[Tierra de Partida] ¡Protesto!

[Final Fan]

Akio le dedicó una mirada de circunstancias a Yagami. Seguía aburrido y se notaba, pero no iba a dar su brazo a torcer.

—Tú harás lo que yo te diga —respondió, con tono molesto, acomodándose en la silla.

Kailee entró entonces en la biblioteca con expresión alicaída mientras Yagami seguía con el grueso libro sobre la mesa tras la negativa de Akio a su idea de abandonar la lectura. Aparte de la extraña pareja, Kailee podría ver que en la biblioteca sólo estaban el moguri bibliotecario, Mogret, y otro aprendiz al que nunca había visto. Llevaba gafas y su cuerpo era... robusto. Gordo, más bien. Su malhumorado rostro no parecía invitar mucho a la conversación, y se encontraba, también enfrascado en la lectura.

—¿Te piensas que ser Aprendiz se trata sólo de pegar porrazos con tu llave gigante, novatillo? ¡Madura, anda! —exclamó, con tono sarcástico.

Mogret chistó al Maestro Akio mientras señalaba uno de los múltiples carteles de "Silencio, por favor" que había colgados en la estancia. El niño le dedicó una mirada asesina y le sacó la lengua mientras el moguri se daba la vuelta. Luego suspiró y tumbó la cabeza en la mesa.

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Fecha límite: el próximo fin de semana.
Kailee sólo puede postear los viernes y los sábados, así que os dejaré más tiempo e intentaré acortar un poco la trama para que no se os haga eterna.

[VaniRoxy801]

—Tú harás lo que yo te diga —le respondió Akio.

Otro suspiro por parte de Yagami. Volvió a mirar de reojo las páginas que le quedaban, que aún eran muchas. Cada vez estaba más aburrido. Justo en ese momento entró alguien en la biblioteca. Yagami miró hacia la puerta y se sorprendió del aspecto de la chica que estaba allí.

Orejas de gato. Sí, orejas de gato. La chica que había entrado a la biblioteca tenía algunos rasgos de gata, pero lo más destacable e imposible de pasar por alto eran sus orejas. Yagami sonrió, hasta ahora los aprendices que había visto en Tierra de Partida tenían aspecto completamente humano. Se quedó mirando curiosamente a la recién llegada hasta que la voz de su maestro Akio le devolvió a la realidad.

—¿Te piensas que ser Aprendiz se trata sólo de pegar porrazos con tu llave gigante, novatillo? ¡Madura, anda!

Justo en ese momento un moguri que había en la biblioteca le llamó la atención a Akio, chistándole y señalándole unos carteles en los que se rogaba silencio. Akio, como no, le devolvió una mirada asesina y le sacó la lengua.

Yagami no pudo evitar reírse por lo bajo. Akio le caía muy bien, había tenido suerte de tener un Maestro así. De hecho, estaba seguro de que pronto acabaría aburriéndose tanto que le permitiría dejar el libro e irse de la biblioteca. Pasó otra página del libro y siguió ojeándolo.

[Kailee]

Kailee apoyando su cabeza en la mesa desesperada pensó en preguntar a algún aprendiz. No se atrevería a preguntarle a Akio si por casualidad tuvo algo que ver, por el miedo que sentía,de todos los rumores que había oído sobre el.

Kailee vio como uno de los aprendices que estaban allí la sonreía. Iba vestido con ropa elegante, chaqueta negra, pantalones negros, una vestimenta normal. También se fijó de que sus ojos eran morados ''Vaya que ojos tan interesantes'' pensó deprimida, sabía que será duro emprender la misión sola, ¿por donde empezar? ¿Preguntarle al joven aprendiz machacado por Akio? O ¿Preguntarle al misterioso de gafas? Pues Kailee decidida se levantaba de la silla y se dirigía donde estaba el hombre de gafas y extrañas pintas.
—Uh... Le preguntaré a ese hombre...—Se decidió la chica.—¿Qué hago hablando sola? En fin...—

La chica se dirigía hacia donde estaba el hombre, pasando su cola por la cara de Akio sin intención y pensando ''Que no me eche la bronca por favor''
—Oh, discul-peme M-maestro Akio —dijo la chica con voz temblorosa.

Seguido de ese despiste se dirigió a la mesa donde estaba el hombre.

—Perdóneme mi nombre es Kailee y soy aprendiza de Lyn, ¿puedo hacerle unas preguntas?— Se dirigió al muchacho de gafas y malhumorado rostro.
—N-no quiero molestar, solo quiero hacerle unas preguntas y ya está.— Dijo decidida.

[Final Fan]

Akio gruñó cuando Kailee le dio con la cola en la cara. Estuvo a punto de soltarle algún improperio, pero se frenó en cuanto la chica se disculpó con él.

—Pues ten más cuidado si no quieres despertarte un día sin rabo, gatita —le dijo el Maestro, con una mirada viperina, antes de volver a su personal abstracción.

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Akio, el Maestro de las diabluras

Cuando el chico de gafas vio que la chica gato se le estaba acercando, su semblante huraño pareció suavizarse un poco debido a la sorpresa. Sin embargo, su cara de asombro se convirtió en algo diferente en cuanto Kailee le dijo que quería hacerle unas preguntas. Parecía tener miedo de algo.

—¿Q-que no quieres molestar? ¡Pues molestas, niña! —replicó, con evasivas—. Preguntas sobre qué, ¿eh? ¡No te conozco de nada! ¿Quién te envía? ¡Lárgate!

El siseante sonido del moguri pidiendo silencio volvió a oírse y el chico te dedicó una mirada de odio, como echándole la culpa a Kailee de que la hubiesen regañado. Comenzó a caminar hacia la salida de la biblioteca a paso ligero. Si la detective quería añadirlo a la lista de sospechosos le sería difícil si llegaba a irse... ¡ni siquiera sabía su nombre!

—Cada vez los aprendices son más estúpidos, en serio —decía Akio en voz baja mientras tanto, para luego dirigirse a su aprendiz—. Sólo basta con verte a ti, que ni siquiera eres capaz de leerte ese librito de nada en dos horas.

El tomo tenía más de mil páginas.

[VaniRoxy801]

La recién llegada se apoyó en la mesa pensativa. Parecía confundida, como si tuviese que hacer algo pero sin saber muy bien cómo.

—Uh... Le preguntaré a ese hombre...¿Qué hago hablando sola? En fin...

Eh... Sí, la chica estaba hablando sola. Rara… y curiosa, pensó Yagami. Siguió observándola con curiosidad hasta que se levantó, para dirigirse hacia otra persona que estaba en la biblioteca. Al verla de espaldas Yagami se fijó en que tenía cola. Al parecer la chica era una mezcla entre humana y gata.

La cola se movía a su aire, de un lado a otro y por alguna razón Yagami no podía quitarle el ojo, tal vez era debido a que era lo único mínimamente interesante que podía hacer ahora. Izquierda, derecha, izquierda, arriba, abajo, arriba, derecha… en la cara de Akio… Sí, la cola acababa de chocar en la cara del Maestro Akio.

—Oh, discul-peme M-maestro Akio —se disculpó la chica.

—Pues ten más cuidado si no quieres despertarte un día sin rabo, gatita —le respondió Akio.

Realmente la chica había tenido suerte de que Akio no le echara una buena bronca. Tal vez el Maestro Akio estaba muy aburrido como para discutir, porque le había visto perder los nervios por cosas más tontas. La gatita se dirigió hacia el otro chico que había en la biblioteca, mientras Yagami seguía mirándola pasando completamente del libro.

—Perdóneme mi nombre es Kailee y soy aprendiza de Lyn, ¿puedo hacerle unas preguntas?— El chico al que le preguntó se giró con cara de asustado—N-no quiero molestar, solo quiero hacerle unas preguntas y ya está.

—¿Q-que no quieres molestar? ¡Pues molestas, niña! Preguntas sobre qué, ¿eh? ¡No te conozco de nada! ¿Quién te envía? ¡Lárgate!

Vale, esa no era una reacción normal. El chico hasta se había puesto a gritar, lo que provocó que el moguri de la biblioteca les volviese a llamar la atención. Empezó a dirigirse hacia la salida con cara de cabreado.

—Cada vez los aprendices son más estúpidos, en serio. —de nuevo Akio trajo a Yagami a la realidad— Sólo basta con verte a ti, que ni siquiera eres capaz de leerte ese librito de nada en dos horas.

Akio seguía con su habitual amabilidad, mientras que Yagami seguía aburridísimo. Ojeó el libro de nuevo, comprobando que iba por la página 560 y el libro llegaba casi a las mil páginas. Dejó escapar otro largo suspiro. No le serviría de mucho quejarse, así que decidió seguir ojeando el libro y pasando las páginas aunque no se enterase de lo que leía.

Sin embargo seguía pensando en la extraña escena que acababa de suceder, y desde luego no podía quitarle ojo a la curiosa chica que estaba en la biblioteca…Orejas de gato…Sacudió la cabeza. Tenía que acabar el libro si quería salir de ahí. Volvió a pasar página, pese a no haber leído nada de esa hoja.

[Kailee]

—¿Q-que no quieres molestar? ¡Pues molestas, niña! —Gritó a Kailee y según Kailee pensaba, hoy no está para que la griten.—. Preguntas sobre qué, ¿eh? ¡No te conozco de nada! ¿Quién te envía? ¡Lárgate!

El moguri gruñó y mando a callar al hombre, que encima culpó a la chica por haberle echo gritar. El hombre se iba, y ella no podía hacer nada, el hombre parecía muy sospechoso.

—Señor moguri bibliotecario siento lo que voy a hacer. Le dijo al bibliotecario.— A ver señor, en primer lugar yo no le he gritado, y en segundo, no me envía nadie, estoy estudiando un caso, Fin. Solo necesitaba preguntar donde estuvo anoche y su nombre nada más. Si te enfadas solo es porque tienes algo que ocultar ¿No?— Le dijo la chica, hoy no era su día y no está para que la cabreen.

En un intento de seguir caminando hacía el hombre se mareó un poco pero siguió adelante pero esta vez su cola había pasado por el aprendiz que estaba con Akio.

—Discúlpeme aprendiz, Maestro Akio no me quite mi cola por favor.— Le dijo en un tono algo bromista mientras se ponía en la puerta para que el hombre no se fuera.

[Final Fan]

—¿Algo que ocultar? ¿Y-yo? Qué dices. ¡Yo no...! —el chico elevó el tono de voz, pero mitigó sus gritos al ver la mirada asesina que le estaba dedicando el moguri bibliotecario—. Si tuviese algo que ocultar no te diría mi nombre, ¿no? Soy Derhe. Derhe Yeno. Y ahora déjame en paz

El chico se dio la vuelta al fin y traspasó las puertas de la biblioteca con paso torpe, aunque ligero. Desapareció de la vista de Kailee en cuanto hubo avanzado un poco por el pasillo del ala oeste.

"Derhe Yeno añadido a la lista de sospechosos"
Akio parecía haber tomado cierto interés en la conversación entre Derhe y la chica gato... o al menos eso parecía. Se había quedado mirándolos con los ojos perdidos, así que uno no podía estar seguro de si les estaba haciendo caso de verdad o estaba abstraído pensando en quién sabe qué. Súbitamente, el Maestro se levantó de su asiento, pasó por detrás de la silla de Yagami y le dio un golpe en la espalda para indicarle que le siguiese. Siguió caminando rápidamente hacia la salida de la biblioteca y pasó también al lado de Kailee, a quien llamó la atención de forma parecida. El niño se quedó fuera esperándolos, de pie delante de la puerta.

¿Qué querría?

[VaniRoxy801]

—Señor moguri bibliotecario siento lo que voy a hacer. — Yagami levantó la vista del libro. Era aquella chica otra vez, que se dirigió hacia el tipo con gafas que le acababa de gritar y le soltó una buena bronca— A ver señor, en primer lugar yo no le he gritado, y en segundo, no me envía nadie, estoy estudiando un caso, Fin. Sólo necesitaba preguntar donde estuvo anoche y su nombre nada más. Si te enfadas sólo es porque tienes algo que ocultar ¿No?— Vaya, la chica parecía cabreada.

De todas formas no debía distraerse, tenía que seguir con el libro y acabarlo lo antes posible. O eso intentó, hasta que algo peludo se le restregó por la cara, haciéndole perder la poca atención que tenía sobre el libro.

—Discúlpeme aprendiz, Maestro Akio no me quite mi cola por favor.

Yagami se rascó la nariz. La cola de la chica gata acababa de pasar por su cara. Yagami buscó con su vista a la chica, que ahora estaba en la puerta, al parecer bloqueando la salida para el tipo con el que había discutido. Iba a quejarse por lo que había ocurrido, pero el otro chico habló antes.

—¿Algo que ocultar? ¿Y-yo? Qué dices. ¡Yo no...! —el chico seguía gritando y al parecer el moguri de la biblioteca estaba perdiendo cada vez más la paciencia, así que bajó un poco el tono de voz— Si tuviese algo que ocultar no te diría mi nombre, ¿no? Soy Derhe. Derhe Yeno. Y ahora déjame en paz.

Dicho esto el chico abandonó la biblioteca. Que escena más… curiosa. Sentía interés por saber de qué iba todo eso, parecía que había ocurrido algo importante. Pero no debía distraerse, debía seguir con el libro antes de que Akio le diese otra bronca. Miró hacía su Maestro para ver si se había dado cuenta de su despiste, pero al mirarle vio que Akio parecía haberse concentrado también en la discusión que acababa de ocurrir.

El Maestro Akio se levantó de la silla, pasó por detrás de Yagami y le dio un golpe en la espalda, como si quisiera que se siguiera. Al principio Yagami estaba un poco confuso, pero se levantó rápidamente al ver que Akio se dirigía hacia la salida. De camino, el Maestro Akio también le llamó la atención a la chica gato para que fuese con él. El Maestro se quedó fuera esperándolos.

—¿Pasa algo Maestro Akio? — le preguntó Yagami mientras salía de la biblioteca.

[Kailee]

Después de el ''papelón'' que hizo Kailee (según ella) el chico se dispuso a contestar.
—¿Algo que ocultar? ¿Y-yo? Qué dices. ¡Yo no...! —El hombre se puso a elevar su tono de voz, mientras el bibliotecario le mandaba a callar solo con la mirada.—. Si tuviese algo que ocultar no te diría mi nombre, ¿no? Soy Derhe. Derhe Yeno. Y ahora déjame en paz

Después de insistir el chico dijo su nombre, y con la misma se fue. Kailee estaba extrañada por la cara que tenía Akio, ''Dios, me van a castigar''. Estaba muy preocupada porque ella sabe que Akio es un maestro diferente a los demás.

"Derhe Yeno añadido a la lista de sospechosos"


—¡Uff, menos mal, pensé que se me iba a ir sin saber su nombre!¡Miau! Ya no estoy tan triste— Dijo la chica entusiasmada mientras, se daba cuenta de que no debía maullar mientras estuviera en la biblioteca.

La chica se fijó como Akio se iba de la biblioteca y también su aprendiz y parecía que quería que Kailee le siguiera. ¿Se habrá metido en algún lío?

La chica agarrándose fuerte la cola por el miedo a que se la quite, siguió a Akio y a su aprendiz.

—¡Miau! ¡M-maestro Akio no me quite mi cola porfavor!— Chilló asustada.

Kailee pensó que Akio no la había llamado precisamente para eso.

—Oh, discúlpeme, ¡Miau! ¡Creo que me a llamado para otra cosa!— Se llevó una mano a la cabeza y sonrío.

[Final Fan]

Yagami y Kailee se encontraron entonces con el Maestro Akio frente a ellos.

El pequeño miró de arriba a abajo a cada uno: primero a Kailee, parándose en cada uno de sus rasgos felinos y en su expresión agitada. Se notaba lo nerviosa que estaba, y a Akio parecía hacerle gracia. Luego posó sus ojos en Yagami, su aprendiz, con los ojos entornados y una expresión inescrutable. Asintió, como si hubiese decidido algo.

—No te cortaré la cola —dijo, dirigiéndose a Kailee, aunque parecía hacerlo a regañadientes—. No es mi estilo. Pero tengo entendido que estás buscando a los culpables de cierto... crimen.

El Maestro sacó una nota del bolsillo. Estaba escrita con la letra de Gerard, que Kailee conocería bien.

Maestro Akio, oh grande y humilde, señor de todas las habilidades y competencias, dios de la guerra y las travesuras.

Los dueños del Gremio hemos sufrido un ligero percance: nos han robado los carteles del Tablón de Misiones. Hemos decidido contratar los servicios de dos aprendizas para encontrar al culpable y realizar un juicio justo para definir quién lo es en realidad. Nos gustaría que usted ejerciese de juez en el proceso.

Esperamos una respuesta de su Señoría,
~Gerard el camarero

—Y da la casualidad de que a mí me tocará decidir quién ha sido. ¿Pero para qué esperar, verdad?

El niño levantó un dedo hacia el techo y luego lo bajó rápidamente hasta señalar...

—¡Este chico es sospechoso a unos niveles incuestionables! ¡Y no consentiré que no vaya a juicio!

...a Yagami.

Yagami Kiryu añadido a la lista de sospechosos.
Akio le dedicó a su aprendiz una mirada triunfante, pero con una sonrisa dibujada. Quizás sabía que Yagami no había leído nada del libro que le había encomendado y que se había limitado a pasar las páginas porque sí...

—Y ahora os dejo juntitos para que os peguéis o lo que sea que hagáis los aprendices de ahora. ¡Te veré en el juicio, delincuente!

...o quizás buscaba una excusa para escaquearse del aburrimiento de la biblioteca. Akio desapareció tras un pasillo con paso ligero.

[VaniRoxy801]

—¡Miau! ¡M-maestro Akio no me quite mi cola por favor! — La chica parecía algo preocupada por la amenaza que había recibido antes por parte de Akio.

Los tres estaban ya fuera de la biblioteca, habían seguido a Akio y estaban esperando a ver qué era lo que les quería decir.

—No te cortaré la cola — le dijo Akio a la chica. Lo dijo un poco a desgana, como si realmente quisiese cortarle la cola.

—Oh, discúlpeme, ¡Miau! ¡Creo que me ha llamado para otra cosa! — La chica parecía ya más relajada. Akio siguió hablando.

— No es mi estilo. Pero tengo entendido que estás buscando a los culpables de cierto... crimen.

Yagami miró entonces hacia su Maestro. Ése debía ser el motivo por el cual quería hablar con la chica gata pero, ¿por qué le había dicho a él también que le siguiera? Akio sacó un papel de su bolsillo en el que se podía leer:

Maestro Akio, oh grande y humilde, señor de todas las habilidades y competencias, dios de la guerra y las travesuras.

Los dueños del Gremio hemos sufrido un ligero percance: nos han robado los carteles del Tablón de Misiones. Hemos decidido contratar los servicios de dos aprendizas para encontrar al culpable y realizar un juicio justo para definir quién lo es en realidad. Nos gustaría que usted ejerciese de juez en el proceso.

Esperamos una respuesta de su Señoría,
~Gerard el camarero

— ¿El Maestro Akio de juez en un juicio justo? Mala elección… —pensó Yagami. Pero aún así, ¿tanto revuelo porque se habían robado los carteles del Tablón de Misiones? Y si esa gatita era una de las dos que había contratado… ¿Dónde estaba la otra aprendiza? — Menuda tontería…

Justo en ese momento, su Maestro alzó el dedo y señaló hacia Yagami.

—¡Este chico es sospechoso a unos niveles incuestionables! ¡Y no consentiré que no vaya a juicio! —dijo Akio dedicándole una sonrisa a Yagami.—Y ahora os dejo juntitos para que os peguéis o lo que sea que hagáis los aprendices de ahora. ¡Te veré en el juicio, delincuente! —Dicho esto se fue rápidamente.

— Pero será… —Akio acababa de escaquearse del aburrimiento de la biblioteca y le había dejado a él en medio de un marrón. Sí, ése era su Maestro. Por muy bien que le cayese a veces le daban ganas de echarle la mano al cuello.

Bueno, nada podía hacer ya, su Maestro se había escapado lo más rápido posible y le había dejado a solas con Kailee, que si Yagami no se equivocaba, pronto empezaría a taladrarle con preguntas sobre el robo de carteles.

— Oye gatita, escucha, — se adelantó — no tengo ni idea de que va todo esto, pero no pienso perder el tiempo con interrogatorios ni cosas así. Mi Maestro me la acaba de jugar, así que no me molestes ahora.

[Kailee]

El chico empezó a examinar a Kailee de arriba a abajo, notando sus rasgos felinos y el miedo que tenía Kailee hacía el, porque sabía que Akio era capaz de humillarla y ella no poder hacer nada.

—No te cortaré la cola — Dijo el maestro, mientras, Kailee en su mente disparatada y alocada daba una fiesta por no tener que perder su cola.

— No es mi estilo. Pero tengo entendido que estás buscando a los culpables de cierto... crimen.

—¡Sí! ¡Eso es lo que hago! ¡Investigar! Bueno, antes tenía a mi compañera pero... tuvo que irse... ¡Pero no parece tan difícil ya tengo un sospechoso! — Siguió entusiasmada, encontrar al primer sospechoso le a echo recuperar los ánimos.

Entonces el maestro quiso mostrar a Kailee un papel en el que decía:

Maestro Akio, oh grande y humilde, señor de todas las habilidades y competencias, dios de la guerra y las travesuras.

Los dueños del Gremio hemos sufrido un ligero percance: nos han robado los carteles del Tablón de Misiones. Hemos decidido contratar los servicios de dos aprendizas para encontrar al culpable y realizar un juicio justo para definir quién lo es en realidad. Nos gustaría que usted ejerciese de juez en el proceso.

Esperamos una respuesta de su Señoría,
~Gerard el camarero

—Bueno, tiene un parecido con el mio ¡Miau! Y también es de Gerard!— Gritó como siempre.

Entonces Kailee vio como Akio señalaba a Yagami por alguna razón.

—¡Este chico es sospechoso a unos niveles incuestionables! ¡Y no consentiré que no vaya a juicio! —dijo Akio dedicándole una sonrisa al aprendiz.—

—¡MIAU! ¿¡El aprendiz es sospechoso!? Vaya, tenía cara de buen chico. En fin — Cogió una especie de libretita pequeña y escribió el nombre.

Yagami Kiryu añadido a la lista de sospechosos.

Kailee estaba aún más feliz, ¡Tiene a dos sospechosos! Eso significa que solo le queda uno.

Y ahora os dejo juntitos para que os peguéis o lo que sea que hagáis los aprendices de ahora. ¡Te veré en el juicio, delincuente! —¡¿Pegarnos?! Pensó Kailee.

—Miau... Yo no me voy a pelear con nadie.— Le dijo mientras veía como se iba.

— Pero será… —Kailee veía como el aprendiz parecía furioso, ¿era sospechoso?

— Oye gatita, escucha, — se adelantó — no tengo ni idea de que va todo esto, pero no pienso perder el tiempo con interrogatorios ni cosas así. Mi Maestro me la acaba de jugar, así que no me molestes ahora.

— ¡Miau! ¡Yo no molesto! Y mi nombre es Kailee.— Le dijo la chica, eso de No me molestes le había afectado, ya que sabía perfectamente que le molestaría.—Siento decirte que te seguiré a todos lados— Esta le guiño un ojo y sacó la libreta para apuntar todo comportamiento extraño.

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Edit, porque puse el pensamiento de yagami por error xDDDDDD

[VaniRoxy801]

— ¡Miau! ¡Yo no molesto! Y mi nombre es Kailee.—La chica parecía molesta por lo que le había dicho.

— Como sea. — respondió Yagami. Se llevo una mano a la cabeza— Agh… Jodida biblioteca, necesito tomar el aire. Bueno, yo me voy a los jardines, un placer haberte conocido y todo eso.

Yagami empezó a andar por el pasillo para dirigirse hacia los jardines de Tierra de Partida y despejarse un poco, pero Kailee le habló.

—Siento decirte que te seguiré a todos lados— Yagami se giró lentamente, para ver como la chica gata le guiñaba el ojo y sacaba una libreta mientras exhibía una sonrisa inocente. Era una chica mona, pero tal vez demasiado pesada.

— No puedes estar hablando en serio… Ya te he dicho que no sé nada de todo esto, acabo de enterarme. — Yagami volvió a girarse para seguir su camino hacia los jardines, pero la chica le siguió— A mi Maestro le encanta gastar bromas, pero te digo en serio que no he hecho nada, deja de seguirme.

Siguió avanzando por el castillo, aún con la aprendiza detrás suyo, hasta que llegó a la entrada principal y salió a los jardines. Por fin un poco de aire fresco. Estar tanto tiempo encerrado en la biblioteca le había dejado algo cansado. Respiró fuerte y empezó a caminar por el sendero mientras Kailee le seguía todavía.

— Oye, no se te ha ocurrido, por ejemplo, ¿seguir al otro tío de la biblioteca? — La chica parecía que no se iba a separar de él, así que tenía que encontrar alguna manera — Con los gritos que pegaba me extraña que no le consideres más sospechoso que a mí.

[Kailee]

Despues de seguir al pobre chico, Kailee observaba el comportamiento de Yagami, sus movimientos su forma de hablar, su actitud todo era importante.

En su libretita ponía:

''¡Lista de sospechosos!

El primero un chico tartamudo, parecía que ocultaba algo, y ¡ME GRITO! Seguro que nadie le quiere.
Derhe Yeno
Luego el otro ''sospechoso'' que tampoco me parece tan sospechoso pero ¡Lo es! No es muy simpático y tiene andares raros, y estoy siguiéndole.
Yagami Kiryu

Mas notas: ... Nada por el momento ''

Kailee seguía caminando, siguiendo a Yagami, mientras murmuraba palabras en idioma animal.

— No puedes estar hablando en serio… Ya te he dicho que no sé nada de todo esto, acabo de enterarme. —El chico se dirigía a su destino, pero Kailee seguía siguiéndole.— A mi Maestro le encanta gastar bromas, pero te digo en serio que no he hecho nada, deja de seguirme.

—Miau... no es que no te crea si no que ... ¡No tengo nada mejor que hacer! Ademas sigues siendo sospechoso.— Contestó la chica.

Seguían caminando y llegaron a los jardines.

— Oye, no se te ha ocurrido, por ejemplo, ¿seguir al otro tío de la biblioteca? —Kailee le seguiría a toda costa.— Con los gritos que pegaba me extraña que no le consideres más sospechoso que a mí.

— No se quien fue pero si el Maestro Akio lo dijo, mi obligación es creerle ya que me encanta mi cola...— Dejo la mirada con un poco de miedo.

[VaniRoxy801]

— No sé quien fue pero si el Maestro Akio lo dijo, mi obligación es creerle ya que me encanta mi cola...— La chica parecía asustada.

— No te asustes tanto, no creo que te corte la cola. —Aunque tal vez sí, pero lo mejor ahora era tranquilizarla— Aparte de eso, te repito que yo no soy el culpable.

Tras caminar un poco más por el sendero, llegaron a una explanada con algunos árboles. Yagami se dirigió hacia uno de ellos y se tumbó bajo la sombra, poniendo sus manos bajo su cabeza.

— Yo me voy a quedar un rato aquí descansando. — dijo Yagami— Lo digo por si sigues insistiendo en no separarte de mí. Siéntate si te apetece, gatita.

Yagami cerró los ojos. Qué bien le venía el descanso, no iba a acercarse a la biblioteca en una buena temporada. Maldito Akio, encima que le obligaba a perder toda la mañana en un libro aburridísimo, le metía en medio de una investigación de un robo. Aunque pensándolo bien… parecía interesante y todo. Y visto que la chica seguía sin despegarse de él, tal vez le ayudaba con el caso para entretenerse un poco.

— Oye, ¿cómo llevas esa investigación?— le preguntó Yagami a Kailee. Sí, ya que su Maestro se había largado y no quería perder el tiempo buscándolo para entrenar, se entretendría un poco con el caso del robo de carteles.