[Tierra de Partida] Bienvenidos a mi cocina

[EspeYuna]

Fran también se disculpó con Ike. Él tampoco llevaría mucho tiempo en Tierra de Partida, por lo que los dos éramos novatos.

¿Cómo sería usar la magia de la Llave Espada y prender fuego a partir de la nada? Ragun me habló sobre los miles de hechizos que podía invocar nuestra preciada arma, y el hecho de que me dijese que seguramente se me diera bien... tenía unas ganas enormes de probarlo.

Ike saltó del árbol con habilidad y llegó hasta donde estábamos nosotros, ofreciéndonos la mano. Yo gustosa se la di, aunque algo tímida y sonrojada, al tenerle ahora tan cerca.

"¿C...cómo...?"

Su temperatura corporal era muy superior a la mía. No es que fuese cálida: ardía. Aunque él no parecía tener fiebre, ni estar sudando por el caluroso día. Más bien todo lo contrario, había energía en cada uno de sus gestos.

—Vamos a divertirnos. ¿Vale? —dijo Ike, con un tono tranquilo.

Aún así, noté algo extraño cuando apretamos las manos. Un sentimiento triste, lejano... pero lo notaba.

Temerosa de que el causante fuese de nuevo el broche de plata, terminé de darle el apretón a Ike y observé la joya. No. Esta vez no había sido el medallón que adornaba mi rebeca. ¿Entonces...de dónde provenía esa tristeza? ¿De Fran? ¿Ike quizás? El corazón de plata me había dejado tranquila durante un par de días desde el incidente de mi Glider, al igual que los cuchicheos de los aprendices sobre mi curiosa llegada. Todavía recordaba aquella terrible pesadilla que tuve antes de conocer a Ragun y a Mogara. Sin embargo, no había vuelto a soñar con esas espantosas criaturas... algo que agradecía enormemente.

—¿Queréis sacar vuestras armaduras para comparar colores o algo? Para pasar el rato antes de que el Maestro Kazuki no haga entrenar.

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Ike, te aviso de que creo que Fran y yo no podemos usar nuestra armadura cuando queramos, no hasta conseguir la habilidad, creo que era así... XD

—Mmm... ¿y si nos vamos preparando... hasta que vaya llegando el Maestro Kazuki? Quiero decir... calentando o algo...

Hice aparecer mi llave espada, acordándome de los movimientos de Ragun, las posturas que me enseñó durante mi primera noche en Tierra de Partida.

—Mmm... Ike, ¿de qué mundo eres? Fran y yo somos de Villa Crepúsculo. Por tus ropas... debe de ser...bueno... un lugar muy... místico —pregunté, intentando que no se me notara la vergüenza y la timidez en la voz.

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EDIT: Último post de Nadhia hasta que aparezca el Maestro Kazuki

[Quico]

Ike se acercó hacia Nadhia para saludarla. Entre ellos hicieron un apretón de manos, en el que a Nadhia se la veía como dolorida.
Me dispuse yo también a darle la mano a Ike, imitando a Nadhia, pero la aparté inmediatamente. Su mano ardía una barbaridad, como si hubiera puesto una mano en el fuego durante un buen rato. Definitivamente no era lo que se dice una persona normal.

-Vamos a divertirnos. ¿Vale? – dijo Ike, aunque con cierta tristeza. Quizás él también tenía hambre. En el fondo me daba un poco de pena, aunque supongo que nadie habría comido lo que se dice mucho ese día.
-¿Queréis sacar vuestras armaduras para comparar colores o algo? Para pasar el rato antes de que el Maestro Kazuki no haga entrenar. La armadura es el reflejo del corazón.

Como veía que Nadhia no parecía querer invocarla dije:

-B…bueno, ¿por qué no? – pulsé el botón de mi brazalete e hice aparecer mi armadura. Nada más irse el destello de luz, me quité el casco, se estaba mucho mejor.

-¿Qué tal?

Entonces Nadhia invocó a su Llave Espada y dijo:

-Mmm... ¿Y si nos vamos preparando... hasta que vaya llegando el Maestro Kazuki? Quiero decir... calentando o algo...
Mmm... Ike, ¿de qué mundo eres? Fran y yo somos de Villa Crepúsculo. Por tus ropas... debe de ser...bueno... un lugar muy... místico.

En ese momento solté una carcajada. No me imaginaba a Ike flotando en el aire rezando, así que solté una pequeña risita sin pensarlo. Quizás encima de un árbol.

[DarkIke]

al ver como reaccionaban sabia que algo se me notaria.

Cuando vi la llave espada de Nadhia supuse que también de vi sacar la mía así que también la saqué.

Bueno aquí esta mi llave espada y mi armadura, Fran me gusta tu armadura, Nadhia no pasa nada si no puedes sacarla yo, bueno al ver que el Maestro Kazuki tarda pues solo era una pequeña diversión. - Dije tranquilamente y suspirando.

-Mmm... ¿Y si nos vamos preparando... hasta que vaya llegando el Maestro Kazuki? Quiero decir... calentando o algo...

Dijo ella, mientras que yo reflexionaba dándole vueltas a mi llave espada, acto seguido añadió.
Mmm... Ike, ¿de qué mundo eres? Fran y yo somos de Villa Crepúsculo. Por tus ropas... debe de ser...bueno... un lugar muy... místico.

Dude en decírselo pero como ella ya había dicho de donde eran pues se lo dije a los dos.
Yo soy de Tierra de Dragones vivía en un pueblo de las montañas, ademas soy huérfano, había guerra en mi mundo así que quise ir al ejercito pero, fui rechazado y gracias al Maestro Ronin llegue aquí. - dije tranquilamente volteando mi mirada hacia el cielo.

Cuando bajé mi cabeza pude vislumbrar una silueta pero no sabia quien era.

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Avisamos al mod encargado? si decís que si mandadme lo por mp

[Soul Artist]

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Perdono lo de las armaduras porque yo he llevado un retraso de narices, debido a mi condición especial de últimamente.
Siento que la Trama hasta ahora haya parecido un Encuentro más que otra cosa.
Quiero que llegue mi sustituto ya...

Un hombre avanzaba hacia ellos con una mueca de dolor en la cara, como si se estuviese muriendo a cada paso que daba. Fran podía reconocerlo fácilmente, aunque los otros dos lo tenían más complicado: se trataba del Maestro Kazuki, con quien tenían el entrenamiento en aquel día. Aunque, por su aspecto, no parecía estar muy capacitado para llevar a cabo ninguna clase de entrenamiento.

A él le acompañaba una criatura blanca que raro hubiese sido haberla visto antes. Pese a sus amplias alas de murciélado, su característico pompón y su tamaño, no se habrían atrevido de primeras a decir que era un moguri: al fin y al cabo, estaba bastante más gordo y no volaba, sino que caminaba. Kazuki parecía tenerle algo de respeto, pues caminaba a su lado sin dirigirle la mirada, como si fuese él quien le evaluase.

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—En serio, Mog, sé que te ha mandado Nanashi, pero hoy no puedo...

—Siempre dices eso, kupó. Y después resulta que puedes dormir o leer sin problemas en la cama, kupó.

—¿Pero has probado la comida de hoy? ¡Alguien me ha intentado envenenar! ¡Y sospecho quién! Argh... —Kazuki se llevó una mano al estómago, muy dolorido. Mog suspiró, se detuvo observando a los aprendices y les dedicó una mirada seria a través de aquellos ojos entrecerrados.

—Hora de entrenarles, kupó.

—Bienvenidos, chicos nuevos. Eh... ¿Todo bien? ¿Sois fuertes? Eh, Franky, te veo bien —el hombre hacía un enorme esfuerzo por forzar una sonrisa que no podía terminar de tapar debido al dolor que parecía estar sufriendo en el estómago—. Bueno... Y hasta aquí el entrenamiento...

Mog dedicó una severísima mirada al hombre, el cual se había dejado caer en el suelo y había bajado la cabeza para dar a entender que se rendía. Finalmente, la criatura suspiró y comenzó a caminar hacia el castillo.

—Voy a avisar a Nanashi... Cuidad del Maestro mientras.

[EspeYuna]

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No te preocupes. Además, en estos posts nuestros personajes se han conocido un poquito mejor. Gracias por actualizar, sabiendo la situación.

Y entonces fue cuando divisamos a lo lejos al Maestro Kazuki, quien se dirigía hacia nosotros con un aspecto horrible: pálido. Menos mal que no llegué a mostrar empatía por el encargado de la cocina aquel día.

Una pomposa criatura le acompañaba a su lado. ¿Un moguri? Hasta ahora sólo mostraba confianza con Mogara, y estos días me había topado con otros por la biblioteca, por los pasillos... aunque, a diferencia de ellos, éste no venía volando, sino que caminaba al lado del Maestro Kazuki. Más regordito, con unas alas de murciélago... y parecía que el Maestro Kazuki mostraba mucho respeto hacia la criatura.

—En serio, Mog, sé que te ha mandado Nanashi, pero hoy no puedo...—entonces ése era el nombre de aquel moguri. Tenía un aspecto más serio. Definitivamente no era como la inocente y simpática Mogara que me había cuidado las primeras horas de mi llegada a Tierra de Partida.

—Siempre dices eso, kupó. Y después resulta que puedes dormir o leer sin problemas en la cama, kupó.

A decir verdad, había oído hablar del Maestro Kazuki por algunos de sus aprendices en el comedor. Tenía muy mala fama por vaguear, dejar los entrenamientos a medias o, simplemente, no aparecer.

—¿Pero has probado la comida de hoy? ¡Alguien me ha intentado envenenar! ¡Y sospecho quién! Argh... —Kazuki se llevó una mano al estómago, estaba sufriendo bastante. En realidad me daba pena, porque hoy no estaba fingiendo ni intentando escaquearse. Solía compadecerme incluso de los que se podían merecer algo de su propia medicina. Era mi punto débil. Bueno... ése y muchos más.

Mog nos observó por un instante. A pesar de tener sus ojos entrecerrados, noté una mirada que me intimidó. Mucho. Parecía haberme evaluado con un sólo vistazo.

—Hora de entrenarles, kupó.

Tenía que mostrar lo que podía llegar a hacer. Aunque no estuviese presente Akio. No quería decepcionarlo. A él no.

—Bienvenidos, chicos nuevos. Eh... ¿Todo bien? ¿Sois fuertes?—aquel simple comentario me erizó la piel. Fuerza, algo de lo que yo no disponía—. Eh, Franky, te veo bien —el Maestro intentó dar una sonrisa a su aprendiz, pero le costaba—. Bueno... Y hasta aquí el entrenamiento...

Y el Maestro Kazuki calló al suelo, bajo la severa mirada de Mog. Éste suspiró y se dirigió con sus pequeños pasos hacia el castillo.

—Voy a avisar a Nanashi... Cuidad del Maestro mientras.

Nanashi... la Maestra Nanashi me había cautivado con su belleza la primera vez que la vi, en los pasillos del castillo. Un aura diferente a la de Akio o a la de Kazuki, o Lyn... sabía que ella me pondría aún más nerviosa que si estuviesen estos tres últimos maestros juntos. Sin contar con la presencia de Mog, claro.

Empecé por presentarme al Maestro Kazuki.

—H...hola. Mi nombre es Nadhia y soy la nueva —"e inútil"— aprendiz de A...del Maestro Akio. Soy de Villa Crepúsculo como Fran—un poco sonrojada seguí con mi pequeña presentación—. Éste es...mi primer entrenamiento... espero poder enseñar lo que realmente valgo, aunque creo que me falta fuerza... pero quiero aprender. No quiero decepcionar a mi Maestro, ya que me dio esta oportunidad.

Sí. Akio me había dado la oportunidad de volver a vivir. Tenía que esforzarme hoy. Por extraño que pareciese, también me acordé de mi primera lección con Ragun. No. Tampoco podía decepcionar a Ragun. No delante de su Maestro.

[Quico]

Entonces alguien salió del castillo. Al fijarme, vi que era el maestro Kazuki, que no tenía muy buena cara, parecía enfermo, y alguien iba a su lado, una criatura blanca bastante pequeña con alas y un pompón rojos. Creía que era un moguri, aunque no estaba seguro, porque era muy grande.

Se acercaron los dos hacia nosotros discutiendo, el moguri regañando a Kazuki por alguna razón y mi maestro intentado disculparse:
-En serio, Mog, sé que te ha mandado Nanashi, pero hoy no puedo...

-Siempre dices eso, kupó. Y después resulta que puedes dormir o leer sin problemas en la cama, kupó.

-¿Pero has probado la comida de hoy? ¡Alguien me ha intentado envenenar! ¡Y sospecho quién! Argh... - Kazuki no parecía encontrarse muy bien, se agarraba el estómago, supuestamente por la sopa de la comida. Supongo que él habría tomado más dosis. Me dio un poco de pena, pero al recordar la sopa, me empezó a doler también un poco la barriga.


Entonces el moguri se giró hacia nosotros, que esperábamos las ordenes:
-Hora de entrenarles, kupó.

Entonces Kazuki resopló y se dirigió hacia nosotros:
-Bienvenidos, chicos nuevos. Eh... ¿Todo bien? ¿Sois fuertes? Eh, Franky, te veo bien. – hizo una sonrisa muy forzada aunque yo pensara en el hecho de que me llamará Franky.- Bueno... Y hasta aquí el entrenamiento... – Entonces se cayó al suelo, o más bien se tiró, alzando la bandera blanca de que no podía entrenarnos hoy. Me fijé en el moguri y vi que tenía una mirada asesina en su cara, como si quisiera matar a Kazuki solo viéndole.

-Voy a avisar a Nanashi... Cuidad del Maestro mientras. – Nanashi creo que era una maestra, no lo sabía con seguridad.
Lo primero que hice nada más irse Mog, el moguri parecía llamarse así, fue quedarme parado en el sitio, el moguri me intimidó un poco.

-H...hola. Mi nombre es Nadhia y soy la nueva aprendiz de A...del Maestro Akio. Soy de Villa Crepúsculo como Fran. Éste es...mi primer entrenamiento... espero poder enseñar lo que realmente valgo, aunque creo que me falta fuerza... pero quiero aprender. No quiero decepcionar a mi Maestro, ya que me dio esta oportunidad.

Nadhia se presentó a Kazuki, que no parecía dar señales de vida. Al ver que no respondía, me acerqué a él:

-Maestro, ¿estás bien?

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Siento la tardanza, no pude conectarme a internet no siquiera para avisar.

[DarkIke]

La silueta que vi era un hombre con un aspecto que no era muy buen de ver, parecía dolorido y un... ¿Peluche que vuela?, me sorprendí ya que nuca había visto nada igual en mi vida, encima hablaba, se presento breve mente y el hombre también, según decía el hombre era el Maestro Kazuki, el Maestro de Fran, Nadhia se presento y yo no fui menos.

- Hola Maesto Kazuki... ¿se encuentra bien? - dije con un tono suave y tranquilo.

Parecía que no aunque esperase su respuesta, Mog cual era el nombre de el peluche que volaba le dio una pequeña bronca al Maestro de Fran, no quería meterme en los asuntos de los maestros así que pase de preguntar, escuche a Mog que iría a buscar otro Maestro o por el nombre que dijo una Maestra.
Creo que ese nombre ya lo escuché, me lo dijo Mi Maestro para ir entendiendo en el mundo donde estaba, y crero que la vi en el comedor intentando ayudarle por la comida rara.

- Perdone señor Mog, antes de que se vaya, puede sonar extraño pero...¿Podré conocer a todos los maestros? Lo digo para ir con cuidado para no molestarlos sin querer y así aprender mas sobre todo. - dije con un tono nostálgico, raro en mi, pero, así sabría lo que ponía en la carta que me dejaron mis padres y saber algo de... la muerte de ellos.

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Edit para spoiler. Leer prologo para saber el ultimo párrafo.

[Sombra]

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Por ciertas causas, Narra, vuestro GM ha decidido dejar su puesto indefinidamente por lo que seré su sustituto hasta que decida volver. Siento las molestias.

El maestro se contrajo sobre sí mismo arrodillándose en el suelo abrazando su estómago como si la vida le fuese en ello, en cierto modo parecía un ovillo de lana o un bicho-bola. Estuvo en silencio un buen rato mientras escuchaba a los aprendices presentarse uno por uno.

—Ah...Sí, encantado—Respondió con desgana sin cambiar de posición en ningún momento—.No, no estoy bien. Tengo que... ir a cama, sí, será lo mejor, lo mejor eh...Será dejar el entrenamiento para otro día, sí—Se quejó, normalmente se hacía el enfermo para saltarse los entrenamientos, sin embargo aquella vez parecía que de verdad estaba mal—. ]Eh...¿Podéis ayudarme y llevarme hasta ese banco? ¿Sí?—Señaló a uno que no estaba muy lejos y alzó una de sus manos esperando que uno de los aprendices le ayudase a levantarse.

[EspeYuna]

Tras presentarme, Fran preguntó a su maestro. Parecía preocupado por él. Ike hizo lo mismo y, acto seguido, se dirigió hacia Mog para preguntarle algo que no alcance a escuchar con exactitud, aunque tampoco quería ser una metomentodo.

—Ah...Sí, encantado —el Maestro Kazuki se encogió sobre sí mismo, en el suelo. Debía estar pasando por una auténtica tortura, así que entendería que no hubiese prestado atención a mis palabras—. No, no estoy bien. Tengo que... ir a cama, sí, será lo mejor, lo mejor eh...Será dejar el entrenamiento para otro día, sí. Eh...¿Podéis ayudarme y llevarme hasta ese banco? ¿Sí?

Kazuki tendió su mano para pedir ayuda. No lo dudé dos veces y me dispuse a agarrarle por uno de los hombros, alzándolo. Pesaba bastante, por lo que le hice señas a Fran y a Ike para que me ayudasen.

—¡Fran, Ike, vamos! — no disponía de una gran fuerza física, pero se notaba que algo había ganado con mis pequeños entrenamientos personales, al menos en equilibrio. Aun así, me sentía una persona débil y torpe.

[Quico]

Cuando se fue el moguri a buscar a la maestra, Kazuki empezó a retorcerse en el suelo, agarrándose el estómago con mucha fuerza. Parecía que estaba a punto de vomitar.

—Ah...Sí, encantado. No, no estoy bien. Tengo que... ir a cama, sí, será lo mejor, lo mejor eh...Será dejar el entrenamiento para otro día, sí. Eh... ¿Podéis ayudarme y llevarme hasta ese banco? ¿Sí?

El maestro señaló hacía un banco que había cerca de allí, y después nos tendió la mano, esperando que nosotros le lleváramos hasta allí. Nadhia tomó la delantera, agarró la mano de Kazuki e intentó levantarle, pero no podía, él pesaba mucho más de lo que yo, y seguramente también ellos esperaban.

—¡Fran, Ike, vamos! — entonces, como accionado por un resorte, fui a ayudar a Nadhia a levantarle. Agarrándole del brazo, tiré con todas mis fuerzas.

[DarkIke]

Fui y ayude al Maestro Kazuki juntamente con Fran y Nadhia, el cual colocamos al Maestro en el banco para que pudiera descansar.

- ¿Maestro Kazuki que os ha pasado para estar tan mal? -pregunté mientras miraba al Maestro con preocupación.

Aún no había recibido la respuesta de la pregunta que le hice al moguri, cual de ello esperaba con impaciencia cuando volviese.

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Perdón por la brevedad de este post si se necesitan mas lineas las complementare ahora mismo no estoy bien que digamos, cansancio acumulado.

[Sombra]

—Ha tenido que ser...esa comida del demonio —se quejó respondiendo al aprendiz de Ronin haciendo una muestra de desagrado—. Apuesto a que ha sido ella.

—No sé por qué sospechaba que harías algo así, Maestro Kazuki —habló una voz femenina. La fuente de la voz venía de una mujer que rondaría los veintiséis años aproximadamente de cabellos rubios y que vestía un vestido blanco que por su pureza parecía brillar con luz propia. Su rostro era delicado y blanco como la porcelana, pero eso no quitaba que su rostro fuese serio—. Mog me ha dicho lo que ha pasado, al parecer estás nuevamente "enfermo" ¿No es así?

La maestra miró a los aprendices con algo de nostalgia, recordando por un momento sus comienzos como caballera de la llave espada.

—¡Pero esta vez es verdad! Me duele mucho el estómago, ha tenido que ser esa comida envenenada —se explicó tratando de convencer a Nanashi.

—¿Has escuchado alguna vez la historia del Pastorcillo y el Lobo? Creo que tenemos un ejemplar en la biblioteca.

—¡Pero Nanashi!

—¡Maestro Kazuki! —casi estalló de enfado. La mujer cerró los ojos para contener su enfado— . Hemos tenido mucha paciencia con tu comportamiento. Puede ser que Ronin perdone todos tus estaqueos, pero yo no. Si eres un maestro compórtate como tal.

—Nanashi... por favor —casi suplicó a la maestra que le miraba con dureza.

[EspeYuna]

—Ha tenido que ser...esa comida del demonio —el Maestro Kazuki respondió a Ike, con una mueca de dolor—. Apuesto a que ha sido ella.

—¿Ella...? —empecé a preguntar, pero una voz de mujer, serena y hermosa, invadió el lugar.

—No sé por qué sospechaba que harías algo así, Maestro Kazuki. Mog me ha dicho lo que ha pasado, al parecer estás nuevamente "enfermo" ¿No es así?

Nanashi. La Maestra Nanashi. De las veces que la vi entrenando a sus aprendices, deseaba llegar a ser como ella algún día. Una Maestra fuerte, decidida, recatada... y bella. Tenía todas las cualidades que me faltaban. ¿Envidia? Puede. O no. Quizás era sólo que sentía un enorme respeto hacia ella.

Dirigió sus ojos hacia nosotros. Nos miró con seriedad, pero parecía contenta de vernos allí, empeñados en seguir con el entrenamiento en vez de habernos escaqueado a la primera de turno.

—¡Pero esta vez es verdad! Me duele mucho el estómago, ha tenido que ser esa comida envenenada —se explicó Kazuki, tratando de convencer a la joven Maestra, quien ahora le observaba con incredulidad.

—¿Has escuchado alguna vez la historia del Pastorcillo y el Lobo? Creo que tenemos un ejemplar en la biblioteca —existía cierto sarcasmo en el tono de su voz.

—¡Pero Nanashi!

—¡Maestro Kazuki! —oh, oh. Ya la había hecho enfadar de verdad. También se conocía a la Maestra Nanashi por tener un fuerte carácter, y no aceptaba esta clase de comportamientos. Y menos de un Maestro—. Hemos tenido mucha paciencia con tu comportamiento. Puede ser que Ronin perdone todos tus estaqueos, pero yo no. Si eres un maestro compórtate como tal.

—Nanashi... por favor —suplicó el Maestro Kazuki, aún tirado en el banco.

—Disculpe, Maestra Nanashi —di unos pasos e intenté sonar lo más calmada y educada posible. Por lo que había oído, Nanashi consideraba importante los buenos modales—. Esta vez creo que el Maestro Kazuki está diciendo la verdad. Mírelo, por favor. Realmente... está verde— por mucho que Kazuki intentara escaquearse en múltiples ocasiones, estaba segura de que hoy daría lo que fuera por estar sano y entrenarnos—. ¡Oh! —agaché la cabeza, un poco avergonzada de defender al Maestro Kazuki—. ¡Perdonad mis modales! Debería haberme... presentado. Me llam...me llamo Nadhia y soy la nueva aprendiz del Maestro Akio. Provengo de Villa Crepúsculo. Es un placer conocerla...

Y me quedé así, inclinada hacia ella, con miedo a encontrarme con su mirada. ¿Qué pensaría de mí ahora que le había soltado todo aquello?

[Quico]

—Ha tenido que ser...esa comida del demonio. Apuesto a que ha sido ella. —Kazuki se refirió a alguien que según él, fue la que hizo todo este lío con la comida. Quizás hubiera algo más detrás.

Mientras cavilaba entre los recovecos de mi mente, de repente sonó una voz:

—No sé por qué sospechaba que harías algo así, Maestro Kazuki —apareció una chica, que parecía tener una edad muy temprana. Teía un largo cabello blanco, recogido en una especie de coleta-moño y una tiara. Llevaba un vestido blanco, y tenía una voz dulce pero segura. Emanaba autoridad. —Mog me ha dicho lo que ha pasado, al parecer estás nuevamente "enfermo" ¿No es así?

Iba a responder a la joven, pero entonces ella nos miró a Ike, a Nadhia y a mí, y entonces me callé, anque no se fijó en nosotros con rostro de enfado.

— ¡Pero esta vez es verdad! Me duele mucho el estómago, ha tenido que ser esa comida envenenada

— ¿Has escuchado alguna vez la historia del Pastorcillo y el Lobo? Creo que tenemos un ejemplar en la biblioteca. — dijo con una voz muy irónica, como si se esperara lo que iba a decir.

— ¡Pero Nanashi! — entonces me di cuenta de que era la maestra Nanashi. Me sonaba de algo haberla visto en el comedor, pero no me acordé hasta ahora. Kazuki me dijo que tuviera cuidado con ella, quizás se refería a esto.

— ¡Maestro Kazuki! Hemos tenido mucha paciencia con tu comportamiento. Puede ser que Ronin perdone todos tus estaqueos, pero yo no. Si eres un maestro compórtate como tal. — Nanashi se enfadó mucho. Parecía harta del comportamiento de mi maestro, lo que me hizo ver una nueva cara de Kazuki. Era casi tan vago como yo.

—Disculpe, Maestra Nanashi — Nadhia interrumpió la “conversación” entre los maestros, suponía que para excusar a Kazuki—. Esta vez creo que el Maestro Kazuki está diciendo la verdad. Mírelo, por favor. Realmente... está verde. ¡Oh!. ¡Perdonad mis modales! Debería haberme... presentado. Me llam...me llamo Nadhia y soy la nueva aprendiz del Maestro Akio. Provengo de Villa Crepúsculo. Es un placer conocerla...

Nadhia intentó defender a Kazuki, pero yo creía que no fue una buena idea, así que intenté mirar hacia otro lado, con mucho miedo.

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Como el color de diálogo de mi personaje y de la maestra Nanashi son prácticamente iguales, cambio el color de mi personaje a este.

Código: Seleccionar todo

[color=#804000][/color]

[DarkIke]

Cuando entró la Maestra Nanashi y le dijo todo eso al Maestro Kazuki me quedé atónito,pero cuando vi a Nadhia defender al Maestro, y Fran que se quedo mudo, supongo por su timidez, pensé que yo también debería hacer algo, me presente y intente calmar a la maestra seguida de una pregunta sobre la carta que llevaba encima, la de mis padres, para saber si sabia algo o si los conocía.

- Meeastra Nanashi soy Ike, aprendiz del Maestro Ronin, se que no mucho de ayudar pero... mire al Maestro Kazuki esta horroroso, puede que en algunas ocasiones faltara en los entrenamientos con sus discípulos, pero ahora dice la verdad, lo noto. -acto seguido coloque la pregunta siguiente - Conoce la letra de esta carta Maestra? Mi Maestro solo se fijó en lo de mis habilidades. - tal cual acabé de hablar me sonó el estomago - Perdón.

Puede que no los conociese pero por alguna casualidad los conociera me haría feliz, ademas tenia hambre y ansias de empezar el entrenamiento.

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edit para spoiler. Más información sobre la carta en mi prologo, no pude ponerlo porque no me carga la pagina bien.