[Monstruo] Sin escapatoria

[Pistacho]

Todo despejado. Entre que ya conozco el terreno y que los sincorazón no vuelven a hacer acto de presencia, el camino de vuelta resulta mucho más sencillo que el de ida. Paso sin problemas la zona del ácido dando saltos entre isla e isla, y consigo subir a la parte alta de la estancia que se había girado minutos antes gracias a un bulto que me sirve como cama elástica (aunque casi tiro el portátil al hacerlo). Sin más dificultades, no tardo en llegar a la zona segura, a mi refugio durante todo este tiempo: la boca.

- Boca, dulce boca -después de todo, ahora mismo este lugar es lo más parecido que tengo a un hogar-. Veamos si hoy es mi día de suerte...o no.

Me muevo con rapidez por el terreno conocido, hasta llegar a mi improvisada cabaña, a mi casa. Dejo con cuidado la espada en la cama y el resto de las cosas sobre una vieja mesa de madera, al lado de la radio. Es el momento de comprobar si el viaje ha servido para algo más que para conseguir más trastos que añadir a la colección. Y el primer paso lo tengo claro: la radio necesita batería.
Con mucha delicadeza para no romper nada, coloco las pilas recién encontradas en la radio. Tras cerrar la tapa, agarro el comunicador y enciendo el aparato, con la esperanza de que las baterías funcionen.

- ¡Mensaje de socorro desde el interior de la ballena Monstruo! -no estoy muy seguro de si la radio está operativa o no, pero no pierdo nada por intentarlo-. ¿Alguien me escucha? ¡Ayuda!

Espero en silencio cualquier tipo de ruido o respuesta, rezando en mi interior para que esto funcione. En el remoto caso de que la radio falle, mi atención cambia al teléfono móvil. Más concretamente, en averiguar si el móvil tiene cobertura o no.

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En el caso de que la radio no funcione y el móvil tenga cobertura y se pueda llamar con él, ¿conozco algún número al que llamar para pedir ayuda? Algo de Ciudad de Paso o así xD

[Sombra]

La radio empezó a funcionar cuando todas las pilas fueron introducidas. El joven habló por un micrófono con el que pretendía pedir ayuda.

—Aquí Nave Gumi 205-984-AXZ. He recibido la señal de socorro. Acabo de enviar una petición de emergencia al Cuerpo de Defensa Espacial —aseguró la persona al otro lado de la radio—. No sé cuanto tiempo van a tardar. ¿Puedes decirme tu estado actual? ¿Estás herido? ¿Hay más gente contigo? Necesito saber eso por si se necesita hacer preparativos para más personas.

Un fuerte temblor empezó a sentirse en toda la ballena. El temblor tiró todo al suelo, su improvisada cabaña se desmoronó dejando al joven entre sus escombros. Antes de que todo se viniese abajo pudo ver como la radio se caía al suelo partiendo a la mitad. Ahora no tenía forma de comunicarse con aquella persona.

¿Qué había sido eso? Parecía haber venido del interior de Monstruo, donde había estado antes. Podia ir a mirar, o no arriesgarse y quedarse en la boca, donde rara vez aparecían los sincorazón.

[Pistacho]

Bingo. No me hace falta mirar nada más de lo que he traído, porque el aparato empieza a funcionar a la primera. Lo mejor de todo es que tras enviar el mensaje de socorro, una respuesta no tarda en llegar a mi radio.

— Aquí Nave Gumi 205-984-AXZ. He recibido la señal de socorro. Acabo de enviar una petición de emergencia al Cuerpo de Defensa Espacial —es la primera voz humana que escucho en meses, y no puedo evitar que se me escape una sonrisa. Además, la persona que ha respondido a mi llamada parece dispuesta a ayudarme—. No sé cuanto tiempo van a tardar. ¿Puedes decirme tu estado actual? ¿Estás herido? ¿Hay más gente contigo? Necesito saber eso por si se necesita hacer preparativos para más personas.

— ¡Muchas gracias, estoy...AAAH!—pero no puedo terminar la frase, porque un fuerte temblor sacude toda la boca

Mi cabaña se derrumba en pocos segundos, conmigo dentro. Entre tanto movimiento contemplo como la radio también caía al suelo y se partía por la mitad, acabando con mis posibilidades para comunicarme con el exterior. Por mi parte, tengo más suerte: aunque me llevo algún golpe que otro, no me hago nada grave.
Me levanto despacio mientras me pongo bien las gafas, con una mezcla de miedo y tristeza por todo lo que acaba de ocurrir. El "terremoto" ha venido del interior de la ballena...algo ha debido de ocurrir allí. ¿Los sincorazón? Sea lo que sea, no estoy dispuesto a ir a averiguarlo, es demasiado peligro. Y más aún cuando en teoría un equipo de rescate debe de estar viniendo hacia aquí, y el mejor lugar para que me encuentren es en la boca.

Solo me queda esperar y ver qué ocurre, de momento lo mejor que puedo hacer es intentar encontrar algo de lo que he traído antes. Con un suspiro, me pongo a rebuscar entre los escombros buscando sobre todo el portátil o el móvil, tal vez con un poco de suerte no se hayan estropeado en el temblor.

[Sombra]

Mientras buscaba los aparatos no pudo encontrar el móvil, pero pudo ver el portatil, atravesado por una barra de hierro como si fuese un pavo trinchado. Era una pena que se hubiese roto.

Tras la búsqueda del jóven por los escombros no tuvo más remedio que quedarse allí sin hacer nada. Se escuchaban sonidos extraños del conducto por el que se había internado, pero no hubo ningún temblor salvo...

En un momento dado, tras una hora de espera, todo el lugar volvió a temblar, aunque esta vez de manera violenta, estaba agitándose de una manera exagerada, como si hubiese dado una brusca vuelta porque algo había llamado su atención. Y la boca comenzó a abrirse.

El joven pudo sentir como el aire abandonaba la boca en contacto con el espacio mientras algo entraba a dentro montado en un vehículo volador similar a una moto. La persona que la llevaba tenía puesta una armadura de tonos dorados. Aterrizó mientras la boca del monstruo se cerraba haciendo que el vehículo desapareciera entre una potente luz.

—Supongo que eres el que naufragó aquí. ¿Estás bien? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cuánto tiempo llevas aquí? —dijo una voz femenina al otro lado del casco. La chica se quitó el casco mostrando unas facciones realmente extrañas. ¡Era una hermosa mujer! Pero no era humana, era una especie de mezcla entre perro y humana. No aparentaba ser demasíado mayor que él.

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[Pistacho]

Miro con tristeza el portátil, atravesado por una barra de hierro y completamente destrozado. Toda la información que tendría dentro, perdida sin llegar a haberla leído...una pena.
Rebuscando entre los restos de la cabaña no encuentro nada interesante. El móvil ha desaparecido, aunque por suerte algunos de mis libros favoritos han sobrevivido al temblor.

Ahora mismo dependo del Cuerpo de Defensa Espacial y de lo que tarden en llegar, si es que llegan. Siempre me he preguntado qué hará una ballena gigante en el espacio entre mundos, y sobre todo cómo habrá llegado hasta ahí. Además, se supone que se mueve...¿podrán encontrarla con facilidad?
Armado de paciencia, me siento en un bloque gummi a esperar. Esperaré un tiempo para ver si aparecen, pero si no lo hacen tendré que empezar con la reconstrucción de la cabaña, ya que después de todo aquí es donde vivo. No puedo evitar mirar de reojo hacia el conducto que lleva al interior, de donde no paran de salir ruidos extraños. Sigo decidido a no entrar para averiguar quién o qué lo provoca, pero tampoco puedo evitar sentirme nervioso. Suspiro, abro un libro y me pongo a leer para pasar el rato, rezando en mi interior para que alguien aparezca de verdad.

Pasa una hora más o menos, y el temblor se repite. Aunque esta vez es diferente a la anterior, porque se produce justo donde estoy yo: la boca se está abriendo. No es la primera vez que se abre, y la sensación de ahogo al sentir el vacío del espacio ya me es familiar. Pero, un elemento que nunca había visto en las otras ocasiones llama poderosamente mi atención: una especie de vehículo volador pilotado por una persona. ¡Una persona, por fin!

La "moto voladora" aterriza mientras la boca se cierra, y nada más se posa en el suelo el vehículo desaparece en un haz de luz. Su piloto es una persona con armadura dorada a la que no dudo en acercarme, sonrisa en boca. Por fin iba a mantener una conversación con alguien en meses.

— Supongo que eres el que naufragó aquí. ¿Estás bien? ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Mi "salvador" resulta ser una chica, aunque lo más sorprendente de ella es cuando se quita el casco y puedo ver su peculiar cuerpo. Aparenta ser un poco más mayor que yo, guapa y con el pelo largo, pero tiene unos rasgos animales bastante llamativos...parece medio animal. La verdad que ahora mismo su aspecto es un dato demasiado trivial para mí, pues hablaría con ella aunque fuese un enano azul con luces en la cabeza.

— Sí, estoy bien, gracias por venir. Tuve un accidente con una nave gummi y acabé aquí dentro hará...muchos meses. No estoy seguro de cuanto tiempo ha pasado, pero creo que más de cinco meses seguro. —al contar mi historia me siento un poco tonto, la forma en la que acabé dentro de Monstruo es un poco ridícula. Por lo menos me ahorraré los detalles de la nave robada y el fallo en el pilotaje—. ¿Eres del Cuerpo de Defensa Espacial? El hombre con el que hablé por la radio me dijo que les había avisado...

[Sombra]

—Así que... un accidente con la nave gumi hará unos cinco meses... —la mujer llevó la mano a la barbilla pensativa—. Nada mal, pocos podrían sobrevivir aquí durante tanto tiempo. Pareces uno de esos supervivientes natos, conozco unos cuantos. Eres afortunado —comentó.

La mujer escuchó la siguiente pregunta para contestarle.

—No, no soy del Cuerpo de Defensa. Soy una Caballera de la Llave Espada. Pero bueno, los de la Federación y los Caballeros colaboramos para mantener el orden en el universo. Con las naves que ellos tienen no podrían entrar aquí, así que pidieron ayuda y ya que pasaba cerca me dije "¿Por qué no?"

[Pistacho]

— Así que... un accidente con la nave gumi hará unos cinco meses...Nada mal, pocos podrían sobrevivir aquí durante tanto tiempo. Pareces uno de esos supervivientes natos, conozco unos cuantos. Eres afortunado. —comenta la chica, aunque no estoy seguro de si me está alabando o solo piensa que he tenido suerte

— Es más fácil de lo que parece si utilizas la cabeza, tienes mucha paciencia y no cometes imprudencias. Esta zona, la boca de la ballena, está a salvo de los sincorazón que rondan por el interior. Y por suerte para mí, no he tenido problemas para encontrar comida y agua. —comento con tranquilidad. Es curioso, porque puedo notar como el simple hecho de estar hablando con alguien cara a cara hace que mi viejo yo, astuto y sabelotodo, empiece a despertar poco a poco tras meses de silencio. Me cuesta creerlo, pero parece que esta pequeña pesadilla por fin se acaba.

— No, no soy del Cuerpo de Defensa. Soy una Caballera de la Llave Espada. Pero bueno, los de la Federación y los Caballeros colaboramos para mantener el orden en el universo. Con las naves que ellos tienen no podrían entrar aquí, así que pidieron ayuda y ya que pasaba cerca me dije "¿Por qué no?" —su respuesta a mi pregunta me deja con la boca abierta. Nunca me habría esperado que fuese uno de ellos el que me salvaría.

— Te lo agradezco, esto... —es entonces cuando reparo en que no ha habido presentaciones, ni por su parte ni por la mía—. Oh, no nos hemos presentado. Soy Lowell...Johan Lowell.

No es propio en mí mencionar mi nombre cuando me presento, pero es lo mínimo que puedo hacer por mi salvadora en estos momentos para demostrar algo de gratitud. Al fin y al cabo, de momento dependo de ella para salir de aquí.

[Sombra]

—Yo soy Lyn, Maestra de la llave espada —dijo orgullosa, pero quedando de pronto en silencio mirando extrañada algo—. Hay algo extraño... Será mejor si nos vamos cuanto antes —la híbrida palideció como dandose cuenta de algo importante. Y es que hasta Johan podría darse cuenta de aquello.

Ella había entrado a la ballena gigante con un vehículo uniplaza, además, no tenía una de aquellas armaduras espaciales. ¿Cómo pensaba sacarle de allí sin todo aquello? La mujer se había fijado en aquel detalle un poco tarde. Pero no le dio tiempo a decir nada, puesto que hubo un nuevo temblor que venía del interior de la ballena y se iba acercando. Era... ¡Una horda de sincorazón! Había decenas de aquellas hormigas negras, también había una especie de campanillas voladoras de diferentes colores junto a otros tipos de aquellas cosas que parecían una especie de humo negro y como si de un líder se tratase, alzándose entre todos ellos se encontraba un colosal monstro de casi tres metros de altura, fangoso y que arrastraba sus lodosas piernas y su horrible cuerpo por el suelo. Uno de los brazos de la criatura era exageradamente grande lo que le daba un aspecto más temible aún. A medida que se movía, iba dejando manchones negros de los que surgían más sincorazón, eran más de aquellas hormigas negras.

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Quedarse en la boca había sido la mejor opción que podría haber tomado, quien sabe que le habría pasado si se hubiese aventurado a curiosear, pero aún así estaban en problemas, ya había casi treinta de aquellas cosas

—Tenemos que irnos, YA —aseguró Lyn con cara nerviosa—. Puedo vencerle por mí misma, pero no puedo usar todo mi potencial contigo aquí así que nos vamos.

Lyn lanzó una pieza metálica moldeable con un pequeño botón en el centro para que Johan la cogiese al vuelo.

—Eso es una armadura, el metal se adapta a cualquier parte del cuerpo y se usa para los viajes entre mundos y en los combates más duros. Solo la usamos los caballeros de la llave espada, pero eso da igual ahora. Más que nada por que no te queda más remedio que aceptar una ahora. Por cierto, ese aparato se activa pulsando el botón —dijo apresuradamente.

En la mano de la maestra una espada de madera apareció entre brillos blanquecinos que parecían pequeñas centellas. La espada de madera tenía una forma reconocible para cualquiera que supiese un poco del tema pese a su aspecto un tanto raro; una llave espada.

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—Esta es mi llave espada. Te la ofrezco en calidad de Maestra. Es la única manera que tienes de salir vivo de aquí. Ese Coloso hace que todas las Sombras de los alrededores se dirijan hacia donde él está. Podrían aparecer miles antes de acabar con él totalmente —Lyn alzó su mano y cogió por el "filo" su arma para ofrecersela. Que la aceptara o no era cosa suya.

Si Johan había escuchado sobre los Caballeros de la Llave Espada sabría muy bien que eran muy queridos en general por la gente de Ciudad de Paso y de muchos otros mundos. También sabría que los novatos eran llevados a un mundo en concreto llamado Tierra de Partida a entrenar para poder enfrentar aquellos monstruos de nombre "Sincorazón". Pero sobre todo, sabría que ellos eran capaces de viajar con una increíble habilidad entre mundos gracias a sus vehículos conocidos como Glider´s.

[Pistacho]

— Yo soy Lyn, Maestra de la llave espada —así que me encuentro nada más ni nada menos que delante de una Maestra de la Llave Espada. Resulta sorprendente que tenga ese título siendo tan joven (a no ser que tenga más edad de la que aparenta, que es posible)—. Hay algo extraño... Será mejor si nos vamos cuanto antes

— De acuerdo —contesto a la vez que siento. Parece que hay algo que preocupa a la chica, y por mi parte cuanto antes nos vayamos, mejor.

Sin embargo, hay un detalle importante que todavía está en el aire: cómo salir de aquí. Lyn ha llegado con un vehículo volador de una sola plaza, en el que no creo que podamos ir los dos a la vez. Además, yo no tengo ninguna de esas armaduras para protegerme de los peligros del espacio entre los mundos. Si hubiera traído una nave gummi...
Pero no hay tiempo para preguntarle, porque un temblor vuelve a sacudir la zona. A diferencia de la otra ocasión, esta vez se puede notar como la fuente del temblor se acerca peligrosamente hacia la boca. Y mis temores se confirman cuando me giro y compruebo horrorizado como una horda de sincorazón vienen hacia nosotros, liderados por un coloso de aproximadamente tres metros de altura y del que surgen más "hormigas" negras.

— Esto es fascinante...a la vez que terrorífico —comento, completamente perplejo por lo que estoy viendo. Nunca, en todos estos meses, he visto una cosa parecida. ¿Qué habrá provocado este repentino ataque de los sincorazón?

— Tenemos que irnos, YA. Puedo vencerle por mí misma, pero no puedo usar todo mi potencial contigo aquí así que nos vamos. —rápidamente me lanza una especie de pieza metálica, moldeable y con un pequeño botón en el centro—. Eso es una armadura, el metal se adapta a cualquier parte del cuerpo y se usa para los viajes entre mundos y en los combates más duros. Solo la usamos los caballeros de la llave espada, pero eso da igual ahora. Más que nada por que no te queda más remedio que aceptar una ahora. Por cierto, ese aparato se activa pulsando el botón

— Recibido —asiento ante la explicación mientras me coloco a toda prisa la pieza en la manga izquierda de la camiseta, asegurándome de que la coloco bien y que no se suelte al mover el brazo. El problema de la armadura está resuelto, pero aún queda el del vehículo.

Abro los ojos de par en par cuando veo que en la mano de Lyn aparece por arte de magia una especie de espada de madera, aunque cuando me fijo puedo comprobar que también parece una llave gigante. No tardo en reconocer lo que es: una llave espada.

— Esta es mi llave espada. Te la ofrezco en calidad de Maestra. —tengo la sensación de que los ojos se me van a salir de las órbitas con tanta sorpresa. ¿Acaba de ofrecerme lo que yo creo?—. Es la única manera que tienes de salir vivo de aquí. Ese Coloso hace que todas las Sombras de los alrededores se dirijan hacia donde él está. Podrían aparecer miles antes de acabar con él totalmente

La Maestra sujeta la llave por el filo, ofreciéndome el mango para que lo agarre. Cuando vivía en Ciudad de Paso, escuché innumerables veces el relato de como un Maestro de la Llave Espada ofrece su arma a un joven prometedor para que se convierta en su aprendiz. Si el joven aceptaba, él y su nuevo Maestro se montaban en unos vehículos llamados "glider", con los que abandonan la Ciudad y llegan a un mundo llamado "Tierra de Partida", donde se le entrena para combatir a los monstruos llamados sincorazón. Y ahora yo tengo la opción de convertirme en uno de ellos, de conseguir un gran poder que me permita viajar entre los mundos con total libertad...nunca en mi vida me había imaginado así, y aunque no estoy muy convencido, en realidad no tengo otra opción. Es eso, o morir devorado por los sincorazón.

— Yo...acepto este honor —contesto finalmente tras pensarlo un poco.

Levanto el brazo derecho y sujeto con firmeza el mango de la Llave Espada de Lyn, consciente de lo que esta acción supondrá en mi futuro. Espero que no tenga que arrepentirme...

[Sombra]

La llave espada desapareció al cabo de unos segundos de la mano del joven, sin embargo. A pesar de que el arma había vuelto a su propietaria original, Johan podría notar que algo dentro de él había sido cambiado, como si un vacío, que no era su estómago hubiese sido llenado. Se sentía genial, una sensación cálidad y reconfortante.

Lyn se apresuró a lanzar su llave espada al aire haciendo que una fuerte luz iluminara la boca por un segundo. Al cabo de unos segundos el mismo vehículo con el que Lyn había entrado acababa de aparecer. La mujer se monto en él y miró a su nuevo aprendiz.

—¡Rápido, invocala y lánzala al aire! —apresuró la mujer bestia mientras hacía que el Glider empezara a elevarse del suelo.

Los sincorazón más rápidos casi les habían alcanzado, y varias de las campanillas rojas estaban creando sobre sus cabezas unas esferas ígneas que lanzarían en cualquier momento. Tenía que darse prisa.

[Pistacho]

La llave espada de Lyn desaparece de mi mano tras unos segundos, dejando tras de sí una increíble sensación de poder en mi interior. Es como si una bombilla se hubiera encendido dentro de mi cuerpo, es difícil describirlo con palabras. Sin lugar a dudas, es la señal de que ahora poseo un nuevo poder: el poder de la llave espada.

— ¡Rápido, invocala y lánzala al aire! —me grita Lyn, que ya se ha montado en su glider y está lista para partir.

Asiento con decisión, preparado para hacerlo. Tengo confianza en mi nuevo poder, y sin dudarlo estiro la mano mientras deseo con fuerza que la llave aparezca. Un destello de luz surge en mi mano, y pocos segundos después me encuentro sujetando el arma de las leyendas: la llave espada. MI llave espada.

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— Fascinante... —comento en voz baja, admirando la Cadena del Reino que acaba de aparecer. Tiene una forma diferente a la de la llave de Lyn, pero puedo suponer que cada portador debe tener una espada con su diseño propio.

Los sincorazón están cada vez más cerca, y no tengo tiempo que perder. Siguiendo los consejos de mi nueva Maestra, presiono con fuerza la pieza metálica de mi muñeca y una fuerte luz me envuelve. Me quedo quieto unos segundos, y cuando la luz desaparece me encuentro envuelto de los pies a la cabeza en una armadura negra, con detalles dorados y el símbolo de los Caballeros de la Llave Espada en el visor del casco.

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En situaciones normales habría estado examinando mi nueva armadura de arriba a abajo, pero el tiempo se me agota y los monstruos más rápidos ya están aquí. A toda prisa, imito a Lyn y lanzo mi llave espada hacia arriba, consiguiendo que un destello de luz envuelva el arma y transforme mi Cadena del Reino en un vehículo volador personalizado que desciende directo hacia mí. De un salto me subo en mi nuevo glider, colocándome con total naturalidad en el asiento.

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Me muevo con facilidad montado en el glider, ascendiendo hasta alcanzar la altura de Lyn. El vehículo se mueve con bastante suavidad y de una manera muy sencilla, ni comparación con esas malditas naves gummi.
Ahora desde mi nueva posición puedo ver la horda de sincorazón en todo su esplendor, una visión realmente terrorífica para cualquiera con sentido común. Tenemos que salir de aquí antes de que las cosas se pongan aún más feas.

— ¡Estoy listo! —anuncio a mi Maestra, esperando su señal para partir de una vez de esta maldita ballena.

Pero aún queda un pequeño detalle...¿qué hará para que Monstruo abra su boca?

[Sombra]

—Mmphf, no controlas mal, novato. Ahora toca salir de aqui.

La mujer bajó un poco y cuando estuvo a medio camino del agua y de la parte superior de la boca alzó su mano y apuntó hacia la lengua de Monstruo, que estaba sumergida bajo el agua, justo donde algunos de los sincorazón se habían metido para estar lo más cerca posible de la pareja.

—¡Corte Lunar! —gritó haciendo un veloz tajo en el aire con la mano. Una luz con forma de cuarto menguante salió disparada hacia el agua a una velocidad comparable a la del trueno. Se escuchó una explosión y una serie de violentos temblores empezaron a sentirse en todo el lugar.

Desde fuera de Monstruo se pudo ver como este se agitaba hacia todos lados como si hubiese recibido un daño que no pudiese calmar. Empezó a escupir todo lo que tenía dentro para así librarse de lo que había producido tal dolor. Y como no, entre la basura espacial y varias cosas aleatorias estaban Lyn y su nuevo aprendiz Johan.

La salida de Monstruo había sido de lo más brusca, un monton de temblores y la boca de la criatura se abrió al máximo de su capacidad mientras que su lengua se movía freneticamente expulsando todo lo que estaba en la boca. Tanto Lyn como Johan tuvieron que hacer alarde de una gran habilidad y suerte para salir sin un solo rasguño. Había sido un milagro que pudiesen contarlo.

Monstruo siguió su rumbo sin más desapareciendo al rato de la vista de ambos.

—Parece que nos hemos librado. Supongo que lo mejor es que nos larguemos a Tierra de Partida cuanto antes. Seguro que te gustará. ¿Qué te parece?

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El próximo es el último post de tu prólogo, a no ser que quieras alargarlo más. Haz un buen post

[Pistacho]

— Mmphf, no controlas mal, novato. Ahora toca salir de aqui.

La solución al problema de cómo salir de Monstruo llega rápidamente por parte de Lyn. La maestra desciende con su vehículo y haciendo gala de su poder crea un corte de luz en forma de media luna que golpea la lengua de la ballena, provocando que de nuevo toda la boca empiece a temblar con muchísima fuerza. La idea de la chica ha sido eficaz...aunque tal vez demasiado. El animal abre la boca de inmediato, pero a la vez empieza a mover su lengua con mucha brusquedad para expulsar toda la basura que tiene en la boca, nosotros dos incluidos.

Desde luego, hoy la suerte parece estar de mi lado. Aunque lo paso bastante mal para salir de la boca esquivando todo tipo de basura espacial, consigo hacerlo de una pieza. Aún con el susto en el cuerpo, y una vez estoy en "zona segura", me giro para contemplar a Monstruo. La ballena ya se está alejando, siguiendo su rumbo como si nada hubiera pasado. Parece increíble que haya estado viviendo tantos meses dentro de esa cosa, solo e incomunicado. Días y días de rutina donde lo más interesante que podía haber era leer un libro y esperar a ver si habría la boca y se comía algo. Y en una sola mañana, todo ha cambiado...¿a mejor?
Aún tengo dudas sobre si estoy haciendo lo correcto, con todo esto de la llave espada y los Caballeros. No quiero parecer desagradecido, ya que al fin y al cabo Lyn me ha salvado de mi pequeño encierro (y siempre le estaré agradecido), pero digamos que directamente no he tenido otra opción que aceptar unirme a ellos para salvar mi vida. Por la otra parte, lo de poder viajar de un mundo a otro a voluntad y el empuñar la llamada arma más poderosa del universo tiene sus ventajas, y desde luego es fascinante. Puede que mi sueño de investigar todos los misterios de los mundos esté más a mano de lo que pensaba...de momento les daré un voto de confianza.

Dejo de observar como la ballena se aleja y busco con la mirada a mi maestra. No tardo en encontrarla no muy lejos de mi posición, y cuando me acerco puedo comprobar que, al igual que yo, ella también está intacta.

— Parece que nos hemos librado. Supongo que lo mejor es que nos larguemos a Tierra de Partida cuanto antes. Seguro que te gustará. ¿Qué te parece?

— Claro, cuanto antes mejor. No imaginas las ganas que tengo de llegar y poder dormir en una cama de verdad —comento con una sonrisa en los labios—. ¿Hay algo importante que deba saber...?

Tierra de Partida, el lugar que se va a convertir en mi nuevo hogar, nos espera. Mi vida está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados, y aunque en mi interior sigo con dudas estoy dispuesto a afrontar lo que me venga. Solo espero que esta vez tenga escapatoria...

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Por mi parte, fin. Espero haberlo hecho bien y que me des muchos PX

[Sombra]

—Bueno, hay una cosa que tienes que recordar antes de que partamos, ¿entendido, novato? —comenzó a hablar Lyn—. Son tres normas, aunque como ya sabías sobre otros mundos, deduzco que ya las conoces de antemano. La primera, mantener en secreto la existencia de otros mundos. Segundo, proteger el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Tercero, no meterse en asuntos internos de los mundos. Si recuerdas eso, nunca tendrás problemas.

Dicho eso, la maestra miró un poco las estrellas que se veían y apuntó hacia una en concreto que se veía excesivamente lejos.

—¡Es allí! —la mujer empezó a conducir, aunque antes de coger velocidad se paró en seco—. Me olvidaba de avisar al Cuerpo de Defensa que ya te he rescatado —explicó. Lyn cogió su móvil de uno de los bolsillos de su armadura y desde allí pareció enviar un fax, o algo similar.

Y dicho eso, los dos se pusieron rumbo a Tierra de Partida.

La forzada aventura de Johan acababa de empezar.

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PIRIPIPIIII PIPI PIPIRÍIIIIII~~ (piribi, pipi, piri, pipi, pipipipipi~~) *Supuestamente es la melodía de Victoria de FF... Ok, paso a las puntuaciones...

¡Recibes 15 PX, enhorabuena!

¡Subes al nivel 2!

También recibes

Habilidad: Materialización del Arma

Objetos: Armadura

Cadena del Reino
Glider


Bueno, me alegro de que acabases, que apuesto que ya tenías ganas. Que decir, no lo haces nada mal, sin embargo cometes muchos errores con la ortografía. El que más me ha dolido de todos, y además de todo, el último que vi fue ese "habría" que te referías al verbo "abrir", pero bueno. Se nota que le pones ganas y que mejorarás muchisimo (va en serio)

Cuando haya más gente disponible para trama se abrirá un tema en el que participes con más jugadores. Por el momento, eres libre a hacer misiones y encuentros, pero intenta ceñirte a la cronología del calendario que tanto le ha costado hacer a Espe (a no ser que quieras tomarle el pelo xDD)

¡Hasta pronto!