A ninguno de los aprendices le pasó desapercibido el comentario sobre la pérdida de su Llave Espada, el cual suscitó entre ellos desde interés hasta suspicacia. Era una cuestión, sin duda, desconcertante. Y, quizá, si a alguno se le hubiese ocurrido preguntar directamente, hubiesen tenido jugosa información para lo que se les avecinaba.
Pero antes, como no, Yu intervino con su borde habitual que, como no, en absoluto agradó a Daichi.
—
No, si me la han quitado, no se puede invocar —replicó, frunciendo el ceño, como si fuese obvio. Luego, respondió, dirigiéndose a Fran—.
Yo tampoco me lo hubiese creído en tu lugar. Pero es verdad. Ya no acude a mi llamada —añadió, con tristeza.
La pregunta sobre la mujer a la que había mencionado le tiró más de la lengua.
—
Es mi Maestra. Se llama Iwashi. Es una persona increíble, aunque supongo que no la conocisteis, ¿verdad? De lo mejor de Tierra de Partida. Siempre era muy atenta al trabajo de los aprendices, y le encantaba enseñar, aunque tampoco le gustaba la vaguería. Ese mundo no sería lo mismo sin ella. Así que, cueste lo que cueste, ¡nos iremos juntos! Finalmente, subieron por las escalerillas, tras las amables palabras de Zeix, pese a que escondieran una mentira, y que aún así parecieron reconfortar enormemente al muchacho. Sam, que siendo un perro le iba a costar más subir por las escaleras (aunque no le era imposible), decidió quedarse allí por si aparecían más sincorazón.
De nuevo en la superficie, llegaron hasta una pequeña plaza redonda, con un increíble suelo de transparencia azulada que mostraba una zona subterránea a la que, quizá, por otro camino, hubiesen llegado. Parecía, además, estar cerca de los generadores de la ciudad.
Otro dato más impactante: no estaban solos.
—
¡Tú! —señaló Daichi, poniéndose rápidamente en guardia.
La interpelada era una joven, de pequeña estatura, ciertamente acorde con su edad, cabello azulado y puntiagudo, combinado con ojos verdes y una piel casi de porcelana. Llevaba puesto un vestido de señorita, de flacos y vuelos, con el típico accesorio paragüero para resguardarse del sol. Aunque allí no había sol.
—
¿Quién iba a pensar que sería yo quien te encontrase? —murmuró la chica, algo contrariada—.
Les dije a los demás que no me involucrasen en tu búsqueda. Y, fíjate, al final no has supuesto ningún esfuerzo —sonrió—.
No puedo pasarte por alto y fingir que no te he visto, ¿sabes? Aunque me gustaría mucho. Pero, ¡mira! Me has traído a los demás aprendices. Gracias. Los habíamos perdido de vista.—
No dejaré que me volváis a atrapar, Alexis —sentenció Daichi, colocándose entre ella y el resto. Sin duda, se trataba de un asunto personal. Aun así, advirtió a los demás—.
¡No la escuchéis! ¡Es una de ellos!Y Alexis sonrió de nuevo, divertida.
—
¿Capturarte? ¿Para qué? Sellaste tu destino cuando rechazaste nuestra oferta. Y, ¡mírate! ¿Ha servido para algo? —preguntó, mirando su demacrado aspecto. Sin embargo, no le dejó contestar—.
Es una lástima, Daichi. Que te hayas sacrificado por nada.Nadie pudo predecir lo que ocurrió a continuación. Ni siquiera Daichi, quien reaccionó ante el punto cumbre de la conversación por acto reflejo, en el último instante, accionando el botón de su muñeca que le cubrió con la armadura. Sin embargo, fue en balde. La Llave Espada que, en apenas unos segundos Alexis había invocado, mientras se dirigía hacia él, atravesó el metal limpiamente hasta llegar a su corazón.
Y, ante el inesperado giro de la situación, Daichi expiró su último aliento. La armadura se deshizo en pedazos. Alexis retrocedió unos pasos, observando el proceso. Y, mientras el cuerpo del muchacho desaparecía lentamente, una esfera rosácea ascendió desde él, volando libre, por primera vez. No obstante, en vez de perderse junto con su anterior recipiente, se vio atraída hacia las manos de Alexis, que la sostuvo con cuidado, viendo cómo flotaba.
—
¿Sabéis? Era muy ingenuo. Muchas veces lo engañaba para que cumpliese las misiones que me mandaban —explicó Alexis—.
Sólo por eso le daré el honor de hacer un último encargo especial para mí.La esfera rosácea, cuyo interior no se vislumbraba demasiado bien, cayó de las manos de Alexis hasta el suelo, donde se fundió cual Sombra y se transformó en una masa negra que salía de las profundidades de la tierra, alzándose sobre los aprendices, tomando forma hasta convertirse en aquello en lo que, sin duda, Daichi no hubiese querido adoptar:
—
¿Qué tal si me demostráis que sois lo suficiente capaces como para que pueda plantearos la misma oferta? —les retó Alexis, desde detrás del sincorazón, el cual le servía de escudo—.
Y, por si se os ocurre, por un casual, intentar eludir esta prueba…Alexis chasqueó los dedos. Surgieron entonces resplandores en forma de barrera en las tres posibles salidas: la trasera, la superior y la alcantarilla. Cualquiera desde fuera podía entrar; pero, los de dentro, no salir.
*Instrucciones para el combate:
- No tenéis ayuda de ningún tipo: o vencéis o perdéis.
*
Datos:Armadura???
PH de Yu: 3/8
PH de Zeix: 3/4
PH de Fran: 7/8
PH de Mickael: 6/12
Fecha límite: 1 de agosto.
Turnos perdidos: Ueki Expulsado; khsora (1); Axelpower (1); HappyDelice (1); Kousen (1); Deja Abandono; Final Fan (1); Hitori (1).
Ausentes: Little Sho, Kairi, EspeYuna, Zero, Narrador.
(Aparecer como ausentes quiere decir que habéis avisado de que probablemente no estéis disponibles, por lo que quedáis exentos de postear, aunque no estaría de mal que lo hicierais si podéis, y de castigos hasta vuestro regreso).
Si no aparecéis como ausentes y habéis anunciado vuestra indisposición, avisadme por PM con el link donde lo hicisteis.