La llave espada de Lyn desaparece de mi mano tras unos segundos, dejando tras de sí una increíble sensación de poder en mi interior. Es como si una bombilla se hubiera encendido dentro de mi cuerpo, es difícil describirlo con palabras. Sin lugar a dudas, es la señal de que ahora poseo un nuevo poder: el poder de la llave espada.
—
¡Rápido, invocala y lánzala al aire! —me grita Lyn, que ya se ha montado en su glider y está lista para partir.
Asiento con decisión, preparado para hacerlo. Tengo confianza en mi nuevo poder, y sin dudarlo estiro la mano mientras deseo con fuerza que la llave aparezca. Un destello de luz surge en mi mano, y pocos segundos después me encuentro sujetando el arma de las leyendas: la llave espada. MI llave espada.
—
Fascinante... —comento en voz baja, admirando la Cadena del Reino que acaba de aparecer. Tiene una forma diferente a la de la llave de Lyn, pero puedo suponer que cada portador debe tener una espada con su diseño propio.
Los sincorazón están cada vez más cerca, y no tengo tiempo que perder. Siguiendo los consejos de mi nueva Maestra, presiono con fuerza la pieza metálica de mi muñeca y una fuerte luz me envuelve. Me quedo quieto unos segundos, y cuando la luz desaparece me encuentro envuelto de los pies a la cabeza en una armadura negra, con detalles dorados y el símbolo de los Caballeros de la Llave Espada en el visor del casco.
En situaciones normales habría estado examinando mi nueva armadura de arriba a abajo, pero el tiempo se me agota y los monstruos más rápidos ya están aquí. A toda prisa, imito a Lyn y lanzo mi llave espada hacia arriba, consiguiendo que un destello de luz envuelva el arma y transforme mi Cadena del Reino en un vehículo volador personalizado que desciende directo hacia mí. De un salto me subo en mi nuevo
glider, colocándome con total naturalidad en el asiento.
Me muevo con facilidad montado en el glider, ascendiendo hasta alcanzar la altura de Lyn. El vehículo se mueve con bastante suavidad y de una manera muy sencilla, ni comparación con esas malditas naves gummi.
Ahora desde mi nueva posición puedo ver la horda de sincorazón en todo su esplendor, una visión realmente terrorífica para cualquiera con sentido común. Tenemos que salir de aquí antes de que las cosas se pongan aún más feas.
—
¡Estoy listo! —anuncio a mi Maestra, esperando su señal para partir de una vez de esta maldita ballena.
Pero aún queda un pequeño detalle...¿qué hará para que Monstruo abra su boca?