Resultó que mis compañeros me habían adelantado, dañando a la armadura antes que yo. El sincorazón causó un destello cegador, como el que me echó del pilar correspondiente a dicho poder. Aunque yo estaba aún bastante lejos, la chica anónima y Fyk habían sido agarrados por el sincorazón, aprovechando aquella ceguera. Su concentración en ellos dos había hecho desaparecer los pinchos del suelo, así que continué mi carrera. Mi estocada atravesó la armadura del sincorazón quedándose atrapada y sin poder sacarla.
El sincorazón me miró fijamente a los ojos, que, si no hubiera sabido que no tenían sentimientos, habría interpretado como odio. El sincorazón empezó a descomponerse desapareciendo finalmente (y cayendo mi Llave Espada al suelo) de la existencia. Un corazón reemplazó su lugar, ascendiendo hacia el punto más alto de la torre. Sentí una misteriosa e impulsada atracción hacia aquel corazón, dándome unas ganas involuntarias de querer quedarme con él. En cuanto el corazón se perdió de la vista, desaparecieron aquellas ganas. Recogí mi Llave Espada del suelo y, cuando todos se habían levantado, me dirigí a la salida de la torre.
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Buen trabajo, aprendices.La maestra tenía una cara de felicidad que intentaba ocultar. Dijo estar sorprendida de haber ganado la batalla, pues creía que perderíamos. Tras eso, dio una poción a la chica anónima, por, según pude oír, ser la única en haber superado la segunda prueba. La maestra, tras eso, se fue del lugar, que creía que sería para buscar un lugar donde largarse del mundo.
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¡Bueno, bueno, bueno! —Oí exclamar a Fyk.—
¡Es la primera vez que lucho contra un sincorazón! ¡Ha sido peligroso!─ El pequeño aprendiz estaba muy emocionado. Era su primer sincorazón, y había sido uno muy poderoso, pero no parecía preocupado sobre eso.
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Era más poderoso que los que había en Bastión Hueco─ Dije, pensando en voz alta. Entonces, me acordé de una cosa, que había intentado olvidar desde que pude volver a dormir. <<
¡El sincorazón tenía el mismo símbolo que la vidriera de mi sueño!>> Pensé, demasiado sorprendido de haber visto en aquel sueño algo que aún no había visto en la realidad. No podía ser una coincidencia, ¿por qué lo había soñado?.
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Esto... ¿estás bien? —preguntó Fyk a Ragun, preocupado por su estado.—
Has salido muy mal parado ahí atrás. Has sido... has sido muy valiente, pese a lo que te ha pasado...─ Dijo finalmente.
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No, no es verdad. Solo pensé en mi mismo creyendome capaz de vencerlo yo solo. No se me da bien el trabajo en equipo— Explicó. Esas palabras no parecían provenir de su boca, no le veía capaz de creerse superior.
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¡Ah!— Gritó, mientras sacaba un ticket de sus bolsillos y empezaba a rebuscar por el lugar. Tras terminar su búsqueda sin resultados, guardó de nuevo el ticket en el bolsillo y siguió hablando.
En fin. Por mi parte me voy a quedar un poco por aquí para ir de compras o algo. Parece que mi aspecto no es algo que impresione demasiado por aquí, por muy raro que parezca. Allá abajo, en la entrada de la torre, me dio este pase para el torneo un hombre azul muy simpático con el pelo... ¡en llamas! ¿Os lo podéis creer?─ Dijo. El hombre en llamas ya lo había visto al lado suya, pero no me impactó aquella vez, y tampoco me impactó en ese momento. Después de haber visto hombres-pato, hombres-cabra, sincorazón, moguris y a Fyk, ya no podía sorprenderme nada.
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Si, supongo que iré también a comprar un par de cosas— Ragun, tras decir eso, se fue a la ciudad de abajo de la montaña, seguramente para comprar.
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Bueno, será mejor que me vaya yendo.─ Dije, mientras pensaba en algún lugar donde pudiera irme. Luego, me dirigí a la chica anónima─
E-esto... será mejor que me des m-mi espada.─ Dije, a la chica, medio tartamudeando. Tras recuperar y envainar mi Espada Mediana, me dirigí hacia el interior del Coliseo. ─
¡Hasta luego!─ Grité, como despedida. Tras entrar en el coliseo y buscar una sala vacía, me coloqué mi armadura y apunté con mi Llave Espada hacia una de las paredes. Disparé un rayo de luz, que provocó la creación de un portal a un pasillo de Luz. La transformé en mi Glider, me subí en ella y, tras atravesar el Pasillo de Luz encima de mi Glider, salí al Cosmos y me dirigí de vuelta a Tierra de Partida.