Tierra de PartidaAl final, todos estaban colaborando y eso se pudo notar en el humor de Pepito Grillo, que no decayó. Asentía a las explicaciones de cada uno e iba anotando cosas en su cuaderno. El primero fue Neru:
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Por lo tanto, tienes una razón para combatir a los sincorazón ―reflexionó el grillo―.
Esa será una de tus mejores virtudes, porque no buscarás gloria ni poder. Siempre que sigas buscando y no te desvíes hacia un camino de venganza.»
Hay infinitos mundos, y tarde o temprano tendrás alguna noticia. Los corazones nos conectan y esos vínculos nunca se esfuman del todo ―le sonrió con ánimo.
Acto seguido, fue el turno de Light, quien ya había intervenido brevemente en la parte de Neru (Pepito no había interrumpido aposta), y se cerró en banda al principio. Cambió de idea para aportar un relato más tenebroso. Al psicólogo se le borró la sonrisa, pero no puso ninguna cara en especial.
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Así es la guerra ―matizó al principio―.
Obliga a unos y otros luchar por la supremacía. Sin embargo, no puedes culparte por hacer lo correcto: ella escogió ir en contra de todos, aun sabiendo las consecuencias; y tú solo actuaste fielmente a tu corazón, para salvar a todo el mundo. Nadie te está juzgando: el único que lo hace eres tú mismo.Por último, le tocaba a Kei. Pepito se equivocó completamente con ella cuando creyó que por su recién incorporación no tendría mucho que contar. Fue de los tres la que más se abrió a los demás, e incluso relató cómo había llegado hasta allí. El grillo la escuchó con la más franca sonrisa en la boca, tan estática que parecía haberse quedado paralizado.
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Ya lo sabes por Neru, pero no debes desesperar en la búsqueda de tu hermano. Y que os hayáis conocido aquí os puede ayudar a aliaros y a cooperar en vuestros respectivos objetivos, a ayudaros mutuamente, puesto que sentís lo mismo ―animó, poniéndose una mano en el corazón.
»
Respecto a tu sueño, estos representan tu subconsciente, esa parte de ti que es inherente y desconocida. Diría que la Llave Espada te da seguridad, puesto que te salvaba de la oscuridad ―reflexionó―.
Y quizá esta sea la clave para rescatarle a él.»
¿Temes la oscuridad? No hay nada de malo en tener miedo. De hecho, vamos a hacer ahora un ejercicio de confianza. Neru, ve al armario, coge uno de los pañuelos, vuelve a la silla y véndate los ojos. Luego…―
TOC, TOC ―se escuchó un grito en el exterior, acompasado por dos golpes en la puerta.
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Adel…Y el que apareció en ella fue, cómo no, Akio, el Maestro más renacuajo para quien no le conociera aún. Tenía una mirada prepotente y una sonrisa pícara, mientras pasaba la vista entre los presentes, sin apenas hacer caso a Pepito. Algo le divertía en la situación.
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Como suponía, otros más que se unen al club ―Akio puso los ojos en blanco. Era obvio que no tragaba al nuevo servicio de Tierra de Partida—.
Me los llevo. Tenemos una misión.—
No te preocupes, a mí me pagan por sesión ―rio Pepito, cerrando el cuaderno y metiéndolo en un mini-maletín―.
Estaba siendo muy productivo, chicos. Continuaremos otro día.Si acudían a la siguiente citación, claro. Solo estaban obligados a una de presentación por los Maestros, según les habían contado.
El psicólogo les invitó amistosamente a que abandonaran la consulta y se marcharan con Akio, quien había salido a esperarles fuera para que terminaran de arreglar sus asuntos con el grillo. Era su última oportunidad para comentarle algo más, si querían, con los otros dos o en privado.
En el pasillo, Akio les esperaba con impaciencia, cruzado de brazos y con un tic en el pie.
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Id a prepararos, nos vamos en media hora. Os espero en la puerta principal ―les ordenó, para acto seguido echar a andar hacia el punto de reunión él primero. Al menos había sido considerado y no había indagado más en la charla con el loquero. ¿O se lo estaría reservando para después?
Cuando estuviesen listos y arreglados, encontrarían a Akio, con la armadura puesta y subido al glider. Les haría una seña para que le siguieran y, sin mediar ninguna palabra más, partiría hacia el espacio con ellos.
Lo primero que les podría llamar la atención del mundo es que era un vasto campo verde, de solo un terrorífico bosque a lo lejos. Light sería el único que reconocería el mundo, al que llamaban el «Bosque de los Enanitos». Aunque, como se apreciaba, era mucho más que eso. Verían desde lo alto a muchos jornaleros trabajando la tierra, a pleno sol, puesto que era lugar muy agrícola; y digamos, tradicional.
Akio les condujo hasta un camino, transitado por algunos comerciantes a aquellas horas, por lo que aterrizaron entre los árboles que había alrededor. Al fondo de este, se apreciaba una ciudad y un castillo en lo alto de una colina.
Cuando pusieron los pies en la tierra, Akio les advirtió:
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Haced desaparecer el glider, pero no os quitéis la armadura.Tomó ejemplo y, únicamente desprendiéndose del casco para mostrar su rostro, les dio la explicación, mientras echaba a andar hacia el camino principal, en dirección al castillo, y esperaba que le secundaran para ir acercándose durante la charla.
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Esta misión va a ser un poco especial en varios aspectos. En primer lugar, quiero que llevéis la armadura en todo momento, debido a dos razones: una, porque tuvimos un reporte hace unos años de que había magia oscura acechando en este mundo; y la segunda la descubriréis en cuanto os deis una vuelta por la aldea. En definitiva, por precaución. Os protegerá de la oscuridad más perversa y no tendré que andar recomponiendo cachitos de vuestros corazones. ―Puso otra vez los ojos en blanco, como si alguna vez se hubiese visto obligado a hacerlo―.
A ver, vosotros dos. ―Señaló a Light y Neru―.
Como sois más experimentados, podéis quitárosla entera o solo el casco para no impresionar a nadie mientras estemos por la aldea, a la que ahora vamos; pero tú ―se dirigió a Kei―
eres novata y posiblemente ni siquiera sepas controlarla. Tendrás que dejártela puesta o arriesgarte a no poder convocarla otra vez. Hagáis lo que hagáis, la quiero bien puesta cuando salgamos. ¿Entendido? ―Les miró de uno en uno, como si esperara alguna queja―.
Y si a alguien le extraña vuestro aspecto, excusaos con que sois extranjeros y ya.»
En segundo lugar, hemos venido por una misión que ha llegado hasta los moguris. La Reina ha convocado a todo cazador interesado para que se una a una cuadrilla de caza, que formará con el fin de capturar a una bestia que últimamente anda azotando el reino. El pueblo la ha denominado «Missgunst» y ha destruido ya varias aldeas. Cuentan que llena de oscuridad el corazón de todo aquel se cruza en su camino, ¿os suena de algo? ―sonrió, puesto que era una historia que se repetía constantemente―.
En realidad dicen muchas cosas de ella, pero os enteraréis mejor si investigáis por la ciudad.»
Ah, y en tercer lugar, yo os acompañaré en todo momento, aunque eso no es muy novedoso. ¿Alguna pregunta?Comenzaban a cruzarse con gente, así que tendrían que empezar a ser disimulados con la jerga que usaran.
Bastión HuecoAl salir del Portal, lo primero que vería Adam sería un castillo al final del camino al que había ido a parar. Ariasu, frente a él, lo miraba poniéndose la mano de visera para tapar el sol. No había nadie más a la vista y el Portal desapareció enseguida.
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Ese es nuestro destino ―le explicó, echando a andar hacia delante―.
Verás, querido Adam, desde hace algunas semanas estoy en la búsqueda de un sincorazón muy especial, que antes tenía bajo mi dominio y un día de repente, «¡plof!», desapareció. Curioseando las últimas noticias sobre sincorazón en algunos mundos, parece que este está sufriendo ataques graves de, seguramente, algún jefe. Quiero saber si es mi sincorazón y quién lo convocó, así que iremos a la ciudad principal para recabar información. En caso de que sea el mío, tienes terminantemente prohibido matarlo. ¿Entendido? Lo quiero vivo. Es decir, tan vivo como puede estar siendo sincorazón ―se carcajeó―.
Tú ya me entiendes.»
A ti te estoy sacando para darte un paseo. Haz lo que quieras mientras no me molestes.A pesar de las duras palabras, de que no lo había convocado por dejarle ver mundo o entrenarle en la práctica, Ariasu no parecía tener mala intención. No en eso. Simplemente era un hecho que no valoraba a Adam como una posible ayuda para cumplir su capricho.
Se hubiese dado cuenta o no, se dio la vuelta hacia él, comenzando a andar hacia atrás y sonriéndole.
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¿Y qué hay de ti? ¿Qué le interesa a un vampiro fuera de un mundo constantemente en Halloween? ―Error, preparando Halloween―.
Encima tienes que llevar ese farragoso anillo. Nanashi ya me ha hablado de él. Qué desencanto, con lo mucho que se alababa la fuerza nocturna de los vampiros y demás leyendas ―Hizo una mueca con la boca―.
Que supongo que serán mentira, ¿no? ¿Lo del ajo también? ¿Puedo probarlo?Si Ariasu tenía planeada alguna maldad relacionada con su debilidad, tendría que posponerla para más tarde, porque algo tras Adam le llamó la atención. Empujó al chico hacia los arbustos que había en la linde del camino, ocultándole en ellos, y ella desapareció.
Por el cielo Adam observaría cuatro puntos que fueron aumentando hasta distinguirse como gliders, con sus respectivos portadores. Descendieron entre los árboles rápidamente para no llamar la atención en un punto no muy lejano a ellos.
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Malditos sean, siempre apareciendo en el peor momento. Vamos a tener que matarl… ¡¡Mira, es Akio!! ―Adam escuchaba la voz de Ariasu a su lado, aunque no pudo verla por su hechizo de invisibilidad.
Le cogió de la mano (Adam notó el agarre) y le condujo hasta el punto en el que habían aterrizado, a una prudente distancia puesto que el aprendiz seguía visible.
Escondidos y callados, puesto que Ariasu expresó su desconfianza hacia el chico tapándole la boca (como si no temiera sus colmillos), y escucharon las palabras de Akio al completo, siguiéndole por el camino desde los matojos. Cuando llegaron a la sección de preguntas, Ariasu le frenó y le liberó. Todavía era invisible, por lo que Adam no podía verla, pero sí ubicaba más o menos su posición.
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¿Estás pensando lo mismo que yo…?La risa que vino a continuación le haría saber que se le había ocurrido un plan divertido.
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Enhorabuena, Adam. Vas a participar en mi juego de hoy. A partir de ahora, y hasta que nos marchemos de este mundo, serás el quinto miembro de ese grupo, un aprendiz más que ha mandado «Lyn» para ayudarles. ¿Hasta ahí bien? Te repetiré lo que haga falta, porque en unos minutos vas a acercarte al Maestro Akio, el niño rubio sin casco, y le contarás ese cuento.»
Supongo que sabrás que estamos en guerra contra Tierra de Partida, ¿no? Nanashi seguro que te ha hablado de eso. Ya prevenimos que pudiera suceder desde que nos escindimos de ellos, qué se le va a hacer. Es el precio de la traición. Y le daremos una alegría si en esta excursión regresamos con noticias de unos cuantos aprendices muertos, ¿no te parece? Además, te harías todo un nombre en el castillo, puesto que es una de tus primeras salidas.»
Y qué diantres, ¡será divertido!Incluso sin verla, podía notar su sonrisa, esperando la aprobación de Adam en el plan.
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Vamos por partes: como te he dicho, acércate a Akio y dile que has sido enviado por Lyn. Esa tipa le supervisaba todo el rato, seguro que sabe exactamente dónde está y qué va a hacer, así que no se extrañará. Has llegado hace poquísimo al castillo y no conoces a nadie más. Puede que recelen, pero nadie dudará de tu palabra porque tienes la Llave Espada y hay montones de aprendices novatos en ese casucho. No se conocen entre todos. Tus hábitos pueden ayudar a que no desconfíen por no haberte visto en zonas comunes.»
Sígueles el rollo con eso de ir a buscar al Missgunst, actúa como uno más. Seguramente sea el sincorazón por el que hemos venido. Sin embargo, si la Reina va a organizar una partida de caza y tú vas a estar en ella… Digamos que puedes «influir» en el fracaso de la misión. Sé creativo, a ver qué se te ocurre. Y sobre todo, pásatelo bien. Si te descubren, o hay muchas sospechas a tu alrededor, intervendré y los mataré a todos directamente. ―Hizo una pausa que no le pasaría inadvertida a Adam―.
Excepto a Akio. A él ni se te ocurra plantarle cara, porque te destrozará a la velocidad del rayo. Limítate a odiarle como todos los demás.»
¿Tienes alguna duda? Como te quejes, te doy una colleja. ¡Es lo mejor que podía pasarnos!Algo cayó frente a Adam, supuestamente soltado por Ariasu. Al acercarse, vería que era un pinganillo para colocarse en el oído, y que podría cubrirse disimuladamente con el pelo.
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Estaré siempre por alrededor, y puede que incluso le haga alguna jugarreta a Akio. Podré escucharlo todo a través del comunicador que te he dado, y si alguien te plantea una pregunta que no sabes responder, te la chivaré. Por lo que hemos oído, Akio te ordenará que te pongas la armadura, así que obedece. Estarás en el mismo caso que esa novata.Parecía sumamente emocionada por poner en marcha el juego. O más bien, el «experimento».
Fecha límite: 29 de enero.