Ays, Crys, FELICIDADESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS.
Estamos todos muy contentos de tenerte por aquí y esperamos que te pases más para vernos a todos, que últimamente nos has tenido abandonados dejando un vacío desolador en nuestros corazones.
Esperamos que te regalen todo lo que quieras y que seas muy feliz hoy siempre porque te lo mereces.
Ahora que pasen los regalos:
Tú al llegarCuando te conocimosAl ver tu fotoYo haciendo encuentros contigoYo cuando estuviste tanto tiempo sin aparecerEl relato que te dedico:Erase una vez hace no tanto tiempo vivía una hermosa princesa de nombre desconocido, pero aun así conocida por todos: Crys.
En el reino de la princesa Crys todo era alegría. Sus súbditos siempre estaban contentos de verla y exclamaban vítores de alegría cada vez que la veían pasar. Los cumplidos a su belleza nunca le hacían justicia, pero igualmente todos decidían hacérselo cada vez que la veían cabalgando en su magnífica mascota, un perro gigante de color blanco llamado Darko.
Muchos fueron los reyes que intentaron casarse con semejante damisela, incluso algunos hablan de cierto virrey de barbas hermosas, pero nadie podría conquistar su corazón tan fácilmente. Ella era bella, libre y fiera.
Quizás precisamente era por eso que ella era la indicada para proteger su reino cuando la desgracia se echó sobre él.
Un día, el reino alado de los ángeles decidió atacar el reino de la princesa Crys acabando con siglos y siglos de próspera paz. Cuando todos los gritos de auxilio de los ciudadanos se sumaron en uno, sólo una chica podía salvarlos a todos.
La princesa acudió a la corte de los ángeles a parlamentar con su líder. Ante ella se presentó un estirado ángel de alas blancas, de mirada altiva y odiosa. Su nombre era Tidus.
—
No me interesan los ruegos, princesa —sentenció arrogantemente Tidus.
—
No te he venido a rogar.—
¿Ah, no? ¿Y entonces a qué has venido?—
A retarte. No dejaré que acabes con la vida mi pueblo.—
Entiendo. Muy bien, proponme algo que me divierta y ya veremos.Crys asintió valientemente y alargó su mano. En ella apareció una reluciente espada, en cuyo filo se podía leer la inscripción: Kawaii Vocaloid. Las alas de Tidus se tensaron ante tal amenaza, la muchacha quería luchar.
—
Como quieras, te convertirás en una víctima más de mi gran conquista.Tidus levantó grandes corrientes de viento para tumbar a Crys, pero la princesa fue lo suficientemente fuerte como para resistirlo. Rápidamente, la chica se llevó una mano a su colgante y susurró:
—
Aru, ven a mí.Había invocado a su eidolon. De pronto, el espíritu de una mujer de cabellos azules apareció mágicamente de la nada y corrió velozmente hasta el ángel para propinarle un fuerte golpe en el pecho que lo tiró contra la pared. Mientras Tidus intentaba levantarse, Aru se giró para levantar su pulgar en señal de victoria a Crys y seguidamente desaparecer.
Crys embistió con su espada contra Tidus, pero éste invocó una lanza de por medio para bloquearle. El combate no acabó ahí pues Crys continuó lanzando múltiples tajos con su espada mientras el ángel intentaba resistir.
—
¿Cómo eres tan fuerte? ¿Por qué luchas? —preguntó Tidus incrédulo.
—
Yo no soy como tú. Yo no quiero conquistar nada, no deseo el poder y no odio a nadie. Sólo quiero defender a mis amigos de las personas malvadas como tú, ellos están siempre en mi corazón aunque yo no pueda estar con ellos, son los que me acompañan en los mejores y los peores momentos de mi vida. ¡Ellos son la fuerza de mi corazón!Tidus gruñó al darse cuenta de que sus fuerzas flaquearon, momento que aprovechó Crys para desarmar al ángel y atravesarle con su espada. Un haz de luz comenzó a brillar en el corazón del ángel mientras iba cayendo poco a poco en el suelo.
—
E-eres fuerte Crys… Ahora entiendo porque todos te quieren… —dijo Tidus con sus últimas palabras—.
P-puede que en otra vida tú y yo podamos ser a-amigos…Sin su líder el reino de los ángeles perdió la guerra y el reino de los humanos volvió a vivir en tranquilidad. Meses más tarde llegó a todo el reino la noticia de que la reina, la madre de Crys, había engendrado a un nuevo vástago. Muy ilusionada Crys acudió a ver a su nuevo hermanito, pero no pudo contener una mueca de sorpresa al ver los ojos del pequeñín. Eran los mismos que aquel ángel al que había derrotado hace ya tiempo.
Crys esbozó una tierna sonrisa mientras acariciaba la cabezita del pequeñín. Cogió al bebé entre sus brazos y le susurró dulcemente al oído.
—
Ahora te voy a enseñar yo a amar a los demás.Y seguidamente le dio un beso en la frente mientras miraba hacia adelante. Siempre adelante y con decisión, porque al fin y al cabo ella era bella, libre e indomable. Ella era Crys.
Felicidades y supongo que aún tienes un deseo que pedir por ser tu cumple~