Bueno, pues hace tiempo, para molestar, empecé a decir cosas sobre el miembro XV de la organizacion XIII o XV o como quiera que se llamara.
Luego me llegó la inspiración y me decidí a escribir sobre este personaje ficticio. La historia se ubica un poco antes de KH 2 o incluso antes de CoM. Nada más llevo el prólogo, díganme si les gusta o no.
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Kingdom Hearts Fanfiction
Organization XIII Member XV
Parte 1
Prólogo
“Ese cabrón lo supo siempre”
“Siempre supo quien era yo… Y no lo mencionó”
“Te maldigo, Riku”
El líquido finalmente se drenó por completo; incapaz de respirar en la cápsula sometida al vacío, se lanzó hacia delante. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Por qué se hallaba metido en una flor gigantesca? Tardó un poco en encontrar la respuesta. Estaba en una cámara que recuperaba recuerdos. Necesitaba saber quién era…
Pero “necesitaba” es pasado, ahora sabía su origen y qué era lo que lo hacía sentir diferente. Abrió los ojos. Veía un poco borroso, pero él sabía que sólo era un efecto que no debía de durar mucho. Se encontraba en un pasillo completamente blanco; a su derecha estaba una puerta pequeña, que no recordaba muy bien hacia dónde llevaba. Sin embargo, la de la izquierda jamás se iría de su mente. Allí estaba otra de las cápsulas, en la que dormía…
—¿Te encuentras bien, Félix?— sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz dulce e inocente. Recordaba que su nombre siempre había sido Félix, pero esos hombres encapuchados lo llamaban de otra manera.
—Si, eso creo— respondió Félix con un hilo de voz, intentando estabilizarse.
— ¿Y qué tal? ¿Has recordado?
—Sí…— Más de lo que quería.
Félix finalmente logró balancearse y dejó de ver los objetos de manera borrosa. Después de ese largo tiempo encerrado, volvía a ver ese hermoso rostro. Naminé lo miraba con sus brillantes ojos azules, su siempre lustroso cabello rubio le caía un poco sobre su hombro; y su sonrisa… ¿Cómo pudo haber olvidado a Naminé, aunque hubieran sido unos escasos segundos? Después de todo, había desarrollado una extraña sensación en su pecho, una sensación que lo hacía sentir fuerte, valiente, una sensación que lo hacía sentir feliz cada vez que la veía…
Y de nuevo… ¿Qué era ser feliz? ¿Qué es estar melancólico, enfurecido, emocionado…? ¿Qué significaban todas esas palabras extrañas?
La respuesta era simple: Sentimientos; al ser un Incorpóreo, Félix no era capaz de sentir, pero sus recuerdos le traían sensaciones extrañas, como si conociera los sentimientos pero que, sin embargo, jamás los hubiera vivido jamás.
—Me moría de ganas de ver tus ojos, Naminé.
Ella frunció el ceño y respondió con una voz fría:
—Recién saliste del trance y ya quieres quedar conmigo. Ya habíamos hablado de esto, no es posible. Somos Incorpóreos y no somos capaces de…
—Lo siento. Cambiaré de tema si eso te molesta.
>>Es tan raro. Estaba dormido, pero sin embargo estaba consciente de lo que sucedía a mi alrededor, y por un momento me olvidé de la Organización, de Roxas y Axel, de ti…
—Debe haber un efecto secundario debido a tu naturaleza.
—Puede ser y… ¡Lo olvidaba! ¡Seguro que Roxas se alegrará de volver a verme!
—Parece ser que nadie ha tenido rastro de Roxas —dijo Naminé, desviando la mirada.
—Descuida, seguro que ya me encontraré con él. ¿Y qué hay de Xion? —respondió Félix, sin darse cuenta de la actitud de la chica respecto a Roxas.
—Debe de andar por allí, espiando a Xemnas.
—Espero que esté bien. ¿Y Axel?
—Debes saber que yo no estoy consciente de lo que hace la Organización. Desde lo que sucedió en el Castillo, no quiero tener nada que ver con la Organización XIII y sus miembros.
—Ejem…Ejem…Yo estoy aquí…
—Tú tampoco debes estar en este lugar. Si DiZ llega a enterarse de que aún estás aquí…
—Sólo pensaba. ¿Te gustaría que te invitara a comer a Villa Crepúsculo? He estado en esa cápsula durante un mes entero, mi estómago ruge…
Naminé se ruborizó un poco; Félix esperó el rechazo de nuevo, pero para su alegría Naminé dijo con una voz tímida: —Félix…Creo que está bien, pero DiZ y Riku…
—Será sólo un momento. Si algo sucede yo me responsabilizo— En cuanto dijo la palabra “Responsabilizo”, materializó sus dagas.
—Nada de peleas. Sólo iré contigo y no nos meteremos en problemas.
—Está bien. Nada de peleas, nada de problemas, sólo una buena comida y tal vez unos helados.
Antes de salir, no pudo evitar dirigir la mirada a la habitación con la cápsula más grande de todas…
“¿Quién pensaría que tú y yo estaríamos tan relacionados?”
Salieron al jardín. El rocío les humedeció el rostro inediatamente después de cruzar la puerta. A Félix siempre le había gustado estar en ese jardín con Xion. Le encantaba recostarse en el verde césped, mientras observaba a los insectos revolotear en las flores y plantas, que se enredaban en el muro y estatuas. El jardín terminaba en un muro de piedra, color rojo, donde Xion solía sentarse. La reja negra protegía el único hueco en el muro, y estaba cerrada con una cadena y un enorme candado.
Volvió a ver a Naminé. Ni siquiera ese jardín se comparaba a la belleza de su rostro.
Y de nuevo le vino ese pensamiento. ¿Podía acaso sentir?
Ahora lo sabía. Claro que podía sentir, a su manera. Era por eso que todos sus pensamientos se dirigían a Naminé… Todo comenzó el día que se unió a la Organización…
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Bueno, aqui termina el prólogo, empecé los capítulos 1 y 2 al mismo tiempo asi que ando un poquito apurado.
Fírmen y díganme lo que les parece y lo que no.