Perdón por tardar. No quería empezar la trama sin el nuevo llavero.
No hubiera esperado nunca que aquel día tuviera que dirigirse a un nuevo entrenamiento con Ronin, el mismo con el que se había encontrado en la anterior práctica grupal. En la misma había conocido a Saxor y a Ragun, dos chicos que se podían considerar amigos de Gray, aunque aún no se podían considerar como tal. Aquel día había tenido que enfrentarse tanto al maestro Ronin como a los Moguris que habían estado allí para inspeccionar su trabajo en equipo, aquel mismo día no había conseguido desayunar. Desde entonces se levantaba antes de lo normal para conseguir desayunar, le gustaba tener energías para todo el día, y mas que no le ocurriera lo de la vez pasada.
El pequeño moguri llegó en el momento de justo después de la comida del medio día, precisamente cuando se encontraba en la biblioteca estudiando por un caso extraño. Hacía unos días, había recibido extrañamente un nuevo llavero para su llave espada, no sabía ni como había aparecido en su cuarto, ni quien lo había enviado. Fue un evento que rayaba lo poco común, y que hacía que no pudiera dejar de pensar en quien era el o la susodicha que le había hecho tal presente, e incluso el porque del mismo. Desde entonces había buscado algún indicio del anterior dueño del llavero, para intentar contactarlo y o bien darla las gracias o bien devolvérselo. Se quedó un tanto sorprendido ante la noticia de tener que ir a ver al Maestro Ronin, pero probablemente tendría que luchar de alguna forma.
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Bien. Entendido, muchas gracias, ya puedes irte.— Dijo levantándose mientras se disculpaba en silencio con las otras personas que se encontraban estudiando en la biblioteca, desde luego el Moguri había sido un poco maleducado.
Con la máxima velocidad que pudo, recorrió los pasillos del castillo, para finalmente pasar la puertas principales del castillo de Tierra de partida. Las escaleras se encontraban como siempre allí, tan largas. Con pequeños saltos iba bajándolos de dos en dos, e incluso de tres en tres, teniendo cuidado de no caerse. Una vez llegado a los jardines del castillo, con la mirada intentó localizar al Maestro Ronin, que debería encontrarse por los alrededores.