[Evento Global] OduE: Ruta 4

[Nell]

Spoiler: Mostrar

Yuffie se adelantó, subiendo las escaleras primero, aunque aminoró el ritmo para que los demás le siguieran el paso. Bueno, en realidad, sólo le siguieron Adelaida, Fátima y Kousen, puesto que los demás querían ojear primero un poco el lugar.

—¿Allí? No, no hay nadie. O a lo mejor sí —meditó la joven—. Vine con otras dos personas más, pero les he perdido de vista. A lo mejor nos los encontramos.

Alcanzaron el final de las escaleras, el cual estaba bloqueado por una verja. Yuffie, sin ningún reparo, la saltó fácilmente, pues había hueco suficiente entre los barrotes y el arco, y pasó a una zona muy peculiar. Desde ella, podían observar varios caminos pero, más importante aún, el lugar donde habían comenzado.

Spoiler: Mostrar

—¿Queréis ver el castillo? —preguntó entonces Yuffie, ante las palabras de Adelaida—.¡Es muy peligroso! Una vez entramos y ellos…

Sin embargo, no pudo acabar la frase, pues un estridente sonido, proveniente de lo alto de las escaleras, acalló todas las voces. Yuffie, sin pensárselo dos veces, salió corriendo a ver de qué se trataba.

Spoiler: Mostrar

Una vez los aprendices se pusieran a su altura, se encontrarían con una desagradable escena. Yuffie, mirando atónita un sincorazón, aparentemente surgido de la nada. Pero no uno cualquiera. Sin duda, uno de los grandes, literal y metafóricamente. Llegaba a los dos metros, y tenía una conocida forma camaleónica azulada y, a juzgar por lo que se apreciaba a través de la apertura de su boca, una larga lengua.

Spoiler: Mostrar

[Explicación: quería poneros uno de los jefes multicolores camaleónicos del Days, pero no he encontrado ninguna imagen decente, salvo la de KHI].

—¿¡Qué demonios es eso!? —exclamó Yuffie, impresionada—. ¡Nunca había visto uno tan grande! Y aquí… ¡es imposible!

De repente, un resplandor en forma de barrera iluminó las escaleras. Estaban atrapados. Los de dentro, no podrían salir; sin embargo, los de fuera, sí entrar.

Y así continuaban sus divertidas aventuras por Bastión Hueco.

Spoiler: Mostrar

*Instrucciones para el combate:

- Vuestra ayuda extra será Yuffie. Peleará a vuestro lado hasta finalizar la batalla o hasta que caiga en combate.

- Obedecerá cualquier orden que le deis, salvo en caso de que se contradigan. Si son varias, realizará la del primero que se lo pidió.

Spoiler: Mostrar

*Datos:

Yuffie

Nivel: 13
PH: 26/26
Habilidades: ¿?

Camaleón

???

PH de Fátima: 9/10
PH de Ivan: 15/18
PH de Pichu: 9/12
PH de Nadhia: 11/16
PH de Adelaida: 3/4
PH de Hitori: 15/16
PH de Kousen: 7/10

Spoiler: Mostrar

Fecha límite: 1 de agosto.

Spoiler: Mostrar

Turnos perdidos: Ueki Expulsado; khsora (1); Axelpower (1); HappyDelice (1); Kousen (1); Deja Abandono; Final Fan (1); Hitori (1).

Ausentes: Little Sho, Kairi, EspeYuna, Zero, Narrador.

(Aparecer como ausentes quiere decir que habéis avisado de que probablemente no estéis disponibles, por lo que quedáis exentos de postear, aunque no estaría de mal que lo hicierais si podéis, y de castigos hasta vuestro regreso).
Si no aparecéis como ausentes y habéis anunciado vuestra indisposición, avisadme por PM con el link donde lo hicisteis.

[Suzume Mizuno]

Fátima refunfuñó por lo bajo ante la ambigua respuesta de Yuffie. Solo esperaba que les pudiera llevar a un lugar seguro, al menos. Luego la chica dio un ágil salto por encima de la verja. Fátima torció la boca, pero trepó por los barrotes con mucha menos libertad de movimientos y se las apañó para aterrizar al otro lado sujetándose la falda para que no se le levantara.

Desde allí se podía ver la plaza donde habían aterrizado los aprendices. Cuando Fátima se dio la vuelta vio unas escaleras que llevaban a una enorme puerta azulada en forma de arco.

Yuffie les ofreció entrar al castillo tras escuchar a Adelaida, pero antes de poder terminar escucharon un ruido estridente. Sin detenerse unos segundos, Yuffie salió despedida hacia las escaleras.

—¡Espera! ¡No te separes, es peligroso…! — gritó Fátima.

Chasqueó la lengua porque Yuffie no se había detenido a escucharla y, con la Llave Espada en la mano, echó a correr tras ella, preocupada por lo que pudiera pasarle. Llegó a su lado y el corazón le dio un vuelco.

Frente a ellas había un horrible sincorazón con forma de camaleón, con largas patas, un cuerno en la cabeza.
Lo primero que pensó fue que Yuffie les había mentido y se volvió hacia ella con una mirada acusadora. Pero la chica parecía tan, o más, sorprendida que ella por la aparición del sincorazón.

—¿¡Qué demonios es eso!? ¡Nunca había visto uno tan grande! Y aquí… ¡es imposible!

Entonces, Fátima percibió por el rabillo del ojo un resplandor. Se volvió a tiempo de ver cómo una barrera cortaba su salida en las escaleras. Sintió que se le venía el alma a los pies.

Habían caído de llenos en una trampa.

No creía que fueran a poder atravesar la barrera, para algo la había puesto alguien… Fuera quien fuera. Y de momento no quería pensar que recibían ayuda exterior. Es decir, solo contaban con sus propias fuerzas.

Tragó saliva. Ese sincorazón parecía muy fuerte. No sabía si con sus fuerzas sería capaz de enfrentarlo.

Pensó en lo que sabía de los camaleones e intentó aplicarlo al combate que iban a tener de un momento a otro. Que ella recordara, esos repugnantes bichos podían mimetizarse con el ambiente. Se le pusieron los pelos de punta al pensarlo. Solo eran ellos cuatro y no estaba convencida de cuál era el nivel de lucha de cada uno. Pero, desde luego, el suyo no destacaba demasiado. Si solo tuviera más tiempo para planear algo…

Vio una figura y al darse la vuelta se encontró con que Ivan había atravesado la barrera. A pesar de que era la última persona a la que quería ver, exhaló un suspiro de alivio. Con él y con Pichu tendrían muchas más oportunidades de vencer y salir vivos de allí. Sintió más confianza en sus posibilidades:

—¡Ivan! — exclamó, llamándole la atención —. Voy a lanzarle un ataque Aqua. Luego tú lánzale un hechizo de hielo. Así quedará marcado y le costará un poco más moverse. ¡Kousen, Yuffie y… tú! — señaló a la chica de largo pelo negro, cuyo nombre desconocía —. ¡Rápido, separaos para que podamos atacarle desde los flancos y sus puntos ciegos! Si es que tiene — añadió en voz más baja, casi para sí misma.

Dicho esto, rezó porque, en caso de que quisieran obedecerla, no hubiese pensado mal aquella básica estrategia. Apuntó al Sincorazón y exclamó:

—¡Aqua!

Spoiler: Mostrar

Narra me ha dado permiso para describir un poquito de las acciones de Ivan 8D

[Hitori]

Una parte del grupo se adelantó, acompañando a Yuffie, en dirección al castillo. Sin embargo, los otros se quedaron rezagados, observando el lugar. Kit, como había dicho antes, quería atravesar la enorme puerta de metal, pero parecía imposible. Hitori decidió esperarles, sin decir nada, hasta que fuesen a reunirse con los demás.

Finalmente, el grupo se dirigió en dirección al castillo. Al chico le era indiferente un sitio que otro, ya que el encapuchado podía estar en cualquier lado. Eso sí, al estar la puerta de metal intacta, estaba claro que no había pasado por ahí...

Pronto alcanzaron lo alto de las escaleras, donde el resto de sus compañeros estaban... pero, para su sorpresa, también había un enorme sincorazón-reptil que parecía un lagarto o un camaleón gigante. Hitori empuñó su Llave Espada y corrió junto a sus compañeros, que ya estaban preparados para luchar y parecían tener una estrategia.

—¡Aqua! —oyó exclamar a la chica que se había peleado antes con Kit.

Hitori estaba un poco confuso, por lo que esperó a ver lo que hacían sus compañeros. Sin embargo, Ivan le llamó.

*—¡Hitori! ¡Haz un Hielo conjunto conmigo!

El chico asintió y, poniéndose al lado de Kit, apuntó con su Llave Espada.

—¡Hielo! —exclamó, al mismo tiempo que su compañero. Si la táctica salía bien, el Sincorazón quedaría inmovilizado durante un rato.

Spoiler: Mostrar

*Narra me ha dado permiso para usarle así este turno.

[Kousen]

Mientras caminábamos hacia una parte superior por la cual llegamos a unas escaleras, Yuffie se nos adelantó subiendo bastante animada y sin dejar de comentar cosas, hasta que llegamos a una zona donde se podía divisar la plaza por la cual habíamos llegado. Estábamos justo por donde había pasado otro grupo de aprendices, pero no había rastro de ellos...

Empezaba a preocuparme sobre qué haríamos para salir de aquella ratonera gigante, mientras acariciaba la cabeza de Houma, que seguía encaramado a mis hombros con la mirada fija en Yuffie.


—¿Queréis ver el castillo? —Dijo Yuffie, captando inmediatamente mi atención—.¡Es muy peligroso! Una vez entramos y ellos…

— ¿Ellos? Entonces si que puede que nos hayan tendido una... — No pude terminar la frase

Un ruido ensordecedor y un estruendo recorrieron tanto el aire como el terreno del lugar, dejando tras él un silencio sepulcral, pero estaba claro que el foco estaba en lo más alto de las escaleras, frente a las grandes puertas de la fortaleza.
Yuffie no se lo pensó dos veces y salió disparada, directa al peligro, ignorando las advertencias de Fátima. Corrimos tras ella intentando detenerla, pero lo que vimos me cortó la respiración de golpe y me puso los vellos de punta, un escalofrío recorriéndome de pies a cabeza.

Yuffie no estaba sola. Estaba inmóvil, observando un Sincorazón enorme. El más grande que había visto en lo que llevaba de vida, y con un aspecto mucho más amenazador de lo común. Cubierto de escamas de colores verdes y pardos, ideales para confundirse y con los rasgos de un camaleón, portando un enorme símbolo de corazón partido en su pecho.

—¿¡Qué demonios es eso!? — Yuffie no daba crédito —. ¡Nunca había visto uno tan grande! Y aquí… ¡es imposible!

— ¡¡Yuffie!! ¡Apártate de esa cosa! ¡Antes de...! —

Otro sonido, esta vez suave y acompañado por un flash de luz me hizo callar de inmediato. Estábamos atrapados junto con aquella bestia, sin posibilidad de huir de aquel sitio sin hacernos cargo de ella. O alguien se había encargado de ello o estábamos ante el jefe del lugar, con poder suficiente para aquello.

Los que se habían quedado atrás no tardaron en unirse a nosotros.
Apreté los dientes y sujeté con fuerza mi llave espada, alzándola en una posición de combate.

—¡Ivan! — dijo Fátima al ver al chico de los cascos. Conque ese era su nombre... —. Voy a lanzarle un ataque Aqua. Luego tú lánzale un hechizo de hielo. Así quedará marcado y le costará un poco más moverse. ¡Kousen, Yuffie y… tú! — Agucé el oído para escuchar bien a Fátima —. ¡Rápido, separaos para que podamos atacarle desde los flancos y sus puntos ciegos! Si es que tiene —

— ¡Entendido! — Exclamé, corriendo a otro punto para poder rodearlo, pero entonces lo vi.

Sus ojos. Los movía rápidamente de un lado a otro, enfocándonos con ellos sin importar donde estuviésemos. Después de todo sí que se trataba de un camaleón, y eso no lo ponía fácil. Tendría varios puntos fuertes: La visión, el camuflaje, la lengua... y aquella cola parecía sólida.

— ¡Cuidado con esa cosa! ¡Esos ojos le proporcionan 360 grados de visión, así que nos verá sin importar donde estemos! — Apunté a ellos con mi llave — ¡No le deis tiempo para ocultarse, y cuidado con que os atrape con la lengua o con la cola! Esa última parece una buena arma física...

Gruñí y me concentré lo máximo posible en aquellos ojos tan rápidos. No podía gastar mucha magia o iba a pasarlo bastante mal, así que tendría que usarla sabiamente o atacar cuando bajase la guardia.

— ¡Trueno! — rugí, lanzando un hechizo Electro con todas mis ganas, esperando que el Aqua de Fátima o la humedad conjurada por un par de hechizos Hielo aumentasen la conductividad, y con ella el poder de mi ataque.

[Soul Artist]

La patada de Fátima me había dejado completamente... Aturdido, por decirlo de alguna manera. No había imaginado aquella reacción, por lo que mi acto reflejo fue llevarme las manos a mis bajos y ahogar un grito de dolor mientras me dejaba caer al suelo. Se acercó a mí Nadhia para decirme algo, pero mi mente no contestaba a aquello.

Las siguientes escenas fueron confusas para mí. Una ninja, avance, el castillo... Ignoré todo, solo me abstraí a mi mundo personal para pensar en si me merecía aquello. ¿Tanto me había pasado? Las palabras de Fátima me habían llegado otra vez fondo, junto con su ataque. Mi rabia hacia ella debía crecer... ¿Y por qué no lo hacía?

Algo ocurrió. No me enteré bien, pero algunas personas habían decidido avanzar, Pichu con ellas. Unas barreras mágicas habían surgido y me preocupé de inmediato; no pensé, solo me lancé hacia adelante y atravesé uno de los muros para ayudar a Pichu.

Se lanzó enseguida hacia mí nada más verme, atemorizada por lo que se había encontrado: un Sincorazón gigantesco con forma de camaleón verde. La ninja parecía asustada, pero me adelanté a ayudar con la Llave Espada en mano.

—¡Ivan!

Fátima era quien había llamado mi atención. Le dirigí la mirada de reojo rápidamente para saber qué quería; me acababa de atacar instantes antes, ¿qué se suponía que tenía que pensar de ella? ¿Contratacar? ¿Dejar que mi honor quedase así manchado?

No. Si me había dado así... Es porque realmente me había pasado. Alguien superior, alguien mejor como yo no la habría insultado de esa manera. No era momento de ajustar cuentas.

—Voy a lanzarle un ataque Aqua. Luego tú lánzale un hechizo de hielo. Así quedará marcado y le costará un poco más moverse.

Escarcha... La idea de mi compañera era crear escarcha alrededor del monstruo, de modo que le molestase al moverse. No solo eso... Era un camaleón, ¿y si se podía camuflar con el paisaje? Gracias a la escarcha sería fácil no perderle la vista. Pero no podía arriesgarme a un Hielo solo,

—¡Hitori! ¡Haz un Hielo conjunto conmigo! —ordené a mi compañero. Me coloqué a su lado y señalé con la Llave Espada a nuestro enemigo, lanzándole así dos bloques helados; uno mío y otro de mi amigo, después de que Fátima usase su hechizo acuático sobre el enemigo y antes de que el chico desconocido para mí usase Electro.

[Pharos]

Adelaida siguió rauda a Yuffie, junto a la peliguaposa y a otro Aprendiz al que todavía no conocía.
Alto y más mayor que el resto, tenía un pelo negro de aspecto indomable. Vio fugazmente unos colmillos que asomaban por entre sus labios. Una sonrisa acudió a los labios de la sepulturera: ¡Un vampiro!
Tendría que preguntarle de que parte de Ciudad de Halloween era, porque no le sonaba de nada su cara.

Llegaron hasta una verja, la cual la Gran Guardiana de Bastión Hueco saltó sin esfuerzo. Sin pensárselo dos veces, Adelaida la siguió: dio un salto con fuerza, pero aún así tuvo que escalar la cima de la valla para sobrepasarla

—¡Espera! ¡No te separes, es peligroso…! — gritó "peliguaposa"

Cuando llegó hasta Yuffie, una mueca de asombro se adueñaba de su asombro.

—¿¡Qué demonios es eso!? —exclamó Yuffie, impresionada—. ¡Nunca había visto uno tan grande! Y aquí… ¡es imposible!

Ante ellos, un enorme monstruito azulado con ojos saltones. Adelaida nunca había visto nada parecido. Y menos un Sincorazón.

—¿¡Qué demonios es eso!? —exclamó Yuffie, impresionada—. ¡Nunca había visto uno tan grande! Y aquí… ¡es imposible!

La peliguaposa se empezó a lanzar órdenes a diestro, organizándoles a todos.
-¡Kousen, Yuffie y… tú! — añadió, señalándola a ella —. ¡Rápido, separaos para que podamos atacarle desde los flancos y sus puntos ciegos!

La peliguaposa, Iván y su antiguo compañero de baile lanzaron hechizos a diestro y siniestro, llenando el aire de chiribitas. Y Adelaida, inexperta como era en el combate, se apresuró a acatar la orden.

-Vamos Yuffie, vamos a dar vueltas con él. - dijo, invitándola a bailar - Tal vez se maree un poco con el baile si vamos rápido.

Adoptando el semblante sereno que tenía cuando combatía, se lanzó hacia el flanco del monstruo. Su intención era hacer un rápido ataque de pasada. Y mientras acortaba distancias con él, de entre sus labios escapaban unas breves palabras para el Sincorazón.

La sombra entre las sombras
El corazón entre corazones
Como estrellas fugaces
Te traemos la luz

[Nell]

Spoiler: Mostrar

Una vez estuvo puesta sobre la mesa la estrategia, los aprendices no deberían de haber tenido nada que temer. Nada más comenzar la batalla, el Camaleón estaba acorralado, con magias de agua, hielo y trueno por doquier, sin apenas resquicios por los que escapar. Fue, a fin de cuentas, una buena táctica, pues enseguida quedó patente el mayor problema que tendrían que resolver durante el combate: la increíble velocidad del reptil.

El Camaleón se movió rápido para empaparse mínimamente con el agua de Fátima, aunque no pudo evitar el hielo conjunto de Hitori e Ivan. Sus cuatro patas y su cola quedaron inmovilizadas a causa del enorme poder mágico que había tras aquellos dos chicos. Y luego vino el rayo. Acertó de pleno en el acorralado sincorazón, que ya se veía hostigado también por las dos muchachas, Adelaida y Yuffie; una atacando con su Llave Espada; otra, desde la distancia con su shuriken gigante.

Sin embargo, el sincorazón no quedó aturdido, para su pesar. Aún inmovilizado, abrió la boca y extendió su lengua hasta la víctima más cercana: Adelaida. La agarró, sin necesidad de rodearla la cintura debido a la pegajosidad de ésta. Ladeó la cabeza, balanceando a su presa, y la lanzó contra el castillo, al mismo tiempo que rompía, a base de esfuerzo y mucha fuerza bruta, el hielo de sus pies, donde aún quedaban heridas. Lo que, sin duda, lo haría más lento.

Viéndose acorralado, y no sin razón, pasó a hacer lo que muchos habían supuesto: desaparecer. Camuflándose perfectamente con el entorno, ni siquiera su contorno era visible.

Su enemigo acechaba, en algún lugar. Y Adelaida caía antes de un encontronazo con la pared, al menos.

Spoiler: Mostrar

*Datos:

Yuffie

Nivel: 13
PH: 26/26
Habilidades: ¿?

Camaleón

???

PH de Fátima: 6/10
PH de Ivan: 13/18
PH de Pichu: 9/12
PH de Nadhia: 11/16
PH de Adelaida: 3/4
PH de Hitori: 13/16
PH de Kousen: 5/10

Fecha límite: 5 de agosto.

Spoiler: Mostrar

Turnos perdidos: Ueki Expulsado; khsora (1); Axelpower (1); HappyDelice (1); Kousen (1); Deja Abandono; Final Fan (1); Hitori (1); Lighthelco (1).

Ausentes: Little Sho, Mickael.

(Aparecer como ausentes quiere decir que habéis avisado de que probablemente no estéis disponibles, por lo que quedáis exentos de postear, aunque no estaría de mal que lo hicierais si podéis, y de castigos hasta vuestro regreso).
Si no aparecéis como ausentes y habéis anunciado vuestra indisposición, avisadme por PM con el link donde lo hicisteis.

Anuncio importante:

Spoiler: Mostrar

Hablemos de cosas serias: mis vacaciones. Me voy a la playa el próximo lunes 6 de agosto, y no podré postear. La fecha de retorno es indecisa, puede variar entre una o dos semanas (aunque creo que lo más probable es que sea el día 13).

¿Qué quiere decir esto? Una vez postee el día 5, la fecha límite será el día 10-11, eso no cambiará. ¿Qué pasa si posteas el día 12 y no he regresado? Entra dentro del plazo. El problema lo tendrás cuando regrese y aún no lo hayas hecho. Por eso, lo ideal es que no lo dejéis para el último momento (a ver si hacéis caso por una vez xD) y cumpláis con el periodo, por lo que pueda suceder. Advertidos quedáis.

[Kousen]

La estrategia de Fátima no fue ninguna pérdida de tiempo: Funcionó... casi al dedillo.

Aquella bestia era rápida, pero el agua logró empaparla. Esto sin duda aumentó la efectividad del par de magias de congelación, las cuales lo dejaron fijo al sitio lo justo para que sufriese un certero impacto del electro. Mientras tanto, un par de llaves espada y el shuriken de Yuffie completaron el ataque conjunto.
Para desgracia de aquella chica tan singular y graciosa, el contraataque era de esperar: Aquella lengua salió de la boca del Sincorazón como una flecha, enganchándola por la cintura y lanzándola con fuerza brutal contra una pared cercana, dejándola fuera de combate.

Sin embargo el plan falló en un punto clave: Aquel monstruo se libró a base de fuerza bruta e hizo lo que todos estábamos temiendo. Se camufló perfectamente con el entorno, ni una escama quedó para delatarlo.

El pánico era palpable en el ambiente, pues estábamos encerrados, con una bestia rápida y de fuerza devastadora ahora invisible para nuestros ojos y por último con una compañera más que probablemente inconsciente. Miré a la pobre chica, yaciendo junto a la pared.

— ¡Que alguien la cure! — dije, pues aún no había logrado el arte de la sanación — Es un blanco fácil si la dejamos así, y su condición puede empeorar. — Me mordí el labio, escudriñando los alrededores en busca de un punto brillante o una acumulación de energía dejada por aquella cosa.

Nada otra vez. O estaba esperando el momento oportuno para atacar o estaba disfrutando causándonos el temor de no saber por qué ángulo podría atacarnos.

Respiré profundo, intentando pensar con calma. Tendría que haber un modo de localizarlo, era imposible que se ocultase de una forma perfecta.
Cerré los ojos dejándome en completa oscuridad y agucé el oído, intentando localizarlo por el ruido de sus pisadas, sin duda mucho más sonoras que las nuestras por su peso. Pude distinguir un roce y unos pasos pesados, pero no me servía de nada para localizarlo, si bien eso lo reducía a una parte de la zona.

¿Qué hacer? Se me ocurrió algo como cubrirlo con algún líquido u otra sustancia como la arena, que quedase por encima de su piel y nos dejase verlo... pero no disponíamos de nada así en aquel sitio.
Un momento... piel. Sonreí, recuperando la serenidad y sujetando mi arma con más seguridad.

Por supuesto, aquello era una simpel mimetización. Su piel cambiaba de color y textura para confundirse con el entorno, dándonos la sensación de que era invisible... cuando no lo era de verdad.
Por mucho que lo intentase era solo un truco óptico. La Luz seguía sin poder atraversarlo.

Miré el suelo por todas partes, y por fin logre distinguirlo: Su sombra. Aquella cosa había ocultado su cuerpo a nuestros ojos, pero su sombra lo delataba allá donde estaba.

— ¡Su sombra! — exclamé a todos — ¡Solo es un cambio de piel, no es invisible de verdad!

Examiné el área de combate por última vez para asegurarme de mi próxima acción, y señale la estrategia a mis compañeros.

— Haré un ataque directo, tengo que conservar magia — muy a mi pesar — Aprovechad mientras está distraido conmigo y atacadle, ¡con todo lo que tengáis!

Aferré la llave espada con fuerza, tomando postura y corriendo con toda mi velocidad, haciendo un sprint en su dirección estando atento a recibir un golpe de lengua. Llegué hasta los restos que el hechizo Hielo había dejado en el suelo y patiné sobre ellos, manteniendo el equilibrio y aprovechándolos para aumentar aún más mi velocidad de movimiento.
Cuando estaba cerca de él, vigilé como mis pies llegaban al final de la fina capa de hielo y salté con todas mis fuerzas, precipitándome rápidamente por el aire en dirección a donde estaría el lomo o la cabeza del enemigo.

Planeaba compensar mi falta de fuerza en comparación con el Sincorazón usando mi velocidad como ventaja, y con suerte con la ayuda del hielo y del salto el doble de alto me bastaría para causarle algo de daño. Alcé mi llave espada en alto y cuando estaba en el punto más alto, empecé a caer con fuerza, dando un corte descendente con mi arma y todas mis fuerzas, donde estaba el cuerpo escondido tras su habilidad de camuflaje.
Si fallaba, al menos se iba a llevar un buen golpe con mi cuerpo.

[Suzume Mizuno]

Fátima maldijo. No había funcionado. Intentó consolarse que al menos habían conseguido golpearle. Pero, a cambio, el camaleón se había confundido con el entorno y ahora eran incapaces de verlo.

Tensa, alzó la Llave Espada para protegerse, buscando con desesperación a su alrededor.

— ¡Que alguien la cure! — exclamó entonces Kousen — Es un blanco fácil si la dejamos así, y su condición puede empeorar.

Fátima reaccionó entonces. Hacía unos días había aprendido el hechizo cura. No quería gastar su magia así como así, pero no dudó en exclamar:

—¡Yo me ocupo de ella! — y salió escopetada hacia la chica, cruzando los dedos para que el camaleón se viera más atraído por el grupo de aprendices que por ella.

Se agachó a su lado y, con mucha delicadeza, le tocó un hombro:

—¿Estás bien? No te preocupes, en seguida te ayudo. No sé si te sanará por completo pero… — respiró hondo, obligándose a no pensar en el Sincorazón, y susurró: —. Cura.

Hubo un resplandor verde alrededor de la chica y Fátima le preguntó, angustiada por ver si había funcionado:

—¿Te encuentras mejor?

Después de que le contestara, Fátima volvió la cabeza porque escuchó gritar a Kousen:

— ¡Su sombra! ¡Solo es un cambio de piel, no es invisible de verdad! Haré un ataque directo, tengo que conservar magia Aprovechad mientras está distraído conmigo y atacadle, ¡con todo lo que tengáis!

Fátima miró a la chica, preguntándose si se encontraría lo suficiente bien para cumplir el plan de Kousen.

—Tengo que ir — le dijo —. No sabemos cuántas oportunidades tendremos antes de que nos mate. Hay que darlo todo ahora.

Dicho esto se incorporó, a tiempo de ver cómo Kousen efectuaba un doble salto. Rápidamente, pensó que el Sincorazón se desconcentraría por el dolor y que quizás se perfilase su silueta. Cogió carrerilla. Apenas tenía magia, por lo que solo le quedaba usar la fuerza de su Llave Espada. La magia se lo tendría que dejar a los demás que, por sus ataques, tenían bastante más que ella. Pero si al menos podía golpear al Sincorazón en los ojos para cegarlo...

[Hitori]

La estrategia que siguieron los aprendices para ralentizar al Sincorazón dio, en principio, buenos resultados. La magia de Hitori e Ivan consiguió atraparlo durante unos instantes, que sus compañeros aprovecharon para atacar.

Sin embargo, pronto el camaleón inició el contraataque y, con su lengua, atrapó a una de las chicas y la lanzó con fuerza contra las paredes del enorme castillo. La chica aterrizó en el suelo, bastante herida.

— ¡Que alguien la cure! — exclamó Kousen — Es un blanco fácil si la dejamos así, y su condición puede empeorar.

—¡Yo me ocupo de ella! —la chica que se había peleado con Kit reaccionó rápidamente, yendo a curar a la joven.

Mientras tanto, Hitori siguió observando al Sincorazón, en guardia... el tiempo que pudo. El camaleón hizo lo propio de su especie: se camufló con el entorno, volviéndose transparente. Esto tomó algo de imprevisto al chico, a pesar de que era algo bastante obvio. Por suerte, Kousen pronto detectó su punto débil.

— ¡Su sombra! ¡Solo es un cambio de piel, no es invisible de verdad! Haré un ataque directo, tengo que conservar magia Aprovechad mientras está distraído conmigo y atacadle, ¡con todo lo que tengáis!

—¡De acuerdo! —dijo Hitori, corriendo hacia el enemigo. Esta vez, pondría en práctica una de las habilidades que había aprendido con la espada.

Una vez estuvo cerca de la sombra de aquel Sincorazón, el chico se concentró en realizar un potente corte ascendente.

—¡Colmillo cortante!

[Soul Artist]

—¡Su sombra! ¡Solo es un cambio de piel, no es invisible de verdad!

Eso lo dejaba todo claro. Al ser un camaleón podía camuflarse con el ambiente, engañándonos a todos, pero seguía ahí, aunque difícil de ver; el único problema de la sombra es que podía resultar difícil pillarle en caso de baja iluminación, jugándonosla a que estuviésemos siguiendo una sombra equivocada. Pero por suerte, tenía algo.

—¡Pichu! —llamé a mi mascota antes de que nadie lanzase cualquiera de sus ataques. Mi ratoncita levantó las orejas, esperando sus órdenes—. ¡Destello!

Pichu saltó de mi hombro al suelo para, de golpe, hacer brillar con todas sus fuerzas una esfera que representaba su energía, la que había bautizado como Esfera luminosa. El ataque en un principio servía para cegar enemigos, pero no era mi objetivo en principio (aunque si servía, mejor que mejor), sino para iluminar bien la zona y marcar específicamente dónde se encontraba la sombra de nuestro enemigo, sin lugar a duda alguna. Una vez localizada, señalé con el dedo a los demás.

—¡Debemos hacer que caiga de inmediato! —grité, sabiendo que un combate alargado contra semejante monstruo podría ser incluso problemático. Hitori y su compañero se lanzaron con ataques físicos a por él, por lo que esperé a que se apartaran para actuar yo y no dañarles—. Muy bien... ¡Gran Guardián! —miré a la niña rara que antes había aparecido ante nosotros—. ¡Usa el mejor ataque que sepas contra ese monstruo después de que yo ataque! ¡No te contengas lo más mínimo!

Apunté con mi Llave Espada hacia donde señalaba el inicio de la sombra de nuestro enemigo e invoqué un chorro de agua acompañado de corriente eléctrica; el llamado Cortocircuito, capaz de dañar bien a un enemigo e incluso, con suerte, paralizarlo. Sin embargo, no me detuve ahí, pues una vez le hubiese alcanzado el ataque y todos hubiesen desenvuelto sus estrategias, observé a Pichu seriamente.

—¡Impactrueno! —ordené simplemente, sabiendo que nuestro enemigo todavía estaría mojado y conduciría mejor la electricidad.

Ya solo quedaba ver cómo actuaría Yuffie.

[Nell]

Spoiler: Mostrar

Después de la mala caída, el Cura de Fátima fue suficiente para restaurar por completo la salud de la pobre Adelaida.

En cualquier caso, y por otro lado, Kousen fue bastante avispado en detectar el punto flaco del sincorazón. Si bien la nubosidad del cielo impedía formar una nítida sombra, ésta no dejaba de ser menos visible para el buen observador. Aprovechando bien el hielo del entorno, consiguió llegar hasta el Camaleón con el gran salto y golpearle de lleno. No sólo se retorció de dolor ante el inesperado ataque delantero, sino que fue materializándose de nuevo poco a poco.

De ese modo, los demás pudieron localizarle fácilmente y dar fin al combate.

Por un lado, Fátima, que lo alcanzó fácilmente con la Llave. Sino hubiese estado Camaleón en las últimas, sin duda no hubiese sido una buena estrategia acercarse a él. Sobre todo contando las consecuencias que sufrió Adelaida por precipitarse de la misma manera

Por otro, Hitori, que pese a que tenía muy claro qué hacer, su técnica no surtió el efecto que deseaba. El golpe fue como cualquier otro. Más bien, como si aún no hubiese aprendido a hacer lo que, en su cabeza, ya imaginaba…

Y, bueno, planease lo que planease Ivan para ayudar a Kousen, pese a que no hiciera falta, Pichu no pareció entenderlo, ya que era una orden que se le escapaba de su repertorio de movimientos. Al igual que Hitori, probablemente le faltase algo de tiempo para ser capaz de hacer algo así…

No obstante, y pese a los últimos inconvenientes, el remate estaba preparado.

—¿¡Qué!? ¿¡El más fuerte!? —se sorprendió Yuffie al escuchar la orden, aunque al ver la seria situación, asintió—. ¡Ahora veréis!

Yuffie golpeó el suelo. Bajo el Camaleón, comenzó a surgir una montaña, al mismo tiempo que Pichu e Ivan ejecutaban sus respectivos Impactrueno y Cortocircuito. Fue, pensándolo fríamente, bastante bestia. Apenas desaparecía la montaña, para precipitarle contra el suelo, ambas magias daban en el blanco, provocando la total extinción del sincorazón, que ya desde el principio se veía bastante rodeado.

Finalmente, Camaleón había sido derrotado. A pesar de que seguían en Bastión Hueco, claro. Yuffie se echó al suelo, respirando entrecortadamente, como si le hubiese supuesto un enorme esfuerzo el combate, por muy breve que hubiese sido, ignorando a los aprendices.

Quizá fuese hora de descansar. Al menos, un poco.

Spoiler: Mostrar

*Datos:

Yuffie

Nivel: 13
PH: 13/26
Habilidades:
- Rascacielos [Nivel 13]. Provoca que una montaña ascienda a los pies de los enemigos, desapareciendo de repente y precipitándolos contra el suelo.

Camaleón

PH de Fátima: 1/10
PH de Ivan: 7/18
PH de Pichu: 6/12
PH de Nadhia: 11/16
PH de Adelaida: 3/4
PH de Hitori: 13/16
PH de Kousen: 2/10

Fecha límite: 10-11 de agosto.

Spoiler: Mostrar

Turnos perdidos: Ueki Expulsado; khsora (1); Axelpower (1); HappyDelice (1); Kousen (1); Deja Abandono; Final Fan (1); Hitori (1); Pharos (1).

Ausentes: Little Sho, Mickael, Light, LightHelco, EspeYuna.

(Aparecer como ausentes quiere decir que habéis avisado de que probablemente no estéis disponibles, por lo que quedáis exentos de postear, aunque no estaría de mal que lo hicierais si podéis, y de castigos hasta vuestro regreso).
Si no aparecéis como ausentes y habéis anunciado vuestra indisposición, avisadme por PM con el link donde lo hicisteis.

ANUNCIO IMPORTANTE (para quienes no lo leyeron cuando lo puse):

Spoiler: Mostrar

Hablemos de cosas serias: mis vacaciones. Me voy a la playa el próximo lunes 6 de agosto, y no podré postear. La fecha de retorno es indecisa, puede variar entre una o dos semanas (aunque creo que lo más probable es que sea el día 13).

¿Qué quiere decir esto? Una vez postee el día 5, la fecha límite será el día 10-11, eso no cambiará. ¿Qué pasa si posteas el día 12 y no he regresado? Entra dentro del plazo. El problema lo tendrás cuando regrese y aún no lo hayas hecho. Por eso, lo ideal es que no lo dejéis para el último momento (a ver si hacéis caso por una vez xD) y cumpláis con el periodo, por lo que pueda suceder. Advertidos quedáis.

[Kousen]

Sin duda, aquella cosa no esperaba que lo encontrásemos tan fácilmente y mucho menos lo que se le venía encima.

El golpe que le asesté fue lo bastante fuerte no solo para hacerle daño, sino para encima cancelar parcialmente su camuflaje, dejándolo expuesto y a la merced de más ataques.
Una vez llegué al suelo, aterricé como pude y rodé sobre mi mismo para amortiguar el impacto después del impulso que llevaba. Desde mi emplazamiento pude observar como Hitori y Fátima le atacaban con la llave espada, y una vez que se apartaron casi me asusto con lo que vi.
Una montaña de tierra encantada por Yuffie levantó al Sincorazón a varios metros del suelo, para luego dejarlo caer contra la dura superficie. No contento con esto, Ivan volvió a combinar sus ataques eléctricos con los de su mascota para causar un mayor daño.

El efecto fue fulminante. La bestia se desvaneció con un estallido de luces, dejando escapar un gran corazón desde lo que sería su pecho, el cual ascendió hacia las alturas y se perdió en el lejano cielo.

Contento por la victoria, me puse en pie usando mi llave espada como apoyo, y jadee agotado por el esfuerzo físico y el gasto de energías en magia.
Me pasé una mano por la frente para quitarme el sudor de encima, reuniéndome en un punto más cercano con los demás. Ya estaba apoyado en el lugar más cercano que pude encontrar cuando pude ver como mi Cadena del Reino volvía a brillar con más intensidad que de costumbre, e incluso pude notar que esta vez vibraba un poco. Estuve a punto de hacerla desaparecer para no alertar a los demás, pero la voz volvió a responderme desde algún lugar.

— No temas. Este es el camino que has elegido, y tu destino solo te pertenece a tí.— se pausó — De tí dependerá... cuando llegue el momento...

Después de ello, la voz cesó al mismo tiempo que el brillo del arma. Viendo esto, la hice desmaterializarse para poder tomar al menos un respiro de la batalla.

Spoiler: Mostrar

El pobre Houma se dejó caer desde donde estaba escondido hasta mis brazos, mareado por la maniobra que acababa de realizar y moviendo las patas, panza arriba.
Observé lo que los demás hacían, así como los terrenos donde estábamos. Una gran puerta estaba en la entrada del castillo, y las escaleras por las que vinimos. Habría que decidir que haríamos ahora... aunque yo deseaba atravesar aquellas puertas y responder por fin a la llamada de lo que me estaba atrayendo hacia aquel castillo.

— ¿Seguiremos la ruta original? — pregunté, aunque no pretendía hacerlo y me dirigiría a la fortaleza — Aunque... ¡Yuffie!—

La llamé cuando recordé lo que nos estaba diciendo antes de que saliese disparada a ver qué era aquel estruendo. Algo sobre los que habitaban el castillo y quienes posiblemente nos habían traído a Bastión Hueco

— ¿Quienes son "ellos"? Dijiste que era peligroso entrar al Castillo porque cuando lo hicisteis encontrasteis a un grupo de gente dentro.—.

[Soul Artist]

Spoiler: Mostrar

Cierto, Pichu aprendió Destello después de registrarlo al Evento Global. Error mío.

El cuerpo hecho de oscuridad del camaleón se extinguió, acabando con su existencia y el peligro inmediato en el que nos habíamos visto. Bajé mi Llave Espada, sin hacerla desaparecer, y planteé el siguiente paso que debíamos dar. ¿Tenía que volver a tomar el liderazgo del grupo? ¿O tal vez, tras la dolorosa patada, retirarme? Sea como fuere...

—Fátima.

Seguía enfadado con su comportamiento, pero lo cierto es que mis humos hacia ella habían descendido ligeramente tras su patada. Dirigí mis ojos hacia la izquierda mientras notaba que se me levantaba ligeramente el labio superior, incapaz de soltar lo que tenía que decir. Pero no me quedaba otra que tragarme el orgullo por una vez.

—Me he comportado como un imbécil —solté un suspiro mientras las palabras salían de mi boca, enfurruñado—. No debería haberte insultado ni tampoco debería haberte dejado atrás cuando vinimos aquí —me llevé la mano a la nuca, incapaz de seguir. De tanto orgullo tragado acabaría atragantándome, lo veía venir—. Lo siento, ¿vale?

Desvié mi cabeza hacia el chico del grupo que no conocía, que se acercaba a Yuffie, sin querer ver la reacción de Fátima. Fuese lo que fuese lo que ella me contestara, lo escuché atentamente, pese a no mirarla a los ojos. Una vez hubiese terminado, volví a clavar mis ojos en ella, serio.

—Podrías darme algo de cuartel... —me quejé, pero al ver su reacción alcé mi mano libre para silenciarla—. Vale, vale, lo siento. Ha sido una mala salida mía. De veras que estoy intentando ser mejor, ¿de acuerdo?

Era cierto. Ver su reacción y la de mis compañeros tras mi pequeño insulto me había hecho plantearme por dentro en qué me estaba convirtiendo. Si me aislaba tanto del mundo, si acababa resentido con él, ¿cómo sería el mejor de todos? Sería el mejor de mi propio pequeño mundo. Comportándome como un completo gilipollas no llegaría a ningún sitio, excepto a la más absoluta soledad, y eso significaba comenzar a cambiar algunas cosas.

Todo por mi objetivo...

Pichu se subió a mi hombro y dirigió la mirada hacia el castillo, tan cercano a nosotros. ¿Qué estaría sucediendo allí? Desde luego, tras las palabras de Yuffie mi curiosidad comenzaba a crecer al respecto. Y allí fuera no tardaríamos en encontrarnos más Sincorazón como el camaleón... O peores.

—Escucha. Sé que no era el plan inicial, pero deberíamos ir hacia el castillo —expliqué a Fátima—. Ya viste lo que nos espera en la ciudad, y pese a que la biblioteca es la única zona que conocemos, llegar nos puede costar la vida. Sin embargo, hemos llegado aquí por algún motivo, y si hay gente que habita el castillo como dice la niña, no habrá Sincorazón. Y puede que allí encontremos la respuesta. ¿Qué me dices?

Esperé a la respuesta de mi compañera y afirmé a lo que me contestó. Después dirigí mi mirada hacia el resto, dispuesto a darles órdenes.

—Vamos todos a... —me detuve. No, no podía empezar a repartir órdenes sin derecho alguno otra vez—. Escuchadme. Aquí estamos todos en peligro, y movernos por la ciudad nos hará encontrarnos con más Sincorazón. Yo voy al castillo. Si nos encontramos juntos, podremos sobrevivir más. Yuffie, por favor, ¿puedes hacernos de guía? Puede ser peligroso, pero estás con nosotros.

Contestase lo que contestase Yuffie, tras su respuesta eché a caminar hacia el castillo. Incluso igual era mejor llegar lo antes posible, por lo que apreté el paso, aumentando la velocidad.

[Suzume Mizuno]

Fátima retrocedió abruptamente cuando las descargas eléctricas y la montaña que se elevó del suelo se abatieron sobre el Sincorazón. La pobre criatura se desvaneció, soltando un corazón al cielo.

Se pasó una mano por la frente perlada de sudor. Tenía la boca seca y el pulso por los aires de la impresión pero, por fin, se había acabado. Las piernas le temblaron y respiró hondo varias veces para tranquilizarse. Estaba pensando en sentarse a esperar a que el cuerpo pudiera sostenerla cuando escuchó a Ivan a su espalda:

—Fátima.

“Genial, ¿qué querrá ahora?”

Ivan rehuyó su mirada, haciendo una extraña mueca con los labios, como si estuviera haciendo un tremendo esfuerzo. Fátima se cruzó de brazos, todavía sosteniendo su Llave Espada, y resopló, dando a entender que no estaba de humor.

—Me he comportado como un imbécil — dijo co algo de atropello al final —. No debería haberte insultado ni tampoco debería haberte dejado atrás cuando vinimos aquí —era como si cada palabra le costara un mundo—. Lo siento, ¿vale?

Bien, no se lo había esperado. La había sorprendido que se disculpara, es más, había dado por sentado que a partir de entonces prácticamente se convertirían en archienemigos. Pero no, ahí estaba, haciendo un esfuerzo.
Aun así…

—No, no vale — dijo con frialdad —. Puede que valore que te estés disculpando, pero es muy fácil hablar. Otra cosa es lo que demuestras con tus acciones, y de momento no puedes demostrarme que realmente lo lamentas. ¿Vas a mirarme cuando te hablo o no?

—Podrías darme algo de cuartel...

—¿Darte cuartel? No, gracias. Por mi parte tú…

Alzó una mano libre para hacerla callar.

— Vale, vale, lo siento. Ha sido una mala salida mía. De veras que estoy intentando ser mejor, ¿de acuerdo?

“Mala salida” pensó con sarcasmo, soltando un resoplido.

—Qué remedio —aceptó de mal humor —. Hagamos un alto a las hostilidades, de momento. Pero tú y yo vamos a tener que solucionar esto más tarde —le prometió.

Pichu trepó al hombro de su amo y Fátima ladeó la cabeza, pensando que algo bueno tenía que tener Ivan para que un animalillo tan adorable lo quisiera.

—Escucha. Sé que no era el plan inicial, pero deberíamos ir hacia el castillo —Fátima se quedó mirándole con los ojos como platos, perpleja por aquella repentina decisión—. Ya viste lo que nos espera en la ciudad, y pese a que la biblioteca es la única zona que conocemos, llegar nos puede costar la vida. Sin embargo, hemos llegado aquí por algún motivo, y si hay gente que habita el castillo como dice la niña, no habrá Sincorazón. Y puede que allí encontremos la respuesta. ¿Qué me dices?

Fátima se pasó un dedo por los labios, pensativa. Desde el principio estar allí le había parecido una locura y si de algo se arrepentía era de haber entrado en el portal oscuro. Estaba claro que por algo les habían llevado allí, y que probablemente fuera una trampa. En ese caso, daba igual a dónde se dirigieran. Lo que tenían que hacer era buscar una salida, y poco les importaba encaminarse de nuevo a la biblioteca o ir al castillo. En cualquier caso, era un suicidio.

—Yuffie dijo que el castillo es peligroso —le recordó —. Pero poco importa ya, estamos cansados y a algún lado tenemos que ir sí o sí. En lo que sí concuerdo contigo es que lo mejor será reunirnos con todas las personas que podamos — se encogió de hombros —. De acuerdo, vayamos al castillo.

Ivan se dirigió al resto del grupo con un tono mucho más suave y menos exigente, menos de líder autoproclamado, del que había usado siempre. Y Fátima pensó que podía ser que la patada incluso hubiera tenido un efecto positivo. Pidió a Yuffie que les guiara y después se encaminó al castillo a buen paso.

Fátima se pasó una mano por el tenso cuello. ¿Por qué siempre tenía que ir por su cuenta?

—Vamos, mejor que no nos separemos — dijo a los demás, algo exhausta. Pero algo se encendió en su memoria y se acercó a Yuffie —. Oye, antes de que apareciera el Sincorazón estabas diciendo que el castillo era muy peligroso y que una vez entraste y alguien hizo algo. ¿De quién estabas hablando?

Esperó a que la chica se moviera, dispuesta a dirigirse con ella al interior del castillo.