Aquel día estaban sucediendo cosas bastante extrañas. Tanto en Tierra de Partida, como en Bastión Hueco: no paraba de irse gente a la Estrella Maldita, había un gran cúmulo de pupilos reunidos en los jardines arrancando flores del suelo y dejando a ellas la suerte y el destino; el Maestro Ronin observaba desde una vidriera de la segunda planta como Ragun, aprendiz de Bastión Hueco, se dignaba a pisar los jardines... ¡pero ni más ni menos que proclamando querer llevarse al bisonte volador de Xefil! ¡Y ahora llegaba otra muchacha, Myxa creía que se llamaba!
Mordisquitos se asomó por la cabeza del maestro de maestros, mostrando curiosidad por lo que estaba sucediendo. Y cuando Lyn apareció por los pasillos refunfuñando, su mentor le preguntó qué le ocurría, intentando calmarla con su típica risotada. Ésta, colorada a raíz de cabello, con las orejas erizadas y claramente enfurecida, pasó de largo sin darle explicaciones para encerrarse en sus aposentos. Aunque entre el mascullar de sus dientes Ronin pudo entender una palabra: "beso".
Ronin decidió pasear e investigar. ¡Y qué cosas tan raras estaban pasando!
Lo primero que escuchó al bajar a las habitaciones de los aprendices fue a una muchacha gritar el nombre de su aprendiz Light. "¡Jo, jo!", pensó, seguramente orgulloso de su aprendiz. Pero helado se quedó cuando de la puerta de su habitación salió el moguri de su otro aprendiz, Hiro, pidiendo socorro: "¡Kupóese marica me quiere violar! ¡Kupódice que me va a...!". A su paso, Light salía apresurado con un montón de carmín sellado en sus mejillas, en frente, labios... y con la camisa abierta, dejando ver también marcas de labio en su pecho. Le habría sacado una sonrisa a Ronin si no fuera por el extraño comportamiento de Light, proclamando que amaba a Moguder por encima de todo.
Con una mueca de auténtico desconcierto, bajó por las escaleras hasta llegar a los pasillos de la planta baja, y las cosas no parecían ir mucho mejor.
Akio corría para deshacerse de un aprendiz que no paraba de hacerle un truco de magia, dejando a su paso un camino de rosas rojas. Mordisquitos se bajó de sus ropas y con sus bigotes husmeó al chamuscado Malik, quien yacía inconsciente en medio del pasillo musitando el nombre de Lyn en sueños. Y parecía bastante feliz, de hecho.
Entonces Ronin logró acordarse de algo que le hizo sentir un escalofrío de la cabeza a los pies. Un recuerdo muy, muy vergonzoso del pasado. Temiendo por la dignidad de sus aprendices, se dirigió a los jardines del castillo y desde allí despegó con su Glider hacia el intersticio.
No necesitaba saber más. Sabía quien era el responsable de todo aquello, y más en una fecha tan señalada. Aterrizó a las puertas del Olimpo, esperando ser recibido por Zeus. Y esperando que él tomase las medidas necesarias con la traviesa y caprichosa Afrodita.
*****Llegada la noche, todos los que fueron maldecidos por el poder de Eros cayeron redondos en el suelo, durmiendo plácidamente y siendo llevados a sus habitaciones por los moguris y los Maestros. Por un lado, Yami exclamaba alegremente lo bonito que había sido San Valentín, siendo perseguida por Higashizawa, quien la culpaba por todo aquel desastre por envenenar de nuevo su comida, supuestamente. Y por otro, maestros como Rebecca o Kazuki no entendían muy bien lo que había pasado: la primera, por estar fuera de misión junto a Simon. Y el segundo, bueno. Todos sabemos que estaría escondido en el Bosque de los 100 Acres echándose la siesta de los festivos.
Akio arrastraba a Alec por el tobillo, habiéndolo pintado con un permanente en la cara y dándole una patada en el culo para meterlo en el cuarto y cerrar de un portazo y sin remordimientos.
Y por último, Lyn cargaba con el cuerpo de Malik para llevarlo hasta su cuarto. Seguía enfadada con su comportamiento, sin duda. Pero tras ver que había pasado algo extraño con casi todos los aprendices y que Yami parecía ser la culpable, fue ella misma quien lo arropó en su cama y le sanó las quemaduras con un hechizo curativo. Malik musitó por última vez el nombre de Lyn, y ésta se ruborizó y salió del cuarto repitiéndose que había estado bajo los efectos de la comida de Yami, que no tenía la culpa... aunque tuviera unas ganas enormes de rebanarle el cuello con su Llave-Espada.
*****Ronin llegó por la noche a la Estrella Maldita tras un portal de luz, cargando con Ragun y siendo recibido por Nanashi. Ésta lo condujo hasta la sala del trono, donde Ryota y Ariasu esperaban su llegada. Obviamente, sabían que vendría a por sus pupilos, quienes yacían en el centro de la sala durmiendo con una sonrisa en los labios.
Hana reclamaba a su diosa, Fátima chillaba dulcemente en sueños por la gran Verdad que escondía Ryota... y Mei, bueno... decía cosas de enjaular a alguien.
También estaban Wix y Daichi , recostados en un sitio aparte, con la misma cara de felicidad dibujada en sus rostros. Nanashi confirmó que, en efecto, otros aprendices de su bando habían estado bajo aquel extraño comportamiento.
Ryota ordenó que tanto Ariasu como Nanashi los llevaran a sus aposentos, incluyendo a la Estocada Oscura con la que cargaba Ronin. Éstas obedecieron, aunque Ariasu mostraba cierta curiosidad por lo sucedido y no paraba de preguntar, pero Ryota no dijo una palabra.
Allí a solas, los dos maestros se miraron mutuamente y una mueca de molestia asomó en ambos rostros. No hacía falta decir nada para saber quien había sido el responsable, no. Ryota también lo sabía.
Aquella vez en Tebas, dos jóvenes aprendices sufrieron la maldición de un peculiar personaje, quien desató un auténtico caos en la ciudad. Un travieso siervo de Afrodita, supieron poco después por una amiga y su Maestro.
Los dos evadieron la mirada, claramente incómodos. Ronin esperó la llegada de Nanashi para cargar con sus aprendices y dejarlos uno a uno en sus cuartos a través de portales de luz.
El Maestro de Tierra de Partida sólo rezaba porque la promesa de Afrodita delante del todopoderoso Zeus fuese cierta y que sus pobres aprendices no recordaran nada de lo sucedido aquel día.
Pues... tanto él como Ryota no habían sido capaces de olvidar
aquella noche.
Fin del especial de San Valentín este año, queridos. Ha sido muy divertido, me lo he pasado genial este año llevándolo yo como Game Master y espero que vosotros también lo hayáis disfrutado tanto o más que yo.
Agradecimientos a Nell, quien tuvo la idea de usar a Eros (Cupido), y a los jugadores, pues sin ellos no habría sido posible escribir historias tan geniales y disparatadas xDD
Repartiré los 5 PX a cada personaje mañana o el martes, dependiendo de si tengo tiempo.
¡Hasta la próxima, corazones!
Y tened cuidado, Eros podría estar acechando c: