No quiero retrasaros, por tanto voy a la historia de mi personaje~ No vemos en el rascacielos en unos cuantos post (?)
Siguió a sus compañeros como un guardian seguiría a su señor. No estaba dispuesto a que ninguno de ellos sufrieran daños debido a imprudencias por su parte o por parte de ellos, pero no le preocupaba tanto eso como la sensación que tenía en el pecho, la misma que le aplastaba el corazón haciendo que se sintiera diminuto, como un insecto ante el depredador del bosque. Como si alguien estuviera observando e investigando desde una posición cercana y a la vez lejana. Se sentía en peligro aunque no viera nada grave y esa sensación nunca antes la había tenido.
Hacía lo mismo que sus compañeros mientras prestaba casi total atención a su alrededor, intentando adivinar la fuente de aquella sensación que se podía considerar asesina. Parecía que un tigre fuera a saltar del camión que habían dejado a la espalda, para con sus garras y sus dientes arrancarles cada pedazo de carne que pudiera, pero no era así, al menos por ahora. O eso era lo que creía. Desde aquel momento el aire comenzó a hacerse aún mas pesado, como si le aplastara contra el suelo, exactamente igual a la sensación de su interior.
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¿No notais el aire mas pesado?— Susurraría primero para luego olfatear el ambiente, intentando adivinar la razón de tal sensación y obteniendo un resultado extraño, había cierto hedor en el ambiente.—
¿No notais ese hedor? Es como si alguien no se hubiera duchado en años.— Preguntó intentando tapar su nariz, pero sin conseguir que se fuera aquel hedor.
En uno de los callejones parecía haber una figura que ninguno pudo apreciar. Iba con una extraña capa y sus ojos brillaban bajo la capucha que le tapaba los mismos, un brillo naranja que a penas duró un segundo. El mismo volvió a caminar hacia detrás, dándose cuenta de que él se daría cuenta de que habría alguien, pero no era el momento de encontrarse, no aún.
Gray giró la cabeza instintivamente hacia uno de los lados. ¿Lo habría soñado? ¿Qué había sido aquel resplandor? No entendía nada, aquel mundo parecía estar mas loco que la maestra Yami yendo de tiendas, la cual seguro que hacía que mas de un vendedor perdiera la cordura ante su labia extraña. Sabía que ahí había habido alguien, pero no sabía porque sentía tal cosa, sin pensarlo comenzó a caminar hacia el lugar.
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Tengo que ir a un sitio, nos volveremos a encontrar dentro de un rato en el rascacielos para intentar entrar a la fortaleza blanca, si tardo mucho no me espereis.— Les diría antes de echar a correr directo al callejón, internándose en la oscuridad del mismo. Vivir o morir dependía de él, pero también de mas gente.