Hiro vio que Akio no tardo en hacer alusiones sobre su compañero, así que pensó que seguramente el siguiente seria el o su otro compañero, algo que no le agradaba demasiado al verdad.
—
En el bosque sólo cantan los pájaros que mejor lo hacen. Se llama selección natural. Y cruza los dedos porque no canten los sincorazón, que seguramente tengan una voz espantosa —comentó—.
Todo sea por el aprendizaje. Con que no quemes mi habitación, como si comienzas a practicar en las duchas —y parecía decirlo en serio. Algo que Hiro, la verdad, no le dio mucha importancia, si quería quemar su habitación solo necesitaba aprender Piro, y no Electro.
De pronto se dio cuenta que el siguiente al que se dirigió Akio era a Xrictov, escucho atentamente su conversación, "Es la manera más fácil de entregar tu corazón en bandeja si no sabes dominarla" ¿Entregar su corazón, a que se refería? Verdaderamente para estar adiestrándonos nos habían limitado muchísimo la información, pero lo único que creía entender es que el ser afín a la luz le aportaría, tal vez, u punto positivo en la imagen que le daba a Akio, aunque quien sabe con su carácter, de todos modos seguía pensando en lo de la oscuridad, si un corazón que albergase oscuridad podía sucumbir en las tinieblas, entonces un corazón puro no, Hiro no quería caer en la oscuridad de ninguna forma, así que se planteo la posibilidad de que su corazón fuera totalmente puro, no sabia como, pero ya lo descubriría, prefería no hacerle ninguna pregunta a Akio por si acaso.
Mientras pensaba no se dio cuenta de que Akio había desaparecido, por suerte no tardo lo suficiente como para que Hiro abriera la boca preguntando donde se había metido, a su vuelta Hiro pudo percibir un olor plástico y otro de madera, al parecer había traído utensilios de dibujo, los cuales dejo a su lado, en las colchonetas.
—
Me da igual que se os dé bien pintar o no. No admito quejas de ese tipo —advirtió—
La primera tarea es sencilla. Coged una hoja y dibujad en ella a alguien que odiéis, alguien de quien os gustaría vengaros o que, simplemente, no os importaría que desapareciera. Si sois demasiado blanditos como para valorar así a nadie, podéis considerar a los sincorazón, o visualizar al monstruo que se esconde bajo vuestra cama. Pero rapidito, que no tengo todo el día.-
¿En serio?- Menciono cuando vio todo aquello, no le pegaba para anda a Akio, o al menos creía así.
Añadió un último apunte, puede que bastante necesario:
—
Y no seáis tan poco originales como para retratarme a mí, que de esos dibujitos ya tengo muchos —
-
¿Quieres originalidad?- Dijo Hiro sarcásticamente mientras cogió un lápiz, plastidecors y una hoja y, a gran velocidad, hizo un dibujo que luego mostró a Akio.
-
Mira, he dibujado un árbol y un perrito- Le explico mientras señalaba aquellas extrañas figuras que apenas se sabían que eran. La reacción de Akio no parecía ser muy agradable, la mirada fulminante que le lanzo casi parecia que le atravesaba por la mitad.
-
E... Esta bien, dibujare otro- Apenas pudo mantener el habla correcta de lo traumatizado que había quedado por aquella mirada.
-
Este es el tio que sale en mis pesadillas, sale con una especie de espada de color gris y roja e intenta matarme ¿Contento?- Le respondió mientras le enseño el otro dibujo que había hecho, no mucho mejor que el anterior, la verdad.