por Yagami Kyo » Jue Mar 06, 2008 11:14 pm
Bueno, cap nuevo:
[spoiler]CAP. 7: El gran enigma.
Sora observó una vez más al chico que quería matarle. No sabía qué intenciones podía tener, pero no se acordaba de haberle visto ni una vez. Cruzaron sus miradas un instante y entonces empezó el ataque. El chico se lanzó hacia Sora a una velocidad tremenda. Si no hubiese interpuesto la Llavespada, le habría rebanado en dos pedazos.
“¿Qué es toda esa fuerza?”-Se preguntó Sora.
El golpe lanzó a Sora bastante lejos. Atravesó el muro que había detrás suya. Espera…¿Ese muro estaba ahí antes?
“Eso no estaba ahí antes…”-Se comentó Sora a sí mismo.
El chico movió una mano y otro muro apareció.
“¿Puede controlar la meteria?”
-¡¡¡Piro ++!!!-Grito Sora y una gran bola de fuego se dirigió al muchacho.
El impacto le dio de lleno y se llenó de quemaduras. Aunque se volvió a levantar como si nada. Parecía inmortal.
“Claro…Si puede controlar la materia, podrá regenerarse.”
Y Sora acertó, por desgracia. Sus quemaduras se deshicieron como si nada. El chico suspiro de cansancio.
“Se cansa al hacerlo”
-Eres desperdicio, Sora.
El chico comenzó a atacar con rápidas estocadas. Sora recibió muchas de ellas, pero las otras las bloqueó. Volvió a mirar al chico. Observó algo familiar. Entonces, una escena se le vino a la cabeza.
“-Sora, siempre seremos amigos.-Dijo un niño en la playa de Islas del Destino.”
Ese chico tenía la misma cara. Su ojo derecho era distinto, pero el izquierdo era igual. Su color azul.
-Tu…¿No serás…?-Pregunta Sora.
Pronto Sora se cae por el dolor.
-¿Vivías en las Islas del Destino?
El chico se detuvo justo antes de clavar la espada en la cara de Sora. La punta de la espada estaba a 0,00000001mm de distancia de su nariz. Sora estaba sudando a chorros.
-¿Por qué lo recordaste, Sora?-Baja la cabeza y empieza a llorar.-¿POR QUÉ? ¡AHORA SERÁ MÁS DIFÍCIL MATARTE!
El chico se lanzó hacia atrás. Su rostro parecía apenado y contento al mismo tiempo. Apenado por tener que matar a Sora. Contento por que se acordase de él. Sus lágrimas caían en su espada. Entonces, empezó a llover. Las lágrimas y la lluvia se confundían entre sí. El extraño chico levantó la cara y le dedicó una sonrisa a Sora. De sus labios salieron disparadas dos palabras: “Lo siento.”
Señaló con su espada a Sora y puso su mano en la espada. Dicha espada se llenó de pinchos por todas partes. Esos pinchos fueron creciendo y se dirigían a Sora. Él empezó a temblar. ¿Acaso llegaba el fin de nuestro protagonista? ¿Acaso todas esas luchas llegaron al final?
Alguien se interpuso entre los pinchos y Sora. Al verlo lo reconoció en el momento. Su pelo rubio…Era….
-¡Cloud!-Exclamó fuertemente Sora.
-¿Qué pasa, Sora? ¿Pierdes por esto solamente?-Le contestó inmediatamente.
Cloud observó al chico detenidamente. Estaba sorprendido, al igual que Sora. Su técnica de combate era realmente extraña. Podía controlar la materia, poder que un humano normal no poseía. Se puso de nuevo en guardia mientras el chico recogió sus pinchos. Su aspecto volvió a ser el normal.
-El legendario Cloud. Es un honor combatir contra ti.-Dice, inclinándose en una leve reverencia.-Pero no eres mi presa. Mi presa es Sora.
-Si quieres matarlo, tendrás que pasar por encima de mí.
Sora intentaba escapar y avisar a Riku. Se arrastraba con todas sus fuerzas, apoyándose en las rocas pequeñas que había por allí. Al fin había salido del callejón. Unas imágenes aparecieron en su mente.
“Sora y el chico estaban en la playa jugando a hacer castillos. Entre los dos formaron un gran castillo.
-Sora, nos ha quedado genial.
-Si. Gracias por ayudarme, ……..
-¿Qué pasa, no te acuerdas de mi nombre? Dilo conmigo. Soy….”
-No me acuerdo…-Lloró Sora, intentando levantarse.
Al levantar la mirada, observó figuras borrosas corriendo hacia él. Una la reconoció. Era Donald. Lo reconoció por su estatura y su color blanco. Sus ojos empezaron a cerrarse. Las figuras le empezaban a levantar cuando se desmayó.
Kairi permanecía al lado de Sora continuamente. Ya habían pasado dos días desde que Sora se desmayó y Kairi no se había apartado de su lado nunca. De vez en cuando, Riku le rogaba que fuese a comer algo y él se ocupaba de Sora. Pero ella reclinaba sus ofertas, así que Riku le traía algo de comer y beber cada cierto tiempo. Pero ella no comía apenas. Solo lo necesario para no desmayarse.
-Me preocupa…-Dijo Riku desde detrás de la puerta.
-Ahora no podemos hacer nada.-le contestó León.
-Pues no puede quedarse así como así…-Susurró Riku.
Kairi salió de la habitación en ese momento. Se dirigió a la cocina de la casa. Riku y León cerraron la puerta de la habitación de Sora. Ambos se pusieron delante de la misma por si ella intentaba pasar.
Cuando regresó, llevaba un vaso de agua y algo de comida, además de una medicación. Se puso delante de Riku y León, intentando pasar.
-Dejadme pasar.-Replicó ella.
-No, Kairi. Estás casi tu peor que él. Debes descansar. Solo unas horas.-Le suplicó Riku desesperadamente.
-No…No puedo. ¡Debo ayudarle!-Replicó ella.
Empezó a forcejear intentando pasar. Gastó todas sus fuerzas intentándolo. Al no poder, se puso de rodillas y empezó a llorar.
-Necesito ayudarle…-Lloriqueó.
Los dos se quedaron mirándola con cara de tristeza. Si no la dejaban entrar, se moriría de tristeza. León se apartó, dejándola pasar. La puerta se abrió de golpe, dando en los morros a Riku, que cayó al suelo. Al ver a esa figura, Kairi se levantó y le abrazó fuertemente. Era Sora.
-¿Qué ha pasado?-preguntó al ver las caras de todos.
-Sora…
Kairi se apoyó en su pecho. Se agarró fuertemente a él. Sora le apartó, sin embargo.
-¿Quienes sois? ¿Qué hago aquí?
-Eh…
Todos se quedaron en un silencio muy expresivo. ¿Cómo podía ser esto?¿Sora tiene amnesia?[/spoiler]
"La oscuridad no es mala...Es que la gente la usa con malos propositos."
"La luz también puede ser el enemigo de los mundos. Todo depende del equilibrio"