[Tierra de Partida] La guerra ha cambiado

[Axelpower]

Tragué saliva, respiré hondo e intenté mover la pierna una vez más, invadido por el miedo. Si la panacea no funcionaba, no sólo habría desperdiciado uno de mis remedios, sino que habría condenado definitivamente mis posibilidades de volver a incorporarme a la batalla, dejando solos a Light y Maya. Tal vez pudieran acabar con Akio y los moguris, pero aun así seguía existiendo la posibilidad de que cayeran derrotados, y nunca me perdonaría eso.

Apreté los dientes y intenté levantar la pierna. Y, para mi sorpresa, ¡reaccionó! ¡logré moverla! No cabía en mí de la sorpresa y la alegría. ¡La última palabra aún no estaba dicha!

Me giré velozmente a pedirle mis pertenencias a Light, para no tardar ni un segundo en reincorporarme a la batalla, pero antes siquiera de poder reaccionar y decir algo quedé paralizado una vez más. No por el impacto de una bola de pintura o por algún golpe, sino por lo que mis ojos vieron. Y es que mi compañero se encontraba tumbado en el suelo, y con el rifle de Mog apuntando a su cabeza.

—¡No os mováis, kupó, o disparo!

Su semblante no parecía albergar dudas. Un movimiento en falso y Light caería, esta vez sin panaceas ni remedios posibles. Y allí estábamos, Maya y yo, mirándolo sin nada que poder hacer.

—¿Sabéis por qué habéis fallado en vuestro camino hasta aquí, kupó? —empezó diciendo el líder de los moguris.— Porque no trabajáis en equipo. Os lo digo por activa y por pasiva siempre, kupó: el trabajo en equipo es lo más importante en las batallas. Todo el castillo ha caído ante mis moguris, y no por ser muchos; hay más aprendices y Maestros, kupó. No, hemos ganado esta guerra porque nos mantenemos unidos. Actuamos en consecuencia a lo que hacen los demás. Ideamos estrategias respecto a cómo trabajamos, kupo.

>>No me importa el dinero, no me importan las mogunueces. Solo quiero que aprendáis la lección, kupó. No trabajáis en equipo. Vais pos libre, y ya luego pensáis qué haréis más tarde viendo los actos de aquellos con quienes os veis obligados a trabajar. Pero no es solo eso. Tenéis que ser una familia, kupó. Una gran familia.

—¿Una lección? ¿Habéis acabado con el castillo entero... para esto? ¿Quiénes... os habéis creído?

Light, inmóvil, intentaba descargar su ira en Mog mientras no podía evitar que una lágrima cayera por su mejilla. Lo observé impotente, sabiendo que cualquier movimiento mío lo condenaría, pero sabedor también de que no quedaba ninguna esperanza para él si no hacía algo rápido.

Una gran, gran familia.

—¿Una gran familia? ¿¡Una gran familia!? ¡¡Tierra de Partida ha sido una gran familia para mi!! Maestro Ronin, Saxor, Guilmon, Maestro Kazuki, Alec... ¡¡Eran una gran familia para mi!! ¡¡Y los habéis matado!! ¡¡No os perdonaré...!!

Y en ese momento, un disparo resonó en toda la sala. Quise gritar el nombre de mi compañero y saltar hacia él, apartar a Mog de un empujón y llegar a tiempo para salvarle la vida y de evitar una baja más. Pero, incluso teniendo tiempo, no habría sido necesario.

Sí, el moguri había disparado su arma. Pero la había disparado hacia Akio, quien se suponía que era su general y que se mostraba tan sorprendido como nosotros.

—¿Qué...?

De pronto, todos los moguris que había pegados a las paredes abrieron también fuego contra el tirano Maestro, que no pudo hacer otra cosa sino correr a esconderse detrás de su trono. No obstante, no fue lo suficientemente rápido como para evitar que una de las balas golpeara en su mano izquierda.

—¡Traidores! ¡No vale! ¡Me jurasteis lealtad!

—No puedes ganar, Akio. Te hemos dado y Higashizawa está vivo. La parálisis puede tardar unos minutos en hacer efecto, pero nunca saldrás impune de aquí, kupó. Has perdido.

¿Higashizawa estaba vivo? ¿Cómo que Higashizawa estaba vivo? Nosotros mismos vimos como el traidor de Flynn, que ahora se encontraba crucificado detrás del trono, se encontraba junto al

—¿Qué quieres decir con que Higashizawa sigue vivo? Flynn le traicionó y lo abatió.

De pronto, sin responder siquiera, se giró hacia nosotros y siguió su discurso

—Siento lo de vuestro amigo, kupó, pero no vi otra alternativa. Os iba a traicionar y debía ganarme la lealtad de Akio. En realidad, este plan viene de largo.

—¿A qué te refieres con que...?

Tanto Light como yo nos disponíamos a pedirle explicaciones sobre lo que nos estaba explicando, pero un iracundo grito de Akio hizo que recordáramos que la batalla no había terminado aún.

—¡Morid!

—¡¡Cuidado!! ¡Cubríos con lo que sea, o huid! —bramó Light—. ¡Axel! ¡Maya! ¿Estáis bien?

Decenas de granadas de pintura empezaron a salir de detrás del asiento. No obstante, no todas explotaban al chocar contra el suelo. Muchas de ellas quedaban intactas durante unos segundos, para después estallar salpicando a todo el que se hallaba a su alrededor. ¡Llevaban un temporizador!

—¡Yo estoy bien, pero tened cuidado! ¡Algunas de las granadas llevan un temporizador, y explotan al cabo de unos segundos!

Aún no había terminado de decir la frase cuando una de ellas cayó justo al lado de Maya. Estaba lo suficientemente cerca como para que no tuviera el tiempo necesario como para apartarse. La miré, poseído por el miedo, asumiendo que su final estaba cerca, cuando un agudo grito rasgó el silencio que la tensión había creado.

—¡Quita, kupó!

Con un enérgico salto, Mog empujó a Maya apartándola de la granada y cayó de bruces sobre ella, intentando parar el impacto con su cuerpo. Corrí hacia él tan veloz como mis piernas me lo permitieron, pero el esfuerzo fue inútil.

Una pequeña explosión proveniente de donde el moguri se hallaba instantes antes retumbó por toda la sala. Mog salió disparado unos centímetros por los aires, aterrizando al lado de la pequeña brujita con el estómago completamente manchado de pintura negra. Akio, aprovechando la distracción, salió de su escondite y bajó por las escaleras, dirigiéndose a la cocina.

—¡Mataré a Higashizawa y no podréis impedírmelo!

Light parecía mostrarse tan sorprendido como yo lo había estado cuando llegué a la misma conclusión que él alcanzaba en ese momento

—¿Higashizawa? Espera... ¿Flynn no había acabado con él antes?

—Me temo que todo este asunto tiene una magnitud mucho más grande de lo que habíamos podido imaginar —le dije a mi compañero.— Y aún nos queda el trozo de camino más importante antes de llegar al fin de la senda

Miré a la puerta que conducía a la cocina, sabiendo que ese era nuestro siguiente destino y que debíamos dirigirnos a él lo más pronto que pudiéramos o sería demasiado tarde. Miré a Mog, apenado e intentando contener las lágrimas. En él quedaba encarnado el espíritu de todos los que habían luchado y caído defendiendo aquello en que creían.

—Impedídselo, kupó... —susurró con su último aliento—. Sois la... Última esperanza de Tierra de Partida. Pero si no trabajáis en equipo, seréis incapaces de derrotarle. Trabajad... En equipo. Trabajad...

Contemplé a mis compañeros. Light parecía estar tan apenado como yo, sufriendo internamente como aún no habíamos sufrido en aquella guerra.

—Tenemos... que hacerlo. Por todas las personas que han sido victima de esta vil guerra

Entonces, me tendió el escudo y la granada que le había dado antes de recuperarme del impacto. Le miré a los ojos y asentí, aprobando su plan. Debíamos de dar la cara por todos aquellos que habían caído. Por Mog, por Ronin, por el Aprendiz de la biblioteca. Por todos y cada uno de ellos.

—Vamos a las cocinas, rápido. Creo... que tengo un plan, os lo contaré por el camino. Creedme. Tenemos un arma muy poderosa con nosotros... se trata de algo que Akio no tiene.

—Vamos, compañero —respondí, haciendo especial énfasis en aquella última palabra. Era nuestro deber demostrar que el sacrificio de Mog había servido para algo. —Prepárate, Akio. Esta va a ser la última vez que te dé por sentirte superior a los demás.

[Zodiark]

Gracias a Light, Mog dejó de apuntarme. No obstante, el moguri logró tirarle al suelo y se encontraba apuntándole a la cabeza.

—¡No os mováis, kupó, o disparo!

—Maldición... —musité.

—¿Sabéis por qué habéis fallado en vuestro camino hasta aquí, kupó?Porque no trabajáis en equipo. Os lo digo por activa y por pasiva siempre, kupó: el trabajo en equipo es lo más importante en las batallas. Todo el castillo ha caído ante mis moguris, y no por ser muchos; hay más aprendices y Maestros, kupó. No, hemos ganado esta guerra porque nos mantenemos unidos. Actuamos en consecuencia a lo que hacen los demás. Ideamos estrategias respecto a cómo trabajamos, kupo.

¿Tenía razón? Habíamos hecho lo que habíamos podido... Quizá no habíamos unido fuerzas y habíamos peleado como si fuéramos uno solo... Pero habíamos estado unidos y era lo importante.

—No me importa el dinero, no me importan las mogunueces. Solo quiero que aprendáis la lección, kupó. No trabajáis en equipo. Vais pos libre, y ya luego pensáis qué haréis más tarde viendo los actos de aquellos con quienes os veis obligados a trabajar. Pero no es solo eso. Tenéis que ser una familia, kupó. Una gran familia. Una gran, gran familia.

—[color=#0040FF][b]¿Una lección? ¿Habéis acabado con el castillo entero... para esto? ¿Quiénes... os habéis creído? ¿Una gran familia? ¿¡Una gran familia!? ¡¡Tierra de Partida ha sido una gran familia para mi!! Maestro Ronin, Saxor, Guilmon, Maestro Kazuki, Alec... ¡¡Eran una gran familia para mi!! ¡¡Y los habéis matado!! ¡¡No os perdonaré...!!

—Light, no... no le hagas enfadar...

Y en aquel momento, el sonido del disparo de Mog resonó por toda la sala. Miré a Light preocupada, pero la bala de pintura no le había golpeado a él, sino que iba dirigida al mismísimo Akio, que la había esquivado por poco.

—¿Qué...?

Todos los moguris abrieron fuego contra el joven, que fue corriendo a esconderse tras el trono. No obstante, algo de pintura alcanzó su mano.

—No puedes ganar, Akio. Te hemos dado y Higashizawa está vivo. La parálisis puede tardar unos minutos en hacer efecto, pero nunca saldrás impune de aquí, kupó. Has perdido.

¿Higashizawa? ¿Vivo? El propio Flynn le había liquidado él mismo, ¿no? ¿Era todo una especie de teatrillo o algo así? No entendía nada.

—¿Qué quieres decir con que Higashizawa sigue vivo? Flynn le traicionó y lo abatió.

De pronto, sin responder siquiera, se giró hacia nosotros y siguió su discurso

—Siento lo de vuestro amigo, kupó, pero no vi otra alternativa. Os iba a traicionar y debía ganarme la lealtad de Akio. En realidad, este plan viene de largo.

—¿A qué te refieres con que...? —comenzó a preguntar Axel, pero fue interrumpido por Akio.

—¡Morid!

—¡¡Cuidado!! ¡Cubríos con lo que sea, o huid! —exclamó Light mientras un montón de granadas eran lanzadas por Akio—. ¡Axel! ¡Maya! ¿Estáis bien?

Antes de que me diera tiempo a decir que sí, una granada con temporizador cayó a mi lado. No me iba a dar tiempo de alejarme de allí. Era mi fin.

—¡Quita, kupó!

Mog me empujó y se abalanzó sobre la granada para bloquear la pintura con su cuerpo.

—¡Mog, no!

Estaba paralizada. Se acababa de sacrificar por salvarme. No podía hacer nada, me sentía demasiado impotente. Al cabo de unos segundos, Mog... cayó. Su cuerpecito había llegado junto a mí por culpa de la explosión y me agarró de la ropa.

—Mog... lo siento... —musité con impotencia mientras me agachaba—. Te prometo que esto no va a quedar así.

No sabía lo que estaba pasando a mi alrededor. Estaba demasiado aturdida, observando el cuerpo del derrotado Mog.

—Vamos a las cocinas, rápido. Creo... que tengo un plan, os lo contaré por el camino. Creedme. Tenemos un arma muy poderosa con nosotros... se trata de algo que Akio no tiene.

—Vamos, compañero. Prepárate, Akio. Esta va a ser la última vez que te dé por sentirte superior a los demás.

Tras escuchar lo que dijeron mis compañeros, me levanté y miré a Mog con determinación.

—Akio pagará, Mog. Lo juro.

Me volví a poner mi sombrero y comencé a seguir a Light y Axel.

Spoiler: Mostrar

Edito para eliminar un [/quote] salvaje.

[Soul Artist]

Spoiler: Mostrar

Próxima fecha límite para postear: 2 de Septiembre de 2012.

Spoiler: Mostrar

El camino hasta las cocinas fue el normal para los tres aprendices. Ningún moguri les atacó, ni Akio surgió de una esquina para tenderles una emboscada; se veía que tenía más prisa que ellos en alcanzar su objetivo, y al haberse quedado un poco con Mog habían perdido valiosos segundos de diferencia con respecto al Maestro.

Al llegar se encontraron con las puertas abiertas de par en par, como si alguien hubiese entrado a todo correr, desesperado. Y así eran, desde luego, los gritos de Akio: completamente desesperados, pero potentes.

—¡Acabaré contigo, Higashizawa! ¡Seré el rey del paintball!

Si alguno se asomaba por la puerta, no encontraría a Akio con la vista, pero sí a Higashizawa, tras la mesa de los Maestros tirada al suelo como barricada. Se encontraba en plena batalla con su escopeta, defendiéndose a la vez de ataques que... ¿De dónde venían? Nadie era capaz de decirlo, excepto el propio cocinero, pero no se había dado cuenta de la situación de ninguno de ellos. La barricada principal de las tres mesas continuaba tal y como quedó tras la batalla de Flynn, pero no se le veía allí...

Por el momento tenían el factor sorpresa a su favor. Debían recordar: el trabajo en equipo lo era todo en aquel combate. Además, debían hacer uso de lo que habían aprendido y lo que recordaban de todo aquel día.

Podían ganar la guerra.

[Axelpower]

El camino de vuelta a las cocinas fue, sin duda alguna, mucho más tranquilo que el de ida. Ni ataques de moguris, ni Aprendices inesperados, ni trampas en la biblioteca. Pero, por desgracia, tampoco había ni rastro del joven Maestro. Había sido mucho más rápido que nosotros, lo que podía costarnos una derrota.

—¡Light, Maya, debemos apresurarnos! ¡Si Akio no está aquí es muy probable que esté ya combatiendo con Higashizawa!

Y dicho esto me apresuré aún más, sabiendo que unos pocos segundos podían ser decisivos.

* * * * * *

Si bien cabía la posibilidad de que se debiera a que nos las dejamos así cuando nos dirigíamos a la Sala del Trono, el hecho de que las puertas que conducían a la cocina se encontraran abiertas de par en par significaba con casi total seguridad que Akio había entrado corriendo, desesperado por terminar rápido con todo. ¿Llegaríamos demasiado tarde?

Entré con cuidado a la cocina, intentando no causar mucho revuelo. Si nuestro enemigo se encontraba allí, cualquier paso en falso implicaría una derrota. No obstante, un desesperado y potente grito proveniente del Comedor reveló que era allí donde se encontraba.

—¡Acabaré contigo, Higashizawa! ¡Seré el rey del paintball!

Avancé lentamente hasta la puerta y, al asomarme, vi que el cocinero se encontraba detrás de una de las barricadas con las que nos topamos la primera vez que llegamos allí. Parecía estar recibiendo disparos desde alguna parte de la habitación, pero era imposible saber con exactitud desde dónde si no me acercaba más.

—Puedo ver a Higashizawa, pero no consigo localizar a Akio —comenté a mis compañeros. —Tendremos que ir hasta allí, cubriéndonos con el escudo para que no nos vea, si pretendemos encontrarlo. No obstante —me giré entonces hacia ellos para dotar de mayor seriedad a mis palabras —uno de nosotros debería quedarse aquí, por si acaso nos eliminan antes de que podamos llegar. Una vez hallamos analizado mejor la situación y el terreno, podremos reunirnos todos de nuevo y pensar un plan efectivo para terminar con Akio.

[Light]

Light y sus compañeros regresaban a la cocina, con el objetivo de terminar la guerra de una vez por todas. Lo que había hecho Akio era imperdonable, merecía un castigo, tenía que morir. Aunque Mog y su ejército eran los culpables de muchas de las muertes en el castillo, Akio era el desencadenante de todos los acontecimientos. Había envuelto en el caos a todo Tierra de Partida, y solo por conseguir el título de "Rey del Paintball".

El camino está resultando demasiado fácil...

Habían vuelto sobre sus pasos, pero el camino se hallaba vacío de enemigos. Akio no se había molestado en tenderles ninguna trampa, como la de la biblioteca. Era lógico, Akio no quería entretenerse con los aprendices, él tenía un objetivo de mayor importancia: Higashizawa. Debían darse prisa...

—¡Light, Maya, debemos apresurarnos! ¡Si Akio no está aquí es muy probable que esté ya combatiendo con Higashizawa!

—Higashizawa nos ayudó a escapar de los Moguris en el comedor. Esto es lo menos que podemos hacer por él. Tenemos que salvarle— indicó Light a sus compañeros, poniendo mayor énfasis en la última frase.

Axel aceleró, y su compañero no se demoró en hacerlo.

* * * * * *

Las puertas de la cocina estaban abiertas, de par en par. ¿Acaso alguien había entrado? Pronto averiguarían quien.

—No parece que haya nadie, pero no bajéis la guardia. Puede ser una emboscada. Coged vuestras armas, y preparaos para cualquier cosa.

Light entró en la cocina después de Axel, armado con la pistola de pintura y el spray de nata (que aún no les había sido de utilidad). Afortunadamente, no parecía haber ninguna trampa, por lo que podía aprovechar para relajarse un poco. Empezó a escuchar el rugido de sus tripas, y mucho. Con toda la presión y la adrenalina de los combates, no se había percatado del hambre que padecía. En cambio, apreció fácilmente los gritos de cierto individuo, odioso individuo.

—¡Acabaré contigo, Higashizawa! ¡Seré el rey del paintball! —vociferaba Akio desesperadamente, como si quisiese derrotar a toda costa al cocinero. El título del rey del paintball debía significar todo para él.

Ahí estaba el objetivo que tenían que eliminar, combatiendo contra Higashizawa en las cocinas. Desafortunadamente, Akio estaba fuera del alcance de la vista de los aprendices, al único al que podían advertir era al gran cocinero. Éste estaba protegiéndose con las mesas de los disparos del niño. Necesitaba su ayuda. Axel no tardó en sugerirlo.

—Puedo ver a Higashizawa, pero no consigo localizar a Akio. Tendremos que ir hasta allí, cubriéndonos con el escudo para que no nos vea, si pretendemos encontrarlo. No obstante —Axel se giró hacia ellos, y añadió—: Uno de nosotros debería quedarse aquí, por si acaso nos eliminan antes de que podamos llegar. Una vez hallamos analizado mejor la situación y el terreno, podremos reunirnos todos de nuevo y pensar un plan efectivo para terminar con Akio.

—Tenemos que dividirnos, de eso no hay duda, no podemos ir los tres siempre pegados a tu escudo, Axel —les comentó, señalando con el dedo el escudo en cuestión—. Lo ideal sería que acorraláramos a Akio, ¿entendéis? Si lo conseguimos, la batalla estará ganada automáticamente. No podrá escapar de ninguna manera, pensadlo bien. El comedor tiene dos entradas. Uno de nosotros debería dar un rodeo y vigilar desde la otra entrada. Otro se quedaría en las cocinas. Finalmente, el último, equipado con el escudo, se dirigiría hacia Higashizawa. En eso consiste el trabajo en equipo, cada uno tiene que cumplir su rol en la batalla.

>>Yo me quedaré en las cocinas, si os parece bien. Intentaré pensar alguna estrategia, cualquier cosa. Pero sobre todo, me encargaré de vigilar. No me despegaré de la puerta para observar el comedor en todo momento, e intervendré si es necesario.

Empezó a observar su pistola con detenimiento, y a pensar en todos los sucesos que habían ocurrido en ese día. Después, cogió are, y lo espiró lentamente por la boca.

—Haré lo que sea para ganar esta guerra. No me importa que Akio se trate de un niño, su crimen es imperdonable. Para mi, solo es el blanco que tengo que eliminar...

[Zodiark]

El camino hacia la cocina fue bastante tranquilo, pero aquello podía significar que, posiblemente, Akio ya había llegado al lugar en el que se encontraba Higashizawa.

—¡Light, Maya, debemos apresurarnos! ¡Si Akio no está aquí es muy probable que esté ya combatiendo con Higashizawa!

—Higashizawa nos ayudó a escapar de los Moguris en el comedor. Esto es lo menos que podemos hacer por él. Tenemos que salvarle

Axel aceleró el paso, y Light y yo nos apresuramos en hacer lo mismo. Finalmente, llegamos a la cocina, que estaba vacía.

—No parece que haya nadie, pero no bajéis la guardia. Puede ser una emboscada. Coged vuestras armas, y preparaos para cualquier cosa.

—¡Acabaré contigo, Higashizawa! ¡Seré el rey del paintball! —se escuchó gritar a Akio desde la cocina.

—Puedo ver a Higashizawa, pero no consigo localizar a Akio. Tendremos que ir hasta allí, cubriéndonos con el escudo para que no nos vea, si pretendemos encontrarlo. No obstante, uno de nosotros debería quedarse aquí, por si acaso nos eliminan antes de que podamos llegar. Una vez hayamos analizado mejor la situación y el terreno, podremos reunirnos todos de nuevo y pensar un plan efectivo para terminar con Akio. —comentó Axel tras asomarse al comedor.

—Tenemos que dividirnos, de eso no hay duda, no podemos ir los tres siempre pegados a tu escudo, Axel —propuso Light—. Lo ideal sería que acorraláramos a Akio, ¿entendéis? Si lo conseguimos, la batalla estará ganada automáticamente. No podrá escapar de ninguna manera, pensadlo bien. El comedor tiene dos entradas. Uno de nosotros debería dar un rodeo y vigilar desde la otra entrada. Otro se quedaría en las cocinas. Finalmente, el último, equipado con el escudo, se dirigiría hacia Higashizawa. En eso consiste el trabajo en equipo, cada uno tiene que cumplir su rol en la batalla. Yo me quedaré en las cocinas, si os parece bien. Intentaré pensar alguna estrategia, cualquier cosa. Pero sobre todo, me encargaré de vigilar. No me despegaré de la puerta para observar el comedor en todo momento, e intervendré si es necesario.

—Está bien, yo entraré por la otra puerta al comedor—dije mientras asentía con la cabeza.

Cogí la pistola con fuerza y salí de la cocina a toda prisa para dar el rodeo y llegar a la cocina por la otra puerta, pero no entraría irrumpiendo y armando alboroto, tenía que ser cautelosa.

Spoiler: Mostrar

Siento que sea tan cutre, estoy bastante estresado con los exámenes.

[Soul Artist]

Spoiler: Mostrar

Próxima fecha límite para postear: 6 de Septiembre de 2012. Probablemente sea la última ronda.

Spoiler: Mostrar

Y así nuestros héroes decidieron llevar su estrategia para luchar contra el malvado Maestro Akio, el cual seguía en paradero desconocido. Por un lado, Maya tomó el camino más largo dirigiéndose hacia la entrada principal, adonde tardaría en llegar; por otra parte, Light se quedaría vigilando en la entrada por medio de las cocinas; y Axel fue el primero en adentrarse en el comedor, cubriéndose con el escudo.

Nada más entrar el musculoso aprendiz, Higashizawa lo reconoció de inmediato. Le hizo unas señas para que fuese corriendo, pero era tarde: Akio, estuviese donde estuviese, le había visto. Protegerse con un escudo gigante no era precisamente muy sigiloso, y si el chico de veras esperaba no ser descubierto así lo tenía claro. Y además... No sabía desde qué lado disparaba.

Maya terminó llegando a la entrada principal del comedor. Fue cautelosa y además la distracción de Axel le sirvió para ver perfectamente dónde estaba Akio... Pero solo ella lo supo. Debía avisarles de algún modo, gritarles, aunque delatara su posición...

Y entonces, Axel cayó al suelo, derrotado.

Akio, desde su posición, le había alcanzado en la cabeza, pasando su disparo por encima del escudo. Light fue incapaz de adivinar desde dónde había disparado Akio, pero Maya sí: se encontraba encima de una lámpara de araña gigantesca, situada justo encima de Higashizawa. Desde las cocinas era imposible verlo, por eso no le habían localizado... Aunque tampoco se podía ver desde allí el interior de estas, por lo que Light estaba a salvo.

Mientras Axel caía derrotado, el joven Maestro dio un doble salto hasta otra de las lámparas de araña, esta vez en el centro del comedor. Esta se balanceó e hizo perder ligeramente el equilibrio al joven, que su única mano buena la tenía ocupada con la pistola, pero en cuanto se recuperó continuó disparando contra Higashizawa, como si Axel nunca hubiese intervenido.

No había tiempo que perder. Si Maya daba otro rodeo, quizás fuese el final de Higashizawa.

Spoiler: Mostrar

Lo siento, Ax =(

[Light]

Maya aceptó la sugerencia que Light había propuesto al grupo, y salió de las cocinas para dar el rodeo. Podría llevarle a la brujita su tiempo, así que Light advirtió a Axel de ello.

—No salgas aún, espera. Antes de nada tenemos que asegurarnos que Maya se encuentre allí. Tenemos que coordinarnos —propuso el cuidadoso Light a su compañero. No podían cometer ningún error—. Voy a contar un minuto, sal cuando te diga...

Cuando el tiempo acordado se cumplió, le permitió salir de las cocinas. La misión de derrotar a Akio... empezaba.

Axel había salido corriendo para encontrarse con Higashizawa, el cocinero que ahora se encontraba luchando contra Akio. No tardó en percatarse de la presencia del aprendiz gladiador, y le hizo unas señas para que se apresurara, pero Akio ya le había visto...

Y le mataría sin dudarlo.

Un disparo de pintura consiguió acertarle de pleno en la cabeza, y supuso prácticamente su final. Nadie tenía panaceas en aquel momento, nadie podría salvarle de su desgraciado final. Aun así, Light echó a correr hacia el cadáver de su compañero, presa de la desesperación y del odio.

Afortunadamente, Akio en aquellos momentos estaba ocupado con una de las lámparas del techo, había perdido el equilibrio. Light no tenía ni remota idea de su localización, pero igualmente era un golpe de suerte que conseguiría aprovechar.

Su compañero se hallaba tendido en el suelo, derrotado.

La expresión del rostro de Light era de terror, era algo que no se podía describir con palabras. Ya era la segunda vez que presenciaba la caída de Axel, esta supondría un trauma para el aprendiz. No podía pensar, ni hablar, ni llorar, ni chillar, no podía reaccionar.

Solo podía odiar, y recordar las palabras del que una vez fue su compañero de guerra...

"Coge mi escudo y haz que sirva para protegeros a ti y a Maya. De nada me va a servir a mí si ni siquiera puedo moverme. Toma también la granada, pero úsala con cuidado. Podría ser la clave que os diera la victoria. Y ahora, deja de preocuparte por mí y céntrate en lo que realmente importa: ¡Maya te necesita! ¡Y Tierra de Partida os necesita a ambos!"

Light reaccionó. Tomó rápidamente sus objetos: la granada y el escudo.

La granada será la clave que nos de la victoria, eso seguro. Te juré que ganaría esta guerra, y pienso hacerlo.

Se guardó la granada, y se cubrió con el escudo gigante de Axel, su cabeza incluida. Si no quería terminar como su compañero, tenía que ser extremadamente cuidadoso, ya que un disparo de pintura... significaba morir.

Higashizawa no se encontraba muy lejos, pero igualmente se dirigió a toda velocidad hacia las barricadas.

Una vez arribado a su destino, sería el momento para terminar la guerra de una vez por todas. Utilizaría tanto el escudo como las barricadas para cubrirse completamente.

—¡Rápido! ¡No hay tiempo que perder! Dime donde se encuentra Akio, y lanzaré esto —sacó la granada de sus bolsillos y se la mostró—. Voy a terminar con esta guerra, ahora mismo.

En cuanto la localización del Maestro le fuera revelada, Light le lanzaría la granada con toda la rabia que llevaba contenida.

Por Axel...

Por su Maestro, y por todos los demás... menos Akio.

Por todos sus compañeros aprendices...

E incluso por Flynn y Mog. Se vengaría por todos los caídos en la guerra, sin ninguna excepción. Akio tenía que pagar todos sus crímenes, había acabado con las vidas de demasiadas personas. Una persona así no merecía el nombre de Maestro, ni hablar. Light nunca le aceptaría como tal.

Maya, atenta. Somos la última esperanza de Tierra de Partida. Trabajemos en equipo para vencer a Akio.

Deseaba poder comunicarle el mensaje a su compañera, pero resultaba imposible. Se habían separado, y ahora ella se debía encontrar en la otra entrada del comedor...

De todas formas... ¿hacía falta decírselo? Sabía que Maya haría lo correcto.

[Zodiark]

Al llegar a mi destino, me apoyé en la pared y asomé la cabeza por la puerta para buscar a Akio con la mirada, pero lo que vi fue a Axel saliendo de las cocinas para ir con Higashizawa. No obstante, aquello sólo sirvió para que Akio le viera y acabara con él de un disparo en la cabeza.

Axel cayó... y yo no podía hacer nada, o delataría mi posición. Por suerte, la derrota de Axel no fue en vano y me permitió ver el lugar en el que estaba Akio: sobre una de las lámparas de araña del comedor.

Apreté los puños ante la impotencia que sentí al no poder hacer nada por Axel, pero no podía perder más tiempo, así que tenía que buscar alguna forma para comunicarle la posición de nuestro rival a Light, pero no podía dar un rodeo ya que, cuando llegase a las cocinas, podría ser demasiado tarde para el cocinero.

Light, por su parte, aprovechando que Akio perdió levemente el equilibrio saltando de una lámpara a otra, se acercó a Axel y cogió su escudo y algo más que no logré identificar por la lejanía. Acto seguido, fue corriendo, cubriéndose del todo con el escudo, hacia el lugar donde estaba Higashizawa.

Al estar cubriéndose con el escudo, no podía hacerle una señal con la mano para indicarle la posición de Akio, así que tuve que limitarme a esperar. Higashizawa sabía dónde se encontraba nuestro contrincante, así que seguramente se lo comunicaría a Light, por lo que yo tenía que esperar, por el momento.

Aquélla sería seguramente nuestra última oportunidad, así que cogí las dos pistolas que tenía en mi poder y, con una en cada mano, esperé a que Light hiciera algún movimiento. No sabía qué iba a hacer, pero teníamos que coordinarnos y ser rápidos, así que, aun escondida y asomando la cabeza, esperé al momento en que mi compañero y Higashizawa realizaran algún movimiento para pasar a la acción.

Spoiler: Mostrar

En fin, supongo que a Maya le toca esperar, de momento V:

EDIT: edito para cambiar un par de expresiones que no me gustaba cómo habían quedado.

[Soul Artist]

Esta es su historia...

Cuando Light se acercó a Higashizawa para preguntarle sobre dónde estaba Akio, este abrió los ojos como platos.

—¡No lo sé! ¡El enemigo es invisible!

Chasco. Toda la estrategia de Light se basaba en que el hombre le contestase dónde estaba el Maestro, en vez de ser avisado por Maya, la cual se había quedado esperando en su posición... Sin hacer nada.

Ella pudo ver lo que sucedió de inmediato. Akio buscó en sus bolsillos algo y lo lanzó contra los dos jóvenes: una granada temporizadora. Por mucho que Light intentase algo con ella, sus reflejos no eran los suficientes.

Explotó, y se llevó a ambos de por medio.

Akio echó a reír como un maniático. Quedaba Maya, pero la guerra ya estaba perdida. Si disparaba, él le devolvería los disparos sin problemas. Si se quedaba quieta, daba igual, pues Higashizawa ya había sido eliminado. Sucediese lo que sucediese... Era la máxima de las derrotas. Habían perdido...

Esta es la historia... De los héroes que fallaron.

Spoiler: Mostrar

Esto... Qué queréis que os diga... Mog se ha revuelto en su tumba.


Pensad que a las dos horas después todos se recuperaron de la parálisis. Pero nadie pudo quitarle nunca el título de rey del paintball al bueno de Akio.

De veras que esperaba que ganaseis. Pero vuestra estrategia estaba llena de agujeros, y en fin. Vuestros personajes acabarán aprendiendo el significado de ser una gran familia, estoy seguro.

Sin más, paso a las puntuaciones. No las comentaré, que con permiso, tengo tarde completita y esta Trama ya me ha robado mucho releyéndola xD:

Light.
Obtenidos 57 PX.
¡Subes al Nivel 4!
¡Subes al Nivel 5!
7 PX para Nivel 6...

Axelpower.
Obtenidos 55 PX.
¡Subes al Nivel 5!
¡Subes al Nivel 6!
25 PX para Nivel 7...

Zodiark.
Obtenidos 52 PX.
¡Subes al Nivel 3!
¡Subes al Nivel 4!
1 PX para Nivel 5...

Pues nada. Ahora debéis esperar a vuestras Tramas hasta el 21 de Septiembre, y vosotros que estáis en el Global ya sabéis por qué. Menos Axel, quien se va a una Trama anterior al EG en Tierra de Dragones.