El juego fue aburrido en un principio. Me dediqué a recorrer la pista en círculos, esperando la señal de Yellow y vigilando al cuarto jugador, que seguía a este último muy de cerca. Pasó cerca de un minuto cuando el joven de las ropas amarillas lo eliminó con un giro brusco y encerrándole en un pasillo, provocando que el motorista pegase un grito y chocara de inmediato contra el muro, incapaz de escapar.
El chico me hizo una señal y yo le hice otra a Zait para que me siguiese de cerca. Me apresuré a seguirle de cerca, pegado al muro que iba dejando al correr con la moto. Nos dirigíamos hacia la pared norte, donde no alcanzaba a ver ninguna salida ni nada semejante. ¿Era parte del plan? ¿Iba a aparecer un agujero de la nada, como un bug? Bueno, era nuestra única vía de escape. Debía confiar en él, y...
De golpe, Yellow giró en seco.
Casi no lo cuento. Esquivé el muro por unos escasos centímetros, girando hacia mi derecha con brusquedad y muy pegado a Yellow. Solté una palabrota y le dirigí una mirada llena de furia hacia el niñato. ¡Era una trampa! ¡Estaba intentando acabar con nosotros!
Otro giro brusco me obligó a tirar hacia mi derecha, pero en seguida volvió a dar un volantazo hacia su derecha. Me di cuenta de lo que aquello significaba: me estaba encerrando en un cubículo del que no podría escapar. Podía hacer que se retrasara, pero antes o después...
Tragué saliva y comencé a girar como un loco todo el tiempo, primero a la izquierda y luego a la derecha, creando un pasillo espiral en mí mismo. Pero solo estaba alargando mi agonía. Notaba cómo cada vez el pasillo era más pequeño, más estrecho. La angustia me quitaba el aire, el corazón me latía a mil por hora.
Vi el muro final delante de mí. Era mi fin.
LOCALIZADOS PORTADORES DE LA LLAVE. ANULANDO JUEGOS.Noté cómo mi moto desaparecía y, con ella, el muro que tenía delante. Salí volando unos metros y rodé por el suelo, el cual había vuelto al estado previo a que comenzasen los juegos. Levanté la mirada y vi a Zait y a Yellow no muy lejos de mí, también tan sorprendidos como yo de lo que acababa de suceder.
Apoyé las rodillas y las palmas de mis manos en el suelo, levantándome con algo de pesar. "Portadores de la llave", esos debíamos ser Zait y yo. Menos mal, por fin se nos trataba como merecíamos. Y en cuanto pillase a aquel niñato cretino vestido de amarillo, le...
Dos moles gigantescas de color morado brillante surgieron de la nada a unos metros de mí. El emblema en su parte frontal me sonaba horrores.
EJECUTAR: EXTERMINAR PORTADORES DE LA LLAVE. EXTERMINAR. EXTERMINAR.Mierda.