Tal como había planeado, Light recibió el ataque que iba dirigido hacia su réplica (y también el Piro que Alec había lanzado para bloquear el proyectil de Jess). El agudo dolor que experimentaría por las quemaduras le obligaría a encogerse y hacer una mueca. Si cualquiera de sus compañeros decidía curarle sus heridas, se lo agradecería.
―¡Idiotas...!
Fue la respuesta de Dark Light tras recibir la poción de Ragun. No solo eso, sino que también le propinó un severo golpe a su salvador, quien salió despedido.
Light apretó la mandíbula y frunció el ceño, irritado. Dirigió una mirada llena de reproche a su versión digital, incapaz de aprobar su comportamiento. Dark Light no había cambiado en absoluto y seguía con aquella actitud hostil. Además, sus ojos amarillos evidenciaban que seguía corrupto.
“Es imposible hablar con él” concluyó, con un amargo sabor en la boca. No escuchaba, no razonaba, no les hacía ningún caso. A pesar de haberle salvado la vida, ellos siempre serían sus enemigos. ¿Hasta qué punto llegaba el poder de la corrupción de Erased Data? ¿Realmente era capaz de cegar a todos aquellos que estuvieran bajo su dominio?
Dark Light sostenía en alto su arma mientras les recorría con la mirada, acorralado. Light también mantuvo cogida su Alma Inquebrantable, en posición defensiva; preparado para continuar el combate. Aunque había decidido perdonarle la vida, no se mantendría de brazos cruzados si el enemigo cargaba contra ellos otra vez.
Crow fue el primero de todos en avanzar hacia Dark Light. La copia le detuvo en seco, amenazándole con su espada.
―¿Por qué me curáis? Soy vuestro enemigo. Erased y yo os hemos traído aquí para aniquilar vuestra Orden ―justificaba.
“Imbécil” apretó los puños y se guardó las explicaciones. ¿Para qué malgastar saliva, si Dark Light no les iba a hacer ningún caso?
¿Habría sido demasiado compasivo al salvarle la vida? Por un momento, al comprobar sus ojos, pensó que se había vuelto estable y que podrían hacerle razonar. Qué inocente había sido...
―¡No os acerquéis! Él va a... ¡Él va a...!
La réplica comenzó a actuar de una manera bastante sospechosa. Abría y cerraba los párpados repetidamente, con ambas manos en la cabeza.
“Está loco” concluyó de nuevo.
―Gaomon...
Su reacción al escuchar el nombre de su mascota fue inmediata. Con la esperanza de encontrarle se volvió, dándole la espalda a su réplica.
Pero, desgraciadamente, detrás de ellos no había nadie. Distraído, giró el cuello hacia varias direcciones para buscarle, sin éxito. Desilusionado, Light terminó cerrando los ojos, con la cabeza gacha. ¿Debía resignarse y aceptar que nunca volvería? ¿Podría traerle de vuelta?
Entonces, se dio cuenta de que Dark Light había escapado. Se volteó velozmente hacia el muro en cuanto percibió el sonido estridente de una explosión y comprobó que tras la densa pantalla de humo no se encontraba ya su enemigo, su eterno enemigo.
Seguirle supondría una muerte segura: caerían desde mucha altura y no lo contarían. Y, aunque le alcanzaran, ¿de qué serviría? No recibiría explicaciones de él, no podía escucharles: era como hablarle a una pared.
"Él va a... ¡Él va a...!"
"Gaomon..."
“¡No puedo entenderlo!” apretó sus puños por enésima vez, lleno de impotencia. ¿Le había intentado decir algo? ¿A qué se refería exactamente con Gaomon? ¿Lo había dicho para despistarles, o había sido un delirio de los suyos? ¿Era un indicio de que estaba vivo, seguía bajo el poder de Erased Data?
¿Qué se suponía que tenía que pensar de todo aquello?
─¡Mierda...! ─se lamentó Crow, golpeando el muro─. Nos encargaremos después de él. Ahora hay que acabar con Erased.
Acabar con Erased…
La causa de todos los males.
"¡No, para! ¡Para, por favor! ¡Haré lo que sea pero no me lo quites!"
El momento en el que aquella encapuchada ignoró sus súplicas y convirtió su vida en un auténtico infierno. Recordar esa escena y oír la sugerencia de Crow bastaría para que Light se olvidara por completo de su réplica y empezara a seguir los pasos de pirata, espada en mano.
─Siento haberos metido en esto ─se disculpó Ragun.
─No todo es culpa tuya. Yo también soy responsable, aunque tampoco me arrepiento de mi decisión.
Light no especificó sus motivos y continuó siguiendo a Crow, quien les llevaría al lugar donde esperaba Erased. Ahora que Erased Data estaba expuesto a la luz, quizá tuvieran una oportunidad de derrotarlo.
Desgraciadamente, a Light no le quedaban muchas fuerzas. Había consumido una cantidad ingente de maná: jamás había utilizado tanto en un combate; incluso tras recargar con el éter se encontraba en aquel momento sin fuerzas. Aunque Maya sanara sus heridas, seguiría sin tener las energías suficientes para ejecutar un simple Aturdidor.
Igualmente, solo podía avanzar y luchar. No le quedaba otra opción. Light sería posiblemente un lastre en la próxima batalla, pero estaba dispuesto a hacer todo lo posible para exterminar a Erased Data y acabar con su corrupción. La vida de un amigo suyo estaba en juego.
Y la de muchos más. No tardaría mucho en darse cuenta de que el destino de Tierra de Partida estaba en manos de todos ellos.