):

[Zee]

Bueno, pues hace tiempo, para molestar, empecé a decir cosas sobre el miembro XV de la organizacion XIII o XV o como quiera que se llamara.

Luego me llegó la inspiración y me decidí a escribir sobre este personaje ficticio. La historia se ubica un poco antes de KH 2 o incluso antes de CoM. Nada más llevo el prólogo, díganme si les gusta o no.
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Kingdom Hearts Fanfiction
Organization XIII Member XV


Parte 1

Prólogo

“Ese cabrón lo supo siempre”
“Siempre supo quien era yo… Y no lo mencionó”
“Te maldigo, Riku”

El líquido finalmente se drenó por completo; incapaz de respirar en la cápsula sometida al vacío, se lanzó hacia delante. ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Por qué se hallaba metido en una flor gigantesca? Tardó un poco en encontrar la respuesta. Estaba en una cámara que recuperaba recuerdos. Necesitaba saber quién era…
Pero “necesitaba” es pasado, ahora sabía su origen y qué era lo que lo hacía sentir diferente. Abrió los ojos. Veía un poco borroso, pero él sabía que sólo era un efecto que no debía de durar mucho. Se encontraba en un pasillo completamente blanco; a su derecha estaba una puerta pequeña, que no recordaba muy bien hacia dónde llevaba. Sin embargo, la de la izquierda jamás se iría de su mente. Allí estaba otra de las cápsulas, en la que dormía…
—¿Te encuentras bien, Félix?— sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz dulce e inocente. Recordaba que su nombre siempre había sido Félix, pero esos hombres encapuchados lo llamaban de otra manera.
—Si, eso creo— respondió Félix con un hilo de voz, intentando estabilizarse.
— ¿Y qué tal? ¿Has recordado?
—Sí…— Más de lo que quería.

Félix finalmente logró balancearse y dejó de ver los objetos de manera borrosa. Después de ese largo tiempo encerrado, volvía a ver ese hermoso rostro. Naminé lo miraba con sus brillantes ojos azules, su siempre lustroso cabello rubio le caía un poco sobre su hombro; y su sonrisa… ¿Cómo pudo haber olvidado a Naminé, aunque hubieran sido unos escasos segundos? Después de todo, había desarrollado una extraña sensación en su pecho, una sensación que lo hacía sentir fuerte, valiente, una sensación que lo hacía sentir feliz cada vez que la veía…
Y de nuevo… ¿Qué era ser feliz? ¿Qué es estar melancólico, enfurecido, emocionado…? ¿Qué significaban todas esas palabras extrañas?
La respuesta era simple: Sentimientos; al ser un Incorpóreo, Félix no era capaz de sentir, pero sus recuerdos le traían sensaciones extrañas, como si conociera los sentimientos pero que, sin embargo, jamás los hubiera vivido jamás.

—Me moría de ganas de ver tus ojos, Naminé.
Ella frunció el ceño y respondió con una voz fría:
—Recién saliste del trance y ya quieres quedar conmigo. Ya habíamos hablado de esto, no es posible. Somos Incorpóreos y no somos capaces de…
—Lo siento. Cambiaré de tema si eso te molesta.
>>Es tan raro. Estaba dormido, pero sin embargo estaba consciente de lo que sucedía a mi alrededor, y por un momento me olvidé de la Organización, de Roxas y Axel, de ti…
—Debe haber un efecto secundario debido a tu naturaleza.
—Puede ser y… ¡Lo olvidaba! ¡Seguro que Roxas se alegrará de volver a verme!
—Parece ser que nadie ha tenido rastro de Roxas —dijo Naminé, desviando la mirada.
—Descuida, seguro que ya me encontraré con él. ¿Y qué hay de Xion? —respondió Félix, sin darse cuenta de la actitud de la chica respecto a Roxas.
—Debe de andar por allí, espiando a Xemnas.
—Espero que esté bien. ¿Y Axel?
—Debes saber que yo no estoy consciente de lo que hace la Organización. Desde lo que sucedió en el Castillo, no quiero tener nada que ver con la Organización XIII y sus miembros.
—Ejem…Ejem…Yo estoy aquí…
—Tú tampoco debes estar en este lugar. Si DiZ llega a enterarse de que aún estás aquí…
—Sólo pensaba. ¿Te gustaría que te invitara a comer a Villa Crepúsculo? He estado en esa cápsula durante un mes entero, mi estómago ruge…
Naminé se ruborizó un poco; Félix esperó el rechazo de nuevo, pero para su alegría Naminé dijo con una voz tímida: —Félix…Creo que está bien, pero DiZ y Riku…
—Será sólo un momento. Si algo sucede yo me responsabilizo— En cuanto dijo la palabra “Responsabilizo”, materializó sus dagas.
—Nada de peleas. Sólo iré contigo y no nos meteremos en problemas.
—Está bien. Nada de peleas, nada de problemas, sólo una buena comida y tal vez unos helados.
Antes de salir, no pudo evitar dirigir la mirada a la habitación con la cápsula más grande de todas…
“¿Quién pensaría que tú y yo estaríamos tan relacionados?”

Salieron al jardín. El rocío les humedeció el rostro inediatamente después de cruzar la puerta. A Félix siempre le había gustado estar en ese jardín con Xion. Le encantaba recostarse en el verde césped, mientras observaba a los insectos revolotear en las flores y plantas, que se enredaban en el muro y estatuas. El jardín terminaba en un muro de piedra, color rojo, donde Xion solía sentarse. La reja negra protegía el único hueco en el muro, y estaba cerrada con una cadena y un enorme candado.
Volvió a ver a Naminé. Ni siquiera ese jardín se comparaba a la belleza de su rostro.
Y de nuevo le vino ese pensamiento. ¿Podía acaso sentir?
Ahora lo sabía. Claro que podía sentir, a su manera. Era por eso que todos sus pensamientos se dirigían a Naminé… Todo comenzó el día que se unió a la Organización…

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Bueno, aqui termina el prólogo, empecé los capítulos 1 y 2 al mismo tiempo asi que ando un poquito apurado.

Fírmen y díganme lo que les parece y lo que no.

[ameyalli]

me gusta tu idea y como comensaste pero como que despues ya perdio como el toque que le estabas dando de que el mismo personaje estaba pensando, pero me gustaria saber que sigue

[Zee]

Ya que estaba medio aburrido, me digné a escribir el primer capítulo... Francamente no estoy muy satisfecho con éste, pero sólo quería poner cómo Félix se había transformado en un Incorpóreo
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Capitulo 1 Sombra de Amenaza

—Félix… Despierta, holgazán. Sora dice que tu madre está aquí.
Abrió los ojos, pero debido al resplandor, los cerró inmediatamente.
— ¡Apaga la luz!
—No es una luz, so tonto. ¡Es el sol!
—Pues no sé como le haces, pero lo apagas ahora mismo —respondió Félix con una sonrisa en su rostro; sacudiéndose la arena, se puso de pie y miró a su amiga. Su cabello rojizo resplandecía con el resplandor del sol. Le miraba con unos brillantes ojos azules, y con una enorme sonrisa en el rostro.
—Kairi. ¿A que té refieres con que mi madre está aquí?
— No lo sé. Pero te está esperando en el muelle.
—Tal vez trajo comida.
—Tu mamá es muy buena con nosotros, no lo dudes. Iré con Sora y con Riku, parece que están luchando de nuevo —Kairi se giró y empezó a caminar en dirección al árbol de paopus.
Félix se quedó viendo, sin mirar, al mar, y luego recordó que debía de estar en el muelle. Tomó la mochila que había usado como almohada y se dirigió al muelle. Pronto logró ver la castaña cabellera de su madre; él había heredado los ojos de color marrón y el color de su cabello, pero por lo demás, la gente le decía que era idéntico a su padre. Pero sin embargo, ya había pasado un año desde que una tormenta atrapó a su padre en medio de la pesca…
— ¿Mamá? ¿Sucede algo?
—Hijo. Acabas de cumplir los diez años…
—Si, me regalaste un reloj.
—Creo que es tiempo de que estudies en la isla principal —El miedo subió por la columna de Félix y sintió que sus tripas se hicieron de acero.
— ¿Tan pronto? ¡Riku ya tiene casi once y sus padres no le han dicho nada!
—Tú no eres Riku.
—¡¡Pero quiero pasar más tiempo con mis amigos!! —respondió encolerizado; era su madre, sí, pero no podía separarlo de sus amigos. Pasara lo que pasara, él no dejaría la isla hasta cumplir los quince.— ¡¡No pienso ir al instituto tan pronto!!
— ¡Ni se te ocurra hablarme en ese tono!
—¡¡Yo hablaré como se me antoje!!
Se alejó corriendo, sintiendo los pies pesados entre la arena. No, no se iría. Ahí estaban sus amigos, ahí pasaba el tiempo. No se alejaría de esa isla hasta después de unos años. Antes de que se diera cuenta, se había metido al “lugar secreto”; tomó una roca caliza y empezó a dibujar líneas al azar. Pronto se dio cuenta de que había escrito El instituto no es más que excremento de chimpancé. Era un pensamiento infantil, pero expresaba lo que pensaba en esos momentos, luego escribió Bajo la bóveda estrellada, navegando por el mar del tiempo…, pero su inspiración fue cortada y no pudo continuar con la frase.
Volteó hacia el pequeño hoyo en la roca y pensó de nuevo en la escuela.
Tendré que volver de todos modos, pensó.
Se encaminó hacia la puerta, se detuvo a escuchar la catarata caer y luego se dirigió al muelle de nuevo.


PASADOS CUATRO AÑOS
— ¡Félix! ¡La cena está lista!
— ¡Voy para allá, mamá!
Estaba sentado en el alféizar de la ventana, observaba como la puesta de sol brillaba sobre las olas del mar. A lo lejos, podía distinguirse un pequeño islote. Allí reinaban los recuerdos de su niñez, donde había pasado casi cinco años. Pero de eso hacía mucho tiempo, aunque… si pudiera volver aunque fuera un día. Se paró con cuidado en la ventana, alzó los brazos para sujetarse y con un gran esfuerzo subió al tejado. Recordó como de niño le tenía miedo a las alturas, y por eso le daba miedo la tirolesa que Riku y Sora habían construido, en cambio ahora, subirse a los tejados, árboles y demás, era su fascinación. Sora, Riku y Kairi… Solamente había visto algunas veces a Kairi por la calle, pero le hubiera gustado ver qué tanto habían crecido sus amigos.
— ¡Mamá! ¿Crees que pueda salir un momento?
— ¡Está bien querido, pero ten cuidado! ¡No vayas a quedar atrapado en una tormenta!
De nuevo sintió un nudo en la garganta, su papá había muerto hacía casi ya cinco años en una tormenta, pero sin embargo todavía no era capaz de superarlo.

Bajó del tejado, se sostuvo en la ventana y se las arregló para bajar por las enredaderas. Corrió hacia la playa y le rentó un pequeño bote al viejo que lo transportaba a la isla. Subió en éste, muy animado y remó hacia la isla. Oscureció más rápido de lo que esperaba y las olas empezaron a agitarse. No iba a terminar como su padre, el lucharía y no abandonaría a su mamá. Durante pequeños intervalos de tiempo, juró haber visto un bote no muy lejos de su posición.
Logró llegar a la isla sano y salvo, amarró y su bote y se dio cuenta de que había gente en la isla. Dos botes pequeños descansaban atados a sus estacas.
Corrió en dirección al árbol de paopus y subió a la copa. Unas cosas extrañas se movían debajo, unas cosas oscuras y con antenas; poco después se acercó Riku, Félix estuvo a punto de llamarlo pero entonces un aura oscura empezó a rodear el pequeño islote. Escuchó pasos y vio que Sora también se había acercado.
—¡Sora! ¡Riku!— gritó, pero de sus labios sólo salió un pequeño gruñido. El miedo lo tenía paralizado, ¿Cómo podían Sora y Riku conversar tan tranquilamente?
De pronto sintió mucho frío, el cuerpo le tembló y sintió como si le estuviera escurriendo agua fría por la columna. Giró el cuello y, para su horror, una de esas cosas estaba parada en una rama.
—¡¡No!!— Pero de sus labios no salió ningún sonido, Riku ya no estaba y Sora había corrido en dirección a la pequeña catarata. Félix cayó del árbol y se quedó sin respiración. Sólo vio como las extrañas criaturas oscuras se lanzaban sobre él… y luego nada…

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Pienso que esta muy tonto, especialmente la parte de 4 años después. Sólo quería poner que Félix había vivido en las Islas del Destino y que había perdido su corazón.

[Zee]

Post editado.
No puedo eliminarlo D:

[Tidus Cloud]

Me encanta este fan fic que has hecho es verdaderamente impresionante aunque solo hayas hecho el prólogo y el primer capítulo.Lo único que sino te importa que a veces pongas después del mensaje quien lo dice.Por ejemplo
-Blababalala-dijo Roxas
Es un ejemplo tonto
Ah y espero que continues couanto antes que este fan fic ha sido de los mejores que he leido en mi vida

[Demyx]

Me ha gustado mucho, esperando el siguiente capitulo

[Zee]

Aquí viene el capítulo 2, Villa Crepúsculo.


Capítulo 2 Villa Crepúsculo

Félix abrió los ojos… Estaba tirado en el suelo y escuchaba a la gente hablar entre susurros.
-Dicen que cayó del cielo. Igual que los otros.
-Sólo debe de ser un vagabundo.
-¿Qué sucederá cuando Lady Esmeralda se entere?
-Sólo mira su ropa… Está toda raída y sucia.
Finalmente Félix se sentó, los murmullos aumentaron de intensidad inmediatamente. Alarmado, se puso en pie y echó a correr por aquella ciudad desconocida. Había una extraña luz bañando la ciudad, los edificios estaban bastante amontonados y las calles eran estrechas, dando la impresión de que estabas atrapado. De pronto se encontró en una inclinación del terreno que lo tomó desprevenido, lo cual lo hizo tropezar y rodar colina abajo.
En cuanto el terreno volvió a tornarse plano, se detuvo con un estruendo y levantó una nube de polvo.
-¡Ja! ¡Qué tonto!- gritaba un muchacho alto, con un cabello rubio oculto bajo un gorro de lana.
-¿Qué diablos te pasa, imbécil?- gritó Félix, enfurecido.
-¡Qué tal! ¡El niño se ha enojado! ¡Creo que debería irme corriendo!- volvió a decir el muchacho, con una sarcástica sonrisa.
-Silencio, o si no…
-¿O si no qué? Si yo fuera tú, saldría corriendo de aquí.
-Si yo fuera tú, cerraría el hocico.
Félix dio un puñetazo hacia delante, pero el muchacho le desvió el brazo con una pequeña espada de plástico. Luego su agresor intentó lanzar una patada al estómago, pero Félix la desvió con su antebrazo; sin embargo, eso le dio la oportunidad al joven de atacar: El golpe acertó justo en la mejilla. Félix, con lágrimas en los ojos, lanzó un golpe falso al estómago; el muchacho cayó en la trampa y bajó sus defensas en la parte superior de su cuerpo, Félix le dio varios puñetazos en el rostro, luego uno en el vientre, y cuando el joven se agachó dio un fuerte golpe ascendente en la barbilla de su atacante.
El joven quedó en el aire por unas milésimas de segundo y luego cayó sobre su espalda.
*Clap, clap, clap, clap*
Alguien le estaba aplaudiendo a su espalda. Se giró sobre sí mismo y vio a un extraño encapuchado.
-Eres impresionante.- dijo el hombre. -Me alegra encontrar a alguien capaz.
-¿Alguien capaz?- preguntó Félix.
-Hace tiempo que no vemos a gente como tú.- volvió a decir aquél extraño, acercándose cada vez más.
-¿A qué te refieres? ¿A alguien que cae del cielo, con la ropa totalmente raída y que…?
“¿Que qué…? ¿De dónde he salido?”
-Yo sé que es lo que estás pensando…- dijo el hombre, acercándose hasta quedar a unos pasos de Félix. -No sabes tu origen. No sabes quién eres. Eso les sucede a todos. Piensa… ¿Cuál es tu nombre?
-Soy…- volvió a decir Félix, esforzándose por recordar. -Soy… Mi nombre es… ¿Xefil?
-Sí, lo es.
-Que nombre más estúpido. Mis padres debieron de estar locos.
-Tu nombre fue creado por tu propia mente. Tú, tú eres un Incorpóreo, igual que yo…
Félix se quedó en silencio, mirando al extraño hombre encapuchado. Pero ahora que lo pensaba bien, su voz no sonaba muy grave, tampoco era más alto que Félix y su complexión era delgada, no gruesa como la de un adulto.
-Un Incorpóreo… ¿Qué es eso?
-Podría explicártelo, pero tardaría un buen rato. Podrías venir conmigo y te explicaré todo en el camino.
-Bueno, supongo que está bien. Mi nombre es Xefil, o eso creo.
-Mi nombre es Roxas, encantado. ¿Nos vamos?

[Tidus Cloud]

Como en tus anteriores capítulo la historia está muy bien vas mejorando bastante.
¡Continúa con la historia¡
Nos vemos
PD: El nombre no me gusta un poco

[Zee]

Como en tus anteriores capítulo la historia está muy bien vas mejorando bastante.
¡Continúa con la historia¡
Nos vemos
PD: El nombre no me gusta un poco

si, es que no encontre ningun buen anagrama, y hasta pensé en una "x" extra.

[Zee]

terminé el capítulo tres!!!
aunque sólo unas tres personas me hayan apoyado, no me importa y sigo escribiendo!


Capitulo 3 Invitación

-Así que… ¿Me estás invitando?- decía Félix. Se encontraba sentado junto con Roxas en un pequeño restaurante de “Ramen” (una sopa japonesa). Félix, quien estaba hambriento, ya se había terminado su plato, en cambio Roxas solamente se había comido la mitad. Detrás de Roxas estaba el mostrador, donde un hombre de mediana edad preparaba las órdenes; una chica de unos 20 años estaba sirviendo los platos a tres muchachos que estaban sentados en la mesa contigua a la de Félix.
-Por supuesto. Eres fuerte, servirías mucho. Además pareces ser de mi edad, supongo que nos llevaríamos bien.- continuaba Roxas, quien ya se había quitado la capucha. Tenía un pelo rubio totalmente alborotado y unos ojos de color azul cielo. -Solamente tendría que ir a presentarte, alguien tendría que entrenarte (no podría ser yo porque no soy un miembro antiguo) y deberías de demostrar tu valor en un combate.
-¿Combate contra quién?- inquirió Félix, y luego, con una actitud despreocupada, llamó: -¡Otra orden, por favor!
-Oye, no te aproveches, yo estoy pagando.- reclamó Roxas. El estómago de Félix rugió… -Bueno, pero sólo este plato y ya… En fin, como te decía, necesitarías pelear contra algún otro miembro, no se espera que ganes por supuesto, solamente debes demostrar tus habilidades. Una de las reglas es que tu arma debe de ser fabricada por ti mismo. Otra es, usar una de estas bonitas capas…
-¿También hay una regla sobre peinados extravagantes?- preguntó Félix con una sonrisa.
-¡Claro que no! Bueno, pero ahora que lo mencionas, todos tenemos peinados que ¡uf! Incluso creo que Demyx, el miembro número IX, pasa dos horas en el espejo cada mañana.
-Bueno, si eso es una regla, entonces no creo que haya mucho problema.- bromeó Félix, alborotándose su cabello.
-Jeje, bueno, en ese caso te guiaré mañana. ¿Dónde vas a pasar la noche?
-No lo sé. Pensaba en la posada que está cruzando la calle, pero no tengo…
-¿Dinero? No hace falta, ya me lo pagarás después.- dijo Roxas, lanzándole un pequeño monedero.
-Umm, gracias. Con esto será más que suficiente.
-De acuerdo. Ahí también está el dinero de la cuenta.
-Ya no es más que suficiente.
-Bien. Vendré por ti mañana a las 9:00. Procura estar listo.- entonces Roxas hizo ademán de retirarse pero fue interrumpido por Félix:
-Oye,¿De quién eres Incorpóreo?
Roxas se quedó en silencio y de espaldas a Félix, luego dijo:
-Lo averiguaré pronto.- Entonces salió a la calle, y cuando solamente Félix le miraba, desapareció.

La lluvia caía sobre su rostro y las olas rugían con gran estruendo, las estrellas brillaban con una maligna luz y un gran temblor asestaba la isla.
Entonces el suelo empezó a temblar más y la gran sombra se alzó…
Un muchacho llegó corriendo, y por alguna razón, Félix sentía un gran deseo de morderlo, arañarlo, hacerle el mayor daño posible… Entonces la gran llave se materializó en la mano del joven y Félix tuvo miedo…
Miedo…Miedo…Miedo… ¿Miedo de qué?
-¡Este es su servicio de despertador!
RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!!!!!
RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!!!!!
RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!!!!!
-¡Ya voy! ¡Ya desperté!- Félix se levantó de su cama y lanzó unos cuantos platines por la rendija del correo. Se escuchó un leve <Gracias> y unos pasos se alejaron.
“Son las ocho entonces…”
Se quitó la chaqueta y se dio cuenta de algo que había pasado por alto el día anterior.
“¡Yo no llevaba esto puesto!”
Era una chaqueta de un color rojo vino. Se miró en el espejo y vio que llevaba unos pantalones cortos de color negro, unos zapatos grises, y una delgada camisa, también negra.
El día anterior había tenido mucho que pensar y no se había fijado en sí mismo, ni siquiera cuando había metido el monedero en la bolsa de sus pantalones. Esa ropa no la llevaba… ¿Pero cómo sabía que no la llevaba? No recordaba de dónde venía. Como era un Incorpóreo debía de tener un Sincorazón en alguna parte, y debía de haber sido alguien antes.
Eso era, eran recuerdos vagos de su vida anterior. Tal vez por eso no recordaba esa ropa, tal vez sus prendas se crearon junto con él…
“Tengo suerte de no haber aparecido desnudo”
También se dio cuenta de que su cabello era un poco más largo y alborotado y que sus ojos ahora eran de un color negro azabache.
Se terminó de quitar la ropa y se metió al baño, el agua estaba deliciosamente tibia y le provocó relajación a Félix. Cuando terminó se puso la ropa que llevaba puesta, sólo tenía algunas manchas de polvo y estaba seguro que la Organización entendería porque no tenía nada que ponerse.
Se puso a ver la televisión y vio una fotografía de sí mismo mientras la atractiva presentadora decía:
-…repiten los acontecimientos de hace unos días. Un joven de unos 15 años de edad fue encontrado enfrente de la estación de tren. Al parecer es uno de los “Caídos” según su apariencia. Después de unos minutos, dicho sujeto se levantó y se fue corriendo en dirección al Solar. Lady Esmeralda opinó…
Repentinamente se escuchó la puerta y que alguien llamaba:
-¡Xefil! ¡Soy yo! ¡Roxas!
Félix ya había abierto la puerta antes de que Roxas pudiera decir la sílaba “xas”. Estaba tan emocionado que abrió la puerta desde el lado equivocado y se golpeó la nariz.
-¡Ay!
-¿Estás bien?- preguntó Roxas, preocupado.
-Sí, sí. No es nada, descuida.- respondió Félix, frotándose el tabique. Tomó sus llaves y salió al pasillo, donde Roxas lo esperaba.
-Entonces, en marcha.
Salieron de la posada y caminaron por enfrente del restaurante (a Félix le rugieron las tripas), se metieron a un callejón vacío, donde Roxas le dijo:
-Toma mi mano.
-¡EA! ¡Yo no soy de “esos”!- gritó Félix, alarmado.
-Yo tampoco, idiota. Nos vamos a teletransportar.
-Oh.
Tomó la mano de Roxas, sintió un fuerte tirón en sus costillas, de pronto todo se puso de colores oscuros. Se le iba la respiración, y cuando creía que ya no podía más, salieron del extraño túnel.
-Lo siento, debí decirte que tomaras aire.- dijo Roxas, con una risa nerviosa.
-No…importa…- respondió apenas Félix, quien se esforzaba por tomar aire.
Estaban en un a las puertas de un extraño castillo, con un enorme signo grabado (el signo de los Incorpóreos).
-Estamos en el Mundo Inexistente. Aquí es el cuartel, si se le puede llamar así, de la Organización. Ha llegado la hora.- dijo Roxas, mientras abría las enormes puertas…


Tadá??? xD

[Tidus Cloud]

Muy bueno,como siempre.Sigue así y no te desanimes porque no tebgas muchos seguidres,porque yo soy un seguidor
Por cierto si te sirve este nombre en vez de Fixel pues Xefil

[Soul Artist]

Bueno, me esperaba menos, pero me ha sorprendido. El argumento tendrá que avanzar para ver qué tal está, pero la forma de escribir me gusta. Eso sí, hay muchos errores, que, aunque no quitan las ganas de leer, son un poco molestos. No entraré en detalles, pero algo de este último episodio muy molesto han sido las anotaciones que haces con los paréntesis.

Otra cosa que no me ha gustado es que vas muy rápido. La historia tiene una velocidad perfecta, pero hablo de los días de la publicación; uno por día no es una buena idea, deberías dar algo más de tiempo. Además, así te evitarás lo de hacer una "versión 2.0" de los capítulos, lo cual muchos, o todos, agradeceremos.

Voy a seguir leyéndolo, así que espero que lo continues. Si me lo permites, con cada capítulo haré una pequeña crítica y señalaré los mayores errores, para que mejores aún más. Y lo dicho, da un margen de tiempo mayor.

P.D.: Enhorabuena por la ortografía, la única falta que encontré fue un "sí" de afirmación sin tilde.

[Zee]

terminé el capítulo 4, y gracias Narrador, tomaré en cuenta tu consejo. También ya le cambié el nombre al Incorpóreo.
Luego de continuar escribiendo, noté una anomalía temporal respecto a la creación de Xefil y el encuentro con Roxas, la cual ya arreglaré en los capítulos siguientes. Pero bueno, aquí está:


Capítulo 4 Organization XIII

Roxas empujó las puertas plateadas, las cuales se movieron sin hacer ningún ruido, como si solamente estuvieran levitando. Llegaron a un gran salón, plateado también. Era muy grande, de unos 20 metros de largo; al final había unas escaleras que subían a un pequeño balcón, donde los esperaba un joven pelirrojo y de ojos verdes, vestido en una capa negra igual a la de Roxas. Roxas y Félix caminaron hasta el final hasta encontrarse con el miembro de la Organización.
-¿Es éste?- preguntó el hombre.
-Sí, yo lo presentaré.- respondió Roxas, poniéndole una mano en el hombro a Félix. Luego se dirigió a éste: -Él es Axel, el miembro número VIII.
-Sí, guárdalo en tu memoria. Un gusto…em…- iba a decir Axel, pero se detuvo.
-Xefil.- terminó la frase Félix, un poco apenado. -Un nombre extraño, ¿no?
-Sí, pero no creo que eso tenga importancia.- contestó Axel, con una sonrisa. Se escuchó el tañido de una campana en alguna habitación contigua. -Ya es la hora. Xefil, síguenos a Roxas y a mí.
En ese instante apareció una puerta de la nada a espaldas de Axel, quien se dio la vuelta y entró por ella. Cruzaron varias salas hasta llegar a una habitación redonda, altísima, donde se encontraban catorce tronos blancos de distintas alturas. Sentados en cada uno de ellos, se hallaban nueve hombres y dos mujeres, quienes llevaban la capucha abajo. En el trono más alto, que se encontraba en el centro, estaba otro hombre que aún llevaba la capucha puesta.
El desconocido, que al parecer era el líder, habló con una voz magnificada gracias el eco de la habitación:
-Hoy estamos reunidos aquí…- Axel se esfumó para reaparecer en la cima de un trono vacío. -…para darle la bienvenida a un posible nuevo miembro de nuestra Organización. Según la información que nos ha dado Roxas, sabemos que su nombre es Xefil y que fue encontrado en Villa Crepúsculo. Debido a razones desconocidas, no recuerda su vida anterior, como la mayoría de nosotros, es por eso que no debemos de presionarle al igual que hemos hecho con Roxas y con Xion. Dime Xefil, ¿Conoces la misión de la Organización XIII?
-Lo hago y estoy de acuerdo que es necesario. Una vez que se logre, podremos estar completos, todos nosotros…- respondió Félix, quien se sobresaltó al escuchar su voz más alta de lo normal.
- En ese caso, tu prueba se llevará a cabo exactamente en una semana. Tu mismo fabricarás tu arma y tendrás que enfrentarte a quien sea elegido por mí. Por ahora solamente te diremos nuestros nombres:- se señaló a sí mismo y dijo: - Soy Xemnas, el número I.
Un hombre con un parche en el ojo dijo:
-Xigbar, número II.
-Me llamo Xaldin, número III.- dijo un hombre con unas patillas extremadamente largas.
-Vexen, número IV.- manifestó un hombre con cabello rubio.
- Soy Lexaueus, miembro V.- dijo un hombre robusto de cabello castaño claro.
-Mi nombre es Zexión, número VI.- expresó un joven de cabello gris.
-Saïx, número VII.- enunció un hombre con una cicatriz en el rostro.
-Ya me conoces. Axel, número VIII.
-Soy Demyx, miembro IX.- dijo un joven que parecía despreocupado.

-¿Es el que pasa dos horas frente al espejo?- susurró Félix.
-Sí. Bueno, eso parece.- respondió Roxas en un susurro.

-Mi nombre es Luxord, número X.- manifestó un hombre de barba y cabello rubio.
-Marluxia, miembro XI.- dijo un hombre con un extraño cabello rosado.
-Larxene, número XII.- enunció una joven de cabellos rubios.
-Roxas, ya sabes, número XIII.
-Xi-Xion… Número XIV.- expresó una chica con una voz tímida.

Cuando terminaron las presentaciones se habló sobre varios acontecimientos, misiones recientes, ataques y cosas de las que sólo sabían los miembros de la Organización:
-En ese caso, los que fueron elegidos hace unos días, vuelvan al Castillo junto con la chica. Se les confía esa misión, no queremos un fracaso.- decía Xemnas, quien ya se había bajado la capucha. Su cabello era de un extraño color blanco y sus ojos de un amarillo brillante, con rendijas como las de un gato.
Marluxia, Larxene y otros, de los cuales Félix aún no había aprendido los nombres, desaparecieron. Entonces Xemnas se dirigió a Axel:
-Asegúrate de vigilarlos de vez en cuando, no queremos una rebelión por parte de los más bajos.
-Entendido.- y también desapareció.
-Ahora. Roxas, tú te encargarás de entrenar a Xefil.-continuó Xemnas.
-¿Yo? Pero si soy el segundo más bajo. ¿No sería mejor que lo entrenara alguien más?- exclamó Roxas.
-Tú fuiste quien lo presentó, creo que es lo justo.
-Creo que me ayudarás mucho, ¿no? Por algo estás en la Organización.- señaló Xefil, emocionado.
-Supongo, pero primero tendrás que ir con un herrero para forjar tu arma.
-¿Con cuál herrero fuiste tú?- los demás, excepto Xion, ya se habían retirado.
-Mi arma no fue exactamente forjada por alguien.- acto seguido Roxas desapareció.
-¡¡HEY!! ¿Y cómo voy a regresar?- preguntó Félix, al aire.
-Descuida, es muy simple. Sólo abre el camino de la oscuridad. Eres un Incorpóreo, así que no te afectará.- explicó Xion, quien se había acercado por detrás. Con su voz suave, continuó: -No sé cómo explicarlo. Debes de manipular la oscuridad de tu alrededor.
Acto seguido, Xion desapareció en el peculiar vórtice negro.
“Manipular la oscuridad”
Félix levantó su mano y empezó a agitarla y a saltar alrededor, pero no sucedió nada.
“En algún lugar tengo un Sincorazón que hace esto todos los días, ¡Yo también puedo!”
Concentrándose al máximo logró abrir una pequeña brecha del tamaño de su puño, luego se ocupó en dilatarla hasta que su cuerpo cabía por ella.
De nuevo se encontró en ese asqueroso túnel oscuro que le oprimía los pulmones, volvió a enfocar su mente en una cosa:
“Villa Crepúsculo, Villa Crepúsculo”
Sus pulmones no aguantaron más y abrió la boca para respirar. ¡Aire! ¡En ese maldito vórtice había aire! Félix soltó una carcajada, aún sentía una presión, pero era capaz de respirar.
Se encaminó lentamente por el túnel, mientras dejaba volar sus pensamientos…



Fácil decir, fácil de hacer.
WII!! Ya conseguí Re: Chain of Memories (las ventajas de ser mexicano) Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos...

[Tidus Cloud]

Muy buen capítulo,espero que continues.Una cosilla en el título...has puesto Organization y es Organización,aunque solo es un detalle sin importancia.¡Sigue así¡
Nos vemos

[Soul Artist]

Este FanFiction apunta muy alto, la verdad, y cada vez me gusta más. Tienes un muy buen estilo a la hora de escribir, se nota que no eres un novato.

Bueno, he aquí los pequeños errores a corregir.

quienes llevaban la capucha abajo.

Usa mejor otra forma de decir que no la llevaban puesta.

Un hombre con un parche en ojo dijo:

Sería "en un ojo". Un pequeño error sin importancia, la verdad.

no queremos un fracaso.- decía Xemnas

"Decía" se usa mientras está realizando otra acción, pero no es el caso. No es la primera vez que lo veo, así que apúntatelo.

Los Marluxia, Larxene y otros

¿"Los"?

los nombres, desaparecieron, entonces Xemnas

Ahí vendría mejor un punto. La acción daría un pequeño descanso que le conviene.

Cuando hablan los miembros de la Organización dando sus nombres, usas demasiado la palabra "hombre". Y, tratándose de un FanFiction, no creo que sea necesario dar una característica de cada uno, pero eso ya es opción tuya.