¿Con magia? Era mi especialidad, o eso creía, por lo menos me fascinaba. Ueki tras un largo rato callado nos exclamó:
-¡Eh! No debéis preocuparos. Nosotros solos somos absolutamente capaces de hacer esto, o acaso lo dudáis...
Noté a Ueki algo preocupado, o eso me pareció por sus últimas palabras. Pensé que si realmente alguien está dispuesto a confiar en sí mismo, no se le puede pasar por la cabeza el perder. Simon, ignorando al chico lanzó un disco de juguete, era evidente que era el blanco al que debíamos golpear, estaba dispuesto a intentarlo yo, pero Mei se me adelantó, en cierto modo no me importó puesto que así podría observar sus habilidades. Nos guiñó un ojo tanto a Ueki como a mí y empleó el hechizo Piro.
-¡Piro!
No me gustaba para nada ese hechizo, yo hubiera preferido usar Electro. Aproveché ese instante para mirar de reojo a Ueki.
Ueki, ¿verdad? Ten en cuenta que todos los problemas, acertijos o incógnitas tienen una solución, la cuestión es buscarla de manera adecuada, y es más -Decidí decirle lo que había pensado hace unos segundos- si realmente confías en ti mismo, no debes preguntar si eres capaz o no, como has dicho antes.
Acto seguido volví a mirar el disco para ver si había caído por el hechizo de Mei. Respecto a lo que le dije a Ueki, preferí dejarlo ahí, parar el comentario en seco, quería que se diera cuenta él mismo de que todo tiene una salida y no te puedes rendir o dudar, pero al fin y al cabo, eso dependía de él, puede que mi consejo le sirviera o no, ahí lo dejé.
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