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¡¿Tú?! —su reacción ante mi presencia fue inmediata. Gruñí un poco al escucharla hablar en un tono tan alto. Así no podía centrarme—.
No, no, no. Tú no puedes sentarte aquí. Sí, definitivamente esa chica estaba tan molesta con mi presencia como yo con la suya... Y no estaba de humor para volver a entrar en conflicto con esa chica. Encima, me dijo que no podía sentarme allí. Una persona más se había sentado junto a nosotros (Nikolai, quien ya conocía). Le envié un gesto de disculpa ante el numerito que se estaba montando.
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Si tanto te molesta, siéntate en otra parte—contesté. Era más fácil que ella fuera la que se levantara y se largara, ya que ella estaba más fuera. Y sin embargo...
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¿Molestarme? ¡A-a mí no me molesta! ¡No pienses eso ni por un segundo! Lo que pasa es que no quiero que me arruines el examen.¿Qué? Mi mera presencia no iba a fastidiarle el maldito examen. Y encima, gritando todavía más. Si estaba tan susceptible por culpa de la noche que había pasado (al igual que bastantes anteriores), sus gritos solo me hicieron enfadarme de verdad.
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T-tú eres la que me lo va a arruinar a mí como sigas gritando...—Y mis quejas estaban completamente justificadas, que conste. No soportaba los gritos esa mañana, y ella lo único que hacía era aumentar...
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¡No estoy gritando!¡...El maldito volumen!Me llevé las manos a la cabeza (específicamente, a los oídos) y solté un muy claro suspiro completamente exasperado. ¿¡Por qué me había tenido que tocar con ella!? Si al menos... recordaba nuestro encuentro en Espacio Paranoico completamente... Incluso estaba viéndolo delante...
¡Mierda!El cabeceo me hizo darme cuenta de que ya estaba empezándome a dormir. Y ese cabeceo hizo que no me diera cuenta de que ya tenía el examen delante. Ni siquiera me di cuenta de que no podía pronunciar palabra alguna. Cogí el bolígrafo y me puse a mirar las opciones...
Todas eran sumamente fáciles, así que empecé a contestarlas una a una. Taché las correctas, mientras las leía detenidamente (la más difícil que encontré era la de el Asesino, y eso ya de por sí era fácil).
...¿Eh?
Me di cuenta tarde de que llevaba 5 minutos con el bolígrafo en la misma marca, y había acabado pintando una línea irregular que se salía del recuadro... Y mucho. Me sacudí la cabeza y me abofeteé las mejillas, no debía dormirme, o las cosas serian
peor.
Casi ni quedaba tiempo, y al mirar de nuevo para repasar las respuestas, me di cuenta de que había puesto mal una pregunta demasiado obvia... ¿Cómo podía equivocarme en
ESE NOMBRE precisamente? Borré rápidamente tanto la línea mal hecha como la opción incorrecta y la volví a poner bien. Maldito día...