—
Al menos... ¿Cuál es tu nombre? —
Auron.Fátima se esforzó por memorizar el nombre de su salvador mientras se pegaba al cuello de Pegaso y se alejaban de aquel lugar infernal. Mientras escapaban escuchó un estruendo. Al volver la vista vio que los dos chicos de Bastión Hueco habían chocado entre sí y se precipitaban hacia el río. Iba a soltar un grito de advertencia, completamente inútil cuando, de pronto, se abrió un portal de oscuridad y… Se los tragó. Se quedó desconcertada durante unos instantes, pero luego comprendió que debía haberles ayudado algún Maestro de Bastión Hueco. Dejó de pensar en ellos y centró su atención en sobrevivir a la alocada carrera.
—
No, no, no te preocupes... Estoy bien.Respiró, un poco más tranquila, cuando Malik le confirmó que se encontraba bien y le apretó la mano.
Ya creía que iban a conseguir alcanzar la superficie sin más incidentes cuando, de pronto, se interpusieron en su camino innumerables Sincorazones de aire… ¡Y entre ellos
wyvern! Fátima soltó un grito de miedo y exasperación a partes iguales, completamente consciente de que apenas sí tendría fuerzas para enfrentarse aunque sólo fuera a uno.
—
¡Frena, vamos a chocar!—chilló, tirando de la crin del caballo alado.
Entonces hubo un relámpago cegador, seguido de un trueno tan grave que la dejó sin aliento y con los oídos zumbando. El camino estaba despejado.
No llegó a escuchar el grito de Lyn, pero si la vio de reojo y el pegaso no necesitó más para lanzarse tras ella. Fátima no se había sentido jamás tan contenta de ver a su Maestra, que lanzaba hechizos a diestro y siniestro para abrirles el paso.
Ahora sí que iban a conseguirlo.
****—
¡¿Se puede saber en qué estabais pensando para bajar al Inframundo vosotros solos?!Fátima emitió un gruñido mientras se limpiaba con la sucia y desgarrada túnica las babas del pegaso, deseando con todas sus fuerzas darse un baño. No, primero dormir cuatro años y luego bañarse. En ese orden o moriría ahogada en la bañera.
Ahora que estaban a salvo —y el caballo se había ido después de pringarles a todos de saliva— empezaba a sentir los efectos de la extenuación y le costaba mantener los ojos abiertos. Además, aunque había salvado a Malik, era consciente de que había faltado al torneo y, por lo tanto, su alma no se había salvado. No quería ni pensarlo. Ni siquiera sabía qué pasaría. Todavía no se había quedado en ese estado catatónico de los perdederores, que habían abandonado la enfemería donde se encontraban, pero no podía tardar mucho, ¿no?
Dio las gracias quedamente al sacerdote cuando se acercó a ella, porque no estaba herida, y se sentó con pesadez cogiendo con fuerza la mano de Malik. Había escuchado cómo Lyn discutía fuera con Filoctetes, que parecía querer hablar con ella, pero ahora mismo no le importaba nada. Sólo que los tres habían salido enteros del Inframundo y que Malik estaba a salvo.
—
¡Primero descubro que Bavol ha vuelto por su cuenta a Tierra de Partida sin los demás, y cuando llegó aquí me encuentro con que estáis en el mismísimo hogar de los muertos! ¡¿Sois conscientes de la suerte que habéis tenido de salir de allí con vida?!—Fátima asintió, pero no contestó. Si no hubiera llegado Lyn, no habrían conseguido salir. Su Maestra, irritada y a punto de explotar, se sentó en unan silla y trató de calmarse—.
Aún tenemos tiempo. Fátima, arréglate un poco para la entrega de premios, tienes una pinta horrible para presentarte como ganadora. Y que yo recuerde, os envié a investigar, no a divertiros en unos Juegos del coliseo. Fátima se quedó mirándola fijamente. Después se incorporó con brusquedad, con el corazón en la garganta, entre aterrorizada y llena de esperanza.
—
¿Perdón? ¿Cómo que ganadora?—¡Por dios, que Lyn no se hubiera equivocado.
—
Volveremos a Tierra de Partida en cuanto termine la ceremonia. Fil me ha comentado que Hércules ha tenido que irse, así que no habrá combate del vencedor y podremos irnos pronto.No escuchó lo demás. De repente le habían flojeado las piernas y tuvo que volver a sentarse para no pegarse un buen batacazo contra el suelo. Se cubrió la boca con las manos y rompió a llorar en silencio, incapaz de creérselo. Sintió una mano helada en el pecho ante la idea de que pudiera ser un error, que se hubiera enterado mal, que…
«
Pero, ¿cómo?»
¡Ella se había retirado, era imposible que su rival hubiera decidido retirarse también!
Entonces una palabra le vino a la cabeza.
«
Ela»
Tenía que haber sido cosa suya. Seguro. Tenía que serlo, era todo demasiada casualidad…
Entre tanto, los demás habrían ido hablando. Terminó de escucharles y dijo, tras carraspear y secarse las lágrimas con el dorso de la mano:
—
Quería hablar con Filoctetes y pensé que sólo podría acercarme a él participando en el torneo. No tenía intención de participar, sino de retirarme en cuanto hubiera hablado con él… Pero entonces Malik me dijo que… Bueno, que… los que perdieran pasarían a deber sus almas a Hades. Y Bavol se había apuntado también sin que yo me enterara—dijo con voz trémula—.
No podía marcharme sin más. Quería intentar que Bavol ganara. Entonces me enfrenté a dos Sincorazón y… En la enfermería encontré a los aspirantes que habían fallado. Parecían vacíos. Uno de los que habían ayudado a que nos registraran intentó eliminarme del torneo. Era un esbirro de Hades. Intentó volver a los aspirantes contra mí, pero no hicieron nada, es más, pareció que volvían a la normalidad. Entonces vino otra de las participantes: se llama Ela. Era la más fuerte, sin duda parecía que iba a ser la campeona, pero se había retirado y, al parecer, Bavol también lo había hecho. Me informó de que gente con «poderes similares a los míos» había conseguido que todas las almas menos la mía se salvaran y que habían abierto un poder muy peligroso. Luego me mostró a Malik y a Saxor capturados, junto a Ragun y otro chico de Bastión Hueco. Me dio la opción de ir a ayudarlos.—Ansiosa, se retorció un mechón de cabello—.
Y acepté. Por eso bajé al Inframundo. Sé que me he desviado por completo de la misión y lo lamento muchísimo. Ha sido un fracaso, pero no veía otra salida. Gracias por salvarnos, de verdad. Somos conscientes de lo que nos habría pasado si no hubiera venido.
»Pero… Maestra, ¿cómo es posible que haya ganado?—farfulló.
Cuando le respondiera, Fátima se quedaría callada, dándole vueltas, incapaz de creer que todo se hubiera solucionado. Luego murmuraría:
—
No tengo nada excepto esto... ¿C-con la armadura valdría…?En realidad le daba completamente igual el premio. Todavía le costaba asimilarlo.
Escucharía a Lyn si tenía algo más que decir y volvería a pedir perdón. No volvería a apuntarse a ninguna lista, eso lo tenía más que claro. Después, antes de ir a hablar con Fil, se volvería hacia Malik y lo estrecharía contra sí.
—
Dios, menos mal que no te pasó nada allí abajo.—Recordó lo que había estado diciendo y añadió—:
Sé que lo hiciste por mí, pero fue muy peligroso. Casi me dio un infarto cuando Ela me dijo que estabas en el Inframundo—le reprochó sin fuerzas.
Tras un momento de silencio, Malik le dio un beso en el pelo y apretó el abrazo.
—
Lo siento —murmuró—.
Te prometí quedarme en las gradas y lo primero que hice fue correr como un loco a la boca del lobo...Apoyó la mejilla contra su pecho. Era estúpido pelearse a esas alturas. Lo importante era que los dos estaban vivos y que sabían lo que habían hecho mal. Con todo, no podía dejar de alegrarle, con una pizca de egoísmo, que Malik hubiera ido a intentar salvar su alma.
—
La próxima vez no firmaré nada y así no tendrás que meterte en la boca del lobo sin mí.—Apretó más fuerte—.
Gracias. De verdad. Me alegra muchísimo haber llegado a tiempo. Ese perro llegaba a ponerte la zarpa encima y no sé qué habría hecho.
—
¿Volverte loca de rabia y matarlos a todos? —Se rió por lo bajo mientras la apartaba y le daba otro beso, esta vez en los labios. Aunque no era muy necesario, Fátima se puso de puntillas para devolvérselo. Dios, menos mal que estaba bien—.
Ve, estaré esperando a que terminen de alabarte ~Se apartó el pelo de la cara. No quería marcharse, pero algo le decía que Filoctetes sería capaz de sacarla a rastras. Así que se despidió de Malik con un gesto:
—
¡Esta vez más te vale estar!Y se marchó con paso apresurado, algo mareada por todo lo que había sucedido, mientras se ponía la armadura para ocultar su túnica destrozada. Cuando encontrara a Fil, si podía, le preguntaría:
—
¿Sabe dónde está Ela? Me gustaría darle las gracias.
Si la encontraba, se lo diría a ella misma.
—
Gracias. Si no hubiera sido por ti… —Menearía la cabeza—.
¿Por qué me ayudaste? De verdad. ¿Por qué me diste la oportunidad?Porque no dejaba de darle vueltas. Quién era, porqué tenía ese poder, porqué la había ayudado.
Si no podía encontrarla, simplemente le pediría a Fil que le diera las gracias de su parte si volvía a verla.
Por fin se acababa aquel día, uno de los más largos de su vida, y parecía que iba a salir bien… O eso esperaba. No se sentiría a salvo hasta que le demostraran que sí, que por algún motivo había ganado, que su alma estaba a salvo, y que podía volver a casa con Malik.
Y si le veía a este en las gradas, saludaría, encantada de estar allí de una pieza.
Y, ante todo, viva.
Ahora me dice Astro que no, que todo es una FARSA y que Fátima no ha ganado y me reiré mucho.
También dejaré caer mi opinión en Sugerencias en cuanto pueda. En cualquier caso, muchas gracias por el esfuerzo Astro, y por haber terminado la trama <3. A ver cuándo volvemos a Coliseo 8D.