¡Ya está!A duras penas, el aprendiz consiguió introducir ambas pertenencias para obstruir dos de los múltiples tubos de escape. Sin más espera, y antes de que la máquina hiciera el siguiente movimiento, Kairi ejecutó de nuevo la combinación de agua y electricidad que, en teoría, debería detener a una máquina como aquella.
Light, ingenuo, esbozaba una sonrisa confiada, esperando que la máquina diera los primeros indicios de un posible error fatal; o mejor, que simplemente se desconectara, terminando de esta manera con la amenaza que representaba para aquella mina.
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DOS vías de escape obstruidas. Encendiendo vías de escape alternativas.¿Vías alternativas? Nada que pudiera sorprenderle a estas alturas.
La máquina realizó los ajustes necesarios para resolver este inconveniente. Light, acorralado y desesperado, maldijo en bajo a la endemoniada máquina, mientras intentaba pensar su siguiente movimiento. Un intento inútil.
Deseaba que resultara tan sencillo como concentrar todas sus fuerzas en los brazos y ejecutar un mandoble para aplastar a su enemigo, pero no; la máquina estaba a prueba de golpes. Deseaba poder utilizar todos sus sentidos en la pelea, pero no; sin querer, habían dañado el sistema de iluminación de la galería, mientras que la chatarra de su adversario, en cambio, podía utilizar la temperatura de sus cuerpos para localizar sus posiciones.
En definitiva, no sabía qué hacer ni cómo reaccionar ante este improvisto. Sólo podía toser, aunque la cosa no quedó ahí, sino que empezó a experimentar un intenso escozor en ojos y garganta, como consecuencia del humo sin filtrar que la máquina estaba expulsando en ese momento.
Cerró inmediatamente los ojos y utilizó su diestra para taparse la boca, nariz incluida. Retrocedió escasos pasos, tembloroso. Quería correr y alejarse del rango de la humareda para después contraatacar, pero no le era posible.
Reacciona. No podía. La oscuridad y el sonido desagradable de la excavadora podían considerarse las responsables. El terror le había paralizado completamente, y sin las indicaciones del gato de Kairi no podía localizar a la gran excavadora, aunque… ¿De qué serviría? Ya no le quedaba absolutamente nada que utilizar contra ella.
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Iniciando protocolo ECO-UNO-SIETE. Encendiendo BOBINAS DE TESLA. Carga: THUNDARA.Reacciona. Quería, pero no podía. Sus piernas no le respondían, estaban clavadas en el suelo. Solamente pudo abrir los ojos para comprobar el misterioso y amenazante fulgor que les rodeaba.
Reacciona. REACCIONA. Fuera lo que fuera, terminó por alcanzarles. Un rayo enorme cayó, impactando contra ellos.
La descarga resultó letal para el aprendiz. La electricidad en su estado más puro se introdujo dentro de su cuerpo. Era un poder tan abrumador que sentía como si le quemaran todas sus entrañas. Un dolor indescriptible: sentía que iba a ser reducido a cenizas. Se imaginaba a sí mismo ardiendo, al igual que hacían las brujas medievales en la hoguera. Todos los bellos de su cuerpo se alzaron hacia arriba; cabellera incluida, aún más.
Quería chillar, y mitigar el insufrible dolor de alguna manera. Únicamente pudo morderse la lengua y las mejillas para conseguirlo. Mientras su cuerpo convulsionaba sin remedio, su boca se llenó de espuma y sus ojos se quedaron en blanco, una imagen desagradable.
Era imposible de creer. ¿En serio iban a morir allí abajo?
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Pe… per… per… per…¿Pero qué acaba de pasar? Colapsó.
No tenía fuerzas para pronunciar una sola palabra, debido en parte a la espuma concentrada que empezaba a salir de su boca.
Light prácticamente se había desvanecido, cayendo de bruces sobre el suelo arenoso, que amortiguó en parte la caída. Cualquiera que pasara por ahí y viera su cuerpo, podría barajar perfectamente la posibilidad de que se encontraba sin vida, aunque no era así. Estaba vivo, e incluso consciente.
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¿Os gusta mi trabajo, Portadores de la Llave? ¡Lo he construido yo misma! ¿No es impresionante? ─preguntaba una voz desconocida para los aprendices, quien se reía descaradamente de su mala fortuna.
Qué desagradable. La risotada bastó para que consiguiera recuperar completamente el sentido, mas su cuerpo seguía postrado en el suelo, sin posibilidad de poder moverse. Apretó su mandíbula, indignado.
¿Quién se atrevía a reírse de ellos?
¿¡Quién!?─
Aunque parece que ya lo habéis descubierto por vuestra propia cuenta, me atrevería a decir que mi querido juguete no tiene... >>...ni un solo punto débil.¿Hemos perdido? Alérgico a las derrotas, al fin y al cabo. Finalmente, el chico había logrado recuperar el control de su cuerpo. Inmediatamente apretó ambos puños, atravesando su propia piel con las uñas de los dedos. Cesaría de hacerlo en cuanto escuchara la voz de su compañera de misión.
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¿Es... estás... bien? ─preguntaba Kairi, aunque no hubo respuesta por parte de Light. Únicamente su respiración entrecortada sería lo que escuchara de éste─.
Toma... Usa esto...─
Gra-gracias.
Sin más preámbulo, estiró el brazo y buscó a ciegas la poción que Kairi le había tendido. Una vez diera con el pequeño frasco, lo cogería rápidamente y se lo llevaría hasta la boca, tras quitar el tapón o similar correspondiente.
Los efectos curativos del brebaje no tardarían en hacer su efecto, aliviando parte del dolor. En cuanto notara los primeros efectos de la poción se levantaría del suelo (con alguna que otra dificultad). Enfadado hasta límites insospechados, y con el orgullo hecho pedazos, se dirigió a la voz femenina, en particular.
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¡¡Me importa una mierda que ese trozo de chatarra no tenga ningún punto débil, hija de puta!! ─vociferó colérico, resaltando especialmente aquel insulto.
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¡Tú, quienquiera que seas, no te perdonaré todo el daño que nos has hecho! ─advirtió Kairi, cabreada al igual que Light─.
¿No te da vergüenza? ¡Ahora mismo nos vas a explicar quién eres y qué es lo que pretendes con esta máquina! ¡Además, vas a destrozar la mina! Y no lo podían permitir, en ningún caso.
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Esta mina actualmente es explotada por mineros que se ganan la vida honradamente, y tú no eres nadie para echarla abajo. ¡Tú y tu estúpida máquina representáis un peligro para este mundo! Abandona este lugar con tu trasto inmediatamente ─espetó rotundamente, deseando que el diálogo resultara suficiente para detenerla, aunque dudaba que fuera así.
>>¿Y quién demonios eres? Tú sabes sobre nosotros, los Portadores de la Llave Espada. ¿Procedes del bando de Ryota y Ariasu, por un casual?