Las dos jóvenes se dirigieron hacia la mansión, animadas por la sensación de éxtasis de Adelaida por espiar a su propietario. La observaron hacia arriba: era enorme, pero por suerte una jaula parecida a un ascensor les esperaba. Entraron en él y ascendieron unos metros, hasta una pequeña zona donde justo delante una puerta con una figura sonriente de color verde esperaba. La bañera andante se encontraba al lado, señalando que los tres pequeños niños estaban al otro lado.
Yami se aproximó a la puerta y pegó su oído a ella, escuchando su interior. Se apartó y se acercó a Adelaida, colocándole la mano en el hombro.
—
Tenue —susurró la mujer.
Su cuerpo y el de la joven desaparecieron, volviéndose invisibles. Adelaida notó cómo algo le tomaba de la mano y le guiaba hacia la puerta, que se abrió lentamente un poco con un chirrido, permitiéndoles entrar a ambas.
El interior era macabro y oscuro, con apenas las luces de algunas calabazas iluminando la estancia y los paneles de una rueda en el el centro. Era un lugar amplio y circular, con, en las paredes, algunas herramientas de tortura como cadenas o sierras manchadas de un líquido color carmesí. En el fondo de la habitación, en un pequeño altar, un gran saco viviente se dirigía hacia Lock, Shock y Barrel, situados en la rueda y algo asustados del hombre.
—
¿¡Cómo habéis podido perderla!? —preguntó furioso, amenazando a los chicos con lo que parecía ser uno de sus brazos—
¡Teníais que traerla aquí simplemente! ¡Iba a ser mi víct...! ¡Invitada especial!—
¡Perdónanos, Oogie! ¡Se habrá ido a casa! —se disculpó Lock, protegiéndose la cabeza ante lo que le podía hacer el hombre del saco.
Oogie apretó con fuerza la extensión de su brazo, dispuesto a hacerles pagar a los chicos por su incompetencia. Sin embargo, se relajó finalmente e hizo un gesto restándole importancia a lo que había sucedido.
—
¡Bah! Puede esperar a otro día. Ahora debo concentrarme en los Sincorazón... Hay que encontrar el método de controlarlos. Con ellos, ¡toda Ciudad de Halloween caerá ante mí! ¡Seré el rey de Halloween!—
¡Tú eres el más grande, Oogie! —animó Shock, haciéndole la pelota.
—
Lo sé.—
¡Jack no tiene nada que hacer contra ti! —Barrel se apuntó al carro, afirmando con la cabeza.
—
¡Más que obvio!Aprovechando el barullo que estaban montando, Adelaida notó cómo Yami le soltaba la mano. Pudo escuchar en susurros su voz:
—
Espérame aquí y no hagas ninguna locura. Voy a buscar a por lo que he venido.Pudo notar cómo la presencia de la mujer se alejaba de su lado, dejándola sola. ¿Qué haría?
Sé que parece que no hay muchas opciones que hacer, pero el post ya es bastante tocho e igual querías darte una vuelta por la habitación de Oogie... Si haces las líneas mínimas, cinco, no tendré en cuenta el poco desarrollo de ese post. Siento no dejarte mucho material x_D