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¿Estáis heridos? ¿Qué ha pasado? He visto vuestra nave caer, vengo a ayudar.Guilmon giró la cabeza al oír a un extraño ser de piel azul. Su cabeza era ovalada, sobretodo en la parte posterior, con unas rayas azul verdoso en ella. Tenía la altura de Guilmon, y llevaba puesto una camisa y pantalones negros, con una estrella invertida estampado en la camisa. En efecto, se trataba de Fyk, un viejo amigo de Saxor. Sin embargo, Guilmon no recordaba haberlo visto, así que no pudo reconocerlo como tal. Guilmon, aún demasiado exhausto para decir una palabra, señaló con la cabeza a Xayim, aún bocabajo. La sangre estaba enrojeciendo la tierra a los alrededores de la cabeza.
Tras un simple vistazo a ambos supervivientes, el joven extraterrestre decidió centrar su atención en Xayim, a quien giró para ver mejor. Como era de esperar, el pequeño se sorprendió al reconocer a su viejo amigo en tal estado. Sin embargo, su cara se ensombreció segundos más tarde.
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Xayim… —Una simple palabra hizo que Guilmon le mirara con ojos de sorpresa. Guilmon había comprendido que si sabía aquel nombre significaba dos cosas: Que era un amigo de Saxor y que sabía que estaba poseído. Como acto reflejo empezó a oler a Fyk, con intenciones de acordarse posteriormente de él.
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¿Estás con él? ¿Sigue con los de Bastión Hueco? —preguntó al compañero de Saxor─
. ¿Entiendes lo que digo? ¿Sabes hablar?Sin embargo, antes de que Guilmon respondiera, parece que descartó la idea de que fuera posible para Guilmon comprender lo que decía, y se dedicó a curar a Xayim. Mientras tanto, seguramente para sorpresa de Fyk, Guilmon empezó a responder a sus preguntas.
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Guilmon lo está.─ Afirmó primero.─
La nave gumi dejó de funcionar y cayó. Guilmon tenía miedo... Saxor no está con Bastión Hueco, pero Sallín sí.─ Mientras decía eso último, Fyk podría percatarse de algo.
Mucho más pronto de lo que debería, los párpados de Xayim se empezaron a mover. A pesar de que seguía demasiado herido (sobretodo de la cabeza) como para recobrar la consciencia, Xayim estaba despertando.
***Abrí los ojos, lentamente, antes de que los volviera a cerrar por culpa de la luz del sol. ¿Era de día? Era sumamente extraño. ¿Qué hacía Xayim durmiendo a plena luz del día? Podía haberse echado una siesta, o algo así... Era incapaz de ver otra posible explicación. Me levanté mientras volvía a abrir los ojos, para encontrarme con alguien quien no esperaba ver. Mis ojos estaban completamente abiertos de la sorpresa.
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¿Fyk?─ Murmuré, antes de que mi cabeza me ardiera como el infierno.─
¡Arg!─ Incapaz de soportar el dolor, me desplomé al suelo de nuevo. ¿Qué demonios había hecho Xayim para que acabara en tal estado? En circunstancias normales, con semejante dolor sería imposible recobrar el conocimiento, y menos aún mantenerlo. Aunque claro, mi despertar no era una situación normal.
Me era muy difícil pensar, ya que mi cabeza me palpitaba con fuerza y el dolor era inimaginable. Sin embargo, pude recordar algunas cosas que había en la nave gumi.
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Vendas... En la nave. Po... Por favor...─ logré articular. Quería que aquel dolor acabara cuanto antes.