—¡Tú!Por desgracia, en cuanto oyó ese “aviso” Malik supo que Ronin le había alcanzado. Y la presa que le hizo justo después, aun sabiendo que era él, hizo que se le cortara el aliento de golpe, por culpa del susto en la oscuridad. Emitió un gimoteo ahogado e intentó liberarse pero le fue imposible. Aquel hombre, igual que la mujer, era asombrosamente fuerte.
—Oye, ¿acaso pensabas que ibas a poder con esas criaturas tú solo? —Ronin le estampó fuerte contra la pared, quizá para dejarle claro que no estaba para jugar al pilla-pilla. El tono de su voz denotaba amenaza y eso le hizo ver a Malik que debería dejar de tentar a su suerte si no quería que ese tipo se enfadara de verdad—
No te falta valor, eso lo admito. Pero un hombre de tu edad debe pensar con la cabeza fría. No puedes adentrarte a su territorio de esa manera, o acabarás siendo uno de ellos.Malik apretó el puño. Le estaba sacando de quicio entre unas cosas y otras, por más razón que tuviera. Pero fue por eso por lo que no le replicó, porque tenía razón y sabía que dejarse llevar por el ímpetu no le reportaría anda, menos en una situación como esa. Él no era así… aunque se sentía jodidamente frustrado.
Ronin le soltó y segundos después, igual que con Lyn, su mano derecha brilló y apareció una llave similar, como un arma. Malik aguantó la respiración contemplando el brillo que iluminaba la calle, de nuevo asombrado. ¿Cómo hacían eso? ¿Qué era esa… cosa? La luz, después de acostumbrarse a la oscuridad, le hizo daño en los ojos y tuvo que entornarlos un poco, antes de que pudiera mirar directamente.
—No me queda otra, ven conmigo —dijo, instándole a que le siquiera, o más bien resignado a que lo hiciera—.
Espero que estés preparado para emociones fuertes, chaval.Malik avanzó un par de pasos después de que Ronin comenzara a caminar, siguiéndole algo reticente. Al menos ahora podía ver, y no se sentía tan inválido y vulnerable.
Varias calles y manzanas más allá, llegaron a un callejón bastante holgado y amplio, en el cual se estaba desarrollando el final de un “combate”. Malik retrocedió ante la tumultosa perturbación de los rayos, salidos de ninguna parte, hasta que se dio cuenta de que era Lyn, llave gigante en alza la que los estaba provocando, acabando con los sincorazón que la rodeaban. La maravilla del suceso le dejó abrumado y completamente sobrecogido. Aquello era algo sobrenatural e inaudito, magia pura que jamás había visto ejercer. Aquellas personas… tenían que ser magos muy poderosos. Malik sintió un hondo e instintivo respeto hacia ellos.
Sin embargo, cuando los sincorazón se desintegraron y la luz se hizo menos potente, Malik se fijó en que Lyn no era la única que estaba dentro del círculo.
«No… ».Quiso correr junto al cuerpo de Sherek pero los pies no se movieron y en dos segundos, ellos ya habían actuado. No, por favor no, no podía ser, ¿ella también?
—¡¡Ronin!! —Lyn gritó, señalando el cuerpo de la muchacha. Malik estaba congelado y de no ser por ellos, seguramente se habría quedado ahí plantado como una palmera, ido.
—¡Vámonos!El camino de vuelta se le hizo terriblemente largo.
* * *—Una puñalada —fue el dictamen de Ronin, después de haber examinado la herida de Sherek—.
Alguien debió atacarla antes de encontrarse con los sincorazón. Sherek estaba aun viva, pero no por mucho. Había perdido mucha sangre y estaba muy débil. De no ser por la ayuda de los otros dos, Malik sabía que no habría aguantado.
Malik no sabía qué más hacer. Se encontraba en un estado aislado e imperturbable, impertérrito, desolado. Aquella chica, que en nada y menos había supuesto una gotita de luz en su vida oscura y solitaria, de repente se iba a ir también, y él de nuevo se quedaría solo. No sabía por qué siempre le sucedía eso, parecía estar destinado a permanecer solo. Sherek quizá no habría llegado a ser mucho pero le dolía profundamente que por su culpa, ella fuera a morirse. Quizá si no se hubieran tropezado, si no hubiera salido a buscar alguna guía que pudiera decirle qué tenía que hacer con su vida quizá… quizá Sherek habría podido vivir más.
No era justo.
Malik, sentado junto al lecho donde yacía Sherek, ni siquiera se fijó en el ratoncito blanco. No prestó atención a los movimientos de Ronin, ni a la presencia de Lyn. Realmente sólo quería que se fueran y los dejaran en paz.
—Ronin, acabemos el trabajo —oyó a Lyn decir, sin que eso consiguiera que dejara de mirar a Sherek—.
Ella sabe dónde están esos documentos. —¿Lyn?—¡Que acabes el trabajo! —exclamó ella, haciendo que Malik alzara la cabeza y la mirase por fin, pudiendo ver una mueca parecida a la desolación—
Pregúntale. Y vámonos. No me apetece verla morir.Malik entreabrió los labios.
—¿Qué?¿No la iban a curar?
—¿Estás de acuerdo con que muera? —preguntó Ronin, arqueando una ceja.
—Las normas son las normas, Maestro Ronin —replicó Lyn con desafío—.
Es una herida de arma blanca. No es de un sincorazón. No es asunto nuestro.—Lyn... Ronin, ¿maestro?, se acercó a Sherek y le preguntó algo que Malik no llegó a oír, inmerso como estaba en sus propias cavilaciones. Aun así, vio la sonrisa de la muchacha y se le hundió más el corazón.
—Cuando... cuando volví un día a mi hogar, esos papeles ya... no estaban —dijo ella, tosiendo después.
—Así que hemos llegado tarde —murmuró Ronin. El ratoncito blanco subió hasta su hombro y desapareció de nuevo entre los pliegues de su ropa—.
Lyn, vámonos.>> Cuídala bien, muchacho. —¿Qué… ? Un momento, no —saltó Malik, de pronto pero ellos no se detuvieron.
No, no por favor. Él no tenía medios para curarla. ¿La iban a dejar morir? ¿Estaban hablando en serio? Lyn invocaba rayos, era magia poderosa. ¿No podían salvarla de alguna forma? Malik habría suplicado por su vida, de no ser por la voz de Sherek, que le frenó en seco, al igual que a Ronin y Lyn.
—E-Esperad, por favor... Sois... esos caballeros de los que hablaba mi padre, ¿verdad?
>> Los Caballeros de la Llave-Espada.Caballeros de la Llave-Espada… ¿qué significaba eso? Malik desvió la vista hacia Sherek, confuso, triste. Ronin se dio la vuelta y la miró también.
—Sí, así es, jovencita.—¿Podríais... hacerme un favor...?—¿Qué clase de favor? —preguntó Lyn entonces, extrañamente complaciente para con ella.
Entonces Sherek hizo algo que le rompió en pedazos. Alzó la mano y le acarició la mejilla con los dedos, despacio, suave
—Cuidad de él. Aunque no entendiera a qué se refería con aquello, Malik, que estaba serio y lastimosamente afligido, alzó su propia mano y tomó la de ella, apretando sutilmente, con cariño. No le hacían falta las palabras para decir nada.
«Podría haberte llegado a querer de verdad, Sherek… Ojalá todo hubiera sido diferente, ojalá hubiera llegado a ti a tiempo… lo siento».—
Hacedlo... vuestro aprendiz. Por favor...De no ser él, habría empezado a llorar pero no lo hizo, al menos no por fuera. Por dentro el pecho dolía y gemía de sufrimiento. ¿Qué tenía que hacer para evitar esas cosas…? Se llevó la mano de Sherek a los labios y besó sus nudillos, lentamente, sin importarle lo que los otros dos pudieran pensar.
—El recuerdo nunca muere si lo llevas en el corazón… así que no morirás del todo, te lo prometo —musitó, apenado.
Era algo que su madre le había enseñado y que jamás olvidaría. Sherek no moriría para siempre, un recuerdo se quedaría con Malik mientras él viviera. No soltaría su mano hasta que no se hubiera ido. Ni siquiera tenía sitio para el rencor en su mente...
Y con esto he terminado de morir, en serio. Yo, que nunca lloro con estas cosas, he llorado como un bebé