Ike y FykLo peor que podía hacer Ike era quedarse por la misma zona cuando su enemigo desapareció. El sincorazón estaba cansado, debilitado cada vez más por el veneno, y actuó desesperado por sobrevivir. Ese fue el motivo por el que se dirigió a la presa que consideraba más débil.
Los murciélagos en los que se habían dividido salieron casi de la nada, surgiendo de sombras y escondrijos imposibles, para reagruparse a la espalda del aprendiz, que además se había quedado quieto. Con un chillido de triunfo, se lanzó contra él y lo acorraló contra el suelo, tal y como había hecho con la rana, clavándole los colmillos.
Ike sintió que le succionaba, literalmente, la vida, y comenzó a sentirse más cansado y soñoliento.
Como el aprendiz se había desplazado para estar más cerca de sus compañeros, estos escucharon perfectamente el ruido, y vislumbraron entre los árboles la cruel escena.
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¡No! ―gritó Daichi, asustado, mientras salía de detrás de Rubí para auxiliar a su compañero.
Entonces, salieron los refuerzos de la madriguera.
Xayim, Nadhia y MeiGracias al aviso de Saxor, nadie hizo daño o cosquillas a Hime. Y así se libraron de un buen derrumbe sobre sus cabezas.
Por otro lado, Mei tenía aun una tetera con un montón de galletitas, por lo que empezó a comerlas para reducirse más y más y más, hasta caber entre las botas de la giganta. Ahora, entre los pequeños, tenía el tamaño de una mascota media; para alguien de estatura normal, sería diminuta.
Se escurrió por los recovecos, encontrándose en la espalda de Hime a Guilmon. Entre los dos llegaron hasta la cabeza.
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Me habéis estado haciendo cosquillitas ―se rio levemente Hime, recordando las advertencias de Saxord que no se moviera. Y les echó todo el aliento sin darse cuenta.
Acto seguido, con todas las galletitas que le sobraban a Mei, se las fueron dando poco a poco. Hime redujo de nuevo su tamaño y pararon finalmente cuando tuvo una altura adecuada para todos. Nadhia y Saxor, que habían estado retenidos por las extremidades de Hime, pudieron finalmente acceder.
Mientras tanto, Hime se inclinó sobre Mei, que aún seguía siendo minúscula.
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Gracias por ayudarme ―le dijo, añadiendo también a Guilmon―.
¡Te recordaba más grande! ¿Quieres que esta vez te ayude yo a ti?Hime no podía devolverla a la normalidad, pero se ofreció a transportarle. Le tendió la mano para que escalara y Mei comprobaría que incluso podía elegir sitio: o bien la propia mano, que Hime llevaría siempre delante de sí; o el hombro, que le venía genial si se quería sentar.
Después del arreglo, la chica se dirigió al resto.
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Ya sé que antes nos quedamos con una conversación pendiente ―comentó rápidamente―.
Que si ese sincorazón me perseguía, que si llevarme a la cárcel… Pero, ¡el sincorazón ha aparecido y estaba atacando a vuestros compañeros! ¡Ambos lo hemos visto! ―abarcó a Guilmon―.
¡Hay que ir a ayudarles!A continuación, indicó una de las salidas de la madriguera, guiándose por la que había salido en forma de rana, y empezó a ascender.
TodosEn cuanto el grupo salió por el hueco de la madriguera, el sincorazón reaccionó. Apartó los colmillos de Ike, chilló y alzó el vuelo de nuevo. Se había fortalecido un poco, pero seguía debilitado. Aun así, eso no le impidió lanzarse a por su verdadera presa: Hime.
La chica estaba preparada, y no se cortó en repetir otra vez el truco:
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHY de nuevo, el sincorazón frenó y se llevó las manos a los oídos, aquejado de dolor.
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¡Esta vez no podrás esquivarme!Alzando la mano libre, Hime convocó su magia y una gigantesca estalagmita de hielo surgió del suelo, atravesando de parte en parte a la criatura. Una brisa fresca se extendió por el claro mientras el sincorazón exhalaba su último aliento y se desvanecía en la oscuridad. Por último, el carámbano se partió en pedazos que se dispersaron por el suelo.
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¡Y no vuelvas a molestarnos! ―le soltó, muy orgullosa de haberse deshecho de su enemigo.
Iba a celebrarlo con los demás, pero se paró en mitad del gesto, recordando por qué estaban todos allí.
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Y ahora… ¿qué?―
Ahora ―intervino Daichi, que se había acercado a Ike para comprobar qué tal estaba y le ayudaba a ponerse en pie. El aprendiz se sentiría algo embotonado, pero podría seguir la conversación―,
podremos cumplir nuestra misión: llevarte a la Federación y que ellos se encarguen de devolverte a tu hogar. Pese a que conozcas el secreto de que existen otros mundos, no puedes desaparecer del tuyo y pasearte por ellos a tu antojo. Podrías difundir el secreto o interferir en otros lugares.»
Y creo que aún no te he pedido disculpas por transformarte en una rana.Hime negó con la cabeza, desestimando la disculpa.
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No pasa nada. ¡Así tengo una nueva anécdota para las comidas familiares! ―rio―.
Y entiendo lo que quieres decir. Supongo que estaba demasiado sedienta de aventuras y no pensé en las consecuencias.»
Iré.Daichi asintió. Luego, rebuscó entre sus bolsillos y sacó de ellos un frasco. Miró a Rubí, aunque este tal vez ni supiera qué pasaba o no le estuviese prestando atención.
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¿Qué? Es bien sabido que los éteres se usan cuando estás falto de magia, y a mí aún me queda un poco ―se excusó, abriendo el tapón y vaciando el contenido de un trago―.
Pero no la suficiente para esto.Chasqueó los dedos y todos comenzaron a crecer de nuevo. Hime tuvo que quitarse de encima a Mei. En pocos segundos, estaban de pie sobre un paisaje que les llegaba hasta los zapatos, pero a lo lejos distinguirían un bosque (por el que habían ido, probablemente) y otras cosas de su mismo tamaño. Parecía que el mundo estaba adaptado para todo tipo de alturas.
Hime sacó de su bolsillo la estrella culpable de que estuviera allí.
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Supongo que también tengo que devolverla… ¿no?VIT de Ike: 2/12 // PH de Ike: 5/8
VIT de Guimon: 24//24 // PH de Guilmon: 10/12
VIT de Fyk: 25/30 // PH de Fyk: 4/28
VIT de Rubí: 22/26 // PH de Rubí: 3/12
PD. Por cierto, se me olvidó poner en el anterior post que la llave de Fyk se cayó al suelo cuando Muercelión se dispersó.
Datos revelados por Libra:
Nombre: Murcielión Albo.
Afín: Oscuridad.
Nivel: 18
VIT: 0/30
PH: 14/36
Estado alterado: Pequeño, Veneno (-2 cada turno).
Estadísticas:
- Altísima Puntería.
- Alto de Poder Mágico y Reflejos.
- Débil en Elasticidad y Resistencia.
Habilidades:
▪ Tetricación (análogo de Flama tenebrosa) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Oscuridad. Proyectil de penumbras lineal en forma de llama, con muy pocas posibilidades de cegar al enemigo.
▪ Succión [Nivel 3]. Clava sus colmillos en el cuerpo de su víctima y le extrae VIT a un ritmo de ??? por turno. No afecta a personajes de nivel superior al suyo.
▪ Ventilación (análogo de Ráfaga) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Viento. Pequeño ciclón de viento que provoca el sincorazón sacudiendo sus alas, probabilidades de derribar al enemigo al suelo.
▪ División [Nivel 4]. ???
▪ Salivación [Nivel 5]. Escupe sobre el enemigo su saliva para una baja probabilidad de causar envenenamiento.
▪ Perforación [Nivel 5]. Resta -2 puntos de velocidad en cada turno que tiene clavados los colmillos en su víctima. Puede provocar embotamiento.
▪ Dispersión [Nivel 8]. Se divide él mismo en miles de pequeños murciélagos y se reagrupa en otro lugar.
▪ Eclipsación [Nivel 10]. Oscurece todo el lugar a un radio de cinco metros. Si sales del límite, se anula el efecto.
▪ Vampirización [Nivel 12] [Requiere: ser un sincorazón]. ???. Necesita tener los 12 PH necesarios para emplearla.
Otros datos:
- Su punto débil son los ruidos fuertes
- Débil contra elemento Luz y Hielo.
Fecha límite: 9 de agosto.