Nadhia y DerNadhia se elevó con gracia en el aire, adaptándose al medio que dominaban los sincorazón, y sobrevolando la ciudad a sus pies, al tiempo que era rodeada por las bolas con ojos. Gritó a su Maestro y su voz se escuchó por toda la colina. Sin embargo, mientras tanto, los sincorazón no se quedaron quietos y se abalanzaron contra ella. Sus reflejos no fueron, ni por asomo, suficientes para esquivar a los tres, y cayó irremediablemente de nuevo a la nieve, a mitad de camino de la colina.
Sin embargo, por ésta ya bajaba el punto rojo a quien Nadhia tan desesperadamente había llamado, con la Llave Espada en mano.
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¿¡Qué haces aquí!? ¡Nunca deberías haber venido! ―parecía cruelmente enfadado, ignorando las heridas recién adquiridas de Nadhia―.
¿Es que sólo sabes decepcionar a la gente?Los sincorazón se lanzaron inmediatamente a por él. Akio blandió su arma contra ellos, golpeándolos y siendo golpeado, hasta lograr deshacerse de hasta dos. Nadhia, aunque hubiese querido, no estaba al nivel de dicho combate, pues se movían a una velocidad que no podía igualar. De todas formas, estaba exhausta, y notaba la gravedad de sus heridas.
Y cuando parecía haber esperanza en que Akio despachase al último y acabara el cruel combate, aparecieron más, surgiendo de las sombras y la oscuridad. Eran bolas, fantasmas, humanoides desgarbados y cajas como las que ya habían enfrentado con anterioridad. Akio continuó luchando contra todos ellos con ferocidad, no siendo consciente de si Nadhia se unía o no a la pelea.
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¡Mira lo que has hecho! ―le reprochó.
¿Y qué culpa tenía ella de la reaparición de más sincorazón? A no ser que… el grito…
Entonces, se oyó un disparo y Akio miró abajo, a su propio cuerpo, antes de darse cuenta de que le había alcanzado. Se agarró la herida, tan cercana al corazón que, pese a no haberlo alcanzado de lleno, lo había dañado de gravedad. Se giró hacia el soldado dentro de la caja que lo había disparado y lanzó al aire su Llave Espada contra él, con rabia, evaporándolo al momento.
Era el último. No quedaban más sincorazón. Sin embargo, el final aún estaba por llegar. Akio se desplomó en el suelo, incapaz de sostenerse más en pie. Le costaba respirar y un hilillo de sangre salía de su boca
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Ha sido… una vida muy corta… ―miró con ojos vidriosos a Nadhia. Cualquiera diría que, en una ocasión, aquel niño había sonreído en un polvoriento desván de tal manera que dicha sonrisa no se borrara de la memoria de la aprendiza―.
¿Cuántos años me has quitado…?Los ojos se le cerraron con lentitud, apoyó su cabeza contra la fría nieve, ahora enrojecida por su sangre, y todo su cuerpo pareció relajarse. Sólo que en realidad no lo hacía.
Estaba muerto.
Por otro lado, Der salió, como mucho, unos minutos después de Nadhia. Y lo que vio, sin duda, le dejó helado: a una Nadhia tirada sobre la nieve frente al tiovivo y fría al tacto. Prácticamente muerta. Si no hubiese sido por la lenta respiración de su pecho al bajar y subir, nadie habría tenido esperanza al verla en semejante estado de congelación.
Escuchó la risa estridente de una niña, que no parecía tener foco alguno, como la del malo de una película horrorosa que se jacta de su victoria. Justo cuando están a punto de ser vencido por los buenos, claro.
¿Y quiénes eran los buenos?
Hiro, Mei y AxelY por supuesto, porque él quería y no por ninguna otra razón, Der salió de la habitación dispuesto a seguir a Nadhia. Mientras tanto, Hiro se preparaba para batallar contra los intrusos, acudiendo al Grillo especial que había obtenido hace poco. Éste se materializó en la jaula, con cara somnolienta, como si hubiera estado durmiendo hasta hacía poco. Posó la cabeza sobre sus patitas y continuó la siesta.
Hime se rio ante la proposición de Hiro.
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Y si no lo consigues, tendrás que tomarte todo el café ―propuso ella. Nadie diría que estuviesen hablando sobre el rapto de una persona―.
Para que no se eche a perder.Sin embargo, parecía que al menos iba a ser probado por Zait, que se sentó en el sofá, lo probó y manifestó su deseo de quedarse allí como apoyo, pasase lo que pasase. Tal vez se había cansado, o no le apetecía ni participar en el combate ni salir a helarse el culo, por lo que estaría a un segundo plano.
Santa Claus, por otro lado, seguía encarándose con Axel y Yagami:
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No tengo todo el día. Aún tengo mucho trabajo por delante.No debía de hacerle mucha gracia que fueran a destruir su casa, como ya anticipaba Hiro, pero parecía no quedarle otra. Y no respondió a Mei, debido a que primero debían ver la reacción de los interesados.
Y ésta, se hizo bastante esperar, acrecentando la tensión del ambiente hasta límites insospechados. No obstante, al final Yagami reculó, decidiendo que no merecía la pena entonces empezar un combate con tanta desventaja. Anunció que se marcharían por donde se habían ido y franqueó de nuevo la puerta. Axel, al verse solo, tuvo que seguirle.
Volvían a estar de nuevo los dos solos, en el taller de Santa Claus, a tan sólo una puerta del resto de aprendices que habían dejado atrás. Tal vez les dejasen marchar, o tal vez les siguieran, pero tenían que decidir el próximo movimiento, y rápido.
Y Yagami tenía otros planes. Le dijo a Axel que volvería con Shinju para informarla y regresó por el camino de la ventana, dejando al aprendiz solo… y ante el peligro.
En la otra habitación, Santa Claus soltó un suspiro de alivio y volvió a sentarse, creyendo que la tormenta había pasado.
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Gracias por defenderme, muchachos ―agradeció, lo primero―.
Espero que esos dos no vuelvan. Ya tenemos muchos problemas con los sincorazón. ¿Qué estábamos diciendo antes de que nos interrumpieran? ―preguntó. Era el momento perfecto de Hiro para desviar el tema hacia una dirección que no tuviera nada que ver con payasos.
Puede que sí se hubiesen ido en son de paz, como creía Santa Claus, o que lo volvieran a intentar de otro modo. ¿Quién sabe? ¿Debían fiarse los aprendices? En sus manos quedaba. Pero, por el momento, su objetivo principal y fundamental era proteger a Santa Claus y mantener a raya a los sincorazón. ¿Cómo lo harían?
Hime se quedó pensativa, observando el lugar por donde se habían marchado Axel y Yagami.
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¿Pero había una puerta de salida por ahí…?Fecha límite: 22 de junio
VIT de Axel: 40/40
PH de Axel: 15/18
VIT de Nadhia: 10/30
PH de Nadhia: 4/22
VIT de Hiro: 20/20
PH de Hiro: 20/22
Balas de Hiro: 11/15
VIT de Mei: 14/14
PH de Mei: 11/20
Axel está temporalmente ausente. Y sobre el tema de Zait y Yagami, no contéis con ellos On-Rol, pero sabed también que no los puedo manejar como ayuda secundaria, por lo que quedan relegados a floreros.