Eché a suertes la situación lo que te podía pasar y esto es lo que ha salido. No sé si era parte de tu plan al pararte frente a la fuente, pero...
El ambiente se mostró más cargado al llegar a la fuente. Las farolas parpadearon, como si la electricidad estuviese fallando; la mujer se distrajo con aquellos flashes, como si le llamaran la atención.
—
Démonos prisa —ordenó, dejando ver algo de nerviosismo en su voz.
Se acercó a la espalda de Fran y le empujó pinchándole ligeramente con la punta de la flecha que tenía tensada en el arco, en modo de aviso para que se diese prisa.
El sonido de algo metálico y grande, sin embargo, les detuvo a los dos. La mujer dejó definitivamente de apuntar hacia el chico y se dirigió hacia los tejados, de donde el ruido provenía, alerta. Fuese lo que fuese lo que se movía, la estaba poniendo nerviosa, realmente nerviosa.
—
¿Qué es eso? —preguntó en alto, intentando reconocer los sonidos. Parecían... Pisadas. Pisadas de gigante.
Y entonces sucedió. Caídas del cielo, distintas piezas aterrizaron a un par de metros de ambos, asustando a la mujer y obligándola a retroceder con un salto. Los trozos de metal comenzaron a juntarse respecto al mayor de todos, de color morado y con lo que parecía ser un gran casco redondo encima suyo, ocultándole los amarillentos ojos que les vigilaban. Era gigantesco, enorme. Y por el símbolo de su pecho, su peor pesadilla en aquella situación: un sincorazón.
—
¡No! —gritó simplemente la mujer
Una de las flechas de la híbrida se dirigió directa a la cabeza del Sincorazón, pero este pudo atraparla en el aire y aplastarla sin apenas esfuerzo. Acto seguido, contestó con un contraataque lanzando uno de sus brazos directamente a ella, dejándola inconsciente de un solo golpe.
La espada de Sorkas se deslizó a apenas unos centímetros de ella, libre de nuevo. El chico podía huir y abandonarla a su suerte, haciéndole pagar por lo que le había hecho, pero... ¿Sería tan cruel como para hacerlo? Había muchas salidas y el Sincorazón estaba concentrado en ella. Nunca se sabía...