Mickael se une a la Trama ^^
Las dos chicas respondieron breve y concisamente al Maestro, para después ponerse a hablar entre ellas, aunque fuera en unos susurros imposibles de ocultar al hallarse frente a frente con Ronin. El hombre pareció agradecido de que no se extendieran demasiado.
—
Muy bien, entonces vosotros tres… —y entonces, al ir a señalar al tercero invisible, pareció darse cuenta—.
Oh, cierto, falta uno. Es igual, podréis ir a buscarle. Se llama Mickael y no es que pase realmente desapercibido con esos rasgos ratoniles, eh —rió, sin concretar más.
De repente, el Maestro se llevó la mano a la muñeca y pulsó el pequeño aro del que todos disponían. Inmediatamente, se recubrió con la armadura característica que usaban para viajar.
—
Veréis —comenzó a explicar—,
teníamos un entrenamiento concertado, sí, pero ha surgido una supermisión supersecreta y especial en otro mundo a la que no puedo faltar, así que tendremos que aplazarlo. Sin embargo, tengo una tarea especial para vosotras, y para el otro compañero, igual de peligrosa y emocionante que lo que tenía pensado —lo peor es que parecía completamente serio—.
Esta mañana, me he encontrado con la desagradable sorpresa de que mi mascota ha desaparecido. Se llama Mordisquitos y es el único ratón de Tierra de Partida, así que no será difícil hallarle.Le tendió una foto a Kairi. En ella, aparecía un monísimo ratón, entre grisáceo y blanco, con unos ojitos que más tarde les darían problemas si eran realmente así de adorables:
—
Podéis usar trampas, porque le gusta mucho correr. Su comida favorita es el chocolate y le gustan los lugares oscuros y a la sombra. ¡Encontradlo a mi vuelta! No vaya a ser que los moguris se lo coman sin querer —pidió Ronin.
Transformó su Llave Espada y, sin darles tiempo a preguntas o quejas, se marchó a aquella misión que les había arruinado el entrenamiento. Por si fuera poco, tenían que buscar un minúsculo ratón en todo aquel mundo. Ah, y encontrar a su compañero de rasgos ratoniles.
__________________________________
Mickael había recibido la orden, junto a las demás, de permanecer en su habitación hasta la llegada del Maestro. Sin embargo, nadie acudía…