—
Lyon, un placer —dijo el muchacho aceptando mi mano—.
También has conocido a ese capullo... Sí, tengo la espada. Y, por lo que veo, a todos los que escogiésemos la espada nos ha tocado hacer lo mismo: luchar en esa batalla —paré para tomar aliento—.
Pf, una batalla de la estúpida guerra entre los dos bandos. Si ni siquiera sé por qué luchamos. Es una completa idiotez.Asentí más o menos de acuerdo con sus ideales acerca de aquella prueba, pero sobretodo con el hecho de que Aaron fuese un capullo. Pero cuando me dispuse a contestarle era demasiado tarde.
—
Los acusados entran en la sala.Una voz similar a la que nos había pedido que tomásemos asiento me volvió a pillar por sorpresa con aquel anuncio; a pesar de que seguía sin haber un juez a la vista, un camino surgió debajo del palco de este, mientras los que se suponían que iban a ser juzgados entraban.
Esperaba algo confuso, pues seguía nervioso por la idea de tener que participar en otro de aquellos juicios. Pero por suerte, siendo espectador no podía salvar ni hacer daño a nadie, solo observar y con algo de suerte, opinar por lo estuviese a punto de pasar... ¿Por qué sino nos habrían esperado?
N-No... No puede ser...Conocía a los tres que ahora se encontraban delante mío, pues todos pertenecían a mi bando. No tenía demasiado trato con ellos a excepción de Freya, pero aún así les conocía lo suficiente como para saber que se encontraban en mi equipo, además tenía la sensación de que faltaba alguien, pero estaba seguro de que todos estaban allí... El caso era que, ¿por qué aquellos que se habían separado de nuestro camino iban a ser juzgados?
—
Estas personas son juzgadas por la destrucción de una propiedad importante del Castillo del Olvido, el Espejo de Nithael. Acusados, pasen a la palestra para presentar su versión de los hechos.¿Quieren juzgarlos por romper un espejo?...Antes de poder siquiera pensar algo más, empezaron las justificaciones de los que eran los compañeros de mi bando, y presté especial atención para saber que era lo que realmente había pasado, puesto que no podía fiarme de nada de lo que dijese el Guía ni nadie relacionado con ellos.
Empezó uno de los chicos, relatando que les habían hecho participar en una prueba donde lo primordial era derrotar al reflejo de cada uno, sin ninguna explicación más al respecto. Debía de haber otra manera de superar la prueba entonces, pero ellos habían optado por romper aquel espejo mágico; el supuesto “espejo” debía estar colocado debajo de ellos por como lo estaba relatando el joven. El miembro de Bastión Hueco se encontraba algo alterado por como hablaba y por el sarcasmo e ironía que había llegado a utilizar en la explicación de los hechos.
Debe ser bastante frustrante que quieran juzgarte por intentar sobrevivir.Ahora la siguiente era la pelirrosa de Freya, que apareció apoyando y acabando de argumentar lo que su compañero acababa de decir: lo que decía tenía más que sentido, puesto que si la cuestión era derrotar a los reflejos, destruyendo aquello que les había hecho aparecer les tenía que hacer ganar, quizá incluso parecía la solución más viable. Por último, Freya admitió tener la culpa de todo por dejarse llevar en aquella situación... ¿pero era realmente cierto? ¿Podía alguien tener la culpa por intentar sobrevivir?
Visto así, parecía que aquella situación de “infortunio” para nuestros compañeros había sido dejada más cerca de su alcance de lo que en principio debería ser. Si querían que superasen la prueba de cualquier otra forma, ¿por qué no colocar el espejo en algún sitio inaccesible o mejor protegido?... Algo no encajaba bien en todo aquello.
El último en hablar resultó ser Enok, que parecía nervioso y abrumado por algún motivo. Su intervención fue breve, pues lo único que expuso casi en constantes balbuceos fue decir que Freya no era la culpable, y que el hecho de aquel castigo se basaba en algo como las acciones, en vez de las intenciones; en resumidas cuentas, que si mirábamos las intenciones en lugar de los hechos, ellos nunca habían tenido la intención de hacer trampas, ergo eran inocentes desde aquel punto de vista.
O al menos eso había entendido yo antes de que el muchacho se desmayase al volver con sus compañeros.
Todos aquellos encapuchados, empezaron a hablar en murmullos, y a pesar de tener a muchos de ellos tan cerca, no era capaz de oír absolutamente nada de lo que decían... Era muy frustrante no saber que iba a pasar con mis compañeros, y más aún conociendo de primera mano como de radicales o injustos podían ser aquellos juicios y sentencias respectivas.
—
¡Una vez los acusados han hablado, es el turno de juzgar sus acciones! Fiscalía, ¿qué tienen que decir al respecto? Oh, por si nadie os lo ha dicho… Fiscalía (blancos) y Abogados (negros) estáis enfrentandoos ahora mismo y el que pierda… No superará esta prueba. ¿Qué sucederá cuando un bando pierda? Ah, bueno, no tiene gracia si lo sabéis de antemano,
¿verdad? Con todo, os recomiendo esforzaros; no siempre tengo por qué ser compasivo.
En una situación normal esos tres aprendices habrían muerto… ¿Por qué? ¡Porque no superaron su prueba! ¡Porque no son dignos! Sin embargo, su forma de realizar trampas me proporcionó un buen rato de entretenimiento, así que he decidido darles una oportunidad. Además, ¿qué gracia tendría matarlos sin más? En fin… Por eso he decidido que vosotros juzguéis. Espero que s
ea una decisión limpia y justa. Nadie saldrá de aquí hasta que los dos grupos hayan ejercido bien su papel de acusadores y defensores. »
¿Y ustedes, abogados? —¿Nos estaba sonriendo a mi y a Lyon o eran imaginaciones mías? Por solo un instante, me pareció ver algo parecido a un parche en la cara del Guía.—.
¿Cómo defenderéis a vuestros clientes?Me pareció como si me hubiesen quitado todo el aire del pecho de un golpe en apenas unos segundos; una cosa era ser responsable de mis propias acciones y aceptar el castigo consecuente, y otra muy diferente era tener que intentar no cagarla y ayudarles... ¿Y si fallaba y por mí culpa tres aprendices morían sin más?, Incluso Lyon podía llegar a morir si no ejercía bien de abogado.
¿Por qué tenía que hacer yo aquello?
Antes de poder comentarle nada a Lyon, el chico del escudo se puso en pie. Era miembro de la fiscalía según había dicho el Guía, por lo que no dudaba que tuviese piedad alguna en intentar hacernos caer tanto a mí como a mis compañeros... ¿pero sería capaz de hacer algo tan frío sin dudar?
Por lo visto, sí.
—
La verdad es que no entiendo muy bien de que va el tema pero si no me equivoco les están acusando de romper un espejo ¿No? Pues... ya han declarado que lo han roto, el fin me es indiferente, si se les acusa de romper un espejo y declaran que lo han roto no sé que más prueba quieren, ya se han mostrado como culpables en su declaración, no pretendo injustificar así sus motivos, pero los hechos son esos, y eso es lo que al final termina importando.
¿Qué clase de acusaciones absurdas eran aquellas? ¿De verdad eran aquellos sus argumentos para condenarles? Que podían parecer tener toda la lógica fundamentada del mundo, pero aquello era ilógico, el Guía ya sabía que eran culpables de romper el espejo. Lo que ahora contaba era si sus motivos eran suficientes como para hacerlo o no.
—
Además el propio testigo, el señor sombra oscura, ya ha declarado que son culpables y que el simple hecho de que estén aquí es porque hicieron trampas, algo de lo que los acusados no se han defendido, tal vez a sus otros dos compañeros, pero no a si mismos, por lo cual es cierto, así que, muy a mi pesar son culpables. Aunque, señoría, me gustaría llamar a un testigo sorpresa ¡Que pase el
testigo! ¿Testigo? ¿Que testigo necesitamos en esto?—
Perdón por esta intromisión, normalmente esto suele funcionar. Bueno, eh... de todos modos, como seguramente la defensa planteará una "solida" argumentación contra que unos aprendices hayan roto un cristal, que ya me dirás como coño van a decir que no lo han hecho si ya se han declarado culpables, me gustaría pedir el acta de juicio y las pruebas de la escena del crimen, al igual que, como mínimo, un testigo para interrogar.
Me entraron ganas de utilizar mi espada y comprobar si realmente el escudo de aquel chico era tan eficaz como parecía, pues su comportamiento hasta ahora no había sido otro que el de tener unos aires de superioridad que no se los creía nadie, sin contar que pedía testigos que dudaba que hubiesen si se trataba de una maldita prueba individual.
>>
Y ahora, sin más preámbulos, dejo turno para que mi compañero pueda argumentar si lo desea Miré expectante al chico, esperando saber como actuaría alguien que en un principio me había parecido tan impredecible por sus actos.
—
Lo siento. —dijo mirando a todos los presentes—.
No quería hacer esto, no quería luchar con vosotros. Al menos, no así… Pero no puedo quedarme quieto. T-tengo que seguir adelante, hay que encontrar esa llave y salvarlos a todos: a los Maestros, a los Aprendices, a Ronin y a Tierra de Partida. N-no puedo haber sacrificado mi Llave Espada para nada.¿Su excusa era aquella? Bueno, sin lugar a dudas era mucho mejor que la que había utilizado su compañero, puesto que este no había demostrado un ápice de arrepentimiento; ahora se vería cuan fingido sería la actitud del chico, o si por el contrario estaría diciendo la verdad.
—
Estos Aprendices son culpables. Nos han atacado los sincorazón y justo en ese momento, aparece Bastión Hueco. Eso no es una causalidad, eso es que estaban metidos en todo este lío de alguna forma. Ese espejo roto tiene que ser la prueba… Han venido para destruir todos los tesoros importantes de Tierra de Partida y dejarnos indefensos. Seguro que si los dejas escaparse sin más, seguirán destruyendo más cosas.No esperaba otra cosa que una acusación por ser de Bastión Hueco. Me hubiese encantado ver que diría si dentro de los implicados se encontrase un miembro de su bando; ¿Qué diría entonces? ¿Qué le obligaron con artes oscuras a colaborar? Simplemente era ridículo, dudaba que alguno de los aprendices que nos encontrábamos en el Castillo supiese de la existencia de aquel lado de Tierra de Partida, que además ahora había dejado de ser lo que era.
Incluso estábamos colaborando con aquellos desagradecidos para volver su estúpido hogar a la normalidad.
—
Sólo saben poner excusas. A mí me pediste que te diera mi Llave Espada para que pudiera seguir subiendo. Y yo te la di… Y cuando aparecí en esa ilusión, conseguí salir y ni siquiera sabía que era una prueba. No sé qué prueba tenían ellos, pero está claro que en vez de superarla, empezaron con su plan de romperlo todo. Tienen que ser…—el chico calló, como tratando de buscar las palabras adecuadas
>>
Sí, eso, que lo tenían planeado…Una vez acabado el turno de aquella rastrera fiscalía, nos tocaba el turno si no había entendido mal las normas de aquel juicio. Mis sospechas se confirmaron cuando Lyon se levantó y se me adelantó:
—
Es cierto, los acusados han roto el espejo. De eso no hay duda alguna. Sin embargo, hay un pequeño asunto que me inquieta. Dicho espejo, tal y como han dicho tanto el juez como los acusados tenía un gran poder mágico, por lo que no debería haberse roto tan fácilmente. Y si, en caso de que de verdad fuese tan frágil como parece que es, ¿no deberían saberlo los dueños de este? ¿Y por qué, si es que es el caso de que lo sabían, estaba en el suelo? Nadie colocaría algo tan valioso en el suelo —el chico se quedó pensativo, como si estuviese acabando de razonar algo—.
Bueno si, si hay un motivo.
—
Primero, hay que decir que no conocían las normas de dicha prueba. Es normal, entonces, que pensasen en romper el espejo, la causa de los supuestos reflejos de los que tenían que librarse. Cualquiera hubiese pensado en esto. Entonces, ¿Qué hacía el espejo en el suelo, si cualquiera con dos dedos de frente habría pensado en romperlo? Muy simple. No querían que pasaran la prueba, no al menos de la forma que les dijo que era “correcta”. Querían que ellos rompiesen el espejo.Me quedé claramente asombrado por aquellas conclusiones que estaba sacando mi compañero; ya que al fin y al cabo era lo que yo había estado pensando mientras relataban los hechos. Había algo extraño en todo lo sucedido, y aquel espejo debía tener alguna especie de implicación más allá que la de ser roto. Tenía el objetivo de hacer ver a mis compañeros como de cabeza de turco por no pasar aquella prueba tal y como “supuestamente” deberían.
>>
¿Para qué? Pues porque, si no lo hacían, no iba a haber juicio. Porque así acabarían, tal y como lo han hecho, en este estúpido juicio. Todo ha sido una trampa. Sabían lo que iban a hacer y es normal, únicamente querían sobrevivir, seguir adelante. Lo único que busca el Guía es entretenerse, aunque para esto tenga que acusar a gente inocente para su propia satisfacción y entretenimiento. ¿Por qué si no estaría algo tan valioso en el suelo, al alcance de cualquiera?Me quedé un segundo, pensando y acabando de reflexionar acerca de lo que acababa de decir: ¿Podía ser que el juez fuese el culpable de aquel delito? Sería algo insólito si resultaba ser así.
—
Todo ha sido pues una trampa —me percaté de que me estaba mirando—.
Dicho esto, le dejo el turno a mi compañero.Asentí, y me puse en pie, mientras me acercaba a donde habían testificado antes mis compañeros: les miré a los ojos a cada uno de ellos, mientras me prometía a mi mismo que no dejaría que ellos muriesen por mi culpa. ¿Querían descubrir la verdad? Pues la tendrían. ¿Querían un buen espectáculo? Se lo daría. Pero no estaba dispuesto a dejar que ninguno de ellos atrás, me gustase o no tendría parte de responsabilidad en lo que les sucediese.
—
Para empezar, me gustaría tratar de refutar las falacias, mentiras y otras sandeces que se han dicho a lo largo de la acusación. Además de resaltar algo que al menos uno de los miembros de la fiscalía no ha tenido en cuenta a lo largo de su divagación argumentativa; hay que juzgar las acciones de los acusados, por lo que hay que tener en cuenta los motivos y las circunstancias que han llevado a estos jóvenes a romper el espejo. Que el espejo se haya roto lo sabemos todos, eso es más que obvio, pero hemos venido a juzgar si sus acciones son justificables o no, por lo que importan los motivos que estás negando de una manera imparcial —miré sin pensármelo al fiscal con rasgos animales—
¿o acaso es lo mismo que tú hubieses cogido ese escudo sabiendo que podías cogerlo, que sin saberlo?Me acerqué a donde estaban ellos dos sin pensármelo dos veces.
—
Lejos de hacer alguna argumentación sólida acerca del hecho de la rotura del cristal, me gustaría argumentar el hecho de que estén aquí no es del todo por haber hecho trampas, de lo cual se han defendido todos diciendo que no se fijó una manera concreta de como vencer a los susodichos reflejos. ¿Cómo lo habríais hecho vosotros? —les invité a que me diesen una respuesta que sabía que no llegaría—
Los acusados estaban faltos de una información tan relevante como esa, lo cual en ningún momento se ha mencionado en los argumentos de los fiscales, ¿qué clase de decisión tomareis con una omisión de información tan crucial? —aproveché para coger aire—
En este caso, una errónea. Pedid las actas, “pruebas” y testigos que queráis, pero no sirve de nada si no miráis más allá de los hechos.>>
Aprovecháis para intentar acusarlos por el hecho de ser de Bastión Hueco, cuando el bando en cuestión se halla también tratando de ayudar a Tierra de Partida para volver a ser como era. ¿Qué sentido tiene destruir algo de una cara del mundo que nos resulta totalmente desconocida? Queramos o no el mal de Tierra de Partida, ahora no estamos en ese lugar. Esto es el Castillo del Olvido, no nos interesa sembrar la dicordia aquí. ¿Acaso han roto algo más? Porque de lo contrario, todo lo expuesto acerca del plan para “destruir todo” no son más que especulaciones para culparles a ellos.Me volví para hablar con el Guía, dejando atrás a aquellos dos.
—
A la par que mi compañero, me inquieta que el espejo de Nithael estuviese tan poco protegido a algo como una reacción lógica ante el hecho de querer sobrevivir. ¿Qué manera era la que tenían que haber usado estos jóvenes para pasarla correctamente? —pregunté al Guía, esperando una respuesta—
¿Y no se pudo hacer nada para evitar que lo rompiesen? Reforzar el espejo, detener la prueba... había múltiples opciones para que el espejo no acabase roto.Cerré los ojos un instante, sin saber muy bien como acabar de decir lo que quería transmitir. Pero tenía que hacerlo ya, o sería demasiado tarde para todos.
>>
Los defensores creemos fervientemente en la inocencia de los acusados, puesto que han actuado por el hecho de intentar superar la prueba con las capacidades que poseen. ¿Queríais demostrar que eran dignos? Pues lo han demostrado con creces al ser capaces de encontrar más de una solución a los problemas que se les presentaban. ¿Qué tiene que decir al respecto la fiscalia?***Una vez hube expuesto mis argumentos me senté a esperar al lado de mi compañero abogado, deseando que se hiciese verdadera justicia hacia mis compañeros. ¿Acusarles por hacer algo que no sabían que no podían hacer? Si querían culparles, la fiscalía ya podía empezar a pensar mejores excusas que las que nos habían mostrado. Por su parte, el hombre que se encargaría de decidir aquello, se encontraba suficiente entusiasmado como para que pudiese pensar que mis camaradas aún tenían alguna posibilidad de escapar impolutos de aquel juicio.
—
Sean culpables o no, algo que ya sabemos lo que aquí estamos juzgando es si deben o no tener un castigo equivalente[b]Incluso los criminales de los que ya se sabe que cometieron el delito tienen derecho a un juicio… Justo. —Nos mostró una maníaca sonrisa y chasqueó los dedos entonces.
¿Qué estaba tramando?
Entonces, me percaté de como había aparecido en mis rodillas una serie de documentos, los cuales no tardé en revisar en apenas unos minutos. Los releí varias veces más, y tras aquello alcé una ceja, perspicaz. ¿Podíamos fiarnos de la completa validez de aquellos documentos? Estaban escritos seguramente por el mismo que se había decidido a organizar el Juicio que nos encontrábamos presidiendo en aquel momento. ¿Y si faltaba alguna clase de información?
Suspiré, resignado, para volver a leerme todo aquel papeleo relacionado con el dichoso espejo mágico de Nithael.
Ficha técnica
Nombre: Espejo de Nithael.
Tipo de objeto: Artefacto mágico.
Antigüedad: 900 años (aproximadamente)
Valor estimado: Incalculable.
Ubicación: Estancia B-072.
Características: Creado por un antiguo miembro de Tierra de Partida, este espejo mágico proyecta el lado más oscuro de aquellos que se sitúen sobre él. La colocación en el suelo de dicho objeto es de gran necesidad puesto que para que el espejo surta efecto necesita que los que vayan a realizar la prueba mantengan contacto con él.
El espejo no puede romperse excepto cuando la intención de aquellos que desean realizar la prueba sea precisamente la de destruirlo. Esto quiere decir que si un ataque golpease accidentalmente al espejo, este no sería roto. La posibilidad de quebrarlo se mantuvo para dar más alternativas a los que realizasen la prueba, aunque supone la muerte inmediata por la caída.
La Voluntad del Castillo puede juzgar las acciones de los que rompieron el espejo si así lo desea.
La prueba del espejo: Una vez los sujetos se sitúan sobre la superficie del objeto, surgen unos clones mágicos. Dichos clones (o reflejos) buscarán liberarse de sus originales, los cuales han de derrotarles. Sin embargo, la prueba no consiste en pelear como sucede en otras estancias del Castillo del Olvido dado que el daño que provoquen en dichos clones o que los reflejos provoquen se verán reflejados también en su otro yo.
La forma de superar la prueba no es, pues, golpeando al reflejo. La manera correcta de sortear el desafío es hablando con el reflejo, convenciéndole de que el original es digno de continuar. Superándose a uno mismo.
Cabe la posibilidad de que el reflejo pudiese vencer al original. En ese caso, el cuerpo del original pasa a ser posesión de los clones y lo que queda de los originales se unirán a la Caja de Sombras por la que se ha de pasar para alcanzar el espejo.
¿Muerte inmediata?... Pero si están aquí...—
Interesante, ¿no creeis? —asentí, con aire distraído. Estaba acabando de pensar en lo que acababa de leer, quizá así lograse encontrar alguna discrepancia, o algo que pudiese acabar de convencer a los fiscales que ni por asomo tenían razón—.
También os presento los hechos: Una grabación de lo su[/color[color=#FF0000]]cedido en aquel lugar.—
Tienes que estar de coña... —escuché decir a Lyon bastante bajo, casi resignado—.
Es como si lo acabasen de crear para refutar todo lo que he dicho. Quieren dictar castigo ante todo. —
Ya lo ha dicho el Guía —repuse, mientras seguía machacándome la cabeza—
debe encontrar un culpable o un inocente, y mientras su diversión prosiga eso es lo que espera que hagamos para él. Aunque si te digo la verdad, esto de tener “grabaciones” parece muy útil y a la vez demasiado conveniente...Antes de que pudiésemos seguir intercambiando palabras, toda la sala se cubrió con unas grandes pantallas que no dejaban rincón sin ocupar, incluso en el suelo y el techo. No querían que perdiésemos detalle de lo que habían “hecho” — o mejor dicho, de lo que no habían hecho — nuestros clientes.
Muy pronto empezaron a vislumbrarse los hechos, al principio todo parecía demasiado difuso como para tratarse de un verdadero vídeo de lo que había pasado, pero poco a poco se centraron hasta mostrar por fin el tan preciado objeto mágico.
¿Qué coño hay ahí?Miré curioso, como además de todos mis compañeros del Bastión, había algo parecido a una mancha dentro del vídeo, pues las pantallas parecían estar completamente limpias. ¿Acaso se habían borrado imágenes de lo que había pasado? Aunque a decir verdad, por el tamaño de la imagen más que borrar pruebas, parecía que hubiesen borrado a alguien... pero por más que me esforzaba en pensar, yo seguía viendo que no faltaba nadie.
A lo largo del vídeo había podido contemplar de primera mano como los acusados habían tratado de vencerse a si mismos, pero sin otra clase de información, tal y como había pensado yo. El nerviosismo y la desesperación les llevó a querer romper el espejo; y este se había roto por la voluntad de los Aprendices de superar la prueba.
¿Pero se le podía llamar crimen a la supervivencia?
—
Espero que estos archivos y datos os ayuden a pensar y deliberar… —sin duda, a cada minuto que pasaba el Juez parecía pasárselo mejor—.
Podéis iros de esta estancia y pensar todo. Tenéis seis minutos. Tengo que hablar con ellos, quizá sea la última oportunidad que tengamos para aclarar algunos asuntos.—
Esto es estúpido, no es más que una trampa... —comentó Lyon—.
Necesito despejar la mente un poco, voy a salir un rato.—
Te sigo compañero, salir de este lugar agobiante nos vendrá bien para pensar.A pesar de lo que había dicho, mis intenciones eran naturalmente unas totalmente distintas, pero aquello no era de demasiada importancia. Entonces le haría una señal a cualquiera de los acusados presentes — ya fuese Freya, Simbad o Enok si ya se había recuperado— para hacerles entender que necesitaba que saliesen también para hablar.
Ya me había encaminado a la salida junto con el otro aprendiz abogado, cuando el Guía nos retuvo por unos instantes más volviendo a hablar:
—
Oh, una cosa más…Si no os veis capaces de vencer en el juicio… No veré mal que deseéis arreglar vuestros “problemas” por privado. No es tan raro que en un juicio los rivales hagan… Ya sabéis. Apaños. Que impliquen tratos o violencia ya es cosa vuestra. Y con una reverencia suficientemente elocuente como para ponerme los pelos de punta, el señor Guía que a tiempo parcial resultaba ser Juez nos dejó hacer a nuestro antojo.
No estaba interesado en boicotear el Juicio, ya que de verdad pensaba ser suficiente hábil como para mostrar la inocencia de mis compañeros y poder salir indemne; ¿qué los fiscales querían intentarlo? Les esperaba con los brazos abiertos: quizá no atacaría el primero, pero no dudaría en echar mano a mi espada si me atacaban.
Salí de la sala, y a pesar de que no esperaba encontrarme con una especie de jardín donde poder meditar, el hecho de que a cada sala en la que entrásemos fuese del mismo y odioso pulcro blanco me hastiaba hasta el punto de querer destruirla por completo; en esta ocasión la sala era suficiente grande como para que pudiésemos estar todos juntos sin problemas, e incluso había muebles.
Sillones, sofás... todo blanco, todo era de aquel jodido y odioso color. Tanta pulcredad acabaría por dejarme más loco aún de lo que ya estaba. Aún así, entusiasmado por la existencia de la posibilidad de que a mitad de la construcción hubiesen asesinado al diseñador y por lo tanto, otras salas pudiesen tener un color distinto, me senté en uno de aquellos sillones que resultaron ser bastante cómodos. Lyon por su parte, se había acomodado en uno de los sofás.
Estamos metidos en un buen lío...Me alboroté el pelo, harto de la situación y de que quisiesen condenar a alguien por un puto espejo.
¿Que habría juicio justo? Eso seguro, pero a ver como nos lo hacíamos para librarlos de los cargos.
No solo estaban sus vidas en juegos, también las nuestras muy probablemente; no había intercambiado mi Llave Espada por un naipe para llegar solo hasta ahí. Antes arrasaría el Castillo para ver si ardiendo, seguía siendo blanco.
Esperaría a que todos los acusados se hubiesen reunido y entonces, no dudaría en pedirles a todos que se acercasen, pues tenía algo muy importante que decirles:
—
Creo que no hace falta que diga que la situación en la que estamos es muy jodida... pero creo que he encontrado la manera de darle un nuevo “enfoque” al caso —haría una pequeña pausa, y preguntaría al aire—
¿Por qué seguís vivos? —inquirí, y segundos después me explicaría—
Según el informe, tras romper el espejo deberíais haber caído al vacío y morir, lo supieseis o no. Aunque supongo que no lo sabíais, ya que nadie que viene aquí con un propósito tan serio como el nuestro sería capaz de jugarse la vida así, ¿o no? Y ahí es por donde creo que deberíamos atacar todos.Esperaría un minuto o dos a que me respondiesen y entonces me acabaría de explicar:
—
En las pruebas que se han presentado se decía que no podíais romper el espejo a no ser que tuvieseis la voluntad de hacerlo y en el vídeo se ha visto como lo habéis hecho. Vale, romperlo lo quisisteis romper; pero ahora bien, ¿qué sentido tendría “suicidaros” haciendo eso si lo que pretendíais era pasar la prueba? Vuestra falta de información os llevó a intentar esa acción a la desesperada, y que a decir verdad yo también habría hecho de estar en vuestro lugar: reflejos que proceden de espejo, si se rompe el espejo adiós reflejos.>>
Así qué, lo que hay que probar allí dentro es que vuestra acción fue totalmente desintencionada, que lo único que queríais era pasar la prueba y que lo que ha provocado esto ha sido la falta de información que tuvisteis.>>>
Puede salir bien, puede salir mal, eso no lo sé —diría encogiéndome de hombros frente a los presentes que quisiesen escucharme—.
Lo que si sé es que tanto yo como mi compañero, os defenderemos hasta el final y que no tenemos intención de fallaros. Sí tenéis alguna idea o cosa que añadir que nos pueda ayudar a defenderos, es el momento de decirla.Esperaría a ver si alguno de ellos tenía alguna cosa que decir, y si se daba el caso de que se nos pasase el tiempo de hablar y llegase la hora de volver al juicio, me dirigiría a la puerta y la cruzaría.
Directo a los abismos del infierno.
La primera parte del post, es la que no pude postear en la anterior ronda por algunos problemas, espero que no haya habido problema en adjuntarla. Saludos ^^