[Villa Crepúsculo] La dama blanca y el oscuro caballero.

por **VaniRoxy801** » Mar Ago 21, 2012 11:48 pm

La mujer llegó hasta una sala más amplia, donde se veían algunos canales por los que circulaba el agua. Yagami reconoció la zona, estaba cerca de las Colinas del Atardecer. Sin darse cuenta había andado mucho, porque la entrada de la estación estaba ya bastante lejos.

Nanashi se paró en el centro de la sala y de pronto, hubo en un haz de luz en su mano. Yagami miró curioso: Había aparecido una especie de “espada” en su mano, como si la hubiera invocado por arte de magia. Pero no era una espada exactamente… tenía forma de… ¿llave?

Era un arma extraña, de color azul, fina y con un diseño muy extraño. Yagami se fijó también en que de el mango de la espada colgaba una cadena con un libro al final. Era un artefacto bastante raro, que sin duda despertó la curiosidad de Yagami.

Justo en ese momento unas manchas negras aparecieron en el suelo, cerca de la mujer. Las manchas fueron surgiendo del suelo hasta tomar una forma como de hormigas gigantes. Eran completamente negras, a excepción de sus ojos, que eran de un amarillo tenebroso.

Habían aparecido tres en total, y sin dudarlo, atacaron a Nanashi. La mujer esquivó fácilmente su embestida y le devolvió el golpe. La hormiga se desintegró. Las otras dos intentaron hacer lo mismo, pero acabaron igual, muertas por la “llave” de Nanashi.

Aquello se llevaba el premio de escena más rara del día. Yagami tenía cada vez más claro que algo gordo estaba pasando en Villa Crepúsculo, pero esas criaturas, el arma de la mujer… Todo era tan… curioso. Yagami no pudo evitar sonreír, con una mueca un tanto loca.

- Esto se está poniendo muy interesante… - pensó, mientras seguía observando a la mujer.

por **Sombra** » Mié Ago 22, 2012 11:56 pm

Pero lo que Yagami no se podría haber esperado nunca era que a su espalda había surgido una cuarta de aquellas bestias de penetrantes ojos amarillos. Se deslizó sigilosamente y saltó hacia él tirándole al suelo bruscamente, cosa que provocó que hiciese un fuerte ruido que atrajo toda atención de la mujer que había combatido contra aquellas cosas. Sin moverse del sitio, apuntó cuidadosamente con su arma hacia el monstruo y... Una bola de hielo de precipitó contra el oscuro ser haciendo un boquete en su "cabeza".

Casi de forma instantanea, el ser se volatilizó en una humareda negra que se dispersó rapidamente haciendo que no quedase rastro de aquella cosa, pero existía. Había golpeado a Yagami y él podía sentir que le dolía la zona de impacto.

—¿Te encuentras bien? —preguntó la mujer sin molestarse en acercarse a comprobar si el muchacho estaba herido. En realidad, parecía que le daba bastante igual su estado, tan solo era una pregunta de cortesía.

por **VaniRoxy801** » Jue Ago 23, 2012 12:05 am

De repente, Yagami sintió un golpe fuerte por detrás que le derribó. Desde el suelo se giró para ver qué había ocurrido. Al parecer una cuarta hormiga había aparecido detrás de él y le había atacado.

De pronto, un trozo de hielo atravesó la cabeza de la criatura, haciendo que desapareciese, como las otras tres. Le había dado un buen golpe, no muy fuerte, pero dolía.

— ¿Te encuentras bien? —oyó detrás de él. Al parecer la mujer se había percatado de la criatura, y por su postura parecía que hubiese sido ella la que había lanzado la bola de hielo con su llave.

A Yagami no le gustó el tono con el que Nanashi le habló. Se levantó del suelo, se sacudió un poco la ropa y le respondió con algo de desprecio:

- Perfectamente. – Dirigió una mirada desafiante a la mujer, esperando cual sería su reacción ahora que le había descubierto.

por **Sombra** » Jue Ago 23, 2012 2:31 pm

La mujer percibió el tono del muchacho, pero hizo oídos sordos y le miró con frialdad.

—Supongo que podrás deducir que debes mantener en secreto lo que has visto, ¿no? —habló tras unos segundos de silencio—. Al final, el único que saldría mal parado serías tú —Nanashi percibió que lo que acababa de decir sonaba a una amenaza cosa que pareció no agradarle ya que se apresuró a añadir algo más—. Más que mada, porque te tomarían por un loco. Espero que comprendas eso y no digas nada. Considera mantener este secreto por un bien común. A mí no me interesa que esto salga a la luz, y a ti no te interesa acabar socialmente inaceptado.

La misteriosa mujer se giró dando la espalda a Yagami y empezó a caminar con elegancia hacia la salida que llevaba a las Colinas del Atardecer.

—Bien, entonces yo ya me voy, tengo que seguir escoltando un poco más la ciudad.

La mujer se iría sin decir nada más si Yagami no la detenía, cosa que podía o no hacer, la decisión estaba en sus manos.

por **VaniRoxy801** » Jue Ago 23, 2012 3:12 pm

—Supongo que podrás deducir que debes mantener en secreto lo que has visto, ¿no? —le dijo la mujer—. Al final, el único que saldría mal parado serías tú. Más que nada, porque te tomarían por un loco. Espero que comprendas eso y no digas nada. Considera mantener este secreto por un bien común. A mí no me interesa que esto salga a la luz, y a ti no te interesa acabar socialmente inaceptado.

¿Loco? Yagami volvió a mostrar otra sonrisa. Ya había gente que sospechaba que su estado mental estaba tocado. Se había ganado la “aceptación social” a base de miedo. Aún así no tenía pensado contar nada.

A Yagami seguía sin gustarle el tono de Nanashi, se notaba que estaba habiendo tensión entre los dos, pero Yagami no le contestó. Nanashi se fue y se dirigió hacia las Colinas del Atardecer.

-¿En serio pretendes que me calle esto y haga como si no hubiese pasado nada? – le dijo Yagami a Nanashi antes de que se fuese – Tú no te vas a ir de aquí sin contarme los detalles de lo que ocurre.

Yagami se quedó allí, con los brazos cruzados y su sonrisa macabra en la cara, esperando la respuesta de Nanashi. Él sabía que no le gustaría nada el tono con el que la había hablado, pero él nunca había sido respetuoso con nadie.

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por **Sombra** » Sab Ago 25, 2012 4:52 pm

La mujer paró antes de salir de los túneles sin llegar a girarse para responder a las palabras que Yagami le había "dedicado".

—¿Que no me voy a ir? —se giró levantando una de sus cejas perfectamente peinadas (su aspecto, sin duda debía ser muy importante para ella)—. ¿Y cómo pretendes detenerme? Me da igual lo que sueltes a los cuatro vientos. Nadie te creería.

La mujer caminó hacia el joven y se quedó a escasos tres metros de él.

—Eres débil. No tienes posibilidades contra uno de aquellos sincorazón. ¿Cómo pretendes poder hacerme algo a mí? ¿Cómo podrías detenerme? Me gustaría escucharlo —dijo con un tono amenazante.

—Oh, Nanashi. Eres muy cruel... —dijo una nueva voz que venía de los subterraneos por los que Yagami había acabado siguiendo a aquella mujer.

Si Yagami miraba hacia atrás suya vería a un niño de aproximadamente diez años con mirada arrogante y con unos aires de superioridad que ganaban por mucho a la elegante mujer. Su cabello era rubio y revoltoso y era de estatura normal para un niño. Sus prendas eran bastante normales también, tal vez de aspecto caro, una camisa blanca y unos pantalones vaqueros cortos de color verde con cuadro escocés. Por encima llevaba una larga chaqueta blanca en cuyo interior de veía que era rojo vino y que llevaba sujeta al cuello, sin duda le quedaba muy grande. Las mangas, que le quedaban largas revoloteaban libremente y

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—Hey, debilucho. Me gusta eso de que plantes cara a esta aburrida, pero ahora mismo no tienes posibilidades, ¿sabes? Eres un inútil y no servirías ni para robarle un caramelo a un niño.

—Maestro Akio. Le pido un poco de seriedad —intervino la mujer con un rostro sereno, pero claramente enfadado. Era bastante rara aquella mezcla de expresiones.

—Lo que tu digas, vieja —el niño pasó de Nanashi para ponerse enfrente a Yagami y examinarlo con una sonrisita que sacaba de quicio a un santo.

por **VaniRoxy801** » Sab Ago 25, 2012 5:19 pm

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Nanashi se giró, sin duda molestada por las palabras de Yagami.

—¿Que no me voy a ir? ¿Y cómo pretendes detenerme? Me da igual lo que sueltes a los cuatro vientos. Nadie te creería.

Yagami no tenía pensado contar a nadie lo sucedido, pero había conseguido lo que quería, cabrear a la mujer. Le daba igual lo peligrosa que hubiese sido su acción, le gustaba ir de dominante. Nanashi se acercó hasta quedarse a unos pasos de él.

—Eres débil. No tienes posibilidades contra uno de aquellos sincorazón. ¿Cómo pretendes poder hacerme algo a mí? ¿Cómo podrías detenerme? Me gustaría escucharlo.

El tono de amenaza era muy claro. Yagami sabía que no tenía apenas posibilidades contra esa mujer y sus poderes, pero le era imposible no mantener su actitud arrogante. Se rió, e iba a responderle, pero de repente oyó una voz detrás de él.

—Oh, Nanashi. Eres muy cruel...

Yagami se giró para ver quien había hablado. Allí había un niño rubio, de unos diez años de edad. Llevaba una camisa blanca y unos pantalones verdes. También llevaba una larga chaqueta blanca por encima, con el interior de color rojo, que le quedaba grande.

Lo que más le sorprendió de aquél niño no fue su aspecto, si no su actitud. Le recordaba mucho a él mismo. Arrogante, maleducado y con aires de superioridad.

—Hey, debilucho. Me gusta eso de que plantes cara a esta aburrida, pero ahora mismo no tienes posibilidades, ¿sabes? Eres un inútil y no servirías ni para robarle un caramelo a un niño.

Yagami pasó por alto los insultos, aquél niño le estaba cayendo bien. Se rió, se colocó las manos en los bolsillos y le contestó de manera arrogante.

—Jaja, ¿y ahora tú quién eres?

Pero al parecer, Nanashi le respondió la pregunta. Seguía enfadada, pero parecía que intentaba controlarse un poco.

—Maestro Akio. Le pido un poco de seriedad.

“Maestro Akio”. Toma ya. Aquella mujer le habló al niño con mucho respeto, se notaba que se conocían. ¿Pero llamarle maestro? ¿Acaso aquella mujer estaba bajo las órdenes del niño?

—Lo que tu digas, vieja —el niño seguía vacilando a la mujer. Avanzó para ponerse enfrente de Yagami y empezó a examinarlo sonriente.

Yagami también tenía una macabra sonrisa en el rostro. La situación se estaba poniendo cada vez mejor, y aunque sabía que aquellos individuos podían suponer un peligro para él, siguió con su molesta actitud.

—¿Qué estás mirando, niño?

por **Sombra** » Dom Ago 26, 2012 9:28 pm

—¿"Niño" dices? —rió el tal Akio poniendo una cara más arrogante aún si cabe—. Sepas que este niño es un genio entre genios. Guapo, inteligente, fuerte... —el niño miró a Yagami como si maquinase algo—. Hey, Nanashi. ¿Me lo puedo quedar?

—Por supuesto que no. No es apto para pertenecer a nuestra órden —dijo recelosa. Se notaba que estaba poniendo sus sentimientos por delante y estaba enfadada, mucho. Ella nunca le aceptaría, a lo que fuera que se refiriese, porque no habían dado explicaciones en ningún momento.

El niño la miró con cara de aburrimiento y alzó su mano para que una resplandeciente luz apareciese en esta siendo sustituída a los pocos segundos por otra arma similar a la de su "compañera" pero con claras diferencias en cuanto a su diseño.

A simple vista parecía uno de esos "bastones navideños" los cuales eran una especie de dulce tradicional de aquellas fechas. También tenía una calavera en el mango lo que le daba una forma ligeramente tenebrosa.

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—Hey, tú. Me gusta tu estilo. ¿Te apetece ser mi nuevo esclav... aprendiz? —se corrigió—. Solo prometeme que serás más divertido que Nadhia y ese inútil de Hitori... No sé ni por que los convertí en mis aprendices. Son unos inútiles.

por **VaniRoxy801** » Dom Ago 26, 2012 10:00 pm

—¿"Niño" dices? —Akio se puso a reír—. Sepas que este niño es un genio entre genios. Guapo, inteligente, fuerte... —Yagami no lo dudaba, aquél niño era muy interesante, desde luego. —Hey, Nanashi. ¿Me lo puedo quedar?

“¿Quedar?”¿A qué se referiría con eso? Espera… Yagami se acordó de lo de “Maestro Akio” y le vino a la cabeza una posibilidad que le estaba gustando bastante.

—Por supuesto que no. No es apto para pertenecer a nuestra orden.

Nanashi seguía igual de cabreada, pero había confirmado lo que Yagami pensaba. Aquellos dos pertenecían a una especie de “orden” y al parecer el crío estaba interesado en él. Podía ser una buena manera de conseguir poder…

Akio alzó la mano. Un resplandor blanco apareció un su mano, materializando otra de esas armas parecidas a llaves. La del niño, no obstante era bastante diferente. Su arma parecía una mezcla entre llave y bastón de caramelo.

—Hey, tú. Me gusta tu estilo. ¿Te apetece ser mi nuevo esclav... aprendiz? —le habló Akio—. Solo prométeme que serás más divertido que Nadhia y ese inútil de Hitori... No sé ni por qué los convertí en mis aprendices. Son unos inútiles.

Y allí estaba, la pregunta que Yagami temía y quería. Por una parte no soportaba el hecho de tener que estar bajo las órdenes de alguien, aunque fuese de aquél niño que le había caído bien y que le recordaba a él mismo. Y por otra parte, Yagami era claramente consciente de que necesitaba ser más fuerte. Aquellos dos eran muy poderosos, no podía hacerles frente así. E incluso las hormigas de antes eran un peligro para él. Necesitaba poder…

No le quedaba otra, debía tragarse su orgullo y aceptar ir con Akio para que éste le fortaleciese. Ya iría planeando que hacer mientras se fuesen desarrollando los hechos. De hecho, puede que incluso fuese algo divertido.

—De acuerdo, niño, iré contigo. —dijo Yagami dedicándole una sonrisa macabra— Y te prometo que te vas a divertir conmigo. — añadió riendo.

por **Sombra** » Dom Ago 26, 2012 10:20 pm

—Eres demasíado confiado —apuntó Nanashi—. No sabes nada de nosotros y aún así has aceptado sin pestañear.

—Ah, bueno. ¿A quién le importa nuestra misión pudiendo divertirnos? —soltó una carcajada el niño—. Verás, novato. Nosotros somos Caballeros de la Llave Espada. Y como el nombre indica luchamos portando las llamadas Llave Espada —el niño levantó su mano un poco para mostrarsela—. Como habrás deducido, si no eres idiota. Las armas que poseemos son las que responden a dicho nombre.

>Nuestro objetivo es simple. Exterminar los sincorazón. Esas criaturas que Nanashi ha eliminado antes. Se dedican a matar gente y devorar su alma convirtiéndolos en uno de los suyos. ¿Conoces películas de zombies? Pues es parecido. Si uno te mata, te vuelves uno de ellos. ¿Simple, verdad?

Nanashi se fue acercando lentamente hacia ellos.

—Exactamente. Sin embargo, no solo exterminamos dicha plaga. Como consecuencia de que los eliminamos con la Llave Espada liberamos el corazón cautivo que mora dentro de esas criaturas; los sincorazón. Ahora mismo no importa hablar de las clases de ellos que existen, pero el más básico es el que has visto.

Se paró en seco y colocó la punta de la Llave Espada en el pecho de Yagami.

—No solo protegemos los diferentes mundos destruyendo estas criaturas. También evitamos que el secreto de la existencia de los demás mundos o de los propios sincorazón se expanda demasíado, todo es por el equilibrio de la luz y la oscuridad.

—¡Así es, novato! Nosotros dos somos parte de un selecto grupo muy superior al resto de aburridos que viven sin saber nada. Viajamos por todo el universo peleando contra esos monstruos y desarrollamos nuestros poderes. Es una oferta que nadie en su sano juicio rechazaría. Además, el sueldo es bueno —Akio se acercó y ofreció el mango a Yagami—. Si estás de acuerdo en acatar las normas que te marquemos te dejaremos portar esta arma y venir con nosotros. Te lo digo ahora, pero nuestro castillo es muy lujoso y tiene todo lo mejor de cada mundo. ¿Y bien?

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por **VaniRoxy801** » Dom Ago 26, 2012 10:43 pm

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—Eres demasiado confiado —apuntó Nanashi—. No sabes nada de nosotros y aún así has aceptado sin pestañear.

—Digamos que me hago ideas —le respondió Yagami.

—Ah, bueno. ¿A quién le importa nuestra misión pudiendo divertirnos? —Akio seguía soltando carcajadas felizmente— Verás, novato. Nosotros somos Caballeros de la Llave Espada. Y como el nombre indica luchamos portando las llamadas Llave Espada —el niño levantó su mano un poco para mostrársela— Como habrás deducido, si no eres idiota. Las armas que poseemos son las que responden a dicho nombre.

Akio seguía con sus vaciles habituales, pero Yagami los ignoraba. Así que aquellas extrañas armas se llamaban Llaves Espada. Bueno, en el fondo parecía lógico. Un arma un poco extraña para luchar, no es que a Yagami le apeteciese ir por ahí dando hostias con una llave gigante, pero tenían su puntillo curioso.

—Nuestro objetivo es simple. —Siguió Akio — Exterminar los sincorazón. Esas criaturas que Nanashi ha eliminado antes. Se dedican a matar gente y devorar su alma convirtiéndolos en uno de los suyos. ¿Conoces películas de zombies? Pues es parecido. Si uno te mata, te vuelves uno de ellos. ¿Simple, verdad?

—Sí, creo que lo entiendo —le respondió Yagami.

Sin necesidad de nombrar a los zombies ya se había hecho una idea. Al parecer las hormigas de antes, llamadas sincorazón iban por ahí matando gente para unirlos a sus filas. Nanashi se acercó a ellos.

—Exactamente. Sin embargo, no solo exterminamos dicha plaga. Como consecuencia de que los eliminamos con la Llave Espada liberamos el corazón cautivo que mora dentro de esas criaturas; los sincorazón. Ahora mismo no importa hablar de las clases de ellos que existen, pero el más básico es el que has visto.

Vale, esto ya era más complicado, pero lo iba pillando. Nanashi apuntó con su Llave Espada al pecho de Yagami.

—No solo protegemos los diferentes mundos destruyendo estas criaturas. También evitamos que el secreto de la existencia de los demás mundos o de los propios sincorazón se expanda demasiado, todo es por el equilibrio de la luz y la oscuridad.

Yagami no sabía muy bien como tomarse eso, no estaba seguro si Nanashi seguía metiéndose con él, pero ya no le importaba. Estaba claro que le había caído mal a aquella mujer, pero ahora su atención estaba puesta en el niño, Akio, que seguía hablando.

—¡Así es, novato! Nosotros dos somos parte de un selecto grupo muy superior al resto de aburridos que viven sin saber nada. Viajamos por todo el universo peleando contra esos monstruos y desarrollamos nuestros poderes. Es una oferta que nadie en su sano juicio rechazaría. Además, el sueldo es bueno —Akio se acercó y ofreció el mango de su Llave Espada a Yagami— Si estás de acuerdo en acatar las normas que te marquemos te dejaremos portar esta arma y venir con nosotros. Te lo digo ahora, pero nuestro castillo es muy lujoso y tiene todo lo mejor de cada mundo. ¿Y bien?

Pues nada, era hora de tomar la decisión definitiva. Estaba claro que iba a ser una experiencia divertida y curiosa, además de que seguro que lograba fortalecerse y obtener poder para sus propios fines. ¿Normas? Qué remedio… A veces hay que hacer sacrificios. Sí, ir con ellos era su mejor opción. Se acercó a Akio con su habitual sonrisa en la cara.

—Vale —dijo Yagami agarrando el mango que Akio le había ofrecido. —Acepto.

por **Sombra** » Lun Ago 27, 2012 2:50 pm

La llave espada resplandeció al contacto con Yagami y acabó desapareciendo tras varios segundos volviendo a la mano de su propietario.

—Parece que le ha aceptado, Nanashi —sonrió triunfante el Maestro haciendo que la mujer se llevase la mano a la cara intentando mantener la paciencia—. Bien, mi pequeño esclavo. Mientras Nanashi hace la última ronda por aquí tu y yo nos marchamos de esta aburrida ciudad. ¿Cómo se supone que os divertís aquí?

El niño caminó hacia la salida de los subterraneos que daba a las Colinas del Atardecer con paso algo apurado mientras Nanashi se limitaba a observar como se alejaba de allí su compañero. La mujer, sin decir nada volvió a internarse en los enrevesados y laberínticos pasillos que yacían bajo la ciudad.

En cuanto Yagami le siguiese hasta fuera de los subterraneos Akio se dirigiría hacia una plaza con una pequeña fuente de la que emanaba una brillante agua gracias a las luces que la iluminaban. No había nadie por ahí, al fin y al cabo, los rumores de los secuestros habían afectado toda la ciudad... ¿Quién podría imaginar que en verdad aquellos que habían desaparecido estaban entrenando en otro mundo?

—Bien, novato. Ahora toca pirarse de este lugar tan aburrido. ¿Eras Yagami? Eres tan maleducado que no te has presentado a tu Maestro apropiadamente —el niño suspiró—. Bien, yo soy el Maestro Akio. Y ahora, como bien dije, toca el momento más importante para que seas un aprendiz de pleno derecho —el chaval buscó en el bolsillo de sus pantalones algo que parecía ser una plaquita de un metal que casi tenía textura de gelatina, pero sin que se pudiese romper. Lo único sólido era un botón que estaba justo en el centro de este, Akio le lanzó el extraño metal—. Esta es una armadura. Al colocartela en alguna parte de tu cuerpo y pulsar su botón hace que una armadura te recubra el cuerpo. Es obligatorio usarla para los viajes entre mundos ya que podrías morir sin ella —Akio pulsó la hebilla de su cinturón, que parecía ser el mismo tipo de material haciendo que una armadura de placas que se adaptaba a él completamente le cubriese sin dejar nada de piel al descubierto. Finalmente, el niño lanzó su Llave Espada hacia el cielo, donde esta brilló con la fuerza de un sol por un instante antes de caer en forma de vehículo. A pesar de que la metamorfosis del arma no se había visto era evidente que el arma se había transformado.

Akio se subió en el vehículo volador y se elevó varios metros con él.

—Haz lo que acabo de hacer. Activa tu armadura y invoca el Glider para que podamos salir de aquí.

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por **VaniRoxy801** » Lun Ago 27, 2012 5:13 pm

La Llave Espada resplandeció, reaccionando al contacto de Yagami. El arma despareció y volvió a la mano de Akio.

—Parece que le ha aceptado, Nanashi —dijo Akio mientras sonreía triunfante. Nanashi de mientras se llevaba la mano a la cara intentando mantener la paciencia— Bien, mi pequeño esclavo. Mientras Nanashi hace la última ronda por aquí tú y yo nos marchamos de esta aburrida ciudad. ¿Cómo se supone que os divertís aquí?

—¿Divertirse? —replicó Yagami —Éste sitio es de todo menos eso. Estoy deseando irme…

El pequeño maestro se dirigió hacia la salida de los subterráneos que daba a las Colinas del Atardecer. Nanashi sin soltar una palabra volvió a internarse en los pasillos que yacían bajo la ciudad.

Yagami siguió al niño hasta salir de los subterráneos, para acabar en una plaza con una fuente. No había nadie cerca. Ahora que Yagami se daba cuenta, es posible que todos aquellos rumores de secuestros… A lo mejor todos los desaparecidos estaban entrenando en algún lugar con estos Maestros.

—Bien, novato. —siguió hablando el niño—Ahora toca pirarse de este lugar tan aburrido. ¿Eras Yagami? Eres tan maleducado que no te has presentado a tu Maestro apropiadamente —pues ya podía ir acostumbrándose— Bien, yo soy el Maestro Akio. Y ahora, como bien dije, toca el momento más importante para que seas un aprendiz de pleno derecho —Akio cogió del bolsillo de sus pantalones algo que parecía ser una plaquita de un metal gelatinoso. La placa tenía un botón en el centro. Akio se lo lanzó— Esta es una armadura. Al colocártela en alguna parte de tu cuerpo y pulsar su botón hace que una armadura te recubra el cuerpo. Es obligatorio usarla para los viajes entre mundos ya que podrías morir sin ella —Akio pulsó la hebilla de su cinturón, donde parecía que tenía una de esas placas, haciendo que una armadura se le colocase por todo el cuerpo. Después, Akio lanzó su Llave Espada hacia el cielo, donde esta brilló con mucha fuerza por un instante antes de caer en forma de vehículo.

Akio se subió en el vehículo volador y se elevó en el cielo, desde donde le dijo a Yagami:

—Haz lo que acabo de hacer. Activa tu armadura e invoca el Glider para que podamos salir de aquí.

Yagami pulsó el botón de la placa que le había tirado Akio, y una armadura cubrió su cuerpo. La armadura era roja y negra. Parecía un traje orgánico, pero se notaba que era resistente y cómodo. Tambíen llevaba un casco, negro por fuera, pero perfectamente visible desde dentro.

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Yagami alzó la mano, concentrándose, hasta que un destello blanco apareció. Yagami sonrió. Justo lo que pensaba, su propia Llave Espada se había materializado. Pero no se parecía al bastón de caramelo de Akio ni al arma de Nanashi, de hecho el diseño de su arma era mucho más simple, casi parecía completamente una llave normal, aunque de tamaño gigante.

Tras observar un rato el arma, la lanzó al aire, donde hubo otro destello. Luego, un vehículo aterrizó cerca de él. El Glider era de color blanco y morado oscuro. Yagami se subió y alzó el vuelo, para dirigirse hacia donde estaba su nuevo Maestro.

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por **Sombra** » Lun Ago 27, 2012 7:02 pm

Akio esperó a que su nueva promesa se incorporase y comprendiese los controles del vehículo volador. ¡El último de los misterios de aquellas luces había sido resulto! Sin duda, lo que había visto tenía que ser el Glider de Nanashi, que al pasar por la atmósfera a tal velocidad había aparentado ser una estrella fugaz.

—Bonita armadura, no tanto como la mía, pero bueno, no está mal —comentó con su arrogante tono de voz.

El niño fue el primero en ascender verticalmente rumbo a las estrellas, seguido de cerca por Yagami, que a pesar de que se notaba que tenía algunas dificultades al controlar el vehículo (como era normal para su primera vez) no lo estaba haciendo nada mal.

Yagami no podía saber que lo que esperaba más allá de las estrellas era mucho más grande de lo que podría haberse esperado.

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