, y me llevó al lugar en el que nos habíamos conocido. Allí, comenzó a examinar el sitio con atención, como si lo estuviera analizando minuciosamente. Yo sólo le observaba sin decir nada.

—Probablemente tus padres te dejarían entrenar con la espada si, erm, alguien se ofrece a entrenarte, ¿no?

—Pues supongo que si ese alguien fuese de confianza, sí... Pero vete tú a saber, nunca comprenderé cómo funciona la mente de mis padres —respondí riendo.

Kazuki introdujo su mano en su capa, al parecer iba a sacar algo del interior de ésta, así que me quedé observando atentamente para ver qué sería. Entonces me enseñó lo que era: una espada. Pero era una espada muy rara, ni siquiera lo parecía. Era gris y tenía una extraña forma de llave.

—Esta es mi espada. Es, erm, algo rara, ¿no? Y además, soy mago.

—Pues sí, bastante —le contesté, impactada aún por la extraña espada que llevaba.

“Pero bueno, tú también eres bastante raro, así que no me extraña que tu arma lo sea.”, pensé mientras le contestaba.

Entonces, estiró su brazo hacia mí, entregándome la empuñadura de su espada, para que la cogiera yo mismo. Sin decir ni una sola palabra, alargué mi brazo derecho hacia ella y la cogí, con un poco de miedo. Pensaba que sería muy pesada y me tiraría al suelo, pero al agarrarla comprobé que no era así, sino que parecía ser bastante manejable. Coloqué la mano de forma que la espada quedara en posición vertical y la observé de arriba a abajo.

—Lo que significa que... podría entrenarte en ambas cosas. Si, eh, lo quisieras, claro...

—¡¿De.. de verdad?! ¡¿En serio harías eso?! —exclamé sorprendida aún con la espada en la mano—. ¡Claro que quiero! Pero... ya sabes, mis padres... —dije algo cabizbaja—. ¿Quieres que vayamos a hablar con ellos? ¡Seguro que tú puedes convencerlos! ¡Porfa! —supliqué juntando mis manos como si rezara a la altura de mi boca, igual que lo había hecho anteriormente.

[Zee]

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¿Cuándo has soltado la Llave? xD

—Oh, bueno... eh... claro que tengo que hablar con tus padres, ¿no? Eh, eso es lo que se hace, sí... — murmuró Kazuki, distante, asintiendo con la cabeza como si confirmara sus palabras. Volvió a tomar su espada de la mano de Maya, aunque esta vez no tuvo reparo alguno en hacerla desaparecer en un halo de luz. Con algo de dificultad, debido a su cansancio, se puso de pie y dejó salir un bostezo.

>>Bueno, si eres aprendiz de mago... Zawrid, Zawrid, Zawrid... —repitió Kazuki, meditando. De pronto, una sonrisa chueca apareció en su rostro, mientras sus labios dejaban escapar un "Ah..."—.[color=brown]No habrá problema si esperas aquí, ¿verdad, "defensora de la Piedra Angular"?

Kazuki guiñó un ojo y, después de acomodarse la capa elegantemente, se alejó en busca de los padres de Maya... a quienes la niña jamás había mencionado.

[Zodiark]

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Sí, me acabo de dar cuenta xD Iba a poner que se la devolvía a Kazuki pero lo olvidé por completo :S Pues, no sé... supongo que se pueden juntar las manos con la espada en la mano xD

—Oh, bueno... eh... claro que tengo que hablar con tus padres, ¿no? Eh, eso es lo que se hace, sí...

—¡Lo harás! ¡Yupi! —exclamé mientras saltaba de la alegría aún con la espada de Kazuki en la mano.

Kazuki tomó su arma de mi mano y la hizo desaparecer en una especie de resplandor blanco. Me quedé un poco sorprendida, pero proviniendo de una familia de magos aquello tampoco era nada del otro mundo. Se levantó con algo de dificultad, bostezó y se puso de nuevo a pensar en algo. Entonces, soltó de pronto una sonrisita y un "Ah...".

—¿Pasa algo? —le pregunté mirándole con curiosidad.

—No habrá problema si esperas aquí, ¿verdad, "defensora de la Piedra Angular"?

—No... no, claro que no... —le respondí, un poco extrañada por lo último que había dicho.

El chico guiñó un ojo, se acomodó la capa y se fue. Yo me senté en el suelo para esperarle y comencé a jugar con mi dedo en la hierba.

—¿Si Kazuki me entrena tendré una espada con forma de llave de esas? Sería guay. —murmuré sonriendo— Y también me enseñará a mejorar mi magia... Aunque Kazuki es un poco raro... ¡A saber qué clase de entrenamientos hace! —dije en voz alta, riendo —Pero me cae bien. Ha sido muy majo conmigo y, además, es muy guapo... —me sonrojé y después me quedé mirando al cielo, pensativa— ¿Adónde ha ido? ¿Habrá ido a buscar a mis padres? No sé si sabrá encontrarlos...

[Zee]

Los minutos parecieron una eternidad para la niña, que no podía hacer más que permanecer allí sentada, jugueteando con el verde césped e imaginando qué sería de ella si Kazuki lograba convencer a sus padres. Sí, aquellos largos minutos que Maya pasó esperando le parecieron una eternidad. O bien pudieron serlo, ¿quién podía saberlo? El sol en lo alto no avanzaba ni un ápice y los soldados ya se habían batido en duelo por horas enteras sin descanso. ¿Sería como en los cuentos que le contaban de pequeña? ¿Se habrían robado la luna aquello Sincorazón y ella llevaba esperando días sin que Kazuki apareciera? ¿Era su impaciente mente jugándole trucos...?

—Hola, eh, Maya...

El sonido de la voz de Kazuki llamándola pudo haberle ocasionado un infarto. Después de una media hora, o tal vez un poco más, de esperarlo (im)pacientemente, era natural que el entusiasmo la embargara. Sólo ella podría decirlo, sin embargo.

—Mi, eh, "gente" tiene frecuente contacto con los guerreros que defienden laaaaaaehhh... Piedra Angular de la Luz... —comenzó el joven—... como tus padres, los Zawrid, por ejemplo. Y eeeeh, no es raro que de vez en cuando elijan a un Aprendiz..... te lo puedo asegurar.

Kazuki hizo aparecer su arma una vez más. Esta vez, como la anterior, no le preocupó que Maya la viese aparecer del mismo vacío. Midiéndola ligeramente, explicó:

—Esto es una Llave-Espada. Tal y como hay gente que protege la Piedra Angular de la Luz en el castillo, hay gente que, erm, usando la Llave-Espada, protege la Luz en el universo... Desde que la tomaste en tus manos, ya tienes el don en ti. Sólo eeeh... faltaría que estés consciente de tu, erm, nuevo futuro y las consecuencias que traerá...

>>Y claro. Yo no soy, erm, tú. Aunque mis palabras pueden haber suavizado a tus padres, quien finalmente debe hablar con ellos eres eeeeehhhhh... Pues tú.

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Pero mira que te tengo que contar que este es el primer Prólogo en el que he actualizado desde el móvil. Pensé que sería un dato curioso -w-

[Zodiark]

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Ains, las nuevas tecnologías~

La espera se me estaba haciendo eterna. Parecía que llevara horas allí, los nervios por lo que me depararía el futuro estaban haciendo que el tiempo fuera más despacio... Y que yo quisiera tirarme de los pelos.

—¡¿Dónde narices se ha metido éste?! ¡Al final voy a tener que ir yo misma, estoy harta de esperar! —exclamé levantándome, pero después comencé a respirar profundamente y me calmé, así que volví a sentarme en el suelo a esperar—. Tranquila, Maya. Seguro que la espera vale la pena. Más le vale, no se hace esperar a una señorita...—musité con una sonrisa macabra en mi rostro.

Seguí esperando. Cerré los ojos y respiré profunda y calmadamente. Inspirar y expirar, inspirar y expirar... y así varias veces. Mi cuerpo comenzaba a relajarse, pero no podía evitar pensar en la nueva vida que me esperaría si finalmente podía ir a entrenar con Kazuki. Al menos esos pensamientos que invadían mi mente me permitieron olvidar la espera y tranqulizarme hasta que él volviera.

—Hola, eh, Maya...

Aquella voz sonó justo en el momento en que más relajada estaba, por lo que resonó con potencia dentro de mi cabeza e hizo que me sobresaltara.

—¡IMBÉCIL, ME HAS ASUS- Ah, eres tú, Kazuki —suspiré al ver de quién se trataba y después sonreí, pero no duró mucho—. ¡¿Se puede saber dónde leches has estado tanto rato?! ¡Me has tenido muerta del asco durante vete tú a saber cuánto tiempo!

Entonces volví a inspirar y expirar profundamente para serenarme de nuevo. Tan pronto volví a calmarme, suspiré y miré a los ojos de Kazuki.

—Bueno, da igual. ¿Tienes algo nuevo que contarme? —pregunté con curiosidad mientras cruzaba los brazos.

—Mi, eh, "gente" tiene frecuente contacto con los guerreros que defienden laaaaaaehhh... Piedra Angular de la Luz.... como tus padres, los Zawrid, por ejemplo. Y eeeeh, no es raro que de vez en cuando elijan a un Aprendiz..... te lo puedo asegurar.

—¿Aprendices? ¿Quieres decir los que se entrenan en el manejo de la espada esa rara con forma de llave? Y... ¿eso significa que hay más que son de Ciudad Disney como yo?

De nuevo, Kazuki hizo aparecer su arma de la nada en un resplandor. La observé embobada. ¿Sería yo también capaz de hacer aquello? Mi corazón se aceleraba al pensarlo. Podía llegar a ser tan poderosa... Tenía que irme con Kazuki pasara lo que pasase, era una oportunidad única.

—Esto es una Llave-Espada —continuó Kazuki.

—El nombre le viene que ni pintado... —comenté por lo bajo.

—Tal y como hay gente que protege la Piedra Angular de la Luz en el castillo, hay gente que, erm, usando la Llave-Espada, protege la Luz en el universo... Desde que la tomaste en tus manos, ya tienes el don en ti. Sólo eeeh... faltaría que estés consciente de tu, erm, nuevo futuro y las consecuencias que traerá...

No entendí del todo lo que quiso decirme Kazuki, pero supuse que se refería a que los que usan esas armas protegían al universo y que yo también podía empuñarla pero para ello debía ser consciente de lo que me deparaba el futuro a partir de aquel momento. O algo así.

—Y claro. Yo no soy, erm, tú. Aunque mis palabras pueden haber suavizado a tus padres, quien finalmente debe hablar con ellos eres eeeeehhhhh... Pues tú.

—Está bien, yo iré a hablar con ellos —dije yo, muy segura de mí misma.

No sé qué les habría dicho Kazuki, pero ya era hora de hablar con ellos totalmente en serio, tenía que convencerles como fuese para que me dejaran ir con él. Era una oportunidad única y, si la perdía, iba a arrepentirme toda la vida.

—Esta vez, tendrás que esperar tú. Espero que no te importe —sonreí.

Sin perder ni un segundo más, comencé a correr hacia la habitación de mis padres para ver si estaban allí.

[Zee]

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Vaya actitud, ¿eh? Lo he visto algo fuera de personaje. Una niña, por más quejumbrosa y caprichosa que sea, no creo se comporte tan... Bueno, hay casos. Ya veremos xD

Cuando Kazuki regresó a donde Maya, la niña ya había perdido la cordura por la impaciencia y la desesperación. En lugar de agradecerle por sus acciones, decidió reprimirle por su tardanza y secretismo. Por ello, cuando el guerrero le sugirió que fuese ella quien hablara con sus padres, la chiquilla no dudó ni un breve instante en salir corriendo de allí, dispuesta a seguir la indicación de Kazuki.

Recorrió jardines y pasillos a toda velocidad, impulsada por su entusiasmo. Aunque se cruzó con algún personal del castillo y algunos conocidos, no se detuvo para mirar a nadie. Su único objetivo era llegar a la habitación de sus padres lo más pronto posible.

Pero cuando finalmente se halló a sí misma frente a la puerta, dudó. Tenía que pensar con detenimiento su curso de acciones y lo que iba a decirle a su familia. Tenía que meditar en cómo reaccionarían, incluso tras haber hablado previamente con Kazuki, y tenía que preparar argumentos suficientemente fuertes para que sus padres aceptaran dejarla ir para convertirse en Aprendiz de otros.

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Oh, y recuerda. Son tus padres; son tus NPC's. Puedes controlarlo. Este es tu post de despedida, así que ponle bastante empeño. Suerte, Maya~

[Zodiark]

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Bueno, tengo que editar algunas cosas de la ficha así que tampoco la tengas 100% en cuenta. Quédate con que Maya es bastante impaciente y que no le gusta nada esperar más de la cuenta. Al fin y al cabo es una niña bastante inmadura xD.

Entusiasmada, recorrí los jardines y pasillos del castillo a toda prisa para llegar cuanto antes a la habitación de mis padres. Cuando llegué a la puerta de su alcoba, me quedé quieta, pensando.

—Antes de nada, debería pensar en qué voy a decirles y cómo voy a explicarles la situación. Mis palabras deben ser convincentes—dije en voz alta.

—¿De qué hablas? —me sorprendió una voz por detrás.

—¿Eh? Ah, eres tú, Nika —dije al girarme y ver que se trataba de mi hermana.

—¿Qué es eso que debes pensar antes de explicárselo a papá y a mamá? Porque ibas a hablar con ellos, ¿no?

—Bueno, es que... Verás... Un hombre quiere entrenarme en el manejo de la espada y la magia. Y, claro, debería hablar con papá y mamá...

—Ah, me alegro mucho por ti. Era lo que querías, ¿no? —dijo Nika con su típica sonrisa inocente—. Mamá y papá están en su habitación, si no sabes qué decirles puedo hablar yo por ti.

—No, no será necesario, gracias. Yo lo haré.

Sin dudarlo ni un segundo más, giré el pomo de la puerta. Normalmente dejaban la puerta abierta si ellos estaban dentro, así que supuse que aquella ocasión no sería una excepción. Y así era, abrí la puerta y entré en la habitación, con Nika siguiéndome. Mi madre, Mia Zawrid, estaba sentada en una silla limpiando cuidadosamente su bastón con un trapito, mientras que mi padre, Neo Zawrid, estaba en otra silla leyendo el libro sobre magia elemental que leía siempre que tenía un rato libre.

—Oh, Maya, te estábamos esperando —dijo mi padre al percatarse de que había entrado mientras se levantaba de la silla y dejaba el libro sobre ella.

—Hija... —musitó mi madre al escuchar lo que dijo mi padre y percatarse también de mi llegada.

—Mamá, papá, sé que Kazuki os ha hablado sobre el tema, y es hora de que escuchéis lo que quiero deciros por una vez.

—¿Por qué quieres hacerlo, Maya? ¿Es que no eres feliz aquí, aprendiendo a usar magia? —preguntó mi madre.

—Mamá, no es eso, pero yo...

—No voy a permitir que te pase nada por querer jugar a los espadachines —me interrumpió mi madre.

—¡No es eso! ¡Por favor, yo...!

—¡Que no!

—Maya, lo sentimos, pero es demasiado peligroso... —intervino mi padre.

—Yo solamente... solamente quiero hacer lo que creo conveniente para poder proteger Ciudad Disney —dije empezando a enfurecerme. Siempre era lo mismo, nunca querían escuchar lo que quería decirles.

—¡Sólo eres una niña de once años! ¡No puedes hacer lo que te dé la gana! —continuó mi madre—. ¿Crees que vamos a dejar que vayas a ponerte en peligro a vete tú a saber dónde? ¡Ni pensarlo!

—Yo... bueno... Lo entiendo, pero... —entonces me quedé pensativa unos segundos—. Por cierto... ¿Qué os ha dicho Kazuki?

—Nos ha contado todo lo que le has dicho. Sabemos que quieres seguir el ejemplo de tu abuelo y proteger el castillo, pero si pones tu vida en peligro de esta forma no podrás hacerlo —respondió mi padre.

—Papá, mamá —dijo Nika acercándose y colocándose a mi lado—. Deberíais confiar más en Maya. Después de todo, ha demostrado que tiene las ideas muy claras, ¿no? ¿Por qué no le dais una oportunidad? Seguro que os sorprende. Maya es muy fuerte y lo hará genial, lo sé —sonrió cándidamente.

—Nika... —murmuré.

—Quizá tienes razón —suspiró mi padre, resignándose—. Mia, no podemos estar controlándola toda la vida. Algún día tendrá que dejarse guiar por su corazón, ¿no crees?

—¡Claro! ¡Pero todavía es pronto! ¡Es sólo una niña!

—Vamos, démosle una oportunidad. Después de todo, está con Kazuki, ¿no? Estará bien, seguro.

—¡Bah! ¡Haz lo que quieras! ¡Luego no me vengas llorando si te pasa algo! —exclamó mi madre, resignada—. Yo sólo quería protegerte, sólo quiero lo mejor para ti. Pero si tan decidida estás, adelante, no voy a retenerte más aquí. Al fin y al cabo, sabía que este momento acabaría por llegar —suspiró—. Hazlo lo mejor que puedas, hija.

—Papá, mamá, yo... No sé qué decir. Sé que esto ha sido repentino y que preferiríais que me quedara aquí aprendiendo a usar magia, pero tenéis que comprenderme... Quiero proteger Ciudad Disney, igual que hizo el abuelo. ¡Y ésta es la mejor manera que se me ocurre para hacerlo! Os prometo que no os defraudaré... ¡Os lo prometo! —exclamé colocando mi mano derecha en el corazón.

Entonces, con los ojos llorosos, abracé a los dos a la vez.

—Aunque seáis unos padres mandones y pesados, os echaré de menos.

—Nosotros a ti también, Maya, aunque seas tan desobediente —dijo mamá—. Ten mucha suerte. Adiós, Maya... —musitó mientras rompía a llorar.

—Sé que aprovecharás esta oportunidad que te estamos dando al máximo. Hasta pronto, hija —dijo papá, intentando mantener la compostura, aunque por su voz temblorosa estaba claro que estaba a punto de romper a llorar también.

Después de separarme de ellos dos, me giré hacia mi hermana.

—Nika... Muchas gracias. Te debo una —dije guiñándole un ojo—. Sé que a veces soy una hermana insoportable, pero en el fondo te quiero. ¡Espero que cuides bien del castillo en mi ausencia! —exclamé con energía mientras estiraba el brazo y levantaba el pulgar con el puño cerrado —Papá, mamá, Nika... ¡Me voy! ¡Nos vemos! —dije mientras comenzaba a correr hacia el exterior de la habitación.

—Lo haré —me respondió mi hermana sin borrar su cándida sonrisa de la cara ni por un momento.

—¡Maya! —me llamó la voz de mi padre. Frené en seco y me giré para escuchar lo que tenía que decirme—. Tu abuelo estaría orgulloso de ti —dijo sonriendo.

No dije nada, tan sólo sonreí e intenté contener mis lágrimas. Sí, estaba al borde del llanto. Al fin iba a poder cumplir mi sueño de hacerme fuerte para poder proteger mi hogar. ¡Y además con la aprobación de mis padres! Aunque a regañadientes, eso sí...

Sin perder ni un instante más, me dirigí a mi habitación, cogí una mochilita blanca que tenía guardada bajo mi cama y dentró metí los prismáticos que tenía sobre el escritorio y un par de chocolatinas que escondía dentro de la almohada.

—No creo que necesite nada más —murmuré—. Es hora de volver con Kazuki.

A toda velocidad, y con una amplia sonrisa en mi cara, comencé a correr de vuelta a los jardines del castillo. Cuando llegué adonde estaba Kazuki esperándome, le sonreí y le dije:

—¡Ya está! ¡Podemos empezar cuando quieras! —entonces cambié la expresión de mi cara— Ah, y siento haberte gritado antes... Creo que me he pasado, ¿no? ¡Pero es que no me gusta nada que me hagan esperar más de la cuenta! —comencé a reír.

[Zee]

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Qué bonito ;_;
Y cuántos colores. Ha sido como un arcoiris <3

—¡Ya está! ¡Podemos empezar cuando quieras!

Kazuki se giró hacia la fuente de la voz, mostrando una cara somnolienta. ¿Habría aprovechado la oportunidad para tomar una siesta? Al ver a la niña se frotó los ojos con fuerza y dejó salir un bostezo mientras decía:

—Aaaahhhh, ahí ehás... —cuando finalmente dejó de bostezar, Kazuki hizo un sonido muy extraño, el cual sonó a algo como "ñamñamñam", como si masticara algo, mientras se desperezaba al estirar los brazos.

—Ah, y siento haberte gritado antes... Creo que me he pasado, ¿no? ¡Pero es que no me gusta nada que me hagan esperar más de la cuenta! —se excusó Maya, añadiendo unas risitas al final. Kazuki le restó importancia al asunto al sacudir la mano.

—No importa, no importa. Y, ehh... ¿te han dado permiso? No te estarás escapando, ¿no? Bueno, si no lo estás haciendo... —el Maestro buscó entre sus ropas durante unos instantes. Finalmente pareció encontrar lo que buscaba y se lo tendió a Maya. Era un trozo de metal brillante, tratado por un herrero. Parecía ser un brazalete o algo parecido...

>>Te la pones donde se ajuste mejor y... —Kazuki reveló un accesorio similar que llevaba en el cuello. Lo presionó con suavidad y, tan rápido como el mismo destello que lo envolvió, una armadura de placas apareció
cubriendo su cuerpo por completo. ¿Podría la niña hacer eso también? ¿No le quedaría grande?

>>Oh, y, erm... también... —el Maestro hizo aparecer su Llave, aunque esta vez prefirió lanzarla al cielo. Sí, la lanzó alto, más allá de lo que se hallaba el techo y varias de las torres. Un destello la envolvió al igual que la armadura había envuelto a Kazuki y cuando bajó ya no era una Llave, sino un peculiar vehículo volador, en el que el joven se apresuró a subirse—. ¿Vienes?

[Zodiark]

—No importa, no importa. Y, ehh... ¿te han dado permiso? No te estarás escapando, ¿no? Bueno, si no lo estás haciendo...

—¡Mis padres me han dado permiso! ¿A que es guay? —dije con una amplia sonrisa en el rostro.

Kazuki metió las manos entre sus ropas y sacó un trozo de metal. Me lo tendió y lo cogí extrañada, observándolo con curiosidad. Era brillante y parecía una especie de brazalete.

—Te la pones donde se ajuste mejor y...

Entonces, me mostró un aparato parecido al que me había entregado. Estaba colocado en su cuello, y él lo apretó con suavidad. De pronto, su cuerpo fue cubierto por un destello de luz y, cuando se disipó, el maestro llevaba una armadura puesta. Asombrada por lo que acababa de ver, coloqué el aparato en mi muñeca derecha, ansiosa por comprobar si yo podría hacer aquello también. Una vez estuvo bien ajustado a mi muñeca, acerqué mi mano izquierda y lo presioné suavemente con el dedo índice. Un destello de luz me cegó, pero me percaté de que, de hecho, emanaba de mi propio cuerpo. Cuando el destello se fue y pude recuperar la visión, comprobé que mi cuerpo estaba cubierto por una armadura de tonalidades marrones con detalles azules.

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—Guau, es alucinante. ¡Estoy genial! —exclamé entusiasmada.

—Oh, y, erm... también... —continuó Kazuki.

Tal y como ya había hecho dos veces anteriormente, volvió a sacar su Llave Espada de la nada. Esta vez, sin embargo, la lanzó al cielo. No sabía qué estaba haciendo, pero tenía mucha curiosidad por saberlo y observé la trayectoria del arma con suma atención. Otro destello, igual que el que nos envolvió a Kazuki y a mí al hacer aparecer nuestras armaduras, cubrió la Llave Espada y, cuando ésta bajó, se había transformado en un extraño vehículo en el que el maestro se subió.

—¿Vienes?

—Eh, esto... ¡Sí! —respondí confusa ante el espectáculo que estaba presenciando—. Lo primero será hacer aparecer mi propia Llave Espada, ¿no? De acuerdo... —dije estirando mi brazo derecho con la palma de la mano abierta—. Has dicho que lo primero era ser consciente del futuro... De mi futuro... Bien, no sé lo que me deparará el futuro, pero sé que, pase lo que pase, lucharé por proteger aquello que es importante para mí y para los que están a mi alrededor. Lucharé por proteger "La Luz".

Aún con la armadura puesta, cerré los ojos y me concentré en la palma de mi mano. Sentí el poder saliendo de mi corazón y dirigiéndose hacia mi mano, concentrándose en esa parte de mi cuerpo. De pronto, una luz emanó de la palma de mi mano derecha y la Llave Espada apareció en ella.

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—Genial... —murmuré con una sonrisa—. Ésta es diferente de la de Kazuki... Es más bonita, de hecho —dije soltando una risita.

Alcé mi vista al cielo y, concentrándome, lancé el arma lo más alto que pude. Al llegar arriba, pasó lo mismo que con el arma de Kazuki, y un destello la envolvió. Al bajar, se había convertido en algo totalmente diferente...

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—¿Esto qué narices es? ¿Una escoba? ¿Me estás vacilando? —dije, extrañada por el "vehículo" en que se había convertido mi arma—. En fin, pues tendré que jugar a las brujitas.

La escoba, que levitaba, se desequilibró un poco cuando me senté encima, con un pie a cada lado, las manos agarrando el mango y la espalda ligeramente inclinada hacia delante. Cuando conseguí estabilizar la escoba en el aire, miré a Kazuki.

—Bueno, creo que ya está. ¡Estoy preparada para lo que sea!

Miré hacia los lados. El castillo... Mi castillo. Aquél por el que mi abuelo luchó tanto, y aquél por el que yo me acababa de proclamar "Aprendiza de Llave Espada". Volví a mirar a Kazuki. Si no hubiese estado en los jardines en aquel instante, si no le hubiese visto pasar por delante de mí, si no me hubiese acercado a él para preguntarle quién era y qué hacía allí, nada de todo aquello estaría pasando. Me di cuenta en aquel momento de que los pequeños detalles, las pequeñas acciones que llevamos a cabo a lo largo de nuestra vida, dirigen el rumbo de nuestra vida. Aquello era algo que debía tener en cuenta ya que estaba a punto de comenzar una vida nueva. Sonreí y eché un último vistazo a lo que tenía alrededor.

—Hasta pronto, mi hogar...

[Zee]

—¡Rumbo aaaaehhh...! —estuvo a punto de gritar Kazuki, emocionado, pero pareció olvidarse de lo que iba a decir a media frase. Típico de él. Se encogió de hombros y le dedicó una sonrisa nerviosa a la niña, que evidentemente no pudo verla tras el casco. Con un ágil movimiento, se elevó en el aire, más allá de la torre más alta del blanco castillo. En su asombrosa, eficaz y simpática escoba**, Maya lo siguió de cerca.

Y en unos minutos, Maestro y Aprendiza eran ambos tan diminutos como una estrella.

—¡Ah, sí! ¡Tierra de Partida!

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¡Bien, has terminado tu Prólogo!
GET!!:
-17 PX. En general, tu nivel es bastante alto, sin embargo ha habido posts secos o flojos, a los que simplemente les faltaba. Y me parece recordar que hubo varias actualizaciones que preferiste postear lo más pronto posible a tomarte tu tiempo. Pues eso. Tus errores han sido básicamente eso, sumado a que pocas veces describiste los sentimientos o los pensamientos de tu personaje (lo cual es relativamente sencillo estando en primera persona), pues tu ortografía y gramática están bastante bien. El desenvolvimiento falla un poco, pues Maya resultó varias veces impredecible, al grado que tuve que ir conociéndola conforme roleábamos en lugar de guiarme con la ficha (el post de ME HAS ASUSTADO IMBÉCIL ha sido el máximo exponente de ello, básicamente xDDD). ¡Bien hecho!
-Armadura y Glider, equipo estándar de Aprendiz.
-Cadena del Reino.

¡Y subes al nivel 2! No olvides repartir tus 8 puntos en estadísticas y elegir una habilidad.

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Metagaming por mi parte. Amé la Nimbus 2001 xDDD