[Ciudad Disney/Río Eterno] El Rescate

[LightHelco]

—Al final no han sido para tanto los coches —sonreí levantando el brazo y materializando en la palma de mi mano una esfera de fuego —. Aunque…debo decirlo, me han dejado seco…

Y es que casi no me había quedado magia tras haber levantado el muro de zarzas, era un hechizo que había aprendido hace poco y hasta que no mejorase más iba a consumir la gran mayoría de mis recursos. Por suerte tenía energía suficientes para un último ataque mágico con el que acabar definitivamente con el vehiculo.

—¡Miau!

Miré hacia mi compañera la cual había levantado la vista hacia el cielo.

—¿Ocurre algo, Ilana? —le pregunté alzando yo también la mía —¿Viene algún otro Sincora-?

Antes de que pudiese terminar, algo cayó del cielo rápidamente aterrizando a pocos metros de donde nos encontrábamos mi familiar y yo. El objeto resultó ser una persona ataviada con un abrigo negro con la capucha echada, me sorprendió bastante al ver que portaba una Llave Espada parecida a la Cadena del Reino básica de los aprendices, pero al observarle mejor y ver sus grandes orejas descubrí que el individuo que estaba en frente mío no era otro que su Majestad, el Rey Mickey.

—¿Majestad? —le llamé acercándome un poco —¿Se encuentra bien? Estabamos preocupados por usted, debe saber que el castillo se encuentra en llamas y… ¿Majestad?

—El pasado debe ser alterado. Todos los portadores deben morir —aquellos murmuros hicieron que empezara a preocuparme del estado del ratón, la forma en la que se movía tampoco ayudaba —. Aquí, ahora, siempre, antes, después, en todas partes. Para librarnos de la pesadilla eterna el mundo debe ser reescrito.

El mamífero empezó a avanzar formando grietas en el suelo donde pisaba. No estaba seguro de si aquello era un hechizo o era para dejar claro cuan poderosa, ninguna de las dos opciones me gustaba. Vi como a Ilana se le erizaba todo el pelaje y adoptaba una posición de ataque, la gatita sabía que el ratón suponía una amenaza para mi persona e iba a hacer cualquier cosa para defender, me resultaba gracioso como hacía dos meses prefería que yo la protegiera a ella.

Aun así su instinto estaba en lo cierto, no era rival para un portador como el Rey, pero no me gustaba nada el que estuviese poseído ¿Habría sido cosa de Chihiro? Solo mirándole no iba a poder descubrirlo, pero tampoco estaba por la labor de quedarme para descubrirlo en un choque de espadas.

—Ilana ¿te quedan fuerzas? —fue mi preguntaba mientras daba unos pasos hacia atrás antes de empezar a correr —. Si es así necesito que uses Libra y después salgas corriendo, si hay algo extraño en él con tu análisis podremos saberlo, ¿entendido?

La gatita maulló dejando claro que había entendido mi pedido e intentó usar su magía para analizar al Rey y rápidamente unirse a mí en la huida. Por si necesitábamos algunos segundos para alejarnos lo suficiente del ratón, lancé un hechizo Piro directo contra él y empecé a correr lo máximo que podía. Recordaba que Maya se había dirigido hacia el castillo, por lo que dirigí mi rumbo hacia allí, por suerte tanto ella como Ronin y el otro portador seguirían en el lugar y podrían ayudarme con el Rey Mickey.

[Kairi]

De nuevo el ratón no pronunció ni una palabra a la pregunta de Kairi, solo se limitó a asentir con la cabeza muy alegre. ¿Sería el único que no podía hablar en aquel mundo? La vaca que había visto anteriormente sí podía...

Mickey hizo varios gestos como si se hubiera acordado de algo y se fue corriendo para luego volver con un libro. Kairi se terminó la sopa para observarlo bien.

- ¿K.J.? - sólo conocía una persona de aquel mundo cuyo nombre empezaba por K - ¿Es de Kazuki este libro? - preguntó.

El libro contenía varios bocetos sobre un castillo a medio construir, una joven enfadada que podría ser la Chihiro que vio en el pasado de Kazuki, el símbolo de un Sincorazón, un dibujo de la Llave Espada, otro de un hombre con turbante y otro con un parche, que eran el Maestro Rayim y su aprendiz Ronin, entregando la Llave Espada a otro hombre de pelo largo.

A partir de ahí Kairi saco sus propias conclusiones, que podrían ser correctas o no. A su parecer, Chihiro estaba enfadada porque le habían dado la Llave Espada a otra persona y ella se fue al bando de los Sincorazón... aunque sólo eran pensamientos de Kairi, todavía quedaba mucho por descubrir.

Por último había un mensaje: "ve al Astillero el día 15/07/12XX a las 17:15:34 y recoge a la chica inconsciente. Estará rodeada de monstruos, debes hacer que se alejen. Es muy importante que no muera".

- ¿Este mensaje... es sobre mí? - ¿Cómo era posible que ya supieran de su existencia en el pasado? Alguien del presente habría viajado para decírselo. Pero eso no era todo, aun había más...

Un dibujo de ella con su Llave Espada y de los Aprendices que la habían acompañado en esa misión, Maya, Saito y Alec. En todos los dibujos pasaba lo mismo. Cada uno de ellos estaba frente a un ser con túnica negra que portaba también una Llave Espada borrosa. Kairi pensó en ese momento en la Chihiro del presente, la que vio en la misión anterior y la convirtió en anciana.

De los muchos bocetos que había a continuación, a Kairi sólo le dio tiempo a ver el de un ojo de una cerradura porque Mickey se apresuró a quitarle el libro debido a que alguien llamaba a la puerta. Volvió a esconder el libro y le indicó a la joven con gestos y aspavientos que se metiera en un armario de otra habitación, el cual tenía una entrada secreta a un sitio desconocido. Ya que el ratón la había salvado le convenía hacerle caso en todo. Cogió a Awa-chan y se metió por donde le indicaba, echando un último vistazo a Mickey como despedida.

Caminó por un pasillo muy estrecho y húmedo hasta llegar a una sala circular con un dubujo gigante pintado en el suelo. Era un círculo azul que brillaba, parecía algún tipo de magia. Se preguntó si el ratón querría que hiciera algo con aquello, pero sólo se le ocurría meterse dentro de él, de modo que lo hizo. Con Awa-chan de nuevo en su hombro, esperó a que sucediera algo.

[Zodiark]

—¡N...!

Ronin estaba a punto de contestar, pero fue nuevamente interrumpido por el hombre del turbante, así que se quedó mirándolo, enojado.

—¡Claro que puedes venir! —contestó el hombre, sonriendo y soltando una sonora carcajada que me recordó bastante al Ronin de mi época—. ¿Y cómo te llamas, pequeña?

—Maya —respondí, pero instintivamente me llevé las manos a la boca, dándome cuenta de que quizá no era muy seguro dar mi verdadero nombre.

—Éste malhumorado que ves aquí es Ronin. Creo que no hizo bien de vientre esta mañana... —comentó señalando al otro hombre, confirmando mis sospechas—. Es mi aprendiz, yo me llamo Rayim y soy un maestro de artes marciales, viajamos por todo el mundo juntos para fortalecer nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu.

Lo sospechaba, pero aun así no pude evitar sorprenderme y poner cara de tonta, boquiabierta. Estaba ni más ni menos ante el famoso Maestro Rayim, el maestro de Ronin. Aunque sabía poco de él, estaba claro que era toda una eminencia para los aprendices de Tierra de Partida.

—E-Encantada —dije algo nerviosa, sin ni siquiera prestar atención al hecho de que dijo que eran maestros de "artes marciales" cuando sabía de sobra que eran maestros de la Llave Espada, aunque era obvio que no debían decir esa información a cualquiera que encontrasen, y mucho menos a una simple niña.

—Pero bueno, ¿vamos? Unas obras no son un lugar seguro para una jovencita tan guapa —dijo finalmente mientras me guiñaba un ojo.

—Sí... —contesté ruborizada, rascándome la nuca.

Así pues, nos adentramos en las obras del castillo. Mientras andábamos entre las vigas, intentaba reconocer la zona del castillo en la que nos hallábamos. Por supuesto, conocía los pasillos del castillo a la perfección, por lo que no me costó mucho orientarme. También observaba a los hombres que trabajaban sin cesar en la construcción, y algunos de ellos me recordaban a los hombres que había pintados en los cuadros que se encontraban en las paredes del castillo, donde se inmortalizaron los momentos de la construcción del gran edificio, y que posiblemente ahora estaban carbonizados a causa del incendio...

Pasamos por el lugar donde en el futuro se hallaría el hangar de Naves Gumi, el cual pude reconocer, además de por orientación, al ver el taladro gigante que agujereaba el suelo. Poco después, llegamos a una sala a medio construir en la que sólo había un reloj de cuco, la cual reconocí como el despacho del rey Mickey.

—Por cierto... ¿Seguro que es aquí?

—Más nos vale, con todas las molestias que nos hemos tomado en seguir a rajatabla esos documentos sería un desperdicio no descubrir de que va todo este embrollo.

Aquello me dejó bastante desconcertada. Posiblemente no era asunto mío, pero me preguntaba qué era en lo que estaban metidos aquel par. ¿Quizá una misión? Quizá era por eso que no se molestaron en ayudar a la gente de la ciudad.

—Él no parece capaz de dejar algo al simple azar. Bien has visto que todas las predicciones de su guión eran ciertas —Rayim me observó, con una expresión que denotaba que, no sólo me equivocaba al pensar que aquello no era asunto mío, sino que yo era parte de fuera lo que fuese que estaba ocurriendo—. Esto... Mira, verás pequeña... Sé que va a sonar raro, ¿vale? No entiendo muy bien como tú entras en esto, pero es importante. ¿Podrás escucharnos?

—Ehm... —musité algo confusa, rascándome la mejilla con el dedo índice—. S-Sí, claro, vale...

Pensando que lo que tuviera que decirme sería algo que me aclarara de qué iba aquello, lo escuché, pero tras su explicación, quedé todavía más confusa. Cerré los ojos cuando acabó de hablar y me quedé pensativa unos segundos, intentando organizarme un poco las ideas.

—Sí, es cierto que he venido aquí con otros tres, eso me cuadra, pero aun así esto es muy raro... Así que unas instrucciones...

Dijo que no iban a hacernos preguntas, y que nosotros tampoco debíamos enterarnos de ciertas cosas, así que me ahorré las preguntas a pesar de que tenía ganas de saber más cosas, pero como ya comenté con Alec, debíamos intentar interferir lo menos posible en los eventos de aquel mundo para evitar alterar el pasado. Sobre todo, quería saber quién era la persona que les había dado las instrucciones, si es que me habían contado la verdad. Fuera quien fuese, sólo se me ocurría una posibilidad: alguien que había vivido ese momento había viajado al pasado y estaba intentando hacer que las cosas ocurrieran como él quería para, o bien alterar el pasado o bien para hacer que todo sucediese como tenía que suceder, por alguna razón. En cualquier caso, era algo bastante sospechoso y si yo estaba implicada en ello quería saber de qué iba todo aquel asunto. Pero poco podía hacer por el momento, si quería no alterar el pasado más de lo que ya lo estaba haciendo, no tenía más remedio que seguir las instrucciones de Rayim por el momento.

Mientras caminaba por la estancia, pensativa, mirando al suelo y con la mano en la barbilla, intentando pensar en el responsable de aquello y en el papel que Kairi, Alec, Saito y yo teníamos allí, sonó el reloj de cuco, marcando la hora en punto y liberándome de mi estado reflexivo. Rayim miró el reloj, nervioso, y yo hice lo mismo.

—¿A qué se supone que estamos esperando? —pregunté impaciente, sintiéndome algo enfadada al saber que ellos conocían qué sucedería, en teoría, a continuación gracias a las instrucciones, y yo no.

[H.S Sora]

Arf... ¿a qué demonios apesta aquí?

Apenas había entrado a la caseta-vestuario que aquel supuesto jefe me había encomendado, cuando una mezcla de desagradables y pesantes olores hizo que casi me echase hacia atrás. ¿Acaso tener un cuarto en aquellas condiciones era saludable, o legal? No estaba muy seguro de que cumpliese alguna de aquellas dos cosas, pero no tenía otra opción, no era el momento de ponerse remilgado.

Una vez me hube adentrado allí dentro, empecé a buscar mi talla de ropa para cambiarme, por suerte podría darse la casualidad de que hubiese algún chico de mi edad trabajando, como la persona con la que me había confundido el supuesto capataz.

Empecé a exasperarme cuando llevaba ya un rato buscando y no encontraba nada de mi talla, ¿y si entraba mi compañero y me pillaba rebuscando entre la ropa de los demás?, ¿qué le diría? Fue entonces cuando encontré otro vestuario que aún no había mirado, y como suele pasar en estos casos de máxima tensión, era de mi talla.

Así que “Bob”... Espero que hoy no tengas que ir a trabajar, amigo mío.

Y sin perder tiempo, me vestí con la ropa que mi nuevo amigo había dejado preparada y que tal y como había previsto con la talla que indicaba, me iba como un auténtico guante.

¿Mi compañero aún no llega?... Bueno mejor, así puedo ir avanzando e investigo con más tranquilidad el Castillo.

Cuando me dirigí a la salida, algo me llamó la atención: un chico que no parecía muy consciente de lo que hacía, se dirigía hacia mí sin pronunciar palabra alguna. ¿Acaso sería algún esbirro de los Sincorazón? ¿Algún maleante en busca de pelea? La tensión iba aumentando por momentos, y no tenía la menor idea de lo que podía hacer, mientras el muchacho no dejaba de avanzar y avanzar... Preparé en mi mano un Electro, sin saber muy bien que hacer, cuando una idea fugaz pasó por mi mente... ¿Y si aquel chico era mi supuesto compañero?

Cancelé el hechizo a tiempo para no hacerle daño, pero demasiado tarde como para evitar que el chico se me cayese encima. Empecé a moverme para quitármelo de encima, pero en aquel instante fue cuando realmente me fijé en el aspecto del somnoliento muchacho, que ni por asomo había resultado ser una amenaza.

El joven era aproximadamente de mi edad, y tal y como había pensado era humano; Sus facciones me resultaron atractivas en un principio, y por alguna razón que desconocía emergió en mí una extraña y fugaz sensación que ni tan siquiera supe identificar y a la cual no le presté la menor importancia. Jamás había visto a aquel muchacho, de aquello no cabía duda, ¿quién era entonces?

—Mamá... No es hora de ir a... Eh... Trabajar...

—¡Eh despierta! —dije alzando la voz mientras intentaba quitármelo de encima y trataba de ponerme en pie.

Al fin el muchacho reaccionó, y pareció despertarse de una maldita vez. Me alegró lo suyo, ya que la situación empezaba a enfadarme un poco.

—Oh... Esto... Buenos días y tal. ¿Eres mi compañero? No recuerdo tu nombre... Esto... ¿Doctor qué? Bueno, no importa... Es un placer conocerte y esas cosas... Me conocen por aquí como "Marmotilla", todavía no entiendo por qué. Perdona que esté tan cansado... Anoche estuve leyendo hasta tarde.

¿De verdad no entiendes por qué te llaman por ese nombre?

No pude evitar sonreír sin malicia y dejar de lado el hecho de que se hubiese abalanzado sobre mí, ya que por lo visto parecía que el chico era propenso a hacer aquello, de ahí que lo conociesen por aquel mote en la obra.

El chico no me había caído mal y tampoco parecía ser mala persona o al menos no me había dado una mala impresión, así que esperaba poder entablar aunque fuese unos minutos de amistad, y no asustarle o hacerme quedar como un loco, tal y como había pasado con Chihiro.

>> El jefazo me pidió que te diese un paseo por el castillo, ahora mismo estamos con una cámara secreta... Se supone que tenemos que firmar un documento para asegurar que no le diremos a nadie nada de ese sitio... No sé para qué es, la verdad. Supongo que para algún tesoro, desde que aprender magia se puso de moda algunas personas empezaron a aprender hechizos para robar y tal... ¡Bueno, en marcha!

Asentí, dado que el muchacho me iba a dar precisamente lo que quería: un vistazo por todo aquel Castillo en construcción; quizá una vez allí, podría encontrar alguna pista sobre el Rey Mickey, Kazuki y los otros dos Maestros — que debían venir en un principio si el curso de las cosas era como el lo que yo ya había visto en los recuerdos de Kazuki — o algo para empezar a resolver los misterios que no dejaban de acrecentarse por momentos.

Seguí a la Marmotilla hasta el final de la maloliente caseta, cuando este se giró de pronto hacia mí:

—¿Y cómo te llamas tú?

—Por aquí me conocen como Bob, pero preferiría que me llamases Saito, la verdad —dije con convicción—¿Y tú? Entiendo todo eso del nombre por el que te llaman por aquí, pero si me tengo que dirigir a ti preferiría que fuese por tu verdadero nombre, compañero. Así que dime —dije sonriendo—, ¿cual es tu verdadero nombre?

Una vez me hubiese dicho su auténtico nombre, le comentaría:

>>¿Y por donde vamos a empezar a ver el Castillo? Ah y por lo del documento no te preocupes, cuando sea necesario firmarlo lo haré sin problemas.

Y tras aquello seguiría al chico por donde me dijese, algo emocionado por el hecho de estar a punto de conocer los secretos de aquel Castillo de arriba a abajo.

[Sombra]

Alec

Ilana pudo ver gracias a Libra con horror que el Rey Mickey verdaderamente era un enemigo que Alec no podía vencer con su fuerza actual. Ni siquiera colaborando con el resto de aprendices que habían viajado en el tiempo con él.

Probablemente incluso los Maestros podrían verse en serios problemas contra tal formidable guerrero. Ilana, como había indicado su dueño informaría a su manera de ello.

Alec conjuró un Piro contra él, aunque poco (o nada) hizo puesto que con un veloz movimiento la bola de fuego fue partida con la espada siendo disipada por completo. Aquello solo detuvo a Mickey el instante en el que dio el tajo para destruir el hechizo del aprendiz.

Lo más inteligente que el aprendiz pudo hacer fue correr, cosa que no dudó en hacer ni un instante. Mickey observó a Alec alejarse y moviéndose casi como una especie de zombie caminó en su dirección. El ratón hizo desaparecer su llave espada y sin previo aviso dio un gigantesco salto hasta lo más alto de uno de los edificios. No se esforzó en perseguir a Alec, tan solo mantenía el ritmo suficiente para ver a donde se dirigía y poder ir hacia allí.

El aprendiz no pudo ver a Mickey seguirle sobre los edificios y probablemente creyese que lo había perdido. El muchacho se dirigió al castillo en obras.

Spoiler: Mostrar

Alec:
VIT: 20/20
PH: 24/26

Ilana:
VIT: 30/30
PH:13/20

Datos proporcionados por Libra

Spoiler: Mostrar

Nombre: Rey Mickey Mouse III
Nivel: DESCONOCIDO [Superior a 50]
VIT: 600/600
PH: X/X

Datos:

Grandes reflejos y velocidad.
Se detecta un extraño "campo electromagnético" en el interior de la túnica entorno a su cuerpo.

Kairi y Maya

Cuando las campanadas del reloj finalizaron una luz azulada iluminó el centro del despacho todavía en construcción, Maya pudo reconocer a Kairi surgiendo del círculo mágico, pero no solo había aparecido ella. Surgiendo en mitad del aire un papel flotó unos instantes hasta precipitarse en el suelo.

18:00:05

Si Ronin, Rayim, Kairi y Maya están presentes en este momento significa que todo sigue su curso y nada ha sido alterado en el pasado. No puedo daros instrucciones claras ya que eso lo quisiese o no sería motivo suficiente para que todo se vea destruido en el presente (futuro para vosotros).

Es muy importante que encontréis al Rey Mickey, está siendo controlado por fuerzas malévolas y tratará de acabar con vosotros a toda costa. Es muy probable que Alec se esté enfrentando a él en este mismo instante y que necesite de vuestra colaboración. No debéis matar a Mickey bajo ningún concepto, en algún lugar tiene escondido el dispositivo que controla su mente, debéis destruirlo para devolverle a la normalidad. Debéis aprovechar que os está buscando en vuestro favor, aunque es extremadamente poderoso tiene una debilidad: Ausencia de pensamiento. Tan solo trata de cumplir su objetivo sin plantearse estrategias. Ronin y Rayim no deben enfrentarse a él, pues descubrirían cosas del futuro que no deberían llegar a conocer.

Todo ha sido culpa mía y me he preparado toda mi vida para éste momento, podéis conseguirlo. Ya lo habéis logrado en el futuro ya que sin vosotros jamás habría llegado a ser quien soy.

-K.J.

—Vale... Veo que sea quien sea ésta persona tiene todo calculado al milímitro —murmuró Rayim.

—¿Y tú quién demonios eres? —Ronin se acercó a Kairi y la agarró por el cuello de su ropa y levantándola en el aire haciendo gala de su monstruosa fuerza—. ¿Eres quien ha estado dejando esas "notitas"?

—¡Ronin, suéltala! —ordenó el hombre del turbante agarrando de la mano a su aprendiz.

—¡Está bien! —gritó enfadado dejándola caer al suelo con fuerza y clavando su único ojo en ella—. Pero más le vale decir de donde coño ha salido y quien demonios es. ¡Habla! —se dirigió a la aprendiza con un tono hostil.

Kairi podía contestar o no e informar sobre lo que había visto desde que se habían separado Maya y ella para ponerse al día.

—Bien... Entonces según la nota debemos destruir un aparato que Mickey lleva consigo, ¿no? —meditó el Maestro—. ¿Se refiere al Mickey de ésta época en primer lugar?

>>Si al menos supiésemos donde podría estar...


Saito

—Er... Mi nombre es... —meditó—. ¡Ah, sí! Kazuki, bueno... Vamos. El jefe se enfadará si no te enseño la "cámara secreta".

Con eso dicho, ambos entrarían al castillo. Saito reconocería muchos de los pasillos, aunque carecían de cualquier tipo de decoración. Los obreros no prestaban atención alguna a los dos humanos que tuvieron que caminar un buen trecho hasta llegar a su objetivo.

La sala a la que aquel Kazuki había llevado a ambos era enorme y se parecía mucho a la Sala del Trono que había visto anteriormente, incluso la ruta había sido la misma... Las diferencias eran notables, aquel lugar estaba atestado de herramientas, sacos de cemento y infinidad de cajas apiladas haciendo que fuese algo difícil reconocer aquel lugar. Finalmente alcanzaron el fondo de aquella estancia, un trono que sorprendentemente se mostraba allí como el único mobiliario existente (probablemente no había ningún otro mueble en todo el castillo). Resultaba extraño verlo allí en un lugar que se utilizaba de almacén, pero Kazuki se dirigió a él con total confianza y tocó algo en la parte trasera que el aprendiz no pudo llegar a ver. El suelo se abrió mostrando un pasadizo secreto que descendía por unas largas escaleras.

—¿Vienes? —dijo mientras se dirigía hacia el hueco.

Saito pudo ver cuando llegó abajo una amplia estancia circular completamente vacía, a excepción de una extraña pared donde había un dibujo de relieve con forma de cerradura, aunque no tenía mayor importancia, además de eso no había nada más.

¿O sí?

En el centro de la sala un haz de luz les cegó momentaneamente, había aparecido una carta. Kazuki no se dio cuenta de la hoja de papel que había en el suelo, por lo que pensó que había sido una simple ida de olla de las suyas, así pues Saito podría leer por sí solo aquella carta que extrañamente iba dirigida para él.

18:05:26

Saito, sé que seréis enemigos algún día. Pero por tu bien, por el de todos debes proteger a esa persona que está contigo. Él es completamente ajeno a la orden de caballeros de la llave espada por ahora. Es precisamente por eso que es tu deber como elegido protegerle. Puede parecer extraño, pero si algo le pasa es imposible decir las consecuencias que todo eso traería, quizás tu jamás llegases a ser un portador por ejemplo... Otros ni siquiera habrían existido, es complicado decir que implicaría un cambio enorme 80 años en el pasado (de tu presente).

Recuerda, él no debe saber nada por ahora.

-K.J.

Alec

La carrera que dio el aprendiz hasta alcanzar el castillo fue larga y tediosa. Pero parecía que había perdido al ratón por el momento puesto que no lo veía en ningún lugar.

Ya en el castillo no vería de inmediato a Maya y al joven solo se le podían ocurrir dos lugares para buscar: La Sala del Trono o el Despacho de Mickey. Por supuesto, conocía como llegar a ambos lugares.

[???]

El ratón miró como Alec entraba en el castillo que estaban construyendo desde lo alto de un edificio. Sabía que iría a buscar a sus compañeros, por lo que de un modo u otro acababa de servirles de guía. Pronto acabaría con todos ellos de una sola tajada. Solo eran cuatro aprendices al fin y al cabo, podría con ellos por sí solo.

—Porque el mundo debe ser cambiado... —murmuró la marioneta invocando su llave espada y apuntando al castillo. Al momento, todos los obreros empezaron a salir en fila como hipnotizados volviendo a las calles, cuando el último abandonó el lugar convocó un segundo hechizo que se manifestó como una enorme pared negra completamente opaca que cubrió en su totalidad el castillo.

El ratón se impulsó con fuerza hasta aquella especie de barrera y la atravesó entrando a los terrenos del castillo. Él era el único capaz de entrar y salir de la barrera que acababa de crear.

Había creado una ratonera, solo tendría que cazar a esos aprendices y ya nada podría evitar lo que pretendía hacer.

Debía buscar a Kazuki y hacerlo desaparecer para que no pudiese salvar el castillo de aquellos matones.

—... Para evitarlo todo —terminó diciendo tras unos instantes caminando por los largos pasillos blancos...

Spoiler: Mostrar

Perdonad los retrasos que estoy teniendo, de verdad. Estoy teniendo serios problemas para rolear porque ando muy ocupado, tengo que trabajar, estudiar a la vez y además de que fuera del rol también tengo una vida social que mantener. Me disculpo por ésto, de verdad.

La fecha límite será el 5/12/2014

Queda poco para acabar la trama lo creais o no xDDD

[H.S Sora]

—Er... Mi nombre es... —el muchacho se puso a meditar, cosa que hizo que sonriese casi al instante. ¿Tanto sueño tenía que ni se acordaba de su propio nombre? Se notaba que el mote de la “Marmotilla” le iba como anillo al dedo—. ¡Ah, sí! Kazuki, bueno... Vamos. El jefe se enfadará si no te enseño la "cámara secreta".

Kazuki empezó a avanzar, mientras yo me quedaba blanco como el papel, y mudo como el silencio más completo. ¿Acaso se trataba de alguna clase de burlesca coincidencia puesta por el destino? Prefería creer eso, a que realmente el chico con el que me encontraba allí era el mismo Kazuki al que casi me había dispuesto a ejecutar en mi tiempo apenas hacía una horas atrás, pero por otro lado... ¿cuántas personas podían llamarse Kazuki en aquel mundo? No era precisamente el nombre más común del mundo, ni de aquel ni de ninguno que yo conociese.

¿Esto es una segunda oportunidad que me ofrece el destino para que acabe lo que casi empiezo?

Y con aquel pensamiento en mente y la cabeza algo gacha, me adentré en el castillo siguiendo las indicaciones del que en un futuro sería Maestro de Tierra de Partida; la curiosidad me invadió entonces, ¿cuántos años habían pasado desde el Kazuki joven y somnoliento que se encontraba guiándome a través de pasillos, hasta el envejecido y “curtido” Kazuki de mi línea temporal? Si realmente le echaba imaginación, podía llegar a “construír” al Kazuki que yo conocía si le añadía ciertos detalles: edad más avanzada, ojeras aún mayores, el pelo más arreglado... Y con aquella especie de juego, trataba de distaer a mi mente sobre el hecho de que la versión menos poderosa de uno de los traidores de Tierra de Partida, se encontraba sin siquiera saberlo a mi lado.

No debo atacarle, ¿y si realmente la jodo en nuestro tiempo por esto?...

Tenía miedo de que volviese a pasar lo mismo que ya había pasado con Chihiro, tenía miedo de lo que los arrebatos se sobrepusiesen a mí y todo acabase mal, haciendo que todo se derrumbase por mi culpa; en definitiva tenía cierto miedo de mi mismo y de lo que podía hacer si no pensaba como era debido. Debía mantener alejada la parte irresponsable que a veces sacaba a flote, con tal de no poner en más peligro a aquel mundo — tanto en el presente como en el pasado en que me encontraba — ni a la gente que me importaba.

Apenas presté un poco de atención a mi alrededor, cuando noté que ya hacía rato que habíamos pasado la gran inmensidad de pasillos con un montón de obreros trabajando en ellos, el sitio en el que me encontraba era diferente, sin duda; lo primero que me había llamado la atención era que la ruta que habíamos seguido me era vagamente conocida, pero al no haber estado apenas en el castillo no sabía con exactitud de que instancia se trataba. Otra cosa que resultaba más graciosa que peculiar, era el hecho de que aquella sala parecía tener más un uso de almacén que otra cosa: herramientas desperdigadas, sacos de un extraño material se vislumbraban en algunos puntos de aquel lugar y por último las cajas. Había una gran multitud de ellas apiladas con toda la buena intención del mundo, pero había tantas que era difícil de decir si aquel lugar ya lo había visitado o no en mi visita al acabado edificio, aunque teniendo en cuenta que este había estado en llamas tampoco podía tener mayor certeza que la de un ligero presentimiento.

Kazuki empezó a guiarme a través de todo el lugar, hasta que alcanzamos finalmente el fondo de este, donde un único mueble se alzaba orgulloso ante nosotros: no se trataba ni más ni menos que de un trono, y no de uno cualquiera, no era ni más ni menos que el que yo había visto ya en la Sala del Trono, ¿acaso sería convertido este lugar en un futuro, en el que ya había conocido? De ser así aún les quedaba bastante trabajo por delante, pero no cabía duda que se saldrían con la suya de una manera u otra.

Fue entonces cuando Kazuki se dirigió al trono y tocó algo que no sabía muy bien que era, pero que si era la misma Sala del Trono donde yo había estado, podía imaginarme para que podía servir. Y no me había equivocado demasiado al parecer, ya que el suelo de la instancia dio paso a un pasadizo el cual descendía en forma de escaleras hasta una oscuridad que no me hacía demasiada gracia y que hizo que me quedase mirandolas durante unos segundos.

—¿Vienes? —preguntó el joven Kazuki, mientras el ya empezaba a descender y como si sospechase que algo sucedía.

—Claro, faltaría más —y con aquellas palabras, descendí junto a él sin saber muy bien que podía ocultarse en el fondo de la sala secreta que no había llegado a ver la última vez que había estado ahí.

Aquello me hizo pensar, ¿no había sido bajando las escaleras para bajar hasta el final, donde había acabado en aquel pasado? Una especie de luz fulminante me había arrastrado como si de una marioneta se tratase. No estaba del todo seguro, pero había altas posibilidades de que lo que había provocado aquello se encontrase al fondo de la sala que estaba a punto de ver, haciendo que el “temor” que había tenido pasase rapidamente a emoción.

Una vez abajo, aquella emoción se rompió en pedazos, ya que no había absolutamente nada de interés en aquella habitación circular secreta. Quizá es que aún querían esperar a ver si la instancia cumplía con los requisitos para actuar como camara secreta, y por eso allí no había nada de valor aún.

¿Eso es una cerradura?

Me acerqué a una especie de dibujo que me intrigó momentaneamente. Si Kazuki no se encontrase presente, quizá hubiese invocado mi Llave Espada para comprobar si acaso el dibujo reaccionaba o por ver si tan siquiera sucedía algo distinto. Pero aquello era todo lo que había que ver de la famosa y secreta sala donde me encontraba.

¿Qué coño sucede?

Mis ojos se encontraban doloridos tras un fogonazo de luz que había aparecido de la nada, ¿sería acaso un sistema nuevo de defensa o de reconocimiento para saber quién podía entrar y quién no? Fuese como fuese, aquello era todo lo que había que ver. Posé la vista sobre el lugar donde se había originado aquella ceguera de luz espontanea, y vislumbré un papel allí tirado.

¿Esa carta estaba ya ahí?

Kazuki pareció no darse ni cuenta de que aquel objeto estaba allí, por lo que curioso, me acerqué a la nota, la cogí del suelo y la leí atentamente:

18:05:26

Saito, sé que seréis enemigos algún día. Pero por tu bien, por el de todos debes proteger a esa persona que está contigo. Él es completamente ajeno a la orden de caballeros de la llave espada por ahora. Es precisamente por eso que es tu deber como elegido protegerle. Puede parecer extraño, pero si algo le pasa es imposible decir las consecuencias que todo eso traería, quizás tu jamás llegases a ser un portador por ejemplo... Otros ni siquiera habrían existido, es complicado decir que implicaría un cambio enorme 80 años en el pasado (de tu presente).

Recuerda, él no debe saber nada por ahora.

-K.J.

Miré la nota incrédulo y al joven Kazuki intercaladamente, pues no parecía que aquello fuese una broma suya, en absoluto. Aquella carta iba dirigida hacía mí, y por lo visto provenía de mi presente es decir, del futuro. No tenía la menor idea de quién era”K.J.”, pero solo conocía a una persona de Tierra de Partida que tuviese tal experiencia en magias temporales, suficiente incluso como para restaurar una habitación desde sus cenizas hasta el estado en el que se había encontrado previamente o para mover los recuerdos/vidas a otra línea temporal.

Kazuki...

Volví a releerla y la guardé en mi bolsillo, mientras cavilaba en qué demonios estaba pasando realmente. Si aquella carta dirigida a mí la había escrito Kazuki, era por qué algo terrible estaba a punto de pasar ya que si las cosas seguían su curso al Kazuki joven que tenía al lado no tenía por qué pasarle absolutamente nada.

“Cambiar el curso de las cosas”...

Fue entonces, cuando realmente me preocupé. Solo eran meras especulaciones, pero y si el objetivo de aquel extraño Rey Mickey con Llave Espada que se encontraba en este pasado, no era ni más ni menos que el Kazuki que se encontraba a mi lado? Si realmente aquello era parte del misterioso objetivo del rey para cambiar el pasado, realmente debía evitarlo.

Odiaba tener que hacer caso a uno de aquellos traidores, y más aún tener que proteger al que tenía al lado ya que se convertiría en quién se convertiría... pero tal y como anunciaba la nota que había guardado, se podían producir un inumerable número de cambios si algo le ocurría.

Veo que por fin, podré devolverte el favor que me hiciste en el País de Nunca Jamás, Kazuki...

—¿Y han dicho que se supone que van a a guardar aquí, Kazuki? —me hubiese respondido o no, añadiría— Depende lo que quieran guardar, yo añadiría algun sistema de seguridad, por si intentan colarse aquellos con malas intenciones, eso o poner a gente custodíandolo las 24 horas del día.

>>Si tienes algo más que comentarme acerca de este sitio adelante, y sino cuando quieras pasamos al siguiente lugar —comentaría con tono amigable.

A partir de aquel momento, trataría de estar alerta todo el tiempo por si sucedía o no algo inusual que pudiese afectar a Kazuki. Quizá no pasase nada al final y todo fuesen imaginaciones mías, pero nunca estaba de más andarse con cuidado en aquel pasado lleno de misterios y cosas que desconocía.

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Editado por un pequeño problema, todo solucionado ya ^^

[Zodiark]

El reloj dio las campanadas, indicando que la hora que Rayim y Ronin habían estado esperando había llegado. Una intensa luz azul iluminó el despacho, y me tapé los ojos con un brazo para proteger mi vista del brillo. Cuando la luz hubo desaparecido, retiré mi brazo para comprobar que allí se hallaba una persona que reconocí rápidamente.

—¡Kairi!

Pero no sólo era Kairi lo que había aparecido; a su lado, flotando en el aire, surgió una hoja de papel, que cayó zigzagueando, suavemente, al suelo. Me acerqué al papel, y me agaché para recogerlo y ver de qué se trataba. Tras mirarlo con curiosidad, vi que era una nota, y por su forma de aparecer, supuse que era algo importante, así que me dispuse a leer el texto en voz alta.

18:00:05

Si Ronin, Rayim, Kairi y Maya están presentes en este momento significa que todo sigue su curso y nada ha sido alterado en el pasado. No puedo daros instrucciones claras ya que eso lo quisiese o no sería motivo suficiente para que todo se vea destruido en el presente (futuro para vosotros).

Es muy importante que encontréis al Rey Mickey, está siendo controlado por fuerzas malévolas y tratará de acabar con vosotros a toda costa. Es muy probable que Alec se esté enfrentando a él en este mismo instante y que necesite de vuestra colaboración. No debéis matar a Mickey bajo ningún concepto, en algún lugar tiene escondido el dispositivo que controla su mente, debéis destruirlo para devolverle a la normalidad. Debéis aprovechar que os está buscando en vuestro favor, aunque es extremadamente poderoso tiene una debilidad: Ausencia de pensamiento. Tan solo trata de cumplir su objetivo sin plantearse estrategias. Ronin y Rayim no deben enfrentarse a él, pues descubrirían cosas del futuro que no deberían llegar a conocer.

Todo ha sido culpa mía y me he preparado toda mi vida para éste momento, podéis conseguirlo. Ya lo habéis logrado en el futuro ya que sin vosotros jamás habría llegado a ser quien soy.

-K.J.

¿Significaba eso entonces que el Rey Mickey se encontraba allí? En parte era un alivio, pero saber que estaba siendo controlado y que trataría de matarnos era algo de lo que preocuparse. Por supuesto, no iba a matarle bajo ningún concepto, lo aclarase o no aquella extraña nota, que por otro lado confirmaba mis sospechas: alguien del futuro que ya había vivido aquel momento era el que estaba detrás de todo.

—Vale... Veo que sea quien sea ésta persona tiene todo calculado al milímitro —murmuró Rayim.

—¿K.J....? —musité en voz alta, intentando asociar esas siglas a alguien o algo en concreto— ¿Podría tratarse de...?

—¿Y tú quién demonios eres? —preguntó Ronin, desconfiado, acercándose amenazante a Kairi y agarrándola del cuello, levantándola unos palmos del suelo—. ¿Eres quien ha estado dejando esas "notitas"?

—¡No, suéltala! ¡Ha venido conmigo!

—¡Ronin, suéltala! —ordenó Rayim, severo-

—¡Está bien! —bruscamente, Ronin obedeció, dejando caer a Kairi sin ningún tipo de delicadeza—. Pero más le vale decir de donde coño ha salido y quien demonios es. ¡Habla!

—Es Kairi, la chica que menciona la nota. Es mi compañera —aclaré, interponiéndome entre ambos, y acto seguido me giré hacia Kairi para dirigirme a ella—. Esto es algo un poco raro y difícil de explicar, pero lo importante es que tenemos que ayudar a Mickey.

—Bien... Entonces según la nota debemos destruir un aparato que Mickey lleva consigo, ¿no? ¿Se refiere al Mickey de ésta época en primer lugar?

>>Si al menos supiésemos donde podría estar...

—La nota decía que posiblemente esté enfrentándose a Alec, ¿no? Ése es el nombre del chico que estaba conmigo y se ha quedado en la plaza peleando contra los sincorazón, si vamos rápido seguramente nos toparemos con ellos, ¡vamos!

Eché a correr, esperando que los demás me siguieran antes de seguir perdiendo el tiempo. No había pasado mucho tiempo desde que me separé de Alec, así que esperaba que no hubiese ido muy lejos, y si se había movido del lugar esperaba que nos topásemos con ellos más temprano que tarde.

[Kairi]

- ¡Kairi!

Kairi y Awa-chan aparecieron en lo que parecía una habitación a medio construir. No había nada, salvo un reloj de cuco... y Maya, Ronin y su Maestro. Con ella también apareció flotando un trozo de papel.

18:00:05

Si Ronin, Rayim, Kairi y Maya están presentes en este momento significa que todo sigue su curso y nada ha sido alterado en el pasado. No puedo daros instrucciones claras ya que eso lo quisiese o no sería motivo suficiente para que todo se vea destruido en el presente (futuro para vosotros).

Es muy importante que encontréis al Rey Mickey, está siendo controlado por fuerzas malévolas y tratará de acabar con vosotros a toda costa. Es muy probable que Alec se esté enfrentando a él en este mismo instante y que necesite de vuestra colaboración. No debéis matar a Mickey bajo ningún concepto, en algún lugar tiene escondido el dispositivo que controla su mente, debéis destruirlo para devolverle a la normalidad. Debéis aprovechar que os está buscando en vuestro favor, aunque es extremadamente poderoso tiene una debilidad: Ausencia de pensamiento. Tan solo trata de cumplir su objetivo sin plantearse estrategias. Ronin y Rayim no deben enfrentarse a él, pues descubrirían cosas del futuro que no deberían llegar a conocer.

Todo ha sido culpa mía y me he preparado toda mi vida para éste momento, podéis conseguirlo. Ya lo habéis logrado en el futuro ya que sin vosotros jamás habría llegado a ser quien soy.

-K.J.

Otra vez las siglas K.J., que sospechaba que eran de Kazuki, aunque aun estaba por confirmar. El Rey Mickey estaba siendo controlado por una entidad maligna, de modo que no podía ser el Mickey del pasado.

- Vale... Veo que sea quien sea ésta persona tiene todo calculado al milímitro - murmuró Rayim.

Antes de que pudiera abrir la boca, Ronin la agarró del cuello de su ropa, levantándola del suelo con fuerza.

- ¿Y tú quién demonios eres? ¿Eres quien ha estado dejando esas "notitas"?

- ¿Qué... notitas? ¡Yo no he enviado nada! - intentó defenderse Kairi al tiempo que trataba de tocar el suelo con los pies, pero sin éxito.

- ¡Awawawawawawawawawa! - maulló furioso Awa-chan al ver cómo estaban tratando a su dueña.

- ¡No, suéltala! ¡Ha venido conmigo! - gritó Maya.

- ¡Ronin, suéltala! - exclamó Rayim.

- ¡Está bien! - Ronin dejó caer a Kairi, a quien unas lágrimas habían asomado por sus ojos en parte por el dolor producido en el trasero y porque nunca había visto a Ronin comportarse de esa manera - Pero más le vale decir de donde coño ha salido y quien demonios es. ¡Habla!

- Es Kairi, la chica que menciona la nota. Es mi compañera - explicó a Ronin para calmarlo. Luego se dirigio hacia Kairi - . Esto es algo un poco raro y difícil de explicar, pero lo importante es que tenemos que ayudar a Mickey.

Más le valía contar lo que le había pasado, cosa que quería hacer de buena gana.

- Vale, vale... Cuando llegue aquí... - comenzó, dirigiéndose más a Maya que a los Maestros - . Vi un encapuchado corrr hacia el puerto. Decidí seguirlo, pero el barco ya había zarpado. Entonces me emboscaron unos Sincorazón y... - hizo una pausa para coger aliento - . Desperté en casa de un ratón. Él me había recogido y curado las heridas. Se parecía mucho a... - no sabía si decirlo estando delante del Ronin del pasado - Me enseñó un libro perteneciente a un tal K.J. que contenia bocetos de los Aprendices. Tú también aparecías en él, Maya - dijo señalándola - . En cada boceto hacíamos frente al encapuchado del principio. También había dibujos de la Llave Espada, del Castillo... Y una nota que decía que yo era importante y no debía morir. Pero no pude ver más porque alguien llamó a la puerta y el ratón me escondió en una estancia donde había un círculo mágico que me transportó aquí. Tenía mucho interés de que el que hubiera llamado no me encontrara... - concluyó.

- Y como ya ha dicho Maya, soy la Kairi de la nota y su compañera - se presentó, esperando que su explicación fuese lo bastante convincente.

- Bien... Entonces según la nota debemos destruir un aparato que Mickey lleva consigo, ¿no? - dijo Rayim, quien parecía satisfecho con la explicación de Kairi - ¿Se refiere al Mickey de ésta época en primer lugar?

- Esto... - Kairi dudó, pero si aquel ratón que había conocido era Mickey, el de la nota tenía que ser el del futuro. Por otra parte, la nota decía claramente que estaba luchando contra Alec - . Creo que no.

- Si al menos supiésemos donde podría estar...

- La nota decía que posiblemente esté enfrentándose a Alec, ¿no? Ése es el nombre del chico que estaba conmigo y se ha quedado en la plaza peleando contra los sincorazón, si vamos rápido seguramente nos toparemos con ellos, ¡vamos!

Así, Maya salió de allí corriendo, seguida de Kairi, Awa-chan y esperaba que los Maestros también.

[LightHelco]

Habíamos escapado por los pelos del Rey Mickey, pero ahora nos encontrábamos con el pequeño problema de que ningún Maestro se encontraba en el lugar para ayudarnos a detener al ratón. Vale, si que estaban el Ronin joven y su Maestro, pero no podíamos meterlos en esto, no mientras pudiésemos arreglar esto por nuestra cuenta, la gente del pasado tendría que quedarse como último recurso.

—Entonces su Majestad tiene algo debajo de la capucha, ¿no? —repetí la pregunta tras que Ilana y yo entráramos en el castillo y nos asegurásemos de que el portador no nos seguía.

La gatita maulló una vez a modo de afirmación. Lo que debía de estar controlándole seguramente fuese un pin como el que le quitamos al Capitán, pero a saber como íbamos a poder arrebatárselo al ratón. Acercarse a él era un completo suicidío y aunque pudiésemos conseguirlo, en esta ocasión no iba a ser tan fácil como quitar el pin y salir corriendo, teníamos que conseguir que se deshiciera de la capa negra y dejara el objeto al descubierto.

—Por una vez no se me ocurre ninguna idea viable —suspiré avanzando por el edificio en dirección a la sala del trono, después de todo era el lugar que mejor conocía del castillo —. Lo mejor por ahora será reunirnos con Maya y descubrir donde están los otros dos, quizás entre los cuatro si podamos tener una oportunidad para detener al Rey, aunque sea mínima…

[Sombra]

Maya y Kairi

Las dos aprendizas y los Maestros se encaminaron por los largos pasillos hacia la salida con paso apresurado, todo estaba calmado, tal vez demasiado. Las herramienas de los obreros estaban fiscadas por el suelo, todos parecían haberse ido apresuradamente.

—¿Será la hora del bocadillo? —dudó Ronin medio en broma. Rayim solo contesó con una mirada con un deje de preocupación.

—¿No notáis algo extraño?

—No se me ha escapado a mí, lo juro.

Y... Sí, era cierto que algo extraño ocurría y no eran los gases de Ronin. Los colores blancos y negros se habían oscurecido notablemente y ni siquiera se escuchaba el sonido de un mísero martillo, como si hasta la última alma de aquel castillo se hubiese desvanecido en mitad del aire.

Cuando llegaron a la puerta de entrada del castillo vieron una amplia superficie negra y lisa, sólida al contacto, pero de algún modo parecía vibrar, tenía que ser magia sin lugar a dudas. No era una simple pared. Era una cúpula que había envuelto por completo el castillo. Si miraban por ventanas, los jardines o cualquier otro lugar la verían. Estaban encerrados.

Dos, seis... Casi una veintena de sincorazón empezaron a salir desde las paredes como si la propia cúpula estuviese hecha solo de aquellos seres sombríos.

Cien, doscientos... Era imposible contarlos. ¿Cómo iban a enfrentarse a tantas sombras?

Y en las manos de Rayim apareció una de aquellas notas de la nada. El hombre se la leyó con gran velocidad y se la guardó sin enseñársela a nadie, intercambió miradas con todos los presentes.

—Vosotros dos debéis ir al pasadizo secreto que hay bajo el trono del Rey Mickey. Nosotros nos quedaremos en la sala del trono para que los sincorazón no bajen. ¡En marcha! —apresuró el hombre avanzando con largas zancadas.

Ronin obedeció siguiendo a su mentor de cerca. Si los aprendices les seguían (más les valía si no querían ser comida de una horda de sincorazón) verían por primera vez el tipo de magia de la que el mentor de Ronin hacía gala.

Muros de piedra y tierra se levantaban cerrando el paso y creando obstáculos, también surgían estacas afiladas y grandes abismos del que probablemente nadie normal podría escapar.

¿Pero de que iban a servir contra unas criaturas capaces de moverse a través de las más estrechas grietas? Al final aquellos monstruos encontraban un camino, y aunque aquellas "trampas" los hacía avanzar a menor velocidad tarde o temprano llegarían hasta ellos.

Alec y Saito+Kairi y Maya

El joven brujo llegó a la Sala del Trono, una muy diferente de la que él conocía, puesto que aquel lugar era un enorme almacén lleno de sacos de cemento, ladrillo, roca y cajas, montones de cajas apiladas por doquier.

Al fondo de la estancia estaba el famoso trono, apartado hacia un lado, lo que significaba que había alguien abajo muy posiblemente. Alec pudo comprobar que efectivamente había alguien abajo: Saito, acompañado de un joven que le resultaría muy familiar, aunque era difícil decir que aquel apuesto muchacho era ni más ni menos que Kazuki en sus tiempos mozos, cuando todavía no tenía ni la más remota idea de lo que le depararía el futuro.

—¿Y han dicho que se supone que van a a guardar aquí, Kazuki?

—Pues... Eh... ¿Oro? Solo nos han pedido que la construyamos de esta manera... —el varón se acercó hasta la cerradura de mentira que había sido tallada en la pared y acarició el relieve—. Aunque el tipo que encargó esto era un poco... esto... Como raro, no sé. Dijo que tenía una función y que se activaría en un momento preciso para que alguien hiciese err... No me acuerdo.

— Depende lo que quieran guardar, yo añadiría algun sistema de seguridad, por si intentan colarse aquellos con malas intenciones, eso o poner a gente custodíandolo las 24 horas del día.

>>Si tienes algo más que comentarme acerca de este sitio adelante, y sino cuando quieras pasamos al siguiente lugar.

—Bueno... No hay mucho más, al parecer dentro de unos días cuando le den unos últimos detalles a este sitio vendrán unos magos a poner unas barreras o algo así para proteger el lugar y... ¿Utilizar algo?

>>Bien, eh... Pasemos al siguiente lugar.

Alec se vio obligado a retroceder y bajar las escaleras (si no las había bajado aún) cuando una onda de luz con forma de media luna estuvo a escasos centímetros de cortar su cabeza.

Saito, el Kazuki joven y Alec vieron una figura encapuchada portando una llave espada: El Rey Mickey.

No pasó ni un minuto cuando Kairi y Maya aparecieron también en escena. Las dos habían corrido como nunca para llegar hasta allí, y en la sala del trono se estaba llevando a cabo un combate contra cientos de sincorazón.

El ratón giró sobre sí mismo comprobando el número de enemigos que tenía y dio un salto hasta quedar en uno de los extremos de la sala circular para poder tenerlos a todos vigilados.

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Nombre: Rey Mickey Mouse III
Nivel: DESCONOCIDO [Superior a 50]
VIT: 600/600
PH: X/X

Datos:

Grandes reflejos y velocidad.
Se detecta un extraño "campo electromagnético" en el interior de la túnica entorno a su cuerpo.

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Fecha límite 25/12/14 (si posteaseis todos antes escribiría antes también)

[Zodiark]

Mientras corríamos hacia la salida, nos percatamos de algo extraño: no quedaba ni un sólo obrero trabajando en la construcción del castillo. Ni trabajando, ni haciendo nada, pues todo estaba vacío.

—¿Será la hora del bocadillo? —comentó Ronin, medio en serio medio en broma, al darse cuenta también.

—¿No notáis algo extraño?

—No se me ha escapado a mí, lo juro.

—Eh... Esto... —musité, mirándole de reojo con cara de desaprobación, algo asqueada por su comentario.

Pero sí que se notaba algo raro en el lugar, además de la ausencia de los trabajdores, pero no me había dado cuenta de ello hasta que Rayim lo comentó. A pesar de que el mundo era poco colorido de por sí, ahora parecía mucho más oscuro. Las tonalidades grises habían palidecido, como las de una foto vieja y desgastada.

Y finalmente llegamos a la puerta por la que habíamos entrado. Y lo que había allí no hacía más que acrecentar mi confusión. Un muro negro, que obviamente anteriormente no se encontraba allí, se alzaba frente a la salida, impidiéndonos salir. Quizá aquello explicaba por qué los colores del castillo se habían vuelto más pálidos, pero suponía otra incógnita: ¿qué era aquello y cómo había aparecido allí?

—¿De dónde ha salido esto? —pensé en voz alta mientras me acercaba al misterioso muro negro.

Con cuidado y sin fiarme demasiado, estiré el brazo y palpé la superficie, delicadamente, con la palma de la mano. La zona que había tocado vibró súbitamente, haciéndome apartar la mano como acto reflejo al provocarme un sobresalto.

—No parece ser sólido. Es más bien... Energía... —comenté, mirando a mi alrededor, hasta que miré hacia arriba y vi que no era una simple pared, sino que en lo más alto del castillo se curvaba y cubría el techo—. ¿Una cúpula? ¿Quizás es magia? Creo que alguien ha encerrado el castillo con nosotros dentro en el interior de una bóveda de oscuridad.

Pero no hubo mucho más tiempo para discutir o sacar conclusiones. Un puñado de sincorazón tipo sombra surgieron de las paredes oscuras de la misteriosa cúpula, y no parecían muy amigables, para variar. Rápidamente, mke coloqué en pose defensiva y de un salto volví con Rayim, Ronin y Kairi para alejarme lo máximo posible de la pared.

—Son demasiados —comenté, intentando mantener la calma, y sin saber ya hacia dónde mirar, pues de todas partes salían sincorazón, sin cesar—. No recuerdo haber visto nunca a tantos juntos...

—Vosotros dos debéis ir al pasadizo secreto que hay bajo el trono del Rey Mickey. Nosotros nos quedaremos en la sala del trono para que los sincorazón no bajen. ¡En marcha! —dijo Rayim, tras leer otra de aquellas extrañas notas, iniciando la carrera.

"¿El pasadizo de la sala del trono? ¿Se refiere al lugar donde se encuentra la Piedra Angular en nuestra época?"

—¿Están seguros de que podrán hacerles frente ustedes dos solos? —pregunté mientras corría como nunca antes había corrido en mi vida, intentando conservar al máximo mi respiración para no agotarme antes de tiempo.

Aunque, después de hacer la pregunté, me sentí un poco tonta. Después de todo, ellos eran Rayim y Ronin, los Maestros de la Llave Espada por antonomasia. Seguro que eran capaces de cualquier cosa, aunque probablemente en aquella época su poder no sería demasiado elevado. En cualquier caso, no había más remedio que confiar en ellos y en el autor de aquellas notas.

Pronto pude comprobar el tipo de poder que Rayim utilizaba. Por el camino, creaba muros de piedra y tierra, y también creaba grietas que abrían el suelo, tragándose a todo el que cayera en aquellos abismos a, probablemente, varias decenas de metros de profundiad. No estaba nada mal, aunque dudaba que a los obreros les gustara ver cómo estaba quedando el castillo.

—¡Vamos, Kairi! —exclamé una vez hubimos llegado a la sala del trono, adelantándome e introduciéndome primero en el agujero del trono, el cual ya había sido movido antes de que nosotros llegáramos, aunque no le di demasiada importancia—. ¡Vayan con cuidado! —dije a Ronin y a Rayim antes de desaparecer por completo en las entrañas del oscuro pasadizo.

Finalmente, y sin saber muy bien adónde debíamos ir y por qué, alcanzamos el lugar donde se encontraban Saito y Alec, lo cual me alivió al ver que el hombre de Ciudad de Halloween estaba sano y salvo. Pero no estaban solos: con ellos había otro hombre bastante guapo, un adulto más joven que Ronin y Rayim, pero con una cara que me resultaba increíblemente familiar que no tardé mucho en reconocer, dejándome bastante sorprendida, aunque sospechaba que tarde o temprano acabaría encontrándole.

"¿Kazuki?"

La otra persona era una figura encapuchada, cuyas inmensas orejas redondas reconocí rápidamente también: el Rey Mickey. Con su Llave Espada en la mano, parecía con ganas de luchar, tal y como decía la nota. De un salto, llegó al otro extremo de la sala, y se quedó de pie, observándonos, como si nos estuviera analizando. Entonces recordé las indicaciones de la nota: el dispositivo que controlaba su mente se encontraba en algún lugar de su cuerpo y, además, no se guiaba por ninguna estrategia, simplemente se lanzaba de forma ofensiva a la hora de luchar.

—Chicos —dije en voz muy baja, intentando que el rey no me escuchase—. Hay que buscar el aparato que controla su mente y destruirlo, pero debemos tratar de lastimarle lo mínimo posible, ¿de acuerdo? —observé al ratón, pensativa, durante un par de segundos, y continué—. Intentand distraerlo, y cuando os dé la señal, tapaos la nariz ya boca. Así podré aturdirle y tendremos una oportunidad para buscar el dispositivo.

No había tiempo para más cháchara, pues Mickey podía lanzarse a por nosotros de un momento a otro. Dicho y hecho, la acción comenzó, y la gatita de Alec, Ilana, se lanzó a por el Rey para tratar de distraer su atención. Me tocaba.

—¡Ahora! —exclamé, saltando hacia adelante para aproximarme unos metros al roedor y exhalando rápidamente un hediondo aliento hacia él—. ¡Dulce aroma!

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Acciones de Ilana acordadas con LightHelco.

[LightHelco]

“¿Kazuki?” me quedé mirando al joven que estaba al lado de Saito cuando bajé por las escaleras.

Aquella situación se me hacía bastante incomoda, aquel trabajador era la versión del pasado del hombre que me entrego la Llave Espada y a su lado se encontraba un aprendiz de Bastión Hueco que habría jurado acabar con todos los miembros de Tierra de Partida. No quería tener que empezar una pelea con un compañero, pero tampoco podía quedarme tranquilo sabiendo que si Saito acababa con ese Kazuki yo volvería a ser un simple humano con rasgos de Brujo.

Tampoco tuve mucho tiempo para preguntarle a Saito cuales eran sus intenciones hacia el joven Maestro, ya que tuve que moverme rápidamente para no ser degollado por una onda de luz.

—¿Nos…ha seguido?

Efectivamente, cuando mi di la vuelta me topé con la encapuchada figura del Rey Mickey listo para matarnos a todos. Miré de reojo al joven Kazuki, en estos momentos era solamente un humano corriente sin ningún arma a su disposición, si se quedaba allí el ratón lo mataría en menos tiempo que a Saito, Ilana y a mí.

“¡Espera! El objetivo no somos nosotros, es Kazuki” me di cuenta al momento desenvainando la Falcoespada, tampoco iba a mostrar la Llave así sin más, aunque bueno, era Kazuki, el hombre ni se acordaba de que había tomado de desayuno.

—Saito… a mí señal corre con el civil, este individuo es más peligroso que los enemigos a los que nos hemos enfrentado —le advertí al chico haciéndole señas con la mano a Ilana para que se preparase —. Debajo de la ropa, ¿no? Entonces vamos a tener que trabajarlo mucho.

Hubo suerte de que llegaran refuerzos, aunque estos solo fuesen Maya y Kairi, al menos tendríamos algo de ayuda para proteger a Kazuki. Tras que Mickey saltará para alejarse, me acerqué a la brujita para intentar informarla del problema que estábamos teniendo.

—Se donde esta el aparato, Ilana ha notado algo extraño bajo la capa, diría que es lo que buscamos, pero vamos a necesitar una buena estrategia y sacar a Kazuki de aquí —dije aquello último en voz mucho más baja para que el hombre no nos escuchase.

La niña entonces se quedó mirando al ratón pensativa hasta que se le ocurrió una idea viable para que pudiésemos detener al Rey.

—Intentad distraerlo, y cuando os dé la señal, tapaos la nariz ya boca —nos pidió la aprendiza a lo que me quedé mirándola confuso, ¿Qué habría querido decir con eso? —. Así podré aturdirle y tendremos una oportunidad para buscar el dispositivo.

Asentí aun confundido con el tema de taparnos la nariz y la boca, pero podía confiar en Maya para el plan. Aun así alguien iba a tener que encargarse de Kazuki y conociendo más o menos las habilidades de los cuatro, tenía seguro quien era la persona indicada para el trabajo de guardaespaldas.

—Kairi, llevate al civil de aquí rápido, Mickey va a ir a por él —le indiqué preparando mi magia para el plan de Maya —. Ilana, ¿lista para distraerlo? Pues muéstranos tus habilidades ilusorias.

La gatita maulló para desaparecer durante unos instantes y aparecer nuevamente en otro lugar, aunque esa ya no era Ilana, si no su copia, que iba a servir para distraer al ratón y que el resto pudiésemos pararle los pies.

—Saito, a mi señal vas a tener que lanzarte a por el ratón y coger un objeto que hay bajo su capa, ¿entendido? —esperé su respuesta y me giré hacia Maya —. Cuando quieras.

Gritando para que todos le escuchásemos, Maya saltó hacia Mickey y liberó por su boca un extraño aliento que incluso se llegaba a ver ¿eso era una habilidad o la niña no era tan limpia como pensaba? Que importaba, a su señal me tapé con una mano la boca y la nariz para con la otra apuntar hacia Mickey y levantar las zarzas que componían la habilidad Sota de Tréboles y retener al monarca.

Ese momento sería el que Ilana aprovechase para rajar cuanto más pudiese la capa que cubría al ratón y permitirnos ver el artefacto que lo mantenía hipnotizado. En cuanto viese algo o Ilana tuviese que retirase, le daría la señal a Saito para que fuera a por el objeto, íbamos a tener que ser rapidos, porque a saber cuanto duraba el efecto del mal aliento de Maya.

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Habilidades usadas por Alec e Ilana

Falso gemelo (HM) [Nivel 8] [Requiere Poder Mágico 12, Reflejos 20, Afinidad a Ilusión] La Mascota crea una copia perfecta de sí misma con un punto de salud (1 VIT). La copia podrá atacar de forma normal, pero no podrá hacer uso de ninguna habilidad.

Sota de Tréboles (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 8]. Unas zarzas salen del suelo y se adhieren a los pies del rival impidiéndole moverse durante ese turno (un post). El movimiento de las manos no se ve limitado, por lo que el oponente aún puede usar hechizos y armas a distancia.

[Kairi]

Todos marcharon hacia la salida del castillo, pero por el camino se notaba demasiada tranquilidad. No había obreros trabajando ni ningún sonido característico de obras. Todo estaba en silencio.

- ¿Será la hora del bocadillo? - preguntó Ronin.

- ¿No notáis algo extraño?

- No se me ha escapado a mí, lo juro.

Por suerte no ocurría nada referente a Ronin. Pero sí que los colores blancos y negros se habían oscurecido más y no se oía nada. Al llegar a la salida comprobaron que había una pared negra que bloqueaba el paso. Y no solo la puerta de salida, sino que rodeaba todo el castillo, como una cúpula. No había manera de salir.

- ¿De dónde ha salido esto? - preguntó Maya acercándose a la cúpula.

- No lo se, pero yo no me acercaría mucho - advirtió Kairi. Sin embargo, Maya no pareció escuchar su advertencia y tocó la pared, que vibró de una forma extraña.

- No parece ser sólido. Es más bien... Energía... - Maya miró hacia arriba - ¿Una cúpula? ¿Quizás es magia? Creo que alguien ha encerrado el castillo con nosotros dentro en el interior de una bóveda de oscuridad.

Pero no hubo más tiempo para investigar. Cientos de Sincorazones empezaron a surgir de la cúpula y el número aumentaba. Kairi nunca se había enfrentado a semejante cantidad de sombras, era técnicamente imposible. Lo único que podía hacer en ese momento era no separarse del grupo.

- Son demasiados. No recuerdo haber visto nunca a tantos juntos... - dijo Maya que había retrocedido rápidamente de la pared.

- ¿Qué vamos a hacer? No podemos enfrentarnos a tantos enemigos - Kairi se estaba empezando a poner muy nerviosa.

- Vosotros dos debéis ir al pasadizo secreto que hay bajo el trono del Rey Mickey. Nosotros nos quedaremos en la sala del trono para que los sincorazón no bajen. ¡En marcha! - dijo el Maestro Rayim, a quien le había llegado otra nota pero no se la había mostrado a nadie.

En su época, ahí estaba el extraño orbe que los había llevado al pasado. ¿Podrían volver por ahí?

Kairi no dudó en obedecer a Rayim y corrió hasta el lugar indicado. Si miraba hacia atrás, podría ver a Rayim creando muros de piedra que obstaculizaban el paso a los Sincorazón, además de abismos para hacerlos caer.

- ¡Vamos, Kairi! - exclamó Maya cuando las dos Aprendizas llegaron a la Sala del Trono e inmediatamente se introdujo por el agujero que había debajo. Kairi la siguió. Al final del pasillo se encontraron con Alec, Saito y el Maestro Kazuki de aquella época. Tambien había una figura encapuchada portando la Llave Espada. Por sus grandes orejas sólo podía tratarse del Rey Mickey. Pero no parecía dispuesto a ayudar.

- ¿Qué está haciendo? - preguntó Kairi incrédula cuando vio al ratón dar un gran salto y situarse en un extremo de la sala, observándolos.

- Chicos - susurró Maya - . Hay que buscar el aparato que controla su mente y destruirlo, pero debemos tratar de lastimarle lo mínimo posible, ¿de acuerdo? Intentand distraerlo, y cuando os dé la señal, tapaos la nariz y la boca. Así podré aturdirle y tendremos una oportunidad para buscar el dispositivo.

- Se donde esta el aparato, Ilana ha notado algo extraño bajo la capa, diría que es lo que buscamos, pero vamos a necesitar una buena estrategia y sacar a Kazuki de aquí - informó Alec muy bajito.

- Kairi, llevate al civil de aquí rápido, Mickey va a ir a por él - supuso que se referiría a Kazuki.

- De acuerdo - cogió a Kazuki del brazo - Sígame, rápido - se llevó al Maestro lo más lejos que podía del Rey Mickey. A la señal de Maya, se tapó la boca y la nariz y le dijo a Kazuki que lo hiciera también. De la boca de Maya salió un extraño gas. ¿En serio era eso una habilidad o Maya no se había lavado los dientes? En cualquier caso, se centro en mantener a Kazuki lo más lejos del Rey que pudiera, Llave Espada en mano.

[H.S Sora]

El joven Kazuki me había demostrado que a pesar de yo saber que en el futuro se convertiría en alguien extraordinario — aunque por desgracia del bando contrario — seguía teniendo algunos problemas para acordarse de según que cosas, lo cual hacía que desde fuera pareciese un poco atontolinado.

El caso era que no sabía que se disponían a guardar allí dentro, por lo que no tenía demasiado sentido estarse allí por mucho más tiempo ya que no había nada más que hacer en aquella sala. Ya vería lo que guardaban una vez hubiese vuelto a mi época.

Cuando iba a salir sin embargo, me llevé una agradable y extraña sorpresa:

¿Que haces tú aquí, Alec?

El muchacho parecía tan confuso o más que yo, pero antes de poder siquiera mediar palabra este tuvo que esquivar un extraño ataque el cual parecía haber sido lanzado con toda la mala leche posible. ¿Acaso había estado luchando contra algún Sincorazón y había venido hasta aquí tratando de huir o de acorralarle?

Fuese como fuese poco tardó la figura en dejarse ver, haciendo que las cosas encajasen poco a poco. Se trataba de nada más y nada menos que el Rey Mickey, envuelto en una negra capucha junto a una peculiar aura de destrucción que me erizaba hasta el último pelo que poseía: aquel no era un adversario común, era imposible siendo dos Caballeros de la Llave Espada y un Kazuki joven — que no tenía la menor idea de si sabía o no magia por aquel entonces — y si el objetivo de aquel Mickey resultaba ser de verdad Kazuki, estábamos bien jodidos.

—Saito… a mí señal corre con el civil, este individuo es más peligroso que los enemigos a los que nos hemos enfrentado.Debajo de la ropa, ¿no? —dijo Alec hablando con su mascota, a la cual no conocía demasiado— Entonces vamos a tener que trabajarlo mucho.

Aquello parecía una reunión de amigos, si no fuese por el hecho del Rey que actuaba de forma tan extraña y “agresiva” — Supuse que el ataque lanzado a Alec lo había tenido que efectuar él —. Ahora habían entrado en escena las dos chicas de Tierra de Partida que habían llegado junto a nosotros. ¿Estaba la pelea más igualada? No sabría decirlo, pero seguía siendo primordial sacar al Kazuki joven de allí, sobretodo ahora que Mickey se había arrinconado en una de las esquinas de la sala, esperando que le atacásemos supuse. Era ahora o nunca.

Pareció haber un ligero cambio de planes cuando llegaron las dos aprendizas, ya que Alec se acercó a la que me pareció más pequeña y desconocida para tramar lo que supuse que sería un plan. Por mi parte le hice señas a Kazuki para que viniese:

—Sé que todo esto puede parecerte muy raro, pero ahora mismo tienes que salir de aquí lo antes posible, hay en juego mucho más de lo que podrías llegar a imaginarte...

—Intentad distraerlo, y cuando os dé la señal, tapaos la nariz y la boca —parecía que a la pequeña aprendiza de Tierra de Partida se le había ocurrido un plan, mejor o peor, pero a fin de cuentas un plan— . Así podré aturdirle y tendremos una oportunidad para buscar el dispositivo.

Me dispuse a llevarme a Kazuki al exterior mientras ellos continuaban con los preparativos para el ataque, pero fui detenido por Alec en el preciso momento en que pretendía alejarme hacia las escaleras; tal y como había pensado el plan inicial había cambiado completamente.

—Kairi, llevate al civil de aquí rápido, Mickey va a ir a por él para el plan de Maya. Ilana, ¿lista para distraerlo? Pues muéstranos tus habilidades ilusorias. —dicho esto el animal particular de Alec, Ilana, despareció tras maullar y dejé de prestarle atención al desaparecido animal, debido a que quería escuchar que debía hacer yo— Saito, a mi señal vas a tener que lanzarte a por el ratón y coger un objeto que hay bajo su capa, ¿entendido?

—Claro, creo que seré capaz de lograrlo si combinamos bien nuestras fuerzas —dije sacando a Alice, y manejándola con soltura, mientras esperaba que el plan se llevase a cabo.

Tenía un papel decisivo en aquel plan, conseguir arrebatarle al Rey un objeto que probablemente lo estuviese obligando a realizar los actos que estaba haciendo, por lo que no podía fallar en aquella ocasión ya que probablemente sería de las pocas que podríamos tener ante un enemigo tan devastador...

Aquel fue el momento en que la aprendiza se abalanzó sobre el enemigo, liberando lo que pareció ser un extraño hechizo a través de su boca; por mi parte me tapé la nariz y la boca tal y como esta nos había indicado — ¿Sería para no acabar hechizados por el mismo? —, pude ver como Alec preparaba un hechizo y lo lanzaba, y cuando me hizo la señal salí corriendo guadaña en mano en dirección al peculiar Rey que me tenía tan intrigado.

Que sea lo que Dios quiera...

Sería entonces cuando intentaría arrebatarle el objeto que me había mencionado Alec lo más rápidamente posible; si se daba el caso de que su túnica aún no había quedado al descubierto usaría a Alice para realizar el mayor número de tajos posible hasta que pudiese ver el dichoso objeto y quitárselo antes de que le diese tiempo a parpadear.

Si veía que el Rey trataba de atacarme, no dudaría en lanzar un Perla tras otro a su cuerpo — las veces que hiciese falta — procurando aun así tratar de apropiarme del objeto que Alec me había mencionado.

No perderíamos aquella batalla, nuestro tiempo y nuestra gente dependían de ello.

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Saito no ha realizado ningún hechizo, salvo Perla, el cual utilizará si no logra robarle a Mickey el dispositivo y este trata de atacarle.

[Sombra]

Saito, Maya y Alec

Maya lanzó su hechizo. Por suerte para ella el Rey Mickey bajo el influjo del dispositivo que le controlaba no era capaz de comprender que él también debería haber hecho lo mismo, por lo que tan solo el ratón que portaba la llave espada fue afectado.

Estando en ese estado su puntería así como sus movimientos se verían ligeramente entorpecidos, aunque aún así les superaba por mucho.

Kairi corrió arrastrando a Kazuki, que sin entender nada simplemente se dedicaba a balbucear cosas sin mucho sentido. La chica logró escapar con el futuro Maestro subiendo por las únicas escaleras que había para entrar a la cámara secreta del castillo. Por el momento el Maestro estaba a salvo.

Cuando Mickey trató de seguirles casi cae al suelo al ver como sus piernas eran envueltas en zarzas que Alec acababa de materiarlizar bajo sus pies. El Falso Gemelo de Ilana se lanzó contra el monarca rasgando la túnica dejando al descubierto el extraño pin rojo que ya habían visto que llevaba Goofy. Dicho pin estaba colocado a la altura del corazón.

Quien no tuvo tanta suerte fue Saito ya que el rey lo vio venir desde lejos. El ratón cogió impulso con sus piernas y destrozó las zarzas para golpear con su llave espada al aprendiz, que se estrelló contra la pared formando una pequeña grieta en ella.

Saito en ese momento empezó a disparar hechizos Perla contra el monarca, pero unos hechizos tan débiles poco o nada iban a hacerle por lo que simplemente colocó su brazo para proteger el lugar donde estaba el pin y sin emitir respuesta al dolor o similar recibió los hechizos.

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Alec:
VIT: 20/20
PH: 19/26

Ilana:
VIT: 30/30 [Falso Gemelo 1 VIT]
PH:5/20

Saito:
VIT: 20/40
PH: 13/22

Maya:
VIT: 34/34
PH: 20/32

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Nombre: Rey Mickey Mouse III [Bajo efecto de Dulce Aroma]
Nivel: DESCONOCIDO [Superior a 50]
VIT: 575/600
PH: X/X

Datos:

Grandes reflejos y velocidad.
Se detecta un extraño "campo electromagnético" en el interior de la túnica entorno a su cuerpo.
Lleva una chapa roja que parece controlarle.

Kairi

Las escaleras parecían eternas para la aprendiza. Kairi había hecho caso a sus compañeros y había decidido poner a salvo al que sería en un futuro uno de los Maestros más poderosos de Tierra de Partida, de hecho era la mano derecha de Ronin en el presente del que ellos venían.

Cuando llegó arriba del todo vio que tanto Rayim como Ronin luchaban contra la horda sincorazón. No había un lugar al que escapar con él para ponerlo a salvo porque todo estaba repleto de oscuridad.

—¡Debe haber una forma de hacer que paren de surgir sincorazón! —exclamó Rayim en ese momento sin darse cuenta de que Kairi estaba escuchando—. Algo como... ¡Una cerradura que pueda cerrarles la puerta a este mundo!

—¡Eso es solo una leyenda! —respondió el pirata con pinta de estar bastante cabreado.

¿No le sonaba a Kairi de algo eso?

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Fecha límite 10/1/2015

¡Ya os queda muy poquito!